Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

lunes, 22 de noviembre de 2010

El RODÓ A "MI MANERA"...

El pasado fin de semana no hemos hecho nada "comentable" (porque un intento de excursión en el que acabamos mojados hasta los huesos dudo que interese a nadie).Así que se nos ha ocurrido colgar el relato de una bonita ruta circular al Pic Ródo (Núria-Carança) que hicimos el año pasado...

Ficha técnica

Fecha
11 de Septiembre 2009 - Viernes
Asistentes
Cristina, Jordi, Encarna, Enric
Inicio ruta
Santuario de Nuria
Final ruta
Idem
Recorrido
Santuario de Nuria-Collada Noufonts-Coll Bernat-l'Estanyet-Canal N Pic Rodó- Brecha
NE- Cresta NE- Cima Pic -Rodo-Cresta Anyeller-Pic Anyeller-Coll Bernat-Collada 
Noufonts-Santuario de Nuria
Noche
No
Material
Arnés, casco, cuerda (1x30m),cintas largas.
Dificultad
Técnica
Corredor pedregoso duro y pesado . En cresta NE, canal acceso a 
rampas herbosas superiores de I-II. En cresta Anyeller tramos estrechos 
y aéreos, max II.
Física
Alta
Desnivel
Ascenso 1360 m , Descenso 1360 m
Distancia
14.6 Km
Horario
Total
 8 h 5 min
Efectivo
 6 h 5min
Climatologia
Buen tiempo. A partir del mediodía nuboso.
Cartografía
Puigmal-Vall de Núria”,1:25000,Ed.Alpina,(2002)
Valoración
Magnífica ruta circular a la que consideramos el monte mas bonito de Nuria-Carança
Comentarios
Una cima obligada para los que frecuentan las montañas de la zona Nuria-Carança

Relato

           A las 7.25 h llegamos al aparcamiento de la estación de Queralbs. Cristina y Jordi nos esperan en la furgo. Hacía tiempo que no coincidíamos y nos saludamos efusivamente. La espera del tren cremallera y el viaje posterior sirven para repasar nuestros respectivos veranos y comentar la excursión de hoy…

