Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

martes, 19 de abril de 2011

TODO LLEGA

Pues si, mas pronto o mas tarde todo llega… Este fué el caso de nuestra ascensión en verano del 2008 al pico de Lostou, una montaña que hacía años que teníamos en la lista de pendientes. Situado en Francia, en el extremo norte del cordal de los picos de Culfreda, este tresmil es poco conocido por los montañeros catalanes.  La vía normal  parte del valle de Rioumajou, tiene 1700 metros de desnivel y finaliza con una cresta que, sin ser difícil, pone un punto de emoción a una ruta tan magnífica como recomendable.  

LOSTOU

Fecha
Miércoles 20 de Agosto del 2008
Asistentes
Cristina,Jordi,Encarna,Enric
Zona
Francia. Hautes Pyrénées. Valle de Riomajou
Inicio ruta
Zona aparcamiento de Fredançon. Se llega por pista asfaltada (D19) que parte de
Tramezaigues, a unos 15 Km de la sálida francesa del túnel de Bielsa
Final ruta
Recorrido
Aparcamiento Fredançon-Puente hormigón (no cruzar) -Barranco de Piarre-Cabaña de
Montagne de Thou-Collado de Lostou (no hace falta llegar, mejor acceder a la cresta mas 
arriba- Cresta NO Lostou- Cima Lostou. Retorno por el mismo itinerario
Noche
No
Material
Equipo de alta montaña. Piolet y crampones si hay nieve. Cuerda no necesaria.
Dificultad
Técnica
Media-Facil (cresta F+)
Física
Muy alta 
Cota (m)
Mínima
1380 (Fredançon)
Máxima
3023 (cima Lostou)
Desnivel (m)
Ascenso
 1720
Descenso
1720
Distancia
 13.8 Km
Horario
Total
9 h
Efectivo
7 h 5 min
Climatología
Primero niebla y llovizna. Después el día se va arreglando. Ausencia de nieve.
Cartografía
"Néouvielle.Vallée d'Aure", 1:25000, Carte Randonnée 1748 ET, IGN,
Valoración
Dura pero magnífica ascensión a un tresmil poco conocido.
Comentarios
El fuerte desnivel se supera mas rápidamente y mejor de lo esperado. La cresta final 
es fácil, algo aérea y muy disfrutona. Vistas imponentes. Hay que hacerlo...

RELATO

Miércoles 20 de Agosto, Fredançon (Valle de Rioumajou). Después de una noche lluviosa, la suave pero siempre cabreante alarma del reloj me despierta a las 6.00 h. Tras hacerme el remolón durante diez minutos saco la cabeza fuera de la tienda. Nubes, niebla, frío, fina llovizna… Desde luego no es un buen día para hacer un tresmil. Voy a la furgoneta de Jordi y Cris. Les propongo esperar dos horas y decidir que hacer según cómo esté el tiempo. El  pronóstico dice que al avanzar el día la cosa irá mejorando, por lo que salir mas tarde será beneficioso (bonita justificación). Vestidos y casi preparados, nuestros amigos aceptan con cara de resignación. Vuelvo a la tienda y le digo a Encarna (que sigue en el saco) que podemos dormir dos horas mas, noticia que recibe encantada…
A las 8.00 h todo sigue igual. Frío, nubes, algo de viento... La única diferencia es que ha parado de lloviznar. No hay excusa posible. Nos levantamos,desayunamos, recogemos los trastos, la tienda (la normativa del parque no permite dejarla montada durante el día) y los guardamos en el maletero de nuestro coche. Después dejamos la zona para auto-caravanas de Fredançon donde hemos pasado la noche y movemos los vehículos 300 metros hasta el parking. A las 9.05 h empezamos a caminar (1380 m).

