Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

jueves, 23 de junio de 2011

UNA CLASICA POCO CLASICA

El recorrido de la cresta dels Racons es uno de los clásicos de la zona de Carança. De jovenzano lo hice dos veces. La primera con un tío muy raro que me encontré en Nuria que olía a porro rancio. La segunda fue tras escalar la pared de mármol (toda una rareza) de la Agulla Blanca. Ha llovido mucho desde entonces y los recuerdos de los Racons prácticamente se han borrado de mi memoria. Quería volver a visitar estos picos con Encarna, que no los conocía. Y ya puestos, hacerlo de una forma un poco diferente. Así nuestra ascensión sería una clásica poco clásica…

Tras mirarnos el mapa francés, varias guías y alguna cosa publicada en Internet, pensamos un itinerario circular, de esos que cuando lo comienzas no tienes nada claro que lo vayas a acabar. La ruta parte de la balsa de Aixeques (Francia) y sube al Coll Mitjà. Después sigue un larguísimo cordal-cresta pasando por el pic Redó, la sierra de Xemeneies, el  pico Monoliet, el Raco Petit y por último el Racó Gros, del que se baja al Pas del Porc. El retorno, también largo, por la Coma dels Racons, la solitaria Valleta y el valle de Riberola.

Tras la integral de las crestas de Isábena de la semana anterior, quisimos probar esta clásica poco clásica. Todo fue bien. El día espléndido, con buena visibilidad. El recorrido exigente, solitario, nada trivial. Con largos tramos de cresteo y flanqueo que, sin llegar a ser difíciles, piden atención. De nuevo echamos un montón de horas y acabamos cansados pero contentos. Como ha de ser…

DEL COLL MITJÀ AL PAS DE PORC. MONOLIET Y CRESTA DELS RACONS

Fecha
Domingo 19 de Junio 2011
Asistentes
Encarna,Enric
Zona
Cerdanya Francesa. Carança. Al norte de la Vall de Nuria
Inicio ruta
Balsa de Aixeques. Ver aproximación en el relato
Final ruta
Recorrido
Balsa de Aixeques-GR10-36-Coll Mitjà-Pic Redó-Serra de Xemeneia-Pic Monoliet-Racó Petit-Raco Gros-Pas del Porc-Coma dels Racons-La Valleta-Vall de Riberola-Refugio de l’Orri-Balsa de Aixeques
Noche
No
Material
Alta montaña estival.  Cuerda 30 m y cintas largas
Dificultad
Técnica
Poco Dificil  (pasos trepada I-II)
Física
Muy alta (por distancia, desnivel y tipo de terreno)
Cota (m)
Mínima
1650 (Pista junto balsa Aixeques)
Máxima
2785  (Racó Petit)
Desnivel (m)
Ascenso
1650
Descenso
1650
Distancia
19.5 Km
Horario
Total
12 h 54 min
Efectivo
 11 h aprox
Climatología
Buen tiempo y algo de frío. Viento en el recorrido de la cresta
Cartografía
“TOP25,Bourg-Madame, Mont Louis”, Mapa 2250 ET, 1:25000, IGN, 1997
Bibliografía
“Crestas Pirenaicas.Pirineo Oriental”, Pako Sanchez, Itin.4, Ed.Desnivel, 2005
“Circuits d’Alta Muntanya pel Pirineu Oriental”,M.Figuera, Itin.5,Ed.Cossetania,2005
Valoración
Magnifico y largo recorrido circular  con largos tramos de cresteo y flanqueo, a veces aéreos, que sin llegar a ser difíciles piden atención.  Espectacular, gran ambiente y buenas vistas.
Comentarios
En la última parte del ascenso al pico de Monoliet hay un corto tramo de trepada (II) que puede requerir   asegurar. El recorrido del cordal-cresta esta poco marcado, sobre todo hasta el Racó Petit. En general es evidente pero se ha de ir atento a no liarse. Abandono posible en muchos puntos. Cuidado en la bajada del Pas del Porc (mucha piedra suelta). En el descenso por la Coma de Racons no meterse en la pedrera. Al final de la Valleta la senda es algo perdedora.


