TENDEÑERA
El pico
Tendeñera es el techo de la sierra del mismo nombre que situada al sur del
valle de Ara, agrupa la línea de cumbres que forman los picos de
Sabocos,Forato,Ripera,Tendeñera y Otal. La estructura de todos ellos es
similar. Terreno calcáreo, áspero, en el que abundan las formaciones kársticas
como grietas, pliegues, terrazas, etc. Grandes desniveles, poca vegetación,
soledad, sequedad… Montes impresionantes y sobrecogedores, a los que la
proximidad de cumbres tresmileras (Infierno, Gabietos,Tallón, Vignemale) ha
postergado a un anónimo y a la vez delicioso segundo plano.
En el verano
del 2008 incluimos esta montaña en nuestro plan de vacaciones. La idea inicial
era subir al Tendeñera desde el sur, por el valle del río Sía y acampando en la
pradera del Yesero, al pie de la montaña. Pero el cierre de la pista (que salva
mas de cinco kilómetros de distancia) y el haber de dejar el coche cargado en
un lugar que nos pareció “poco adecuado”, nos hizo cambiar de opinión. Así que
nos dirigirnos al valle de Ara y ascendimos el pico desde el camping de San
Nicolás de Bujaruelo. La ruta apenas tiene dificultad técnica, pero es muy
larga y con un importante desnivel. Salvo en la parte final de la bajada (ya en
el valle de Otal) no vimos a nadie. El Tendeñera nos sorprendió por sus dimensiones,
lejanía y aislamiento. Una ascensión en todo regla. Una gran montaña...
Fecha
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Viernes 2 de Agosto del 2008
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Asistentes
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Encarna, Enric
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Zona
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Valle Bujaruelo. Pirineo Central. Huesca
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Inicio ruta
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Camping de San Nicolás de Bujaruelo.Se
llega por buena pista (aprox 7 Km) que sale de la carretera que va de Torla a
Ordesa, justo después del Puente de los Navarros
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Final ruta
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Recorrido
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Camping-Valle de Otal-Cabaña de
Otal-Collado de Tendeñera-Paso de Tendeñera-Pico Tendeñera- Vuelta por el
mismo itinerario con alguna variamnte
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Noche
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No
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Horario
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Total
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10 h 13 min
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Efectivo
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8 h 30 min
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Cota (m)
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Mínima
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1334 (Camping)
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Máxima
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2853 m (Pico Tendeñera)
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Climatología
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Nublado
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Nieve-hielo
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No (algún pequeño nevero residual)
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Desnivel (m) (1)
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Ascenso
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1610
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Descenso
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1610
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Distancia (Km)(1)
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26
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Dific.Física
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Muy Alta. Desnivel y distancia importantes
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Dific.Orientación
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Baja hasta el collado de Tendeñera (camino,
GR11). Después media (terreno kárstico algo complejo) que pasa a ser alta si
no hay visibilidad (niebla)
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Dific.Psicológica
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Media. Después del collado Tendeñera la
subida puede impresionar. En la cresta pasos estrechos y aéreos. La longitud y el
desnivel del recorrido, y lo arriba que queda la cima pueden mellar la moral.
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Dific.Técnica
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Baja-Media. Pasos de trepada de I grado
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Material
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Alta montaña estival
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Cartografía
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Valle del Tena-Sierra de Tendeñera, 1:40000, Ed.Alpina
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Bibliografía
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100 cumbres del Pirineo Aragonés, Itin 38, David Atela, Ed.SUA,1997
El itinerario está descrito en muchas otras guías y sitios de Internet. |
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Valoración
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Gran ascensión a una gran montaña. Ruta solitaria
y sin apenas dificultad técnica, pero larga y con un desnivel importante. Vistas
espléndidas
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Comentarios
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Con niebla mucha
atención al tramo después del collado de Tendeñera, en especial en el paso de
la zonas kárstica.