A pesar de que estuve en el Pic Rodó hace menos de quince días (Santiago me “subió” por la cresta N-O), me apetece volver a esta montaña para hacerla “a mi manera”. La idea es ascender por la cresta N-E (que sólo conocemos por referencias) y volver por la del Anyeller, tomando el Santuario de Nuria como punto de partida y de retorno. La ruta no tiene nada de convencional. Es larga y dura, con bastantes pasos de trepada de hasta II grado. Todos tenemos un lex motiv para ir al Pic Rodó. En el 2005 Encarna se quedó cerca de la cima por culpa de una tormenta. Jordí y Cristina no conocen el pico ni la zona. Respecto a mí, siempre me gusta volver a la que considero la montaña mas bonita de la zona de Núria-Carança, y aún mas si es por un recorrido que no conozco. 
Tras los preparativos de rigor, a las 8.21 h empezamos a caminar desde Núria (1860 m). Llevamos pocos “instrumentos de tortura” ( una cuerda de 30 m por cordada, 3 cintas exprés, varias cintas largas y un juego de tascones, además de arnés y el casco). Esto hace que las mochilas sean mas bien ligeras, aunque en mi caso una botella de litro de Aquarius, dos latas de bebida energética, 1.5 litros de agua, dos enormes melocotones y una lata de cerveza hacen que no sea así. Por suerte estoy acostumbrado a hacer de burro de carga… 
La subida hasta el collado de Noufonts es tranquila y sin mas problemas que sacar y poner la chaqueta según vamos por sol o por sombra. De momento el día es bueno, con un cielo azul y sin nubes. Sólo sobra ese puñetero vientecillo que hiela el sudor… Tras superar la ultima rampa pedregosa (que a pesar de haberla hecho un sinfín de veces siempre se me atraganta) llegamos al collado de Noufonts (10.00 h , 2668 m). Los dos picos de Racó y su cresta se recortan hacia el norte llamando la atención de Jordi, que trazar planes de futuras ascensiones.
 Tras un breve alto proseguimos la marcha. Tomamos el camino que flanquea la vertiente N-E del Noufonts, primero en ligera bajada y después en subida no tan ligera. Un último y breve descenso por un cordal pedregoso nos deja en el Coll d´en Bernat (10.28 h, 2616 m). Las vistas se multiplican. Aparecen el valle de l´Estanyet y la cresta dels Llosars (que va de la Torre d´Eina al Roc del Boc). La larga cresta dels Racons, que ahora vemos en detalle, continua omnipresente. Pero nuestra atención la acapara el Pic Rodó, que aparece al norte detrás de la arista de l´Anyeller, desde aquí muy desdibujada. La estampa es curiosa. La cima queda a nuestra altura y está formada por un cono de tierra que culmina una ancha mole herbosa con paredes por los lados. Sin duda la analogía con un pastel de roca y hierba que hace Pako Sanchez es muy acertada. 
La senda, bien trazada, baja al oeste por un valle de hierba y pedrera. A la derecha la cresta de l´Anyeller muestra sus caprichos en forma de puntas y brechas, dando una sensación de dificultad que en realidad no tiene. Intentando que no cunda el desánimo entre mis secuaces, les explico las diferentes partes del recorrido y los problemas, que no son muchos, de las mismos. Mas abajo vemos la cresta o espolón N-O del Pic Rodó, que hice aun no hace dos semanas, y que también parece mucho mas difícil de lo que es.
A las 11.05 h llegamos a l´Estanyet (2325 m). Nos detenemos en unas rocas situadas a pocos metros del desaguadero. Es un lugar precioso, ideal para acampar, donde la soledad y la tranquilidad se mastican mas que se sienten. Llegó el esperado momento de llenar el estómago, y en mi caso, descargar algo de peso de la mochila. Para acabar la fiesta comparto los dos melocotones y me zampo la cerveza que entra de maravilla. Jordi dice que le cuesta marcharse. Estoy de acuerdo. Dan ganas de tumbarse en la hierba, cerrar los ojos y dar una cabezadita. Y al Rodó que le den, que hay mas días que longanizas… Por suerte o por desgracia estas ideas pronto desaparecen. Recogemos los trastos, nos cargamos las mochilas y ,con mas pena que alegría, reanudamos la excursión (11.40 h).
Continuamos por el camino que baja por el valle. Enseguida cruzamos el torrente, que durante un rato tendremos a la derecha. Perdemos bastante altura mientras rodeamos la cresta N-O y la pared N del Pic Rodó. El descenso finaliza en una llanura herbosa limitada por la derecha (E) por una gran pedrera que continua hacia arriba, formando la canal N, de la que solo vemos el principio. Volvemos a cruzar el torrente, atravesamos el prado y llegamos al límite de la tartera . Son las 12.00 h y nos encontramos a 1140 metros de altura. Se acabo el “recreo” . Después de perder mas de 500 metros desde el collado de Noufonts, ahora toca volver a remontar un montón, para alcanzar la cima del Pic Rodó por una ruta que aún no vemos muy claro por donde va. 
Hacemos un breve alto para mentalizarnos de que hemos de afrontar una subida larga y cabrona. Ponemos la reductora y nos metemos en la pedrera de la base de la canal N. Una línea de hitos y un rastro de senda nos hace concebir esperanzas de que la ruta está balizada. Pero por suerte o por desgracia sólo es al principio. Una vez en medio de la canal, desaparece la senda y todo lo que pudiera indicarla. Sólo de cuando en cuando hay zonas que parecen algo pisadas. Nos auto-animamos pensando que deben ser de personas...
En esta primera parte de la ascensión la ruta es relativamente clara. Durante 300 metros de desnivel remontamos el corredor de piedras, con una inclinación creciente que en el tercio superior se mantiene alrededor de los 40º.  El ascenso sería muy penoso si no fuera porque en la orilla derecha (orográfica) hay una franja de hierba, rododendros y breves tramos de roca, que permite subir con algo de dignidad. La inclinación del terreno nos obliga a parar cada dos por tres para relajar las piernas y templar la respiración.  En la segunda mitad la canal se estrecha, convirtiéndose en un pasillo estrecho y encajado entre murallas rocosas. No podemos evitar imaginar este ascenso en invierno. Si la nieve esta en condiciones debe ser precioso y no muy complicado, aunque eso sí, con mucho ambiente...
El corredor finaliza en la brecha N-E (2430 m) que alcanzamos a las 12.50 h. Nos tomamos unos minutos de descanso antes de proseguir (13.02 h). En contra de lo esperado la arista N-E no es una cresta definida, sino una ladera muy empinada donde se alternan contrafuertes y pequeño muros rocosos, canales y tramos de hierba. Subimos por la izquierda de la misma (S), siguiendo algo que recuerda a un rastro de paso. Salvo un pequeño hito que hay al principio, no vemos nada que indique la ruta. A nuestras espaldas la pendiente baja hasta un cortado colgado sobre la Valleta Seca, cuyo fondo cubierto de pedreras vemos muchos metros mas abajo. El ambiente cada vez es mas severo. Me gusta…
Nuestro ascenso continua entretenido y sin problemas con Jordi en cabeza. Nuestro amigo busca la mejor manera de llegar al cinturón rocoso que defiende el acceso a los prados superiores. Varias canales-chimenea de roca parecen ofrecer una posibilidad de superarlo. Por proximidad escogemos la que está mas a la izquierda (E). La parte alta de la misma forma un canal-pared bastante tiesa de una veintena de metros de altura. Sin llegar a ser difícil (II) pide cuidado y cierto temple. Subimos sin cuerda, apretando los dientes. Pero lo correcto habría sido utilizar la cuerda, para hacer la escalada mas relajada y disfrutona.