Track de la excursión (en formato gpx):

Sábado 18 de Junio. Tras un día raro y anodino, poco antes de las siete de la tarde partimos de Begues rumbo a la Cerdanya francesa. En Puigcerdà tomamos la carretera que va a Perpinyà (N-116) hasta Fontpédrouse. Cogemos el desvío que sube al pueblecito de Prats de Balaguer. Hay bastante gente venida para correr una carrera de montaña que se celebrará mañana.Continuamos por una pista estrecha y pedregosa (ojo con los coches bajos) que se adentra en el valle de Riberola. Tras 5 Km de “avance coctelero” llegamos a la balsa de Aixeques, donde una barrera impide continuar. Son casi las diez y el día muere con niebla en las partes altas de las montañas. Hay bastantes coches (también por la carrera) y nos cuesta encontrar un lugar mas o menos llano donde aparcar. Preparamos el interior del 4x4 para pasar la noche, cenamos y nos vamos a dormir arrullados por el mugir de las vacas. Una brisa del norte arrastra las nubes y el cielo se llena de estrellas. Todo parece indicar que mañana será un buen día para hacer montaña.

Domingo 19 de Junio. Diana a las 6.30 h. Mientras desayunamos pasa una legión de todo terrenos cargados de ruidosos franceses que, tras abrir la barrera, continúan pista arriba. Son los organizadores y controles de la carrera. Desconocemos la ruta que seguirán los corredores. Esperemos que no coincida con la nuestra. Otra preocupación son las mochilas. El desconocimiento del recorrido y la poca concreción de la bibliografía sobre las dificultades del mismo (sobre todo en el tramo que une los picos Redó y Monoliet) nos ha hecho cargar con una cuerda, arneses, casco y algo de material para asegurar, por si las moscas. Esto, los 5 litros de agua que llevamos entre los dos, y alguna cosilla mas, hacen que los petates pesen lo suyo. Finalmente, a las 6.36 h empezamos a caminar (1650 m).

Seguimos la pista.  En pocos minutos llegamos a una curva a la izquierda donde sale el camino que va al refugio de l´Orri (6.44 h, 1692 m). Encontramos la marcas del GR10-36 que seguiremos durante un buen rato. Un corto tramo mas por de pista y llegamos a una zona despejada donde hay un cercado y una puerta (6.47 h, 1705 m). El GR deja la calzada de tierra e inicia la subida, primero al E, después al NE, hasta els Collets d’Avall. Reencontramos la pista y uno de los controles de la carrera (7.37 h, 2000 m). Tras saludar al personal, continuamos por el GR, que además de las marcas rojas y blancas, está jalonado por cintas blancas y banderitas rojas clavada en el suelo. Imposible perderse…Chino chano vamos subiendo al SE. Volvemos a cruzar la pista y nos metemos en una larga canal herbosa que finaliza en los prados del amplísimo Coll Mitjà, donde hay instalado otro control. A la izquierda del mismo (N) vemos gente en el pic Gallinars. La carrera debe ir por ahí, lo que quiere decir que no afecta nuestro itinerario. Respiramos aliviados…

Antes de llegar al collado cruzamos la pista otras dos veces. Entonces nos apartamos del GR (y de las banderitas) para subir directamente en busca del cordal norte del pic Redó y así esquivar la carrera. Al llegar a la divisoria sorpresa mayúscula  (8.40 h, 2400 m). Una línea de banderitas  se dirigen a la cima de nuestro primer pico del día, en la que vemos un nutrido grupo de gente.¡Mierda!
Seguimos subiendo resignados, algo apartados de la senda por donde va  la carrera. No tardan en aparecer en el collado los primeros corredores. Vienen de Prats de Balaguer y van como motos. Enseguida nos adelantan… El resto de la subida transcurre por una amplia ladera entre el ir y venir de los atletas, que suben a paso ligero y bajan a la carrera. Intentando pasar desapercibidos alcanzamos la cumbre del pic Redó por detrás, medio a hurtadillas (9.36 h, 2677 m). La gente nos mira con curiosidad, pero nadie nos dice nada. Solo un perrillo, que aburrido mira el paisaje, se interesa por nosotros. Hacemos un par de fotografías y partimos de inmediato. Por delante (SO) vemos el larguísimo cordal-cresta que queremos recorrer. Esta absolutamente solitario…