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Con perros…
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Sin problemas si el
animal esta acostumbrado a la alta montaña y se mueve bien en trepada
sencilla. En la zona kárstica mejor llevarlo bien controlado, o atado, por si
acaso…
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Track
(en formato gpx):
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La recepción
está cerrada. Un cartel dice te acomodes
donde te parezca y después pases a inscribirte. Así lo hacemos. El tiempo es
bueno. Alguna nube (nada importante) y una temperatura agradable. Una vez
instalados damos una vuelta por los alrededores y nos inscribimos. Después preparamos
las mochilas para mañana, cenamos y hacemos una sobremesa amenizada por los
gritos, cánticos y estertores de un numeroso grupo de jóvenes valencianos que
están acampados en la otra punta de la explanada. Cerca de nuestra tienda hay
gente que prepara material de escalada y de excursión. No somos lo únicos que
mañana queremos ir al monte... A las once de la noche nos vamos a dormir. En el
cielo las estrellas han desaparecido y corre una brisa caliente y húmeda que no
presagia nada bueno…
Viernes 2 de
Agosto 2008. La noche es tranquila y calurosa. A las 2.00 h de la mañana voy al baño
y veo gente que sale con la mochila. Por lo que dicen deduzco que van a hacer
el Vignemale por el la canal Moskowa. Ese durísimo itinerario hace tiempo que
me tiene robado el corazón y vuelvo al saco con un sentimiento de envidia sana...
Casi cuatro horas mas tarde (6.00 h)
suena la alarma del reloj. Tras unos minutos de ganduleo salimos del saco, nos
vestimos y desayunamos. A las 6.40 h estamos listos. Vamos a empezar a caminar
cuando, de repente, el cielo se ilumina por el fogonazo de un relámpago seguido
de un fuerte trueno. Después rompe a llover con fuerza. Confusión, cabreo,
sorpresa… Adiós al Tendeñera. A toda prisa dejamos los petates en el coche y volvemos
a la tienda. Sin decir nada nos sacamos las botas, la ropa y volvemos a los
sacos. Aun queda algo de sueño y nos cuesta poco volver a dormir. Fuera se
desata la tormenta…
Tener el
sueño ligero tiene sus desventajas. Sin que deje de dormir algo en mí detecta
que ha parado de llover y me despierto. Por curiosidad saco la cabeza fuera de
la tienda y contemplo el panorama. Nubes, nieblas, charcos… Todo esta mojado pero
no cae agua. Vuelvo a meterme en el saco con la intención de seguir durmiendo.
Pero no puedo. Se me ocurre mirar el reloj. Sorpresa mayúscula, solo son las 7.20
h. La tormenta ha durado nada y mi sueño menos… Aun estamos a tiempo. Despierto
a Encarna y volvemos a prepararnos. Diez minutos mas tarde estamos listos y con
las mochilas en la espalda. El cielo esta feísimo. Ahora no llueve pero parece
que de un momento a otro volverá a hacerlo. Así y todo lo vamos a intentar. A
las 7.36 h empezamos a caminar. Salimos del camping y enfilamos la pista del
valle de Ara.
Al cabo de
unos minutos encontramos a la izquierda un camino ancho y pedregoso (7.51 h,
1350 m). Lo tomamos y empieza a lloviznar. Convencidos de que no llegaremos muy
lejos, remontamos la senda. La subida, sostenida y algo incómoda, pasa por
pastos y zonas de árboles, cruzando varias veces la pista que sube en lazadas
al valle de Otal. La lluvia parece empeñada en probar nuestra moral. Arrecia y
cesa de forma aleatoria, mientras que las nubes ocultan el panorama unos
cientos de metros por encima de nosotros.
Tras un buen
rato de subida la pendiente se suaviza y entramos en los prados del valle de
Otal. Volvemos a la pista y encontramos
marcas de GR. Pasamos una puerta metálica y cruzamos el río por un
puente de cemento. Sigue una larga marcha (O-NO) en línea recta, que sin ganar
un metro de altura finaliza en el refugio de Otal (8.52 h, 1640 m). A nuestra
izquierda (S) y al otro lado del valle, una pirámide oscura y con una pared
imponente se alza sobre terrazas y cortados de hierba y roca. El mapa nos dice que
es la peña de Otal, una montaña que se agrega a nuestra larguísima lista de
futuros proyectos.
Tras unos
minutos de descanso dejamos el refugio de pastores- Subimos al oeste por campos
de hierba hasta reencontrar el GR. A partir de ahora habremos de seguir este
camino hasta el collado de Tendeñera. El itinerario es sencillo, largo,sinuoso…
El GR remonta las laderas de la vertiente norte del valle realizando numerosas
lazadas (alguna de gran longitud) que lo alejan del río y le permiten superar
de forma magistral una fuerte pendiente. Nos tomamos la subida con
tranquilidad. Las nubes van y vienen sin dejar de formar una capa uniforme. De
cuando en cuando se abre una grieta entre las mismas por donde entra tímidamente
el sol. Después vuelve el ambiente nublado y amenazador.