En la salida de la canal-pared, un hito de piedras y una instalación de rapel dicen que hemos escogido bien el itinerario. Son las 13.40 h y estamos 2560 m. Sólo 85 metros de desnivel para la cumbre. Son los mas fáciles (una larga pendiente de hierba), y también los mas pesados de toda la ascensión. Tras unos minutos de ascenso el terreno pierde inclinación y la hierba deja paso a un superficie de tierra y piedras de color claro. Enseguida alcanzamos el pequeño hito que señala el punto mas elevado del “pastel”. Estamos en la cima del Pic Rodó (13.50 h, 2645 m). Besos, abrazos, felicitaciones… Encarna esta feliz. Jordi en una nube. Cristina no sabría decir. Yo rezumo satisfacción por cada poro de mi cuerpo...
Al ser el monte mas bajo de la zona queda cerrado por las crestas y cordales de los picos vecinos. Salvo hacia el norte, donde el panorama se alarga, el paisaje queda cerrado por la cresta de los picos de los Racons y Monoliet (una cima que queda mas al norte de los mismos), el cordal fronterizo Noucreus-Eina, y las cresta Eina-Roc del Boc, donde se encuentran las formaciones mas espectaculares (Torre d´Eina, Torre d´en Xillen y picos de la Conca). La cresta de l´Anyeller no se aprecia demasiado bien, ofreciendo una estampa extraña y algo preocupante, tanto por su forma como por lo lejos que se ve el Coll d´en Bernat donde finaliza.
El tiempo ha cambiado. Por el sur entran unos nubarrones que no veíamos durante la subida. Diría que son inofensivos, pero en esta zona nunca puede saberse. Uno de los peores lugares que conozco para que te coja una tormenta es la cresta del Anyeller. Hace años ocurrieron varios accidentes mortales por caída de rayos que dieron a esta arista muy mala fama. Y sin ir mas lejos, cuando en el 2005 vine con Encarna y Joan (entonces el día también empezó sin una nube) una tormenta nos obligó a darnos la vuelta cerca de la cima. El retorno por la cresta a toda leche y bajo una intensa granizada amenizada por sonoros relámpagos, fue una experiencia inolvidable. Hoy parece que no se formará ningún “palomo”, pero por si acaso mejor partir cuanto antes.


