Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

jueves, 28 de julio de 2011

GOLPE DE SUERTE

Siguiendo una tradición estival que empieza a ser preocupante, Encarna ha vuelto a “averiarse”. Durante unas semanas (espero que pocas) los EniEn serán sólo En. Una vez mas, habré de buscarme la vida haciendo excursiones solitarias (algo que no me gusta demasiado) o reclutando amiguetes para ir a la monte, lo que no es fácil en época de vacaciones.

El pasado sábado “enredé” al bueno de Martí para hacer una circular en la zona del Ariege que hace tiempo tenía en la cabeza. La ruta es una pasada. Primero recorre el valle de Bessines. Después se mete en la Coma d’Or desde donde sube al Puig Pedrós de Lanós por su cresta NE. Un “cobarde” pero sufrido rodeo por el este (bajando a la parte alta del valle de Lanós) evita el tramo técnico de cresteo hasta la cumbre del Puig de la Coma d’Or, que se alcanza, tras una pesada subida, por la muy breve pero intensa arista de su vía normal. Sigue un largo descenso por la archiconocida ruta que parte del Col de Puymorens y pasa por la Coma d’en García. La preciosa bajada final por el GR, pone la guinda a una larga y variada excursión que Martí calificó como de 5 estrellas.

Desgraciadamente, la niebla nos acompañó durante buena parte del día impidiéndonos disfrutar de las vistas, que junto con la fácil pero delicada trepada de la cresta NE, es uno de los grandes alicientes del recorrido. La ausencia de visibilidad y el desconocimiento del terreno, complicaron mucho el acceso a la cresta NE del Puig Pedrós. Una vez mas nos dejamos guiar por la intuición, y salió bien... Fue un auténtico golpe de suerte…   
  
PUIG PEDROS DE LANOS (CRESTA N-E) Y  PUIG DE LA COMA D’OR

Fecha
Sábado, 23 de Julio del 2011
Asistentes
Martí, Enric
Zona
Pirineos Orientales.Macizo del Carlit. Ariège (Francia)
Inicio ruta
Ctra N22. Primera curva 180º a la izquierda después del desvío donde sale la N320.Cota 1535 m
Final ruta
Recorrido
Curva N22-Cruce con el GR107-Seguir GR107 (NE)-Valle,cabaña y lago de Bessines- Cruce senda de la Coma d’Or – Coma d’Or- Canal- Collado en cresta NE Puig Pedrós Lanós- Cima N- Cima S- Laguito bajo Portella Roja-Puig de la Coma d’Or-Portella Cortal Rosso- Portella Coma d’en García- Coma d’en García- Cruce con GR107- Seguir GR107 (N)- Cruce con camino inicio-Curva N22
Noche
No
Material
Alta montaña estival. La cuerda puede ser útil como “quitamiedos” en algún tramo de la cresta NE y en el paso aéreo del Coma d’Or.
Dificultad
Técnica
Excursión poco difícil. Cresta NE del Puig Pedrós 200 m trepada PD (II). Cresta Coma d’Or un paso aéreo (I+).
Física
Muy alta ( importante desnivel)
Cota (m)
Mínima
1535  (curva N22)
Máxima
2842 (Puig Pedrós, cima S)
Desnivel (m)
Ascenso
1740
Descenso
1740
Distancia
 23.5 Km
Horario
Total
10 h 54 min
Efectivo
 9 h 10 min aprox
Climatología
Siempre con niebla menos en la cresta y cima Puig Pedrós donde hay sol y visibilidad. Poco frío.
Cartografía
“Bourg-Madame”,Mapa IGN  2249 OT, 1:25000, (1999)
Bibliografía
“Massis del Carlit”, Itinerarios 0.2(Valle Bessines),12.2(Cresta NE), 11.2(Coma d’Or), 11.4(bajada por la Coma d’en García), Pako Sanchez, Ed.Cossetania, 2005
Valoración
Magnífica y completa ruta circular que además de ascender los dos picos mas singulares de la zona, el Puig de la Coma d’Or y el Puig Pedrós de Lanós (por la cresta NE, espectacular y poco conocida), pasa por los valles de Bessines, Coma d’Or, Llanós y Coma d’en García, para finalizar con el tramo del GR107 que va del Col de Puymorens a Hospitalet, que es una verdadera delicia. Se hace un poco de todo y las vistas son estupendas. El itinerario es largo, con gran desnivel y en la cresta NE algo técnico y delicado. Absolutamente recomendable.
Comentarios
Si con niebla nos encantó, con buen tiempo y buena visibilidad debe ser la hostia… Volveremos…
El descenso desde el Puig de Coma d’Or es una maravilla. El camino es fenomenal y, a pesar de ser largo, si se va sin prisas puede resultar hasta descansado.
Para matricula de honor: bajar del Puig Pedrós por su cresta S y subir el Coma d’Or por su cara N (en conjunto II-III, obliga a llevar cuerda y material de escalada)
Track (en formato gpx):