En contra de lo que había leído, la ruta de ascenso de Lostou tiene un trazado sencillo. Tampoco estoy de acuerdo en que sea un pico olvidado, pues recibe muchas visitas de montañeros franceses y vascos. Esto hace que haya una senda bastante decente que cubre todo el recorrido hasta la cresta. Las descripciones de la arista también me parecen algo exageradas. Sin nieve, y salvo que uno se complique la vida (lo que ha de hacer conscientemente) es una trepada fácil (pasos aislados de I+), nada obligada (puede subirse por distintos sitios) y algo aérea en algún tramo (F+ o PD-, como mucho). La dificultad del Lostou por Rioumajou no es técnica, sino física y sobre todo mental. Las cuestas son eternas, sin descanso y minan la moral de cualquiera… Pero todo esto no lo sabemos cuando iniciamos la excursión. Entonces, la combinación de la “literatura fatalista” y de un tiempo mas que dudoso, nos hacen pensar en que no iremos muy lejos.
Al principio de la zona de parking tomamos una pista (una barrera impide el acceso o a los coches) que cruza el río por un puente (a la derecha hay la caseta de madera de los aseos de la zona de camping). Tras caminar unas decenas de metros encontramos a la izquierda un edificio bastante grande y en mal estado que puede utilizarse como refugio. La pista recorre en leve ascenso la orilla derecha del valle de Peguere (S-E). Llegados a un puente de hormigón (9.28 h, 1480 m) no lo cruzamos, tomando un camino evidente que sale a la izquierda y remonta entre árboles paralelo al río. 
No tardamos en llegar al torrente de Piarre que cruzamos sin problemas (9.35 h, 1527 m). La senda sube unos metros hasta un rellano herboso entre los árboles. El lugar es digno de un cuento de los hermanos Grimm (poste indicador de perros atados y no hacer fuego). El camino gira a la izquierda (N) y por un fabuloso bosque de abetos remonta la vertiente derecha (S-E) del barranco de Piarre. La subida se endurece progresivamente, pero el ambiente húmedo y fresco nos ayuda a llevar un ritmo constante que a mi me parece cómodo, y diría que a los demás también (me siguen sin separarse y sin dar muestras de cansancio).
 
Salimos del bosque y entramos en una zona de prados y roquedos empinados donde encontramos un pequeño rebaño de vacas. Un ternerillo con el pelo aún sucio se mueve con dificultad siguiendo a su madre que nos mira y muge constantemente. Rastros de sangre en el suelo y parte de la placenta que aún cuelga del animal indican que el parto ha sido muy reciente. Damos un rodeo esquivando la nueva familia y seguimos ascendiendo. 
Además de las vacas, en esta zona encontramos una pareja de franceses que salieron de la zona de parking algo antes que nosotros. La chica, que es rubia, alta, desgarbada y con cara acaballada, luce un modelito formado por camiseta roja y pantaloncito rosa. Cristina le pone el mote de “Nancy Montaña”. Su compañero lleva un atuendo bastante mas discreto, por lo que lo bautizamos como “Kent”. La pareja lleva muy buen ritmo y no llegamos a alcanzarlos (tampoco lo intentamos), manteniéndose unos 50-100 metros por delante nuestro. Pero las vacas y los franceses no son la únicas novedades de esta parte de la excursión. El cielo, hasta ahora ocupado por campos de niebla bastante cercanos, empieza a abrirse. Algunos rayos de sol se cuelan entre las nubes y aparecen tímidos retazos de color azul. ¿Será verdad que el tiempo mejorará con el paso de las horas, como decían las predicciones… 
El barranco se bifurca. Al frente (N-NE) se estrecha y forma una alta canal herbosa con escalones por donde se descuelga el torrente formando cascadas. A la derecha se encaja entre dos espolones rocosos. En este lugar (10.10 h, 1680 m) la senda gira a la derecha (O) y en fuerte pendiente remonta una zona de roquedos. Superamos el escalón rocoso y llegamos a una zona menos pendiente ocupada por restos de árboles (algunos de gran tamaño) arrastrados por un enorme alud que barrió (diría que hace 1 o 2 años) la ladera opuesta, donde hay una enorme franja por donde parece que haya pasado un cortador de césped gigante.
 