Tras permanecer media hora en la cima, a las 14.10 h iniciamos el recorrido de la cresta del Anyeller. Llevamos puesto el arnés, pero el cordino va en la mochila, muy a mano. Técnicamente la cresta no es difícil, pero tiene cierta miga. Solo en dos o tres puntos la cuerda puede ser necesaria si no se esta habituado. 
Esquivamos una primera elevación por la izquierda (si se va por arriba se ha de hacer un incómodo destrepe de un muro vertical de 4 metros de alto, II), con un flanqueo descendente por una ladera herbosa y colgada, seguida de una breve trepada por una corta canal. Sigue un tramo de puntas rocosas,que casi siempre salvamos por la izquierda donde hay rastros de senda. El terreno es fácil (caminar y, ocasionalmente, apoyar las manos) pero no admite fallos. Continuamos por la izquierda (E), destrepando una canal abierta de losas fisuradas de una quincena de metros de altura (I/I+). Un flanqueo ascendente por una ladera de rocas y matojos bastante tiesa (huella de paso) nos permite recuperar el filo de la cresta, que mirándola hacia el sur presenta un aspecto impresionante. En este punto,Encarna,Joan y yo nos dimos la vuelta en el 2005…
Ahora toca descender a la brecha que tenemos delante y de la que nos separa una arista estrecha y de aspecto algo repelente. Bajamos una decena de metros por el otro opuesto al que vinimos (O), por unas placas lisas e inclinadas de color claro algo resbaladizas (I/Í+). Después flanqueamos a la izquierda en busca de la arista. En parte por ella, en parte por las pendientes herbosas de su izquierda (también puede irse por la derecha, pero es algo mas difícil, I/II) alcanzamos una brecha que es el punto mas bajo de la cresta. A partir de aquí la arista se afila y hace muy aérea, ofreciendo un aspecto impresionante. Empieza la parte divertida…
 Mis compañeros esperan mientras escalo sin cuerda el muro casi vertical de una docena de metros de alto que hay sobre la brecha. El paso no es difícil (II) pero resulta algo impresionante. Ya en lacresta, un viejo clavo me permite montar una reunión desde la que aseguro al resto del grupo, que sube sin problemas. Continuamos sin cuerda, caminando por el filo inclinado de la arista, que ahora no tiene mas de 1 metro de ancho e importantes cortados a ambos lados. Pocos metros antes de llegar a un escalón vertical donde hay una cuerda anudada (se puede bajar a pulso o en rapel por ahí, pero a mi no me gusta) sale a la izquierda (E) una canal-repisa. Por la misma se baja en busca de una canal pedregosa que lleva a la brecha del escalón vertical. El paso es fácil (sólo los dos metros finales piden cogerse a la roca para alcanzar la canal) pero tiene muchísimo aire por debajo y desde arriba no se ve nada claro.Para acabarlo de arreglar, al principio hay bastante piedra suelta.
Mis amiguetes miran y remiran por donde les digo que se ha de bajar, sin llegarse a creer que sea sencillo y se llegue a alguna parte. Mientras tanto, paso dos cintas largas alrededor de un bloque de la arista y monto una nueva reunión a prueba de bombas. Un helicóptero del ejército francés hace rato que vuela en círculos a nuestro alrededor del Pic Rodó y hasta llega a posarse brevemente en la cima. Me siento observado, el ruido me molesta y desearía que se fuera, pero cuando les hago un gesto para que se vayan me saludan alegremente con la mano y aún se acercan mas. Serán capullos…  El primero en bajar es Jordi, que va como una moto. Las chicas se lo miran algo mas pero tampoco tienen problemas. Por último me toca el turno. Asegurado por Encarna desde abajo, tardo bien poco en llegar a la brecha, donde la tropa esta expectante. ¿Y ahora qué..?, me preguntan con un tono mas curioso que preocupado. "Tranquis, que todo va bien e irá mejor...", les contesto, mientras pliego la cuerda y me la anudo por fuera a la mochila...  Vamos a buen ritmo. Posiblemente tardaremos bastante menos de las dos horas que había previsto…
Hemos dejado atrás la primera parte “complicada” de la cresta. Ahora viene el tramo de las Agujas de l´Anyeller, que está considerado como el mas espectacular y difícil del recorrido. Estoy de acuerdo en el primer calificativo. Respecto del segundo, pienso que la dificultad es similar al de otras zonas de la cresta (I/II), sólo que el paso es mas largo, sostenido, algo obligado, y sobre todo, muy aéreo. Así se lo explico a mis “clientes” antes de seguir adelante.
Desde la brecha remontamos sin encordar un tramo de pared bastante tieso pero con muy buenas presas. Enseguida alcanzamos la arista cuya continuación ofrece un aspecto impresionante. Durante una treintena de metros es un filo estrecho, cortado a pico por la izquierda (donde hay una caída vertical de mas de 300 metros),y con precipicios a la derecha, que si bien no son tan altos ni verticales, también tienen su miga. Cristina no lo ve claro. Así que me encuerdo con ella y hago una tirada de 30 metros por el mismo filo de la cresta colocando un seguro intermedio. Monto reunión y le digo que venga. La cuerda hace milagros. Poco a poco pero sin detenerse la mujer supera este agudo sector de la arista, para mí el mas bonito del recorrido. Detrás van Encarna y Jordi, que al sentirse seguros van sin cuerda. Aun nos quedan una veintena de metros de arista por recorrer, pero son mucho mas fáciles. Tanto que los hace Cristina de primera, seguida de los que van “a pelo”. Poco después nos reunimos los cuatro en una pequeña plataforma desde la que hay una vista impresionante del sector que acabamos de pasar. 
Mientras pliego la cuerda anuncio con solemnidad y algo de pena que los mas difícil ya esta hecho. Jordi y Cristina miran lo que aún nos queda y no acaban de creérselo… Los comprendo, ya que la primera vez que hice este recorrido, hará unos 34 años, a mi también me pasó… Pero realmente es así, se han acabado los pasos “difíciles” y obligados. Eso sí, si te lías y no sigues correctamente el itinerario puedes encontrarte con cualquier cosa. Pero eso no pasará…
Durante un rato recorremos un nuevo sector donde esquivamos las dificultades por un sendero que va por la izquierda (E) de la cresta. Un flanqueo poco evidente de una pared calcárea (I) nos devuelve a la arista justo antes de una amplia brecha de roca blanquecina conocida como la Breche des Rochers Blancs (la verdad es que no pensaron demasiado al darle el nombre). El otro lado de la misma (S) está formado por una pared, también de roca blanca, de una treintena de metros, cuyo aspecto vertical y descompuesto hace pensar en un ascenso  difícil. Pero no es así… Ante la sorpresa del personal, un rastro de paso, pequeñas terrazas e infinidad de puntos de apoyo, hacen que la subida sea fácil, rápida y disfrutona, aunque eso si, un tanto aérea (I/I+).