Sábado 23 de Julio. Tras un madrugón indecente y un viaje tranquilo llegamos a Puigcerdà. Martí necesita un café. Yo dos Coca Colas. Nos detenemos en un bar del pueblo para saciar nuestras respectivas necesidades. Después volvemos a la carretera. En el Col de Puymorens se confirma el temor que teníamos desde que salimos del túnel del Cadí. Los valles de la cara norte del Pirineo francés están cubiertos por un mar de nubes del que sobresalen la parte mas alta de algunas montañas.La buena noticia es que mas arriba el cielo está limpio y luce el sol…
  
Poco después aparco en la “paella” de la N22. Niebla, humedad, frío… Parece que el encargado del tiempo no se ha enterado de que estamos en la segunda quincena de Julio. El tiempo ingrato hace que nos repensemos la excursión y renunciemos al tramo mas difícil, el cresteo entre el Puig Pedrós de Lanós y el Puig der la Coma d’Or, cuya dificultad es de II-III grado. Tal como está el patio, a duras penas podremos hacer la cresta NE del Puig Pedrós… Dejamos en el maletero buena parte del material de escalada y cargamos con una cuerda de 7.8 mm y 30 m, algunas cintas, empotradores y dos friends.Creemos que no serán necesarios, pero por si acaso… Nos ponemos las botas, calibramos el GPS y empezamos a caminar con la sospecha de que no tardaremos en estar de vuelta (8.14 h, 1535 m).

El camino del valle de Bessines sale de la parte exterior de la curva (cartel). Lo conozco desde Mayo del 2010, cuando vine con Encarna para hacer el pico d’Auriol (una espléndida montaña). El frío, la humedad y la ausencia de vistas (pocos altos para fotos) nos hacen ir deprisa. Enseguida dejamos a la izquierda el camino que baja al pueblo de l’Hospitalet pres l’Andorre. Poco después llegamos al GR 107 (8.23 h, 1584 m). Un cartel informa de que por la derecha (SO) se va al Col de Puymorens (por ahí deberíamos volver) y por la izquierda (NE) al valle y refugio de Bessines. Esta será nuestra ruta pero no llegaremos al refugio.

El GR es una gozada. Me sabe muy mal que la niebla nos impida disfrutar de las vistas, sobre todo por Martí, que nunca había estado aquí y se ha de conformar con mis burdas explicaciones. Tras un tramo mas o menos horizontal y otro de ascenso en lazadas por una empinada ladera boscosa alcanzamos un paso en un cordal-cresta, por el que se accede al valle de Bessines (8.55 h, 1797 m). Cambiamos de dirección (E). Sin ver nada descendemos en diagonal por una ladera tapizada de rododendros. Después cruzamos un río y remontamos unos metros por unos lomos herbosos antes de volver a entrar en el bosque. Nuevo y prolongado ascenso entre los árboles, por una senda plagada de enormes cagadas de vaca que con la humedad están “a punto de nieve”. Después de un tramo ondulado el GR alcanza una antigua  pista pedregosa que avanza en horizontal junto pedreras de bloques de granito. Unos minutos mas tarde llegamos a la cabaña de Bessines, donde hicimos noche el año pasado (9.48 h, 1971 m). Brevísimo alto para visitar el pequeño refugio (la estancia buena tiene 4 plazas, mesa y chimenea; muy sencillo pero digno) y seguimos adelante.

Enseguida llegamos al lago-presa de Bessines (9.52 h, 1973 m). Teníamos la esperanza de que la niebla se hiciera menos densa, pero no es así. Sólo vemos unos metros de orilla, el agua quieta y nada mas… Continuamos por el camino, rodeamndo el lago por la derecha (S) con breves subidas y bajadas. De repente se abre un claro en la niebla y podemos ver algo. Parte del lago, el islote donde dos pescadores parecen asqueados y muertos de frío, los prados de los llanos de la Jaça del Pla, que empieza mas allá del agua, donde pasta un rebaño de vacas… Nos detenemos en una fuente para coger agua. Seguimos con 2 Kg mas en la mochila. Dejamos atrás el lago. Por el fondo del valle (E), parece que el sol le gana la partida a las nubes. Se cuelan algunos rayos y hasta se ve algún trazo de cielo azul. La moral sube, sobre todo cuando somos capaces de distinguir, un centenar de metros mas arriba y entre los árboles de la loma que tenemos delante, la gran estructura de madera del refugio de Bessines. “La cosa mejora. Dentro de poco la niebla nos quedará por debajo”, comentamos jubilosos. Pero nos equivocamos…

Según la guía de Pako Crestas, tras cruzar el torrente que baja de la Coma d’Or (que esta arriba y a nuestra derecha) se pasan unas tablas de madera sobre una zona embarrada. Las pasamos, ¡muy bien!. La reseña continua “unos metros mas adelante, sale hacia atrás y a la derecha la senda de la Coma d’Or”. Y lo encontramos. Pero somos tan burros que no nos lo creemos (10.22 h, 1985 m). Hemos de continuar por el camino hasta casi el puente de madera que cruza el torrente, para convencernos de que es correcto. Con las orejas gachas volvemos sobre nuestros pasos hasta el cruce. Dejamos el GR e iniciamos la andadura por terreno desconocido (10.30 h).