Las nubes se abren y el sol empieza a lucir de forma mas permanente. Definitivamente parece que el tiempo quiere arreglarse.Tras dejar atrás la zona del alud el camino llanea brevemente y cruza el torrente antes de se estreche. Entonces iniciamos una dura subida por la izquierda de un escalón de rocas, hierba y piedras. Algunas lazadas suavizan levemente este tramo. Pasamos junto una pequeña semi-llanura herbosa antes llegar a un pequeño recodo donde mana una fuente (último punto de agua). Unos pocos metros mas arriba se encuentra la cabaña de la Montagne de Thou ( 10.45 h, 2075 m). Este pequeño refugio tiene un comedor con mesa y chimenea y una habitación minúscula. Me llama la atención un libro de registro donde no escribimos nada (no tenemos costumbre de hacerlo). Una ojeada al mismo pone de manifiesto que el pico de Lostou es mucho mas visitado de lo que creíamos. Sin ir mas lejos,  la noche anterior durmieron aquí gente cuyas pertenencias aún están en el comedor, por lo que suponemos deben estar por arriba
Tras diez minutos largos de descanso en la cabaña, que aprovechamos para comer alguna barrita energética, reemprendemos el ascenso (10.55 h). La subida continua con la tónica de  dureza, y seguirá así hasta la cresta… Por suerte la senda facilita la subida y nos permite mantener el ritmo de marcha que llevamos desde que iniciamos la excursión. Sin detenernos en vamos ganando metros por una ladera uniforme de hierba, rododendros y algún roquedo. Arriba y al fondo de la misma surgen las moles rocosas de los picos Lostou y Tour, pero se ven tan lejanos que preferimos no hacerles demasiado caso.
 
 
Sobre los 2500 metros de altura el terreno cambia de fisonomía.Pierde algo de inclinación (aunque el cuerpo no lo nota) y presenta pendientes y canales herbosas que finalizan en la zona de pedreras. La pirámide rocosa del Lostou-Tour se ve mas grande y cercana. Las nieblas, que no acaban de irse y tapan los Cullfreda que tenemos a la derecha (S), pasan a gran velocidad barriendo la pared y la cresta. Arriba tiene que hacer mucho mas viento y frío que aquí, que ya es decir… Adelantamos la pareja de franceses que han parado para abrigarse. Seguimos subiendo, siempre con el ritmo constante que tan buenos resultados nos esta dando. Llegados a la zona de pedreras la senda se desdibuja y hace menos clara, pero puede seguirse gracias a los hitos. Entonces nos cruzamos con una pareja que vienen de arriba. Bajan muy despacio y  abrigados, parecen cansados. Supongo que son los que durmieron en la cabaña. Seguro que otro hubiera hablado con ellos preguntándoles por lo que nos queda por subir. Pero yo no lo hago. Un simple saludo, nada mas… 
Enfilamos una canal pedregosa que muere en la tartera situada bajo la pared oeste de la montaña. Localizamos unas rocas que ofrecen algo de abrigo del aire frío y nos detenemos (12.00 h, 2640 m). Los veinticinco minutos de parada nos sientan de maravilla. Cristina, que iba algo justa, se recupera, Encarna se relaja. Jordi sigue igual (el va sobrado). Yo me siento contento porque el día cada vez está mejor, aunque el viento y el frío no aflojan. Entramos en la pedrera. Observo la cresta sur del pico Tour. Parece tan fácil como cercana. Otra cosa es la arista que une la cima de Tour con la del Lostou. Brechas, torres, algún muro… El libro de Capdevila le da una dificultad global de PD, lo que quiere decir que pueden haber pasos de III… En otras condiciones y con algo de material (hoy sólo llevo una cuerda de 12 metros) no me importaría meterme… Jordi, siempre atento y observador, me lee el pensamiento y me propone que Encarna y yo subamos por ese itinerario, que él y Cristina lo harán por la normal y nos encontraremos todos en la cima. Evidentemente rehúso su ofrecimiento, no por ellos, sino por nosotros. No es el momento ni estoy seguro de que estemos a la altura de semejante reto…
La senda vuelve a marcarse en la pedrera. Gira a la izquierda y se dirige a la cresta. La pareja de franceses, que durante la parada han pasado delante, está llegando a la arista. El collado de Lostou, por donde según las guías va la vía normal, queda a la izquierda y mas abajo. Vemos una senda que se dirige al mismo que debe salir desde bastante mas abajo. Sin duda el trazado de nuestra ruta es mucho mas lógico y directo. Avanzamos bajo la pared  oeste del Loustou, un muro poco compacto y no del todo vertical, lleno de canales y espolones de roca descompuesta.
Antes de lo esperado nos situamos al pie de los muretes de la antecima del Lostou. El terreno se pone tieso. Placas y canales de piedra suelta, estribos rocosos, tierrecilla, pequeñas pedreras empinadas… Señalizada por algunos hitos la senda culebrea hacia arriba transformada en un huella de paso. El viento se hace mas intenso, se nota mas el frío. Continúan las nieblas pasajeras. Al sur y al oeste el enorme nubarrón que oculta el tricéfalo Culfreda parece anclado e inamovible. Finalmente alcanzamos la cresta NO del Lostou. Estamos muy arriba. Detrás nuestro (N-O) un largo cordal-cresta pedregoso baja suavemente formando elevaciones hasta el collado de Lostou, que se ve bastante abajo y alejado. Unos pocos metros mas de subida y alcanzamos la antecima, donde hay un doble vivac de grandes dimensiones (13.02 h, 2917 m). Mas allá del mismo la cresta se endereza y afila, pero no mucho. Eso si, se ve mas larga de lo que nos pensábamos. La cima es un tramo de arista horizontal con forma aserrada. Desde aquí no sabemos decir donde esta la cumbre, si al principio, en medio o al final del mismo. Tanto da…
Breve alto para tomar fotografías. Dejamos los bastones en el vivac y nos metemos en la cresta. Nos cruzamos con “Nancy Montaña” y su chico. No han pasado el resalte rocoso que tenemos delante y se dan la vuelta. Que alguien que va por delante y aparentemente bien abandone después de hacer una subida de 1600 metros de desnivel puede dar que pensar. Cristina comenta que “esto le pasa por no llevar el modelito de Nancy Crestas”… Continuo buscando el mejor camino. No hay ningún problema. El ascenso es fácil y divertido. La cresta da múltiples posibilidades de subida. Cada cual escoge la que mas le interesa. Se puede ir por el filo (algún corto tramo estrecho y algo aéreo) o por la vertiente izquierda, unos pocos metros por debajo, no mas (mas sencillo). También podría bajarse hasta las pedreras situadas unas decenas de metros por debajo y flanquear por las mismas hasta alcanzar las canales descompuestas que suben a la cima, pero además de ser mas cansado, feo y aburrido, no vale la pena.
 