Superado este paso la cresta se ensancha, pudiéndose ir por muchos sitios. Lo mejor es no alejarse demasiado del filo, esquivando las pequeñas dificultades por sendas o terrazas que hay a la derecha o la izquierda. Sin ningún problema alcanzamos la cima blanquecina y pedregosa del pico del Anyeller (15.38 h, 2633 m). La cumbre del Rodó aparece iluminada por el sol y recortada sobre un fondo de sombras. Se ve muy lejana  y la cresta larga e intrincada. Parece mentira que vengamos de allí…Tras un breve alto proseguimos la marcha, ahora sin ningún problema. En pocos minutos llegamos al Coll d´en Bernat (15.50 h).
Nos detenemos en una zona herbosa cercana al collado. Guardamos los arneses, el material de escalada, los cascos… Después damos cuenta de lo que nos queda de comida y bebida, que no es mucho. Encarna nos sorprende invitándonos a un enorme melocotón que ya no se acordaba que llevaba en la mochila. El tiempo se mantiene, no parece que vaya a llover y mucho menos a haber tormenta. Pero no sería la primera vez que pensando lo mismo después nos mojamos. Así que dejamos muy a mano la ropa antilluvia. Evidentemente comentamos la excursión. Todos estamos de acuerdo en que ha sido muy bonita, y también algo dura. La ascensión por la vertiente norte curiosa, con un tramo final de trepada la mar de interesante. Y la vuelta por la cresta de l´Anyeller extraordinaria, con una excelente relación entre dificultad y espectacularidad, que la convierte en muy asequible y disfrutona. Además la hemos hecho en 1h 40min. No son los 40 minutos que tardamos Santiago y yo hace quince días, pero para ir cuatro y haber empleado la cuerda en tres ocasiones es un horario muy bueno.
       A las 16.25 h nos cargamos las mochilas a la espalda y emprendemos el retorno a Nuria. Lo hacemos por el mismo itinerario que seguimos de subida, caminando tranquilamente bajo un cielo cubierto por las nubes. A las 17.50 h llegamos a la estación del tren cremallera, encontrándonos con la desagradable sorpresa de que hay unas colas enormes. En los muchos años que vengo por aquí, nunca había visto nada parecido… Después de la machacada física de hoy, sólo nos faltaba tener que esperar parados y en pie durante una hora. Pero es lo que tenemos que hacer si queremos bajar a una hora razonable. Jordi comenta (no se si en serio o en broma) la posibilidad de pasar del tren cremallera y bajar caminando a Queralbs. Pero enseguida desestimamos esta idea ya que, afortunadamente, hemos comprado billetes de ida y vuelta…
Tras un incómodo y agobiante viaje en un tren repleto de gente, que recuerda una de esas fotografías de los transportes públicos de la India, llegamos a la estación de Queralbs. Son cerca de las 19.30 h de la tarde. Sin perder un instante vamos hasta los coches, nos cambiamos de ropa y de calzado (menudo gustazo) y partimos en busca de un bar donde tomarnos unas cervezas, brindamos por la actividad realizada y planear futuras actividades. Después nos despedimos de Cristina y Jordi e iniciamos el viaje de vuelta a Begues. 