La senda marcada dura una decena de metros. Después se pierde en la hierba de la ladera. ¡Pues si que estamos bien! No hay problema. De momento el rumbo que hemos de tomar está claro y viene marcado por las mejores zonas de paso. Poco a poco vamos subiendo por una ladera de pedreras y hierbas mojadas que a menudo ocultan agujeros. Se ha de ir con cuidado. Nos atrapa la niebla que es tan o mas densa que antes. Pronto estamos empapados de rodilla apara abajo y sentimos el agua que satura el interior de nuestras botas de goretex. Martí se fija en una piedra que hay sobre una roca. ¿Será un hito? Mas arriba vemos otra igual, y otra… Efectivamente son hitos minimalistas, pero hitos. Los seguimos. Al cabo de un rato encontramos una senda bastante marcada que sube en diagonal hacia la derecha. Suponemos que se debe atravesar la Coma d’Or para subir a la Portella del Cortal Rosso. Continuamos por este camino. Pronto llegamos a una zona mas llana y herbosa por donde corre el torrente de la Coma. La visibilidad es muy reducida, a lo mucho veinte metros. Los hitos pasan al otro lado del cauce, alejándose de la dirección que nos interesa.

Nos olvidamos de los hitos y continuamos por la orilla derecha (orográfica) del torrente. Al no ver nada no sabemos donde estamos. En algún momento deberíamos girar a la izquierda (E) e iniciar el ascenso en busca de la cresta. ¿Pero cuando? Hacerlo demasiado adelante nos llevaría a los muros de la cara oeste del Puig Pedrós. Si por el contrario, giramos antes de la cuenta, encontraríamos los contrafuertes rocosos que defienden el acceso a la parte inicial de la cresta. La guía dice que se ha de coger una canal de hierba y piedras que permite acceder a la arista. Pero sin visibilidad y sin conocer el terreno nos es imposible situarla. El único dato fiable de que disponemos es el altímetro del GPS, pero no es de gran ayuda. Así que de momento continuamos siguiendo el torrente con la esperanza de ver o intuir algo que nos haga tomar una decisión. A 2250 m llegamos a un lugar donde sale a la izquierda un lomo de hierba y pedreras. Sin saber bien por que seguimos por el mismo. La decisión se ha tomado. A ver que pasa…

El lomo tiene continuidad y puede remontarse sin grandes problemas. Alcanzamos la base de una ladera de pedreras. Seguimos subiendo buscando los mejores pasos. Llegamos a una gran roca en la que hay un pequeño vivac. La niebla es mas luminosa y nos hace pensar que podría abrirse. Nos detenemos para comer y esperar que el que maneja las nubes se apiade de nosotros y nos permita ver alguna cosa que nos ayude a decidir que hacer (11.30 h, 2352 m).

Media hora mas tarde todo sigue igual. No se ve nada. No sabemos si ir a la izquierda o recto arriba. Optamos por lo segundo. Recogemos los trastos y continuamos subiendo por la pedrera (12.00 h). Unos minutos mas tarde ocurre lo que tanto habíamos esperado. Durante unos instantes se abre el telón blanco. A la izquierda hay una serie de espolones verticales. Recto arriba y a la derecha están los contrafuertes y canales verticales que caracterizan la cara occidental del Puig Pedrós. Entre ambos, una canal ancha y empinada, que en la zona inferior es de hierba y en la superior de pedreras, sube hasta un collado de la cresta NE. Por ahí se ha de ir. Nos damos cuenta de que, sin saber por qué, hemos ido tomando decisiones correctas que nos han llevado por la ruta adecuada. Sin duda hemos tenido un verdadero golpe de suerte…

El ascenso al collado es largo y algo delicado. La hierba esta mojada y resbala. La pedrera es muy inestable. Muy poco a poco y con cuidado vamos subiendo. El mar de nubes va quedando por debajo dejando una estampa de gran belleza. De cuando en cuando miro atrás. Al ver la altura y la fuerte inclinación de la canal, ruego que no tengamos que darnos la vuelta. Bajar por aquí sería jugarse el tipo. Y me da un miedo… Finalmente alcanzamos el collado (12.42 h, 2595 m). La niebla queda por debajo. Por arriba cielo azul, sol y la cresta NE. Breve alto para relajarnos, guardar los bastones en la mochila y estudiar la continuación del itinerario.

La cresta tiene algo mas de 200 metros de altura. Mas que cresta es una vertiente ancha y empinada de rocas oscuras y quebradas. En una primera parte algunas zonas herbosas le dan un aire asequible. Mas arriba el terreno se ve rocoso, compacto y mas vertical. No hay hitos, huellas de paso ni nada que indique por donde ir. No hay una vía clara de ascenso, pero por lo menos en la primera parte, parece que puede subirse casi por cualquier sitio. Así que no le damos mas vueltas y nos metemos en el ajo (12.52 h).

La primera parte es sencilla pero delicada. Salvo algún paso aislado, el terreno no es vertical, aéreo o expuesto. Los tramos de caminar se alternan con los de trepada, que conforme ganamos metros se hacen mas numerosos y continuos. El principal problema es la calidad de la roca. No hay nada seguro, todo se mueve. A cada paso debemos comprobar la solidez de los apoyos. A veces no hay mas remedio que escoger aquellos agarres que nos parecen menos inseguros. En estas condiciones la trepada es lenta y estresante. Pero yendo con cuidado, y seleccionando el itinerario que nos parece mejor entre los varios posibles, no solo se hace bien, sino que hasta se disfruta...