A media
subida paramos a coger agua en un riachuelo. Desde unos metros mas arriba, varias
vacas nos miran con expresión burlesca. La prudencia aconseja echar mano de las
pastillas potabilizadoras que hemos comprado para la travesía de Sierra Nevada,
que utilizamos por primera vez. Dos horas mas tarde (el tiempo que tardan en
actuar de forma completa) descubrimos que, en contra de lo que pensábamos, casi
no dejan gusto en el agua. Una buena noticia…
El tiempo
mejora poco a poco. Las nubes se abren. Las nieblas abandonan la parte alta de
las montañas. Pero no acaba de salir el sol… Disfrutamos con las vistas del
cordal de la sierra de Tendeñera, en cuyo extremo oriental se encuentra la Peña
de Otal. También del macizo Gabietous-Tallón, situado a nuestras espaldas.
Varios centenares de metros por debajo nuestro, la llanura del valle de Otal
parece un tapiz verde.
Tras casi
dos horas de subida y 550 metros de desnivel, dejamos atrás la zona de lazadas
y entramos en una valle suspendido (10.48 h, 2200 m). A la derecha (NO) un tenue
sendero se dirige al collado de Ordiso. Al SO vemos un cordal defendido por
muros y grandes pedreras de color ocre
marrón, que esta rematado por una cima algo aguda. Detrás de la misma se
adivina mas que se ve otra punta mas abrupta. No me hace falta mirar el plano
para saber que se trata de la cumbre del pico Tendeñera. Que lejos está la
condenada…
Una larga
marcha mas o menos horizontal, adornada por un periodo de sol mas largo de lo
acostumbrado, nos lleva al inicio de una coma herbosa por donde corre un
torrente que mas abajo forma una cascada. El collado parece cercano. Atravesamos
la coma hacia el oeste y afrontamos un ascenso corto pero cabreante, que el GR
resuelve con algunos zig-zags hasta alcanzar,
por fin, el collado de Tendeñera (11.36 h, 2327 m).
Al otro lado
del collado (O) una ancha canal-valle se dirige a Panticosa. A la izquierda de la misma (S) el cordal de la
sierra de Tendeñera, con los picos de la Ripera y del Forató, se ve imponente.
A nuestra derecha (N) una ladera pedregosa y una pared-espolón de roca
defienden el acceso al cordal del puerto de Ordiso. A nuestra izquierda (S) un
terreno rocoso, calcáreo y torturado, sube formando escalones en dirección al
cordal de la Sierra de Tendeñera, cuya cima se encuentra 500 metros por encima
nuestro.
Después de 4
horas, 12 Km de recorrido y casi 1000 metros de desnivel hay hambre y apetece
un descanso. Con cara de pocos amigos Encarna reclama parar. También me
reprocha el haberla llevado a un ritmo de galgo y prácticamente sin parar. A mi
no me parece tanto, pero no se me ocurre ninguna excusa para justificarme. El
problema es que aquí sopla un viento frío y no es buen lugar para detenernos. Con
un hilillo de voz propongo subir un poco mas y detenernos en cuanto encontremos
una zona abrigada del viento y si es posible con vistas. Para mi sorpresa mi
mujer esta de acuerdo (no debe de estar tan cansada como dice). Sin apenas
plantearlo acabamos de decidir iniciar el ataque a la cumbre.
Dejamos el
collado de Tendeñera para seguir al sur una línea de hitos. Tras subir una
pequeña elevación rodeamos una punta rocosa remontando en diagonal una pedrera
de bloques situada a su derecha (O). Llegamos a un collado. Seguidamente subimos
brevemente por un cordal y alcanzamos un tramo cárstico que sorteamos por la
derecha. Un breve descenso nos lleva a un recodo situado al lado de una zona de
grandes grietas pétreas, al pie de una gran ladera pedregosa. Aquí no sopla el
viento, así que paramos a comer (11.58 h, 2400 m).