El Rodó "a mi manera" ya es historia. Pero los recuerdos de esta magnífica ruta circula perdurarán largo tiempo en nuestra mente. Seguro que volveremos a repetirla...

EniEn Noviembre-2010


jueves, 18 de noviembre de 2010

DOS VÍAS DE INICIACIÓN

        Este fin de semana hemos realizado dos interesantes actividades en Montserrat. Una es la vía Joan Marc, en la cara sur del Gorro Frigi. La otra la vía de la Nuria, que remonta la vertiente S-O de la Miranda de la Magdalena. Ambas escaladas tienen varias cosas en común. Fueron abiertas por Guillem Arias, son sencillas (III), con varios largos llenos de seguros y se encuentran en la misma zona. Por tanto son dos estupendos itinerarios de iniciación que pueden hacerse en un mismo día, o en dos, como fue nuestro caso.
         Sábado 13 Noviembre. Poco antes de las 10.00 h llegamos con Toni y Concepció al monasterio de Montserrat. Hoy no nos apetece caminar y vamos de señores. A las 10.20 h cogemos el funicular de Sant Joan, que en unos minutos nos lleva hasta la estación superior. Continuamos sin prisas por el camino de Sant Jeroni, que dejamos poco mas tarde para remontar la corta pero siempre pesada canal que separa la Magdalena Superior del Gorro Frigi. El terreno seco facilita la ascensión, pero no impide que al llegar al collado entre las dos agujas estemos sudorosos y jadeantes. Dejando a la derecha la ferrata de la vía normal del Gorro Frigi, bajamos por el  otro lado, siguiendo el borde inferior de la pared sur de la aguja. No tardamos en llegar al inicio de la vía Joan Marc (parabolts amarillos), donde una cordada de tres se prepara para la escalada. Nos despedimos de Toni y Concepció, que siguen bajando, en busca del punto de partida de la vía GEDE.
         Al tener gente por delante no nos damos prisas. Tranquilamente desayunamos, nos ponemos los gatos, el arnés, sacamos el material, desplegamos las cuerdas (2 de Ø8.8mmx60m)… Alrededor de las 11.30 h el inicio de la vía queda libre. Remontamos un par de metros hasta un pequeño rellano con varios parabolts de color amarillo, donde Encarna se asegura. Seguidamente inicio el primer largo. Sube en diagonal a la izquierda, por una pared inclinada. Como toda la vía, es sencillo (III), divertido y con bastantes seguros (algunos me los paso de largo). Al cabo de 30 metros alcanzo una repisa donde monto la R1 (parabolts y rapel). Le toca el turno a Encarna, que supera el largo sin problemas y disfrutando. Si no fuera por el viento frío y desagradable, el día sería perfecto. Una vez en la reunión llega el momento de aleccionar a mi mujer sobre los aspectos técnicos de la misma. También le aclaro algunas dudas sobre los usos del ATC.
 Tras dar tiempo a la cordada que nos precede para que se distancie lo suficiente para no molestarnos, inicio el segundo largo. Sube directo y es mas tieso que el primero, pero hay cantidad de seguros (ahora no me salto ninguno), y unas presas… Tras 20 metros (III) alcanzo una nueva repisa con varios parabolts (R2). Se repite la historia. Encarna sube como una moto pero sin mirar para abajo. Los árboles empiezan a quedar bastante abajo y sentimos el aire bajo los pies...
La tercera tirada es similar a la segunda, pero con alguna banda fina y vertical, que obliga a buscar el itinerario. La dificultad sigue sin pasar del III, pero el avance es algo mas delicado. Los seguros continúan  siendo numerosos, por lo que no se sufre nada. Unos metros a mi izquierda aparece Toni, abriendo el tercer largo de la GEDE, el mas difícil (IV-III). Un encuentro curioso por dos vías que a partir de aquí avanzan casi paralelas. Después de 25 metros de escalada llego a la repisa donde esta la R3 (parabolts). Algo mas arriba, debajo de la bola que corona la aguja, Toni monta su reunión. Mientras aseguramos a nuestras respectivas “compis”, comentamos la escalada y hablamos de distintas cosas. Aparece Concepció y nos intercambiamos fotografías. Después llega Encarna con la cara algo descompuesta pero animada. Me cuenta que al sacar una cinta exprés en un paso raro se ha visto un poco apurada...
La última tirada tiene un trazado un tanto extraño. Hubiese preferido subir recto, mas o menos hasta donde están nuestros amigos (hay seguros), y desde ahí ascender flanqueando a la derecha,en busca de la canal con arbolito por donde se llega a la cima. Por no molestar a Toni y Concepció, sigo los parabolts amarillos (que son los de nuestra vía). Me llevan a la derecha, por un terreno sencillo pero descompuesto que me gusta bien poco. Después enfilo directo a la canal y, tras pasar por la izquierda del árbol, supero los 3 metros verticales que hay mas arriba (paso curioso) y alcanzo la R4. Como todas las de la vía esta estupendamente equipada. Además tiene una instalación de rapel. Esta última tirada tiene unos 40 m y su dificultad es de III. En contra de lo esperado, Encarna no tiene ningún problema y llega a la reunión unos minutos mas tarde. Poco después los cuatro nos reunimos junto la cruz del Gorro Frigi (13.10 h, 1152 m).