Tras superar unos 150 metros de desnivel llegamos a un pequeño collado terroso situado al pie de la pirámide final (13.30 h, 2750 m). La buena noticia es que la calidad de la roca mejora. La mala es que el terreno se yergue, formando una pared mas compacta de granito oscurecido por el liquen. Iniciamos la escalada con dudas y cierto temor. Un minuto mas tarde disfrutamos como zánganos trepando por repisas, fisuras y canales. Los pasos son mas técnicos (II), aéreos y sostenidos, pero también mas divertidos. Nos sentimos bien, con confianza. Además el itinerario no es obligado, siendo posibles distintas vías de dificultad similar. Escalada fácil, espectacular y al gusto… Durante varias decenas de metros suenan cánticos y exclamaciones de satisfacción. Con la moral a tope salimos del muro. Una cresta horizontal, estrecha y algo recortada nos lleva hasta el hito que señala la cima sur del Puig Pedrós de Lanós (14.00 h, 2824 m). Somos felices…

Tras unos minutos de parada partimos hacia la cumbre sur, la mas elevada. Bajamos unos metros por la izquierda (E) y flanqueamos al sur para esquivar dos pequeñas puntas. Una breve subida nos deja en la cima principal de la montaña (14.15 h, 2842 m). El mar de nubes que se extiende al norte y al oeste forma una imagen espectacular, pero con pocas vistas. Hacia el este, donde no hay nieblas, vemos parte del lago de Lanós, el Carlit, la sierra de Xemeneies, los picos de Collroig y otros ilustres vecinos. Al sur la mole agreste del Puig de Coma d’Or se alza desafiante. Los cerca de 1400 metros de desnivel que llevamos en las piernas empiezan a pasar factura. Necesitamos comer y relajarnos. Pero no será aquí, sino abajo, junto al laguito situado en los llanos que hay bajo la Portella Roja. A las 14.45 h iniciamos el descenso por la empinada ladera oriental del Puig Pedrós. La niebla pasa sobre las crestas y empieza a invadir la zona donde nos dirigimos. Está claro que hoy no podremos librarnos de las nubes…

La bajada del Puig Pedrós transcurre sin mas problemas que procurar no dar con los huesos en el suelo de piedras inestables y hierba resbaladiza. A las 15.10 h llegamos al laguito (2590 m). Nos detenemos para comer. Martí se saca las botas con la esperanza de que se le sequen los calcetines que aún están empapados. Yo prefiero seguir con los pies mojados. Gandul que es uno…

Veinte minutos mas tarde (15.30 h) reemprendemos la marcha. Nos enfrentamos al tramo mas ingrato de la excursión. Se trata de remontar una empinada ladera herbosa que baja al este desde la punta sur del Puig de la Coma d’Or. Los mas de 200 m de subida sostenida requieren calma y paciencia. Poco a poco, en silencio, subimos trazando lazadas en medio de la niebla que nos vuelve a engullir. Con visibilidad escasa alcanzamos la antecima del Coma d’Or. La cima esta cerca, casi a la misma altura y a una treintena de metros al norte. Una arista rocosa, con un paso inicial estrecho, aéreo y bastante tonto (I+, recuerda el Paso de Mahoma) defiende el acceso a la cumbre. Dejamos las mochilas e iniciamos la travesía. Poco después estamos junto el hito de la cima (16.15 h, 2826 m). No se ve nada. Menuda mierda… Cinco minutos de parada, unas cuantas fotografías y volvemos por donde hemos venido. De nuevo en la antecima cogemos los petates e iniciamos el largo descenso por la ruta que viene del Col de Puymorens (16.31 h).

El camino es magnífico. Sin rampas pronunciadas, buen piso, bien marcado… Teníamos la esperanza de que la niebla se abriera en algún momento y pudiera mostrarle a Martí la espectacular estampa de las caras oeste de las dos montañas que hemos subido. Pero no tenemos esa suerte y mi amigo se queda con las ganas. Con la promesa de enviarle fotografías seguimos descendiendo, siempre en dirección SO. Con visibilidad nula alcanzamos la amplia escotadura de la Portella del Cortal Rosso (17.00 h, 2501 m). Una subida corta, que a estas alturas de la excursión se nos hace larga, nos lleva hasta la Portella de la Coma d’en García (17.06 h, 2534 m). Después viene una larga bajada, siempre con niebla, por los escalones herbosos de la cabecera de la Coma d’en García, plagada de marmotas que vemos y oímos a cada dos por tres.

