CRONICA
Miércoles 9 de Octubre del
2013. Como segunda actividad montañera de nuestra
semana otoñal de vacaciones en Laspaúles, queremos hacer la cresta de
Barbarizia. En nuestra primera ascensión a la Sierra de Chía (hace un millón de
años) quedamos intrigados por este largo cordal y su escarpada primera parte
(el frontón de la Punta de l’Estibeta). Desde entonces, nos lo miramos con
interés cada vez que rondamos por la zona, haciéndonos la promesa incumplida de
intentarlo lo antes posible. A ver si
hoy por fin nos sacamos esta espina…
La única referencia que
tenemos del recorrido es la reseña (muy buena por cierto) de la guía de David
Atela (ver ficha técnica). No conocemos a nadie que lo haya hecho. En Internet,
hemos encontrado unas pocas entradas que lo describen de forma vaga que no
sirven de gran cosa, pero que confirman que alguien lo ha hecho sin encontrar demasiados
problemas.
Pasan unos minutos de las
nueve de la mañana cuando dejamos el coche en la pequeña zona de parking del
Puerto de Sahún, al lado de la pista que va de Chía a Plan. El día es
espléndido. Nos sorprende un viento frío (el termómetro marca 2ºC) que nos
obliga a abrigarnos a toda prisa y ponernos los guantes que hemos traído por si
acaso. Y es que venimos “de verano”…
Entre tembleques y con el
moco colgando preparamos las mochilas. Además del equipo habitual, y mas por
precaución que por convencimiento, cogemos los cascos, un cordino de 30 m, un
par de cintas largas y cuatro mosquetones. Los arneses se quedan en el coche.
También llevamos nuestra flamante y minúscula cámara GoPro, que recientemente
nos hemos regalado. Será nuestro primer intento de filmación y, aparte de
familiarizarnos con el empleo del chisme, no esperamos gran cosa del mismo. La
impedimenta se completa con los 2 Kg de mi inseparable reflex, la pequeña
cámara de Encarna, el GPS, el localizador satélite Spot, dos walkis, dos
teléfonos, y alguna cosa mas… Por suerte no tenemos que cargar con la guía de
Atela, al haber fotocopiado las páginas donde se describe el itinerario…
Con un equipo mas propio
de una expedición de Al Filo del Imposible que de excursión por el Pirineo,
empezamos a caminar (9.27 h, 1920 m).Bajamos unos metros hasta la horcada del
Puerto de Sahún (2000 m). Al otro lado, cerca del mismo, hay un refugio de
pastores. Está abierto y ocupado, pero no vemos a nadie. Por sendas de ganado,
remontamos (NO) una primera elevación (La Sentina) yendo algo a la izquierda.
Pasamos junto un nutrido rebaño de ovejas que nos hacen pensar en Pot. Para
evitar líos nuestro amigo se ha quedado en Laspaúles. En lo alto de La Sentina (9.48 h, 2133 m)
giramos algo a la derecha (NE) para
seguir el cordal herboso. Tras un tramo horizontal, en el que pasamos por
varias pequeñas elevaciones, una subida mas fuerte y prolongada nos deja en un
amplio rellano situado al pie del frontón de la Punta de l’Estibeta (10.10 h,
2247 m).
Nos detenemos para leer la
reseña de Atela (que me se de memoria) y situar la ruta sobre el terreno. La
verdad es que no la vemos nada clara, sobre todo en la segunda mitad del
frontón, ocupada por unas bandas rocosas de aspecto difícil y poco tranquilizador.
Aprovecho el alto para acoplar la cámara GoPro al casco, que a partir de ahora
llevaré puesto todo el rato. La imagen que ofrezco es bastante curiosa y
suscita comentarios jocosos por parte de Encarna.