¡Como molesta el puñetero viento! Así y todo comemos, bebemos, bromeamos y hacemos fotografías. Todos tenemos motivos para estar contentos y no desaprovechamos la ocasión. Hablamos de la bajada. Nunca me ha gustado la vía normal. Así que propongo tomar la línea de rapeles que hay en la cara sur. Será mas largo pero mas divertido y, en mi opinión, mas seguro que descolgarse por una cadena cruzándose con gente. Además será una buena práctica para Encarna y para Concepció. Todos están de acuerdo. Tras media hora larga de parada, volvemos a la última reunión de la vía, donde se monta el primer rapel.
La puñetera cuerda se enrolla como una loca y gastamos un montón de tiempo en desliarla. Solucionado el embrollo iniciamos el descenso. El primer rapel (30 m) lo hacemos con la cuerda de Toni y Concepció. El segundo, mucho mas largo, lo montamos con las dos nuestras. Toni baja primero. Además de tener que solucionar un nuevo lío, se encuentra con la sorpresa de que las cuerdas no llegan abajo… Por suerte es gato viejo y soluciona el problema forzando un flanqueo a la derecha con el que alcanza la canal boscosa. Después bajan Encarna, Concepció y, por último, yo. Poco antes de llegar al punto donde se inicia el flanqueo, descubro una hermosa instalación de rapel, que el buenazo de Toni se ha pasado de largo. Para evitar tener problemas al recuperar las cuerdas, monto un nuevo rapel de 30 m desde esta instalación. En línea recta y sin problemas, me lleva a la canal boscosa, unos  pocos metros mas arriba donde iniciamos la vía. Por tanto, el “buen” descenso es con tres rapeles de 30, 55 y 30 metros. Y no me extrañaría que nos hubiésemos saltado otra istalación y fueran 4 de 30 metros. Son las 15.00 h. Demasiado tarde para hacer la vía de la Nuria. Así que recogemos las cuerdas, el material y, chino chano, nos volvemos por donde hemos venido.
La jornada se completa tomando unos bocatas y unas cervezas en un bareto de Monistrol. Pasadas las 18.00 h nos despedimos de nuestros amigos y volvemos para casa. No hemos hecho nada del otro mundo, pero nos sentimos cansados. También muy felices y con ganas de volver a escalar…