El camino finaliza en la pista que recorre la parte baja del valle (17.30 h, 2234 m). Tras atajar un par de lazadas, seguimos la calzada de tierra dejando a la izquierda la esclusa de una presa inexistente. La niebla sube de ligeramente de cota y nos permite ver alguna cosa. Un descenso al SO, suave, regular y casi en línea recta, nos lleva a la entrada del valle. Cuando la pista gira a la izquierda, con la intención de pasar a la otra vertiente y dirigirse al Col de Puymorens, sale a la derecha otra pista en ascenso por donde el GR107 se dirige a l’Hospitalet (poste señalizado, 17.58 h, 1971 m). Las piernas piden descanso. Sentados en un pequeño talud de tierra que hay en el cruce, intentamos relajar las calandracas mientras consultamos en el mapa la continuación del recorrido. Nos alegra ver que estamos mas cerca del final de lo que pensábamos. Una hora, no mucho mas…

Tras diez minutos largos de descanso reemprendemos la marcha por la nueva pista (18.10 h). La última parte de la excursión empieza con una subida no muy larga pero sostenida, de esas que se atragantan. Las prisas nos traiciona, caminamos demasiado rápidos, y pronto las piernas están peor que antes del alto que acabamos de hacer. Tras pasar junto una antena encontramos un desvío con un nuevo cartel que dice que hemos seguir por el ramal que baja. ¡Menos mal! Desde la parada han pasado 10 minutos (18.20 h) y hemos remontado 70 metros (2037 m). Si el mapa no miente todo lo que queda es de bajada (500 metros de desnivel), lo que es una buena noticia. La mala es que de nuevo nos atrapa nuestra amiga la niebla, lo que no es ninguna novedad…

Podría extenderme explicando la bajada hasta el coche. Pero no lo haré. Simplemente diré que el camino, siempre claro y bien marcado, es una maravilla en cuanto el trazado (sin rampas pronunciadas), piso (en buena parte de hierba) y, sobre todo, el entorno (una ladera boscosa que parece sacada de un cuento de hadas). A pesar de la falta de visibilidad, disfrutamos con este tramo, que posiblemente sea el mas bonito de toda la excursión. Tanto es así, que Martí dice que vendrá a hacerlo relajadamente y con buen tiempo. Me parece una idea excelente…

Tras 50 minutos de agradabilísima, e incluso descansada, caminata alcanzamos el lugar donde el GR encuentra el camino que viene de la curva de la N22 (19.10 h). Se cierra el círculo. Poco después llegamos al coche (19.08 h). De esta manera finalizamos este recorrido, tan largo como variado, en el que la niebla y la humedad han sido las grandes protagonistas. Estamos hechos polvo, pero nos sentimos muy contentos y satisfechos por haber podido completar esta magnífica ruta. También agradecidos por el golpe de suerte de dar con la ruta de acceso a la cresta NE cuando íbamos a ciegas. Sin duda ha sido la clave de la excursión. A quien sea, gracias…


La ruta en imágenes
(Recomendamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa")

EniEn - Julio 2011

domingo, 24 de julio de 2011

TRES CIMAS AL PRECIO DE UNA

Antes de continuar con el resto de excursiones de nuestra prolífica estancia en los montes de Cantabria, queremos daros y darnos un respiro. Para cambiar de aires se nos ha ocurrido colgar la crónica que escribimos el 2008 sobre la travesía N-S de los picos Russell, una actividad tan bonita como interesante que realizamos ese mismo año en el Valle de Benasque.  Es un recorrido circular y diferente a una montaña no demasiado visitada. Fácil pero no sencillo. Espectacular. Con grandes vistas. Absolutamente recomendable...


PICOS RUSELL

Fecha
Sábado, 11 Octubre 2008
Asistentes
Jordi, Cristina, Encarna, Enric
Zona
Pirineo Central- Huesca-Valle Benasque
Inicio ruta
Refugio de Coronas (Valle de Ballibierna). Se accede por una pista de estado variable (cerrada entre final Junio y mediados de Septiembre, servicio autobuses) que parte del Llano de Senarta.
Final ruta
Recorrido
Refugio Coronas-Lagos de Llosars-Canal/diagonal NO pico Russell-Punta Brecha Russell- Rusell Central- Russell Sur-Canal/diagonal sur-Valle pedregoso con pequeños lagos-Collado Bocardos-Lagos Ballibierna-Refugio Coronas
Noche
No
Material
Alta montaña estival (segun la nieve, crampones y piolet). Casco muy aconsejable
Dificultad
Técnica
Excursión algo difícil.  En la diagonal N-O pasos trepada I/I+
Física
Alta (importante desnivel por terreno rompepiernas)
Cota (m)
Mínima
1960 (pista, antes ref.Coronas)
Máxima
3207 m (Pico Russell central)
Desnivel (m)
Ascenso
1515 m
Descenso
1515 m
Distancia
 15.5 Km
Horario
Total
11 h 
Efectivo
 Aprox 8h 30 min
Climatología
Empezamos con buen tiempo y frío. Después el cielo se cubre pero no llueve
Cartografía
"Aneto-Maladeta",1.25000, Ed.Alpina, 2006-2007
Bibliografía
"Aneto", Itinerarios 29A y 29B, David Atela.Colecc.Guías Montañeras, SUA, 2005
Valoración 
Larga y magnífica ruta circular que asciende uno de los gigantes menos visitados del valle de Benasque. Subidas y bajadas por terreno empinado, pedregoso e inestable. Pasos de trepada fácil en la subida por la diagonal N-O.
Comentarios
Una forma distinta de hacer los picos Russell, que nos evita la siempre incómoda bajada por la canal de la diagonal N-O. Muy recomendable.
Track de la excursión (en formato .gpx)
No disponible 



Hacia tiempo que teníamos ganas de hacer los picos Russell en travesía, es decir subiendo por la vía normal (diagonal N-O) y bajando por la canal-diagonal de la cara sur. En agosto del 2002 realicé este recorrido en sentido inversor desde la presa de Llauset. Fué una excursión muy larga de la que guardo un buen recuerdo. Cuando en pasado mes de Julio hicimos la cresta Tempestades- Margalida, nos quedamos con las ganas de subir al Russell (el horario del bus de Ballibierna tuvo la culpa). Tres meses mas tarde nos hemos decidios a intentar esta ascensión. No iremos solos. Cristina y Jordi se han apuntado a la fiesta. 