Convencidos de que, una
vez mas, habremos de buscarnos la vida para descubrir el itinerario (algo que
nos apasiona) remprendemos la marcha. Una ladera herbosa que se inclina
progresivamente finaliza al pie de la primera banda rocosa. La esquivamos sin
problemas por las pendientes de la derecha. Junto a las rocas vemos un vivac
hecho con piedras que se cita en la reseña . ¡Bien!. También encontramos un hito
¡Aún mejor! Desestimando las empinadas laderas de hierba y pedreras, continuamos
por el filo de la cresta, superando fácilmente pequeños escalones de roca (caminar).
Rápidamente nos acercamos a la segunda banda rocosa. Está claro que no se salva
directamente. El punto flaco es una canaleta situada una cincuentena de metros
a la derecha. Así que vamos hacia la misma. Estoy filmando a Encarna en este
tramo, cuando oímos que alguien nos llama… Nos giramos y vemos que es el pastor
del rebaño que encontramos mas abajo. Esta en el rellano que hay bajo el
frontón y a voces nos pregunta si hemos visto alguna oveja por donde estamos.
Le decimos que no y seguimos adelante.
La canaleta es muy fácil y
corta. No presenta mas problema que un breve paso de trepada donde se han de
apoyar las manos. A mitad de la misma un nuevo hito nos confirma que vamos
bien. ¡Bravo! El temible frontón esta siendo mucho mas sencillo de lo que
esperábamos. La moral está por la nubes y empezamos a pensar que podremos
superarlo “sin despeinarnos”. Pero no será así…
Por encima de la canaleta
hay una nueva terraza inclinada de hierba y piedras. Volvemos al filo y
seguimos subiendo en dirección a una tercera banda rocosa, que es mas alta y
seria que las anteriores. Al pie de la misma descubrimos cuatro ovejas. Estos
bichos se meten en cualquier sitio…Intentamos localizar el pastor, pero no lo
vemos. Pobre hombre… De nuevo, la clave para salvar la pared está unos metros a
la derecha. Una canal-chimenea de hierba, muy estrecha y empinada, nos lleva
fácilmente hasta una pequeña brecha en el filo del espolón. Para filmar este
tramo subo primero y me doy cuenta de que hemos llegado al paso clave (10.56 h,
2393 m).
A la derecha (O) de la
brecha hay un placa vertical de una decena de metros de altura. Encima de la
misma un hito indica que se ha de ir por ahí. Me “despeino” de golpe… También
vemos la otra posibilidad que cita la guía. Se trata de bajar unos metros por
el otro lado de la brecha (vertiente de Gistain) y flanquear bajo la pared
(primero horizontalmente, después en subida) una fuerte ladera herbosa en la que
hay alguna trazas de senda. Según la reseña (no lo vemos) mas adelante se ha de
encontrar una canal que permite volver a la cresta. Dudamos entre que opción
seguir. Encarna apuesta por la pared que, no se porque, le parece sencilla. Yo
lo tengo tan claro. Como que no me atrae nada el flanqueo, también apuesto por
la placa, pero empleando la cuerda…
Hacemos un alto para comer
alguna cosa y encordarnos al cuerpo (hemos dejado los arneses en el coche).
Guardo la réflex en la mochila y me meto en faena. Los primeros metros son
verticales. La roca es adherente, pero las presas de mano son raras y me crean
inseguridad. Hace tiempo que no me cultivo en la escalada. Esto, y el ambiente
aéreo del lugar, hace que me lo piense mucho antes de dar cada paso. Con
adrenalina a cien supero este breve tramo y alcanzo una zona mas tumbada. ¡Que
alivio! Después voy unos metros a la derecha para salvar un nuevo y último
escalón vertical por su parte mas corta. Y llego arriba. ¡Muy bien! Estimo que
la dificultad del paso debe rondar el III en su inicio y el II después, en
conjunto II+… Con las cintas y los mosquetones monto una reunión y asegura a
Encarna con un nudo dinámico (el asegurador ATC se ha quedado haciendo compañía
al arnés). Saco la réflex de la mochila, conecto la GoPro y le digo a mi mujer
que puede subir.