El tiempo ha
vuelto a empeorar. El cielo vuelve a cubrirse. Nos faltan 450 metros de
desnivel para alcanzar una cima aun lejana. Una vez mas estamos solos y con
tiempo chungo en una montaña que no conocemos. Las guías hablan de que con
niebla esta zona es peligrosa debido a las grietas y a que es difícil
orientarse. Pero de momento las nubes están muy arriba, la senda es clara y está
jalonada con hitos. Y si la cosa se complica siempre podemos recurrir al GPS… La
comida nos refuerza física y anímicamente. Sin hablarlo decidimos “subir un poco
mas y ver como está la cosa”, una frase que en el pasado nos ha dado muchas cimas.
También algunos problemas…
La senda
zigzaguea por la ladera pedregosa. Mas arriba entramos en un rellano que forma
una cubeta con neveros delimitada por la cresta de la sierra y la cresta norte
de una punta de la misma. Tras descartar una línea de hitos que se dirige a
esta última por una ladera empinada, pedregosa e inestable, decidimos cruzar el
llano por su izquierda en busca de unos escarpes situados bajo la cresta. Una
vez allí trepamos directamente por una pared de rocas descompuestas (pasos de
I), a la que sigue una ladera de hierba y piedras. Como no hay hitos, jalonamos
este tramo con algunos (algo que nunca hacemos) para poder encontrar la ruta de
descenso en caso de niebla. Y es que el tiempo esta empeorando por momentos…
Cuando
llegamos a la cresta (12.55 h, 2650 h) la situación es de todo menos clara. La
cima es un cono rocoso que vemos al oeste y esta mucho mas alejada de lo que
nos pensábamos. Para llegar hasta la misma primero hemos de recorrer una cresta
estrecha pero de apariencia fácil y después remontar el cono final hasta llegar
a la antecima. Después se ha de pasar por un corto tramo de cresta muy estrecho
y aéreo, del que hablan todas las guías.
La prudencia
y la lógica dicen que deberíamos darnos la vuelta. Pero después del esfuerzo y
el empeño que suponen un 4.5 horas y 1300 metros de desnivel, y sin que la
tormenta o la lluvia hayan dado muestras de presencia, nos parece algo
impensable. Para nosotros es casi normal subir montañas con el tiempo raro. Así
que,tras un breve alto, reanudamos el ascenso. Tal como pensábamos, el primer
tramo de cresta, aunque estrecho, no tiene problemas. Si te complicas la vida,
como mucho, se han de apoyar las manos. Necesitamos algo menos de diez minutos
para recorrerlo y alcanzar una primera punta. Después descendemos por una suave
y corta ladera de hierba y piedras hasta un collado muy marcado al pie del cono
cimero (Paso de Tendeñera, 13.08 h, 2705 m).
Un nevero
nos obliga a iniciar el ascenso de la parte final siguiendo las huellas de paso
que van a la derecha. Después volvemos a la izquierda en busca de la cresta. El
terreno, pedregoso e inestable, se empina mas y mas, pero subimos rápidamente y
sin problemas. Ya muy arriba llegamos a una brecha. La cresta esta siendo mas abrupta
y aérea de lo que pensábamos. Esta claro que en algún momento habremos de
emplear las manos. Para ir mas cómodos dejamos los bastones y seguimos hacia arriba. Los metros que nos
quedan hasta la antecima son de trepada fácil y disfrutona. Y no paramos de decir..¡menuda
montaña!
A las 13.26
h alcanzamos la antecima (2830 m). Por fin podemos ver la cresta final y su
famoso paso estrecho. La verdad es que seco y sin nieve es fácil pero algo
impresionante. Me recuerda un tramo de arista horizontal que hay entre los
picos de Posets y Espadas. Desde la antecima bajamos unos pocos metros. La cresta
se estrecha y durante unos 6-8 metros forma un paso de medio metro de ancho que
está ligeramente inclinado. No hace falta decir que a ambos lados los cortados
son considerables. La mejor manera de pasar es de pie. De cuatro patas, aparte
de poco elegante, es un mal rollo… Yo supero el tramo enseguida. Encarna se lo
mira mas pero también pasa sin problemas. Entonces me pregunta por donde volveremos…
Cuando le digo que por el mismo sitio pone cara de contrariada. Sin darle
tiempo a replicar, le pido que acelere. Lo poco que falta hasta la cima no
tiene ninguna dificultad y los hacemos rápidamente. A las 13.30 h alcanzamos el
hito de piedras que señala la cumbre del pico Tendeñera (2853 m).