Sábado 11 de Octubre. Después de dormir en Laspaules, a las 6.30 h nos encontramos con Jordi y Cristina en el llano de Senarta. La pequeña Brush nos recibe con una sonora serie de ladridos que resuenan en la noche negra y estrellada. Tal vez se imagina que nuestra presencia comporta que ha de quedarse encerrada en la furgoneta, algo que estoy seguro no le gusta nada. Proseguimos en nuestro 4x4 por la pista de Ballibierna. Una furgoneta nos hace ir lentos y tardamos mas de la cuenta. Finalmente, a las 7.00 h aparco unos 50 metros antes del Puente de Coronas. Nos ponemos las botas y empezamos a caminar bajo la luz de los frontales (7.05 h, 1960 m).

La excursión es larga y desde el primer paso nos la tomamos con calma. Últimamente nos hemos convertido en asiduos de este valle y nos sabemos el camino casi de memoria. Tras una subida tranquila y con algún que otro breve alto llegamos al Ibón de Llosas (8.36 h, 2480 m). “Hasta aquí una hora y media, igual que siempre…” comento en voz alta. Corre un viento suave que aumenta la sensación de frío. El cielo esta limpio de nubes y el Ballibierna se tiñe de naranja con los primeros rayos de sol. Tras cinco minutos de parada para fotografiar la cresta de Llosas y comentar con Jordi y Cristina nuestra ascensión del domingo pasado a la Aguja de Argarot, continuamos con la caminata. Remontamos la canal pedregosa por donde baja el torrente que desagua el Ibón Superior de Llosas. Antes de llegar al lago subimos por la ladera de la izquierda (N), por un sendero señalizado por hitos. La senda toma altura y flanquea hacia el este. Después gira al norte y empieza a ascender  el gran escalón de hierba y zócalos de granito que cae sobre el lago. Lo avanzado de la estación se nota en que no baja ningún torrente, algo que me preocupa pues no he cogido agua. 

A las 9.38 h dejamos atrás el escalón y entramos en un amplio valle tapizado por una enorme pedrera de losas y bloques de granito. Al frente (N) tenemos el pico de Tempestades y la cresta que lo une al Margalida que Encarna y yo recorrimos a finales de Julio. A nuestra derecha el enorme farallón de la pared N-O de los picos Russell. El altímetro marca 2800 metros, hay buenas vistas y tenemos hambre. Nos detenemos para almorzar. Media hora mas tarde (10.05 h) reanudamos el ascenso. Una marcha en diagonal por placas de granito y un caos de bloques de gran tamaño nos lleva hasta la base de la pared occidental del Russell. Nos encontramos una cincuentena de metros a la derecha (S) de la vertical de la brecha Russell, al inicio de una canal pedregosa donde hay algún hito y una huella de paso (10.40 h, 3000 m). Aquí comienza la vía de la diagonal N-O. Hacemos un alto de 10 minutos para relajarnos, ponernos los cascos, ropa de abrigo y nos metemos en faena.

Remontamos la canal que sube hacia la derecha. En su parte alta hay un paso rocoso (I) que nos deja al inicio de una repisa horizontal estrecha y colgada, que es el tramo mas famoso de este recorrido. Una senda permite pasar caminando, pero uno no puede evitar arrimarse a la pared todo lo posible en vista del cortado que se abre a la derecha. Sin ningún problema superamos este pasaje tan fácil como espectacular, y nos situamos al pie de una canal vertical y descompuesta. Esta cicatriz tiene un centenar de metros de altura y está cortada en dos puntos. La primera interrupción está al principio. Un bloque encajado ocupa el eje de la canal y hemos de subir por la pared de la derecha durante una quincena de metros (I). Mas arriba continuamos por la misma orilla, evitando la pedrera inestable que ocupa el corredor, hasta que la verticalidad de la roca nos obliga a  subir por el mismo. Empieza el estrés de intentar no tirar piedras a los que van por detrás y esquivar las que vienen de arriba. Nos alegramos de llevar casco.  No tardamos en llegar al segundo bloque empotrado. También lo esquivamos por la derecha, con una trepada algo expuesta que el rocío y algún resto de nieve complican mas de la cuenta (I+). Después sólo nos resta seguir por la canal hasta salir a una ladera pedregosa e inclinada (11.30 h, 3150 m).