Quien ríe último ríe
mejor… Encarna se las ve y desea para conseguir encaramarse a la pared. “¿No te
parecía fácil que querías subir a pelo..?” le digo en tono de sorna. La chica
me lanza una mirada de odio mientras se pelea con la roca. Tras varios intentos
encuentra como encadenar los movimientos y logra salvar el tramo chungo. Lo que
le queda es mas fácil y enseguida se reúne conmigo con una sonrisa de oreja a
oreja. “Pues no es tan sencillo…”, me dice mientras se desencuerda. Guardamos
en la mochila el material de escalada y seguimos adelante (11.27 h, 2405 m). Lo
mas difícil queda atrás. Pero la diversión aún no ha finalizado…
Continuamos caminando por
la cresta. Tras salvar dos pequeñas puntas , un breve tramo de trepada fácil
nos lleva a una mini-brecha al pie de un resalte rocoso con muy mala pinta, que
no se ha de subir. Bajamos en diagonal por la izquierda (lado de Gistain) para
seguir una estrecha repisa (huella de paso) situada bajo la pared (fácil pero
raro). A la izquierda una empinadísima canal de hierba y roca sube en oblicuo.
Por ahí debe ir la variante que describe la guía. El flanqueo nos deja en un
canal rocosa y algo descompuesta que remontamos con cuidado (trepada, I). En lo
alto de la misma giramos a la derecha y salimos a un lomo de hierba y piedras
(11.46 h, 2474 m). Se acabaron los problemas. Seguimos por el cordal que
asciende suavemente. En unos minutos alcanzamos el hito de la Punta de
l’Estibeta (11.54 h, 2489 m).
Tras unos pocos minutos de
descanso, continuamos por el cordal-cresta. Un breve descenso por un tramo
rocoso y algo estrecho, seguido de un sector herboso mas horizontal, nos lleva
a una depresión. Seguidamente una corta subida nos lleva a lo alto del Tozal de
la Mina, que el mapa de la Alpina marca como Punta de l’Estibeta (12.04 h, 2516
h). El cordal baja suavemente y pasa por alguna mini-elevaciones antes de
alcanzar un collado muy marcado situado al pie de la pirámide del pico de El
Yerri. Nos detenemos para comer (12.11 h, 2525 m). Las nieblas, que hasta ahora
se cebaban con la Sierra de Chía,
empiezan a moverse hacia el norte. En un plis-plas entran por el valle
de Barbarizia, y alcanzan nuestra posición. ¡Vaya por Dios! Por suerte, de
momento son tenues y pasajeras. Desde el collado puede bajarse al valle de
Barbarizia por pendientes pedregosas y sin escarpes. Por la vertiente de
Gistaín el abandono es menos claro, pero también es posible (laderas herbosas
con pequeñas bandas rocosas). Tras veinte minutos largos de parada (12.34 h)
iniciamos la ascensión al pico de El Yerri, cuya cima se encuentra 150 metros
mas arriba.
La subida empieza con una
rampa terrosa y empinada que, sin prisas y con un poco de paciencia, se supera
mas fácilmente de lo esperado. Mas arriba la ladera se cubre de hierba y
piedras y se camina mejor. Para evitar las bandas rocosas que defienden la
parte alta del monte, ascendemos en diagonal a la izquierda. Antes de alcanzar
el cordal oeste (que sube desde el valle de Gistain pasando por la Peña Lisa) giramos
a la derecha y alcanzamos la cresta rocosa final, por la que, tras pasar por
una pequeña depresión y sin apenas apoyar las manos, alcanzamos la cima de El
Yerri (12.55 h, 2671 m). Los bancos de niebla, ahora mas densos, se pasean por
los distintos sectores de la divisoria. Mirando hacia atrás (S) la Punta de
l’Estibeta se ve lejana e imponente. Hacia delante (N) la cresta, casi siempre
abandonable por la derecha (valle de Barbarizia) presenta un aspecto inocente,
pero nos sorprende por su longitud. A medio camino de la misma, nos llama la
atención una mole de escarpada de roca blanquecina. La reseña no dice que sea
complicada, así que no nos inquieta.