 
 
Tras superar una zona poco pendiente, estrecha y algo afilada, nos situamos al pie de la subida final. La cresta se diluye en un muro acanalado y muy empinado por donde que se va caminando por alguna de las huellas de paso que hay. Sin mas problemas alcanzamos la parte alta del muro. Ahí empieza la arista horizontal y recortada donde se encuentra la cumbre. 
Enseguida llegamos a un primer hito de piedras (3020 m según el GPS). Pero nos parece que la verdadera cumbre esta veinte metros mas allá, en un segundo mojón algo mas marcado, separado del primero por una breve y fácil arista. Llegados a la nueva cima vemos que el GPS da la misma altura que la anterior. Después la cresta baja levemente y se hace estrecha, aérea y con varias brechas bastante recortadas. Es la última parte del tramo de arista que viene del pico Tour, el que las guías califican como PD. Una maravilla de recorrido que me apunto para el futuro… Son las 13.42 h y estamos en la cumbre del Lostou (3023 m según los mapas).

Estamos muy contentos. Esta montaña, aunque dura es preciosa. Los 1700 metros de desnivel se han dejado sentir, pero menos de lo que nos pensábamos. La senda nos ha permitido subir a buen ritmo y alcanzar la cumbre antes de lo que esperábamos. Además la “temida cresta” ha sido fácil y disfrutona. Como colofón, el tiempo ha ido mejorando y ahora, sin ser del todo bueno, permite estar en la cumbre sin morirse de frío y disfrutando mínimamente de un paisaje que estamos seguros de que ira a mas.
 