Dejamos para mas tarde la cima principal (que se encuentra mas o menos en la vertical de la canal) y nos dirigimos a la Punta de la Brecha Russell (cumbre mas septentrional de la montaña). Saltando de piedra en piedra realizamos un flanqueo ascendente a la izquierda hasta llegar a una inflexión de la cresta (11.38 h, 3155 m). Al otro lado, la imponente pared N-E del Russell se desploma sobre la cabecera del valle de Salenques, donde descubrimos la famosa cresta del mismo nombre y los picos de Mulleres y Feixant, dos viejos amigos. Dejamos las mochilas y continuamos al norte hacia la cima de la Punta de la Brecha, que después de un collado se eleva formando una ladera pedregosa de forma algo elíptica. Cuando la arista se estrecha, un hito y una huella de paso indican que se ha de ir por la izquierda. Bajamos en diagonal, salvando losas y pequeños muros de granito en una marcha mas lenta y pesada de lo esperado. Finalmente llegamos al collado (11.50 h, 3150 m). Sin detenernos emprendemos el ascenso hacia la cima quen ahora sí, hacemos caminando y a toda cresta. Diez minutos mas tarde alcanzamos la cumbre de la Punta de la Brecha Russell (12.00 h, 3195 m).

Las otras dos veces que subí a los picos Russell no visité esta cumbre. Me pareció apartada y poco interesante. Ahora me doy cuenta de que fue un error, ya que tiene unas vistas sensacionales sobre la cresta de Salenques, los picos Margalida y Tempestades, y mas lejos, el Aneto, donde como es natural, vemos gente. Me aparto unos metros de la cumbre para observar la bajada a la brecha Russel (quebme parece bastante vertical y expuesta como para que sólo sea un II-), la abrupta cresta que continua hasta el Margalida y el descenso desde la brecha hasta la tartera (donde no logro localizar la línea de rápeles). También me deleito contemplando los picos de Salenques, Mulleres y Feixant, donde en el pasado vivimos momentos tan intensos como irrepetibles. Algunas cosas sólo se hacen una vez en la vida…

Desde que dejamos el coche han pasado casi cinco horas. Es un horario largo, muy superior al que marcan las guías, pero que a nosotros se nos ha hecho muy corto. Hemos subido a un ritmo suave pero constante, haciendo algunas paradas. Esto nos ha permitido llegar bastante enteros y afrontar con fuerzas y moral lo que queda de recorrido, que no es poco. Tras un cuarto de hora en la Punta de la Brecha nos vamos para abajo (12.15 h).

Volvemos al collado y continuamos por la cresta aérea pero fácil hasta el lugar donde dejamos las mochilas (12.28 h). Con ellas en la espalda seguimos subiendo mas o menos por la arista hacia la cima principal del pico Russell (12.37 h, 3207 m). Las vistas son parecidas a la de la Punta de la Brecha, excepto en que desde aquí vemos la cumbre sur (dos metros mas baja) y la fina arista de un centenar de metros de longitud que la une con la cima principal. La vez anterior llegué hasta aquí por esa cresta. La recuerdo aérea pero fácil (I/I+), excepto en el último paso, donde se destrepar una laja de granito vertical y fisurada de una quincena de metros de altura (II)

El cielo empieza a nublarse.El viento y el frío se notan mas. Permanecemos en la cima el tiempo justo para hacernos una fotografía y echar una ojeada al paisaje. Después  bajamos a  un vivac cercano donde se está mas resguardados. Nos ponemos cómodos, comemos, nos relajamos. Llega una pareja que ha subido por la misma vía que nosotros pero muchísimo mas rápido (hablan de 3.5 h sin hacer paradas). Los vemos deambular por la cima con cara de cansados. De repente se acercan corriendo y nos preguntan si llevamos una cuerda. Parece que hay otra pareja en la cresta que viene desde la cima sur y que la chica tiene problemas en el último paso (el destrepe de II). Cojo el cordino de 30 m de la mochila y salimos disparados hacia el lugar del incidente. ¡Que emoción, un rescate…! Afortunadamente cuando llegamos, el problema se ha solucionado y la mujer esta finalizando el paso de marras. Encarna y Cristina están algo impresionadas. Ahora está claro por donde no iremos a la cumbre sur… Volvemos al vivac. Las otras parejas pululan por los alrededores. En pocos minutos la cumbre (normalmente poco visitada) ha pasado de la absoluta soledad a que aparezca gente por cualquier sitio. Se me ocurre un slogan " Día de la pareja en los Rusells, tres cumbres  al precio de una…"

Tras permanecer cuarenta minutos en la cima principal, nos dirigimos a la punta sur (13.17 h). Enseguida llegamos a la brecha donde empieza la cresta. Tengo claro que vamos a ir por la senda, pero quiero dar un vistazo al paso de II. Desde la brecha bajo al este un par de metros por una canal y me sitúo al pie de la laja fisurada. Quedan restos de nieve en los agarres y entiendo los problemas de la cordada que bajó por aquí. Con cuidado remonto unos cinco metros y llego a una pequeñísima terraza. Me tienta la idea de seguir hasta arriba (fácil) para continuar por la cresta, y decirles a mis compañeros que vayan por la senda. Pero no me parece correcto. Con la ayuda de la cuerda podríamos ir todos por la cresta, pero llevaría demasiado tiempo y el cielo cada vez esta peor. Así que bajo por donde he subido y me reúno con el resto del grupo que espera en la brecha. Después tomamos la senda. Tras bajar por una canal (O) una quincena de metros, flanqueamos por una repisa inclinada bajo las torres de la cresta y alcanzamos rápidamente y sin problemas la punta sur (13.28 h, 3205 m).