Tras permanecer unos
minutos en la cumbre iniciamos el descenso por su cresta norte. Esta formada
por estratos de placas rocosas e inclinadas, es mas o menos estrecha y algo
aérea. Pero como que no presenta resaltes ni pasos extraños, prácticamente la bajamos
caminando. Tras perder una cincuentena de metros de altura, la cresta finaliza
en un collado poco marcado (13.05h, 2624 m). Sigue un tramo de cordal en el que, rápidamente y sin ganar altura, se
superan varias puntas de poca entidad. Según el mapa de la Alpina, la última es
el Mollón Cuadrado (13.18 h, 2634 m). Un breve descenso son deja en collado herboso situado al pie de la mole de
roca blanca, que ahora se ve muy asequible (13.20 h, 2620 m).
Sin detenernos iniciamos
el ascenso de la torre calcárea. Lo hacemos yendo algo a la derecha, para
atacar por su centro una empinada ladera de placas rocosas. Está repleta de
canales y terrazas que permiten subir con una trepada sencilla y divertida.
Superado el tramo mas derecho, un breve rellano seguido de una pequeña rampa
nos dejan en la cima (13.35 h, 2695 m).
Esperábamos que el
redcorrido continuara de forma sencilla. Pero lo que vemos no esta de acuerdo
con esta idea. La cresta se convierte en una arista estrecha y aérea que
desciende a una brecha que no vemos pero si intuimos un poco mas adelante. Sin
ser difícil este tramo es expuesto (I/I+) y, lo mas importante, nos parece que
puede quedar cortado encima de la brecha. No lo vemos claro. No tenemos ganas
de volver a sacar la cuerda. Así que decidimos buscar una ruta alternativa
dando un pequeño rodeo..
Desde la cima reculamos
hasta el rellano que la precede. Entonces bajamos unos metros por la vertiente
de Barbarizia (E) en busca de una ladera pedregosa. Por la misma avanzamos en
horizontal (N) hasta situarnos (a la
derecha (O) y bajo la cima de la que venimos) en el inicio de una curiosa hoya
cubierta de pedreras que divide el cordal en dos crestas de roca marrón.
Tenemos que ir en busca de la de la izquierda (O). Así que, bajando en diagonal
a la izquierda (NO), cruzamos la hoya por su parte sur. Después remontamos una pequeña
canal que finaliza en la brecha que intuíamos desde la cima (13.50 h, 2686 m). Ya
en la misma, vemos que lo que pensábamos sería un cortado vertical de la cresta,
no es mas que es una pared tumbada con pequeños escalones separados por
repisas, por la que debe ser fácil bajar. Si lo hubiéramos sabido…
A partir de la brecha el
recorrido cambia de aspecto. Tras una breve tramo calcáreo alcanzamos un sector
horizontal. Después la cresta se convierte en una arista de roca quebrada de
color marrón, que enlaza las cimas de la Sierra de la Montañeta. Su recorrido
es sencillo, con breves pasos de trepada (I) en los que se ha de controlar la
calidad de los agarres. Un primer tramo en subida nos lleva hasta lo alto de una
primera punta (14.03 h, 2727 m). Como hay visibilidad hacemos un breve alto.
Sin detenernos continuamos hasta la cima central, que alcanzamos en medio de la
niebla tras pasar por una depresión (14.12 h, 2729 m). Esta cumbre es el punto
mas alto de la sierra y de la excursión. La tercera cima no la subimos,
esquivándola por un pasillo pedregoso que hay a su derecha. Después un dulce
descenso por un ancho cordal nos lleva hasta el collado anterior al pico de
Barbarizia (14.25 h, 2665 m). El terreno vuelve a cambiar y aparece el granito.
