Llevamos varios fines de semana en los que, por distintos motivos, nuestra actividad montañera es escasa y diferente a la que habíamos planificado. Esta vez no fue el tiempo, la pereza o un inoportuno constipado, sino la celebración de algo que para nosotros es toda una efeméride. Y es el que el pasado domingo, 28 de Noviembre, se cumplieron 13 años desde que Encarna dejo su Zaragoza para compartir la vida con el catalán que escribe estas líneas. Después de una semana llena de distintas propuestas para el finde, el viernes por la noche decidimos regalarnos un nuevo GPS (el que teníamos esta muy trotinado), y evidentemente probarlo…
Sábado 27 de Noviembre. Poco antes de las diez de la mañana cargamos en el coche los trastos de ir al monte y nos vamos a Barcelona. El destino es Radio Watt. Dos horas y media mas tarde somos propietarios de un flamante Garmin GPSMap 62s y disponemos de 400 Euros menos en nuestra cuenta corriente. Ahora toca estrenar el cacharro. Decidimos hacerlo en un lugar que ponga a prueba las características de recepción que dicen que tiene. Así que nos dirigimos a la vertiente norte de Montserrat con la intención de hacer un ruta circular que enlace dos canales encajadas entre grandes paredes. Subiremos por la dels Avellaners o Aritjols (un recorrido que hace muchísimos años que no hago y Encarna no conoce) y bajaremos por la de Sant Jeroni. Durante el viaje, mi mujer conduce y yo ojeo el manual del aparato. A las 13.15 h dejamos el coche en Santa Cecilia. El cielo esta nublado y hace bastante frío. A las 13.40 h, después de cambiarnos de ropa y calzado, acabar de preparar las mochilas y, sobre todo, intentar calibrar el GPS y probar el registro de tracks y des waypoints, empezamos a caminar (682 m).
Contando paradas, tardamos 50 minutos en superar los 330 metros de desnivel de la canal y alcanzar el collado donde finaliza (14.55 h, 1060 m). Me siento feliz, liberado… Pero como dice el refrán, “poco dura la alegría en la casa del pobre…”. Estoy mirando en el mapa la continuación del recorrido cuando, con voz angustiada, Encarna dice algo que me deja helado “He perdido las gafas”.La frase me sienta como un golpe bajo. Me domina un fuerte cabreo, mas por las consecuencias que por el hecho en sí. Grito, reniego, y pregunto como narices ha podido pasar. Hay que joderse, olvidarnos del recorrido previsto y bajar por la puta canal buscando las dichosas y nada baratas gafas. Los dos sabemos que las probabilidades de dar con ellas son prácticamente nulas. Pero hemos de intentarlo. Con caras de perro y en un ambiente mas que tenso, iniciamos el descenso (15.00 h).
Dice el refrán que “cara avall la merda corra…” (hacia abajo la mierda corre). En contra de lo esperado, el descenso es mas sencillo que la subida. Gracias a los muchos troncos, ramas y raíces que pueblan la canal, descendemos por la misma intentando pasar por los mismos sitios que de subida (lo que resulta bastante difícil) y con la vista fijada en el suelo, que en buena parte esta cubierto por la hojarasca. Tal como pensábamos la búsqueda resulta infructuosa. La moral baja y la mala leche sube a medida que perdemos altura. Pero aún nos queda alguna esperanza... Finalmente, cuando nos encontramos a unas decenas del camino ocurre el milagro. En un pequeño escalón de uno de los tramos rocosos de la primera parte de la canal, vemos las malditas gafas. Hemos tenido muchísima suerte y el esfuerzo ha valido la pena. Ahora toca hacer las paces y recuperar la normalidad…
Sin nada especial que contar llegamos al pie de la canal y al GR. Continuamos por el mismo hacia Santa Cecilia, donde llegamos a las 15.55 h. El recorrido ha sido corto pero intenso. Al final nos ha sobrado mas de una hora de luz . Respecto el GPS (que con el trajín de las gafas y del cambio de itinerario ha pasado a un segundo plano) ha superado la prueba con buena nota, mostrando las líneas de track de la ida y de la vuelta bastante solapadas. Estamos satisfechos, pero nos sabe mal no haber podido hacer la ruta prevista…
Tres cuartos de hora mas tarde enterramos el hacha de guerra con unas cervezas y un plato de “huevos estrellados” que nos sirven en el bar Anna del Bruc. La jornada se completa con una visita a una tienda de deportes de Vilafranca del Penedes. En la misma nos espera un vale descuento de 100€ por el segundo y tercer premio del concurso de fotografía del CEB de este año. Curiosamente, gastamos este dinero en unas gafas de montaña para Encarna…
Domingo 28 de Noviembre. Me despierto a las 3 de la madrugada y no consigo volver a dormir. No soporto estar en la cama esperando el sueño. Así que me levanto y me pongo a jugar con el GPS y el ordenador. En temas de informática soy bastante inútil. Encuentro problemas por todas partes y el tiempo me pasa volando intentando solucionarlos. Se hace de día. Encarna aparece con cara de sueño pasadas las nueve. Aparte de ser nuestra efeméride hoy hay elecciones autonómicas. El día es frío pero bueno y anima a ir al monte. Así que se nos ocurre combinar la votación con una excursión matinal por el Garraf. Saldremos desde casa y el itinerario lo inventaremos sobre la marcha y lo registraremos con los dos GPS, a fin de poderlos comparar.
Después de votar salimos de Begues por la calle Sitges (11.05 h, 360 m) e iniciamos un recorrido sin concretar. Tras pasar junto la casa de Can Rigol, seguimos por pistas hacia el oeste hasta las inmediaciones de la antigua hípica. Entonces giramos a la izquierda (O) para remontar un largo cortafuego (rastros de senda) por donde pasa un tendido eléctrico. Mas arriba, un nuevo cortafuegos nos lleva (S) hasta la estación de antenas situada en lo alto del Pla de la Bassa Llacuna (11.50 h, 550 m). Breve alto para mirar el plano y decidir que hacemos…
Enric García. Noviembre-2010
Ostres, ¡moltes felicitats per l'aniversari! :)
ResponderEliminarMoltes gracies...
ResponderEliminarHola Enric soc l'Abel. El día de les eleccions vaig fer la mateixa ruta! El que estava dalt del mirador de les Solius era jo! Ja, ja, ja.
ResponderEliminarUna abraçada i felicitats.
Ey, ¡felicidades por el aniversario!
ResponderEliminarEspero además que no se me olvide, ya que tengo motivos para recordarlo. El 28 de noviembre hizo 3 años que llego Ruth a España y yo hice dos años que deje la casa de mis padres.