La continuación de la ruta es confusa si no se conoce. Una huella de paso marcada por hitos baja por una canal a la derecha (S,) pero por ahí no se ha de ir. Seguimos la cresta (fácil) y enseguida llegamos a un pequeño collado donde finaliza la canal de la cara sur (13.36 h, 3170 m). Detrás nuestro viene la pareja “rápida”, que al no conocer el camino siguen nuestros pasos. Antes de llegar al collado hay la posibilidad de bajar al sur por una loma pedregosa, ancha y empinada, para alcanzar sin ningún problema la cumbre oriental (3046 m). Desde la misma se puede bajar sin problemas pero sin una ruta clara, al valle pedregoso situado al pie de la cara sur del Russell, donde hay unos pequeños lagos. La oriental es una cima sosa que sólo interesa a los coleccionistas de tresmiles, y nosotros aún no hemos entrado en esa categoría. Así que pasamos de ella y nos la guardamos para hacerla desde el valle de Salenques, un recorrido largo y con gran carga de aventura que compensa las carencias de la cumbre.

Tras una breve pausa iniciamos el descenso de la canal. Esta traza una diagonal descendente (E) por la pared sur de la montaña. No muy ancha,  empinada (40-45º) y llena de rocas sueltas, exige pie firme, no tirar piedras (algo imposible) y prever que te las tiren. El casco es mas que recomendable, así como evitar el centro de la canal e ir por lo lados siempre que sea posible. Poco a poco, sin separarnos demasiado, vamos bajando por el corredor. Desde arriba parece que queda cortado, pero tiene continuidad.

Tras perder unos doscientos metros de desnivel la canal se funde en la vertiente de la montaña,  transformándose en una faja pedregosa e inclinada. Se ha de ser paciente y no caer en la tentación de bajar a la derecha (S), ya que podríamos complicarnos la vida en unos cortados o en una pedrera immunda. Se ha de seguir siempre en diagonal y salvar un pequeño espolón rocoso que exige subir unos pocos metros. Después el itinerario es mas claro y evidente. Hay hitos, y hasta una huella de paso, que nos lleva cerca del extremo oriental de la vertiente. Entonces giramos a la derecha (S) y, por laderas tarterosas, alcanzamos el valle pedregoso donde se encuentran los lagos. Lo atravesamos hacia el sur por donde mejor nos parece. Finalmente alcanzamos la parte baja y horizontal de la cresta sur del Russell, en un punto donde hay un palo metálico (15.04 h, 2840 m).

Seguimos por la cresta hacia el sur, en dirección a la pirámide rocosa del Cap de Llauset. En poco tiempo llegamos al punto mas bajo del mismo. Nos encontramos en el collado de los Bocardos (15.13 h, 2803 m). El cielo sigue chungo, pero parece estable y sin ganas de llover. Podríamos seguir los hitos que en diagonal descendente flanquean al sur por la cara occidental del Cap de Llauset hasta el collado de Ballibierna (donde se toma el GR que baja a los lagos del mismo nombre). Pero Jordi propone descender directamente (O) por otra línea de hitos. Hacemos caso a nuestro amigo y nos metemos en una vertiente compleja, llena de zócalos rocosos y campos de hierba inclinados y algo expuestos, donde esta prohibido resbalar. Un trazado sinuoso nos permite esquivar las dificultades y descender por esta ladera que las guías califican como comprometida (a mi entender acertadamente). Sin nada que comentar dejamos atrás la parte superior (y mas enrevesada) de este tramo. Después vamos algo a la izquierda hasta encontrar el GR bastante mas abajo del collado de Ballibierna (15.41 h, 2600 m).

Se acabaron los problemas, pero no la excursión. No tardamos en alcanzar la orilla del Ibón Alto de Ballibierna (15.49 h, 2510 h) que rodeamos por la izquierda (S). Después entramos en un pasillo horizontal cubierto de un caos rocoso. El camino se pierde y hemos de ir saltando de bloque en bloque, un ejercicio que a estas alturas resulta machacante. Este tramo finaliza en la orilla este del Ibón Bajo de Ballibierna (16.05 h, 2450 m). Estamos cansados, hartos de tanta piedra. Tenemos hambre. El tiempo sigue igual... Nos detenemos para comer. Se repite la situación que vivimos en la cima y vuelve a aparecer gente de cualquier sitio.Cuento hasta quince personas en los alrededores del lago que no tengo ni idea de donde vienen... Pienso en algún slogan para esta situación, pero no se me ocurre nada...

Tras media hora larga de parada reanudamos la caminata (16.38 h). La senda esquiva el ibón por la derecha, con un cabreante tramo de subida. Finalmente dejamos atrás el lago y bajamos por laderas primero herbosas y después boscosas. Mas abajo cruzar por una palanca de madera el torrente de Llosas  y llgamos al camino que sube al lago de Llosas, pocos metros antes de la Pleta de Llosas (17.20 h, 2208 m). Sólo nos queda descender hasta el Puente de Coronas por el mismo itinerario que hace unas horas recorrimos de subida.

A las 18.05 h llegamos al coche, finalizando esta gran circular a los picos Russell. Tres cimas al precio de una… Pero que nadie se confunda, la excursión no es nada barata..


La ruta en imágenes
(Aconsejamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa")




EniEn - Octubre 2008