Nos queda bien poco…
La ascensión a la última
cima de la cresta no tiene historia. Simplemente remontar una ladera de roca,
pedrera y pequeños tramos de hierba, de unos 40 metros de alto. En algo menos
de 5 minutos llegamos a la cima del pico de Barbarizia (14.30 h, 2707, hito de
piedras con un pequeño palo). Cuatro horas y cuarto y seis kilómetros después de
iniciar la excursión en el Puerto de Sahún, finalizamos el recorrido de nuestra
querida cresta de Barbarizia. ¡Ha sido tan bonito…! Por fin nos hemos sacado la
espina que hemos llevado clavada durante tantos años. Estamos tan contentos que
apenas notamos el cansancio acumulado durante la larga ascensión. Aprovechando
que hay algo de cobertura telefónica, vía WhatsUp enviamos fotografías a los amigos,
que estamos seguros de que les ayudarán a finalizar la jornada laboral…Después
nos sentamos en el suelo y saco de la mochila una botella de Coca Cola que he
traído para la ocasión. Brindamos por el éxito de la excursión y después damos
cuenta de la poca comida que nos queda, que aderezamos con alguna barrita
energética. Aun nos queda mucha ruta por delante y necesitaremos combustible…
La niebla nos juega una
mala pasada al impedirnos gozar de la impresionante imagen de la vertiente occidental
de los picos de Eriste, que tenemos delante. Pero que le vamos a hacer… Nos
consolamos pensando que ya la conocemos de otras excursiones, aunque seguro que
desde aquí es mucho mejor... En otras direcciones las vistas también son casi
nulas. ¡Que lástima…! Hablando de vistas, a estas alturas de la escritura de la
crónica de la excursión, me doy cuenta de que, inmerso en la descripción del
itinerario, me he olvidado por completo de hablar del paisaje y las
panorámicas, mas que notables, que nos ha acompañado durante todo el recorrido.
Pero tal vez así sea mejor, ya que habrían alargado el relato (que ya es
bastante largo) con unas descripciones que siempre son subjetivas e
incompletas. Espero que las numerosas fotografías que adjuntamos a esta
crónica, cubran sobradamente este cometido.
Un agujero entre las nubes
nos permite el tramo de cresta que baja al collado de Barbarizia. Presenta
varias pequeñas puntas rocosas que pueden subirse (I/II) o esquivarse por la
derecha (E). Pero el problema de bajar al collado no es llegar al mismo (si se
va bien de horario y de piernas seguro que es bonito y divertido), sino en que
el descenso desde el mismo a los Ibonets de Barbarizia transcurre por una
empinada e incómoda ladera de pedrera que, a estas alturas de la excursión,
debe ser una auténtica machacada de rodillas. Así que nos reafirmamos en
nuestro plan inicial de dar por acabado el recorrido de la cresta…
Durante toda la estancia
en la cima estamos pendientes de las nieblas, con la cámara a mano y preparada
para hacerla servir. Pero las nubes nunca llegan a brise lo suficiente. Tras
media hora nos convencemos de que no vale la pena esperar mas. Recogemos los
trastos e iniciamos un retorno que sabemos que será bastante largo (15.01 h).
Siguiendo nuestros pasos
de subida, rápidamente bajamos al collado que precede a la cima (15.03 h, 2665
m). Entonces giramos a la izquierda para baja en diagonal (E) en dirección a la
cabecera del Ibón de Barbarizia (situado mas un poco mas abajo de los Ibonets).
El descenso es plácido y sin problemas. Transcurre primero por pedreras,
después por pendientes herbosas, en las que encontramos trazas de senda y
algunos hitos. No es necesario alcanzar el lago. Llegados al cordal de hierba y
placas de granito situado sobre su orilla occidental (15.36 h, aprox 2370 m),
torcemos a la derecha para seguir por el mismo, primero al SE, después al S.
Este sector es mas o menos horizontal, con tramos de camino, hitos y marcas de
PR. Nos deja, mas allá del Ibon, en lo alto de un escalón rocoso que domina el
rellano herboso donde se encuentra el Ibonet de Barbarizia (15.47 h, 2325
m). El camino (marcas de PR) culebrea
para bajar entre las rocas durante unos metros. Después se va a la derecha y
enseguida alcanza una pendiente que permite bajar cómodamente al rellano
herboso. En el mismo conectamos con el buen camino (PR HU 51) que, partiendo de
la cabaña de Barbarizia, conduce a los lagos (15.54 h, 2281 m).