Desde que
dejamos el refugio e Otal, estos son los momentos en que el cielo esta mas
amenazador. El viento ha cesado de golpe. Nos envuelve un silencio opresivo, que
sólo rompe el volar de una chova. Sentimos que de un momento a otro de desatará
la tormenta, con el mal rollo que representa. No hay tiempo que perder. A toda
prisa echamos una mirada al paisaje (bastante limitado por las nubes y la mala
visibilidad) y hacemos las fotos de rigor…
Hacia el
oeste la continuación de la sierra con los picos de la Ripera, Forató y Sobocos
se ve imponente. Mas al sur identificamos, muy abajo, el prado del Yesero desde
donde deberíamos haber subido de acuerdo con nuestro plan inicial. Sin duda
habría sido una excursión bastante mas corta, pero también menos bonita y
espectacular. Al este la cresta que finaliza en la peña de Otal (el gran
descubrimiento de esta excursión), el valle homónimo y los montes de Ordesa
(Gabietous, Tallón, Cordal de la Cascada, Monte Perdido,etc) acaparan nuestra
atención. Y al norte, medio oculto por las nubes, su majestad el Vignemale, del
que se ve bastante bien la enorme marmolera del circo de Labaza. También vemos
el Midi d´Ossau, el macizo de los picos del Infierno, la Gran Facha…
Tras
permanecer cinco minutos largos en la cima iniciamos la bajada (13.36 h). De
vuelta el paso estrecho aún me parece mas fácil. Tanto es asaí, que me detengo
a mitad del mismo para que Encarna me fotografíe haciendo poses. Pasamos sin
detenernos por la antecima e iniciamos un descenso que hacemos rápidamente pero
sin llegar a correr. Para acortar descendemos todo el rato por la cresta.
Llegados al Paso de Tendeñera recuperamos el itinerario de ida por donde seguimos
bajando.
Finalmente
no llueve. Poco a poco el tiempo empieza a mejorar. El descenso de la cresta,
de la pared que hay por debajo de la misma, de las laderas pedregosas y de la
zona cárstica transcurre sin nada que contar. A las 14.52 h volvemos a
encontrarnos en el collado de Tendeñera. Seguimos hacia abajo por el GR hasta
unas rocas situadas en el extremo de la coma herbosa que hay debajo del mismo. En
este punto hay agua, estamos al abrigo del viento y luce el sol. Nos detenemos
para comer (15.05 h, 2215 m). Tres cuartos de hora mas tarde (15.51 h) remprendemos
el descenso (aunque ahora la ruta no baja) siempre sin dejar el GR, con un
ritmo mucho mas tranquilo y disfrutando de unas vistas excepcionales de la Peña
y del valle de Otal.
Cuando
llegamos al punto situado mas al este del tramo de lazadas, abandonamos el GR
para bajar en diagonal por las empinadas laderas herbosas. Nuestra idea es
evitar la larga y aburrida zona de zig-zags del camino, y descender
directamente hacia la zona intermedia de la llanura del valle de Otal. La
decisión es acertada. Encadenando caminos de vacas, canales y alguna que otra
ladera herbosa tan empinada como cabreante, logramos alcanzar la pista de Otal
a un kilómetro del refugio. El ahorro en tiempo y distancia ha sido
considerable.
Lo que queda
hasta Bujaruelo es un agradable paseo. Sin prisas recorremos la pista y después
el camino. Nos cruzamos con algunos grupos de turistas (son las primeras
personas que vemos en lo que va de día).Disfrutamos de las vistas que nos ocultó
la mañana nublada y lluviosa. Conforme nos acercamos al final de la excursión
notamos el cuerpo mas y mas cansad. También nos sentimos mas y mas contentos
por la excursión realizada. Finalmente,
a las 17.49 h llegamos al camping.
Mas tarde, tumbados
en la hierba junto la tienda y disfrutando de un agradable sol de tarde,
comentamos y tomamos notas de la ascensión. Nos felicitamos por no haber
sucumbido al desánimo y haber continuado hasta el final. El Tendeñera nos ha
impresionado gratamente por sus dimensiones, lejanía y aislamiento. Una gran montaña...
La ruta en imágenes
(Recomendamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa")
EniEn - Julio 2012
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