 
En ningún momento el viento deja de soplar, y exceptuando algunos ratos de nubes, el sol siempre ilumina la cumbre. Permanecemos en la cima durante cincuenta minutos. Básicamente dedicamos este tiempo a cuatro cosas. Comer/beber, descansar, contemplar el paisaje, y sobre todo, hablar, bromear y reír. También descansamos y algún sonado recorre parte del tramo de la cresta que va al pico Tour…  La situación del Lostou le convierte en una gran atalaya del Pirineo. Pero hoy las nubes se han propuesto aguarnos la fiesta. Con todo, en algún momento conseguimos ver muchos montes, conocidos y no conocidos, cuya aparición entre las nubes es recibida en algunos casos con gritos y hasta algún aplauso. Hacemos tanto follón que una cordada que llega a la cima media hora mas tarde que nosotros prefiere quedarse en el primer hito. A saber lo que piensan de la panda de impresentables que están en el segundo hito…
Es difícil discribir el paisaje .Sólo citaré algunas de las cumbre que logramos identificar en algún momento...Puntas Suelza y Fulsa, Espada (una cima poco conocida que subiremos un día después),Culfredas, Balinet, Munia, Robiñera (el pico que subimos ayer),Gerbats, Aret (una cima muy alta situada al otro lado del valle de Rioumajou que me ha robado el corazón), Neouvielle, Parraouis, Espijoules, GourgsBlancs, Picos de la Baque, Clarabide, Bachimala y sus cresta, Puerto de la Pez, Lezat,Quayrat, Cabriuoles,Perdiguero, Posets, y bastantes mas que ahora no logro recordar…
 
 
A las 14.32 h recogemos los bártulos e iniciamos el descenso. El conocer el terreno hace la bajada de la cresta nos resulte aún mas sencilla que la subida, tanto que mayoritariamente la hacemos por el mismo filo. El tiempo mejora y las paradas fotográficas son constantes. A las 15.00 h llegamos al vivac. Recogemos los bastones y continuamos hacia abajo. Desestimamos la idea de pasar por el collado de Lostou (que está demasiado apartado). Lo haremos por la misma ruta que seguimos de subida. El viento amaina, las nubes se apartan definitivamente, el calor se hace sofocante. Como siempre pasa, la bajada parece mucho mas larga que la subida. Encarna, que se resiente de los pies y la rodilla, camina lentamente. Los otros no vamos mucho mejor…
Llegamos a la cabaña de la Montagne de Thou a les 16.20 h.  Veinte minutos de parada y continuamos bajando. No vemos ni una nube en el cielo. El pronóstico se ha cumplido. Pasamos junto el rebaño de vacas. El “bebé” de esta mañana está mamando de su madre, que parece sonreir con cara satisfecha. Entramos en el bosque. Simplemente bello. Las vistas de las paredes norte y oeste de los Cullfredas son impresionantes. En el torrente de Piarre encontramos gente. Mas abajo hay mas, y mas… Finalmente a las 18.05 h llegamos a la zona del aparcamiento, nueve horas después de haber iniciado la excursión…
Nos quedamos en el valle con la idea de hacer mañana alguna salida a algun pico, ya veremos cual. Así que subimos a los coches y volvemos al mismo lugar de la zona de auto-caravanas donde pasamos la noche interior. Todos estamos de acuerdo en que el esfuerzo de hoy ha valido la pena. Ha sido una ascensión preciosa. Nos hemos cansado pero lo hemos pasado bien, que es lo que importa.
Nos gustaría volver para subir el Lostou el pico Tours. Y aun mas, encadenar la ascensión pasando por los picos de Cullfreda, Balinet, Guerreys…Una empresa larga y difícil, pero perfectamente realizable. Sin olvidar el Pic d'Aret, que nos tiene robado el corazón... Será por ideas... Lo importante es no ponerse barreras. Dejarse llevar por la idoneidad del momento y de nuestras circunstancias. Todo es cuestión de ganas, tiempo y preparación. Y al final todo llega…
EniEn - Agosto 2008

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