Domingo 14 de Noviembre. Cuando a las 6.15 h suena el despertador me tienta la idea de llamar a Santiago para anular la salida. Con un esfuerzo logro reponerme y dejo la cama en la que Encarna (que hoy se queda en casa) duerme como una bendita. Una hora y cuarto mas tarde (7.30 h) me encuentro con mi amigo en la gasolinera de Pallejà situada al lado de la A2. El día frío y algo nublado, las pocas ganas de complicarnos la vida y, sobre todo, la imperiosa necesidad de estar en casa a las 14.00 h para vez la carrera de F1, nos hacen cambiar los planes. Haremos una combinada de excursión-escalada, subiendo la Miranda de la Magdalena por la vía de la Nuria. Poco después de la 8.00 h aparco el coche en un rellano que hay en la pista que va de Collbató a la Vinya Nova, justo delante de donde sale el camino del Clot de la Monica (438 m). A las 8.15 h empezamos a caminar cargados con unas pesadísimas mochilas donde, además de dos cuerdas de 60 m, llevamos una respetable cantidad de hierros. Todo sea por entrenarnos…
El haber hecho esta recorrido varias veces en lo que va de año, nos hace subir a buen ritmo y casi sin parar. En poco mas de una hora y cuarto superamos seiscientos metros de desnivel y llegamos al espolón rocoso que precede el Bassal dels Corbs (1020 m). Dejamos el camino, que gira a la derecha, para ir a la izquierda y, tras atravesar una placa rocosa, alcanzar un estrecho collado. Desde este lugar vemos perfectamente la vertiente occidental de la Miranda de la Magdalena y su característica placa inclinada a la izquierda, por donde sube la vía de la Nuria. Un tosco sendero, que con un recorrido intrincado se dirige al collado que separa el Gorro Frigi y la Magdalena Superior, nos lleva al norte y nos sitúa bajo la pared de la Miranda. Entonces tomamos una huella de paso que sube directa a la roca. Son cincuenta metros escasos, que se nos hacen muy largos debido a la espesa vegetación, la inclinación y la inestabilidad del terreno. Sudando y resoplando llegamos al pie del muro rocoso, por donde pasa un buen sendero provinente de Sant Joan (es la mejor manera de aproximarse). Sólo nos queda seguir la pared hasta encontrar un inconfundible parabolt amarillo que marca el inicio de la vía (9.50 h).
Tras unos minutos de descanso, en los que comemos y bebemos, cambiamos de calzado, preparamos los trastos y nos encordamos, iniciamos la escalada (10.05 h). La vía recorre una enorme placa que sube en diagonal a la izquierda. Es muy sencilla (max III, mas fácil que la vía Joan Marc) pero está equipada como si no lo fuera. Un montón de parabolts (que además de actuar como seguros indican por donde va el recorrido), tiradas de 30 metros (¡salen 6!), reuniones super bien equipadas, y poca sensación de altura (a la izquierda y relativamente cerca hay una lengua boscosa)… Idóneo para practicar en un ambiente tranquilo y solitario. Nosotros juntamos tiradas y al final hacemos tres, de 55, 40 y 40 metros aprox. La dificultad III-II, no mas. 
Sin correr, y montando las reuniones como Dios manda (ya que estamos también practicamos), y con el único inconveniente del frío (llevo los pies helados), tardamos algo menos de una hora en hacer la vía, que finaliza un par de metros por debajo de la cima de la Miranda de la Magdalena (11.00 h, 1132 m).

         Media hora mas tarde, cuando los primeros turistas y/o excursionistas provinentes del funicular de Sant Joan hacen acto de presencia, recogemos los trastos y nos vamos para abajo (11.35). Descendemos por las escaleras y la estrecha repisa protegida por una baranda hasta Sant Onofre. Después tomamos el camino del Clot de la Mónica. Poco a poco la niebla se apodera de la montaña. En la vía Joan Marc vemos algunas cordadas.
        Siguiendo nuestros pasos de subida, volvemos a buen ritmo al lugar donde esta mañana iniciamos la caminata. A las 12.45 h llegamos al coche. Poco después partimos rumbo a casa, donde llegaremos a tiempo de ver el GP de F1 mientras disfrutamos de una buena comida. La de hoy ha sido una actividad matinal original e interesante, aunque también un poco apretada…
   




En rojo, aproximación a la víaJoan Marc.
En verde, nuestra aproximación a la vía de la Nuria (no recomendable). Es mucho mejor seguir los itinerarios del trazo azul.




EniEn - Noviembre 2010