Continuamos por el PR en
suave descenso por la orilla derecha del valle de Barbarizia, que en esta parte
abrupto y estrecho. Tras dejar atrás al barranco, el camino baja en lazadas por
una ladera de tierra y pedreras en busca del torrente. Unos metros antes de
cruzar el cauce sale a la derecha una senda que va directamente al Puerto de
Sahún (16.15 h, 2121 m). Esta ruta es poco conocida, pero con la reciente
prohibición de circular por la pista que lleva a la cabaña de Barbarizia (a la
que antes se podía llegar con el coche y por la que pasa el PR) no tardará en
popularizarse. Para nosotros tiene la ventaja de que nos evita bajar hasta la
cabaña y, sobre todo, tener que recorrer los interminables 3.5 Km de pista que
lleva al Puerto de Sahún. El problema, siempre hay alguno, es que aunque la
línea de avance es bastante clara, el camino no es muy marcado y es algo
perdedor. Con anterioridad habíamos recorrido varias veces este itinerario en
los dos sentidos y, aunque nunca nos perdimos, no conseguimos seguir
enteramente la senda. Hoy nos pasará lo mismo…
Dejamos el PR y seguimos
(S) un sendero poco marcado (hitos) que, en ligero descenso, atarviesaa los
llanos herbosos situados en la base de la gran ladera curvada que forma la
vertiente derecha (O) del valle. Tras cruzar varias torrenteras, el sendero
gira a ligeramente a la izquierda y, siguiendo la ladera, empieza a subir en
diagonal por la misma de forma suave pero sostenida. El terreno cubierto de
hierba y matorrales hace que la senda se desdibuje en muchos sitios y, a pesar
de los hitos (que son escasos y pequeños), sea algo difícil de seguir. El
ascenso nos dirige a un loma con bloques de roca que, desde la Punta de
l’Estibeta, baja directa hacia el valle. En el mismo hay un gran hito que es
visible desde lejos y sirve de referencia (punto obligado de paso, 16.39 h,
2118 m). En adelante la senda es mas clara. Continuamos flanqueando en roquedo por
una ladera de hierba y roquedos. Descedemos en diagonal, cruzamos una pequeña vaguada
y volvemos a subir hasta doblar una nueva loma ya con el Puerto de Sahún a la
vista. A partir de aquí son posibles varios itinerarios.
Puede descenderse por la
loma hasta los llanos herbosos de su base. Ahí hay varias sendas que, yendo a
la derecha, descienden en diagonal en busca de la pista de la cabaña de
Barbarizia, a la que se llega medio kilómetro antes de que esta alcance la
pista del Puerto de Sahún. Nosotros optamos por bajar una veintena de metros
por la canal abierta que hay a la derecha de la loma, para después ir a la derecha,
enlazando en descenso huellas de paso de animales que cruzan las pedreras de la
ladera. Esta diagonal nos lleva a la parte alta de una canal-vaguada herbosa
que cruzamos para seguir subiendo suavemente por el otro lado. Pronto
alcanzamos el cordal que baja al Puerto, unos metros mas arriba del refugio de
pastores. Poco después llegamos al coche (17.34 h).
Sin perder un instante,
nos cambiamos de calzado, metemos los trastos en el maletero e iniciamos el
viaje de vuelta a Laspaules donde llegamos tres cuartos de hora mas tarde. Pot
nos recibe con alegrías y ganas de salir. Así que llevamos a nuestro amigo a
dar una vuelta por los alrededores del pueblo. El esfuerzo realizado se hace
patente. Notamos las piernas pesadas y nos invade una sensación de sueño que
anula el sentimiento de alegría y satisfacción por la actividad realizada. Hoy
dormiremos bien… Por cierto, como preveíamos nuestro estreno cinematográfico fue
un completo desastre técnico y artístico. Tenemos mucho que aprender…
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