El día es espléndido pero sopla viento del norte que acentúa la sensación de frío. Nuestro cordal-cresta es un continuo sube y baja de puntas, algunas herbosas, otras rocosas. Al final del mismo, muy lejos, distinguimos los picos de Racons y nos preguntamos si podremos alcanzarlos. La posibilidad de abandono (incómodo pero viable) por las pendientes pedregosas de la derecha (O) hacia el valle de Riberola da tranquilidad, pero no nos seduce en absoluto. En cuanto al paisaje, sencillamente excepcional. A la izquierda el valle de Carança, con los picos de Comamitjana y el del Infern con su cara norte. Mas alejada la pica del Canigo. A la derecha nuestro querido Pic Rodó, el Roc del Boc y la Torre d’Eina. Hacia atrás el Gallinars (una enorme atalaya que merece una visita), y mas lejos, el Carlit, Puig Perics y la sierra de Madres.

Un fuerte descenso por una empinada  ladera de hierba y pedreras nos lleva a un collado donde empieza la sierra de la Xemeneia (9.53 h, 2560 m).Hay huellas de paso, pero no una senda clara. Tampoco marcas, ni hitos. Continuamos a toda cresta, subiendo y bajando puntas hasta alcanzar una horcada que es el punto mas bajo del cordal. Paramos a almorzar (10.18-10.49 h, 2511 m).

El sector que sigue es un desfile de pequeñas torres abruptas. Empezamos siguiendo la línea de la cresta. Tras superar un par de puntas con algún tramo de trepada tonto y expuesto, vemos que el avance es demasiado lento. Así que bajamos unos metros por la ladera de la derecha y flanqueamos bajo las rocas hasta un nuevo collado. Varios escalones ascendentes en un cordal cada vez mas estrecho y recortado nos dejan en la cima del Pilo de la Xemeneia (11.23 h, 2593 m). Sigue un breve tramo horizontal y una serie de nuevas puntas de altura creciente. La última  (11.38 h, 2632 m) domina un marcado collado al que bajamos rápidamente (11.42 h, 2600 m). Aparte del tramo de las torres (que debe esquivarse) hasta ahora el cordal no nos ha planteado problemas técnicos ni de itinerario. Pero ahora toma otro cariz…

Delante tenemos una sucesión de torres rocosas de feo aspecto. Esquivamos las primeras puntas por derecha, flanqueando una empinada ladera de hierba y piedras. Tras unos momentos de desconcierto, en los que no tenemos claro por donde alcanzar la cresta, optamos por una canal empinada y descompuesta. Nos lleva a una punta donde se juntan tres aristas (12.03 h, 2644 m). Un corto descenso (SO) sin problemas nos lleva al collado donde empieza la cresta SE del pico Monoliet (12.14 h, 2608 m). Por fin nos encontramos con la gran incógnita de la excursión. El tramo del que sólo algunos hablan y nadie concreta. La subida al Monoliet….

Enseguida vemos clara casi toda la ruta de ascenso. Seguir la cresta hasta media altura. Cuando se hace abrupta y vertical, dejarla por la izquierda y subir en diagonal por una empinada canal-ladera de hierba de la cara este. Finaliza unos metros por debajo de la cumbre. Después, no sabemos… Tras un breve alto nos metemos en faena.La ruta no tiene ningún problema. Flanqueos por hierba algo expuestos siguiendo una tímida huella de paso que no sabemos si es de personas o animales. Antes de lo esperado alcanzamos una pequeña repisa donde finaliza la canal (12.41 h, 2703 m) Por encima una corta pared rocosa defiende el acceso a la cresta cimera. El único paso “sencillo” (I-II) es una canal-fisura que sube de izquierda a derecha. Con mas miedo que problemas (la roca no es de fiar y el culo queda muy colgado) y tras maldecir mil veces la mochila, consigo alcanzar la cresta. Encarna no está dispuesta a subir a pelo como he hecho yo. Así que saco la cuerda y monto una reunión para asegurar a mi mujer, que en un plis plas se reúne conmigo en la cresta. Estamos contentos. Ella por haber dejado atrás algo que le daba pavor. Yo por haber justificado el peso de mas que llevamos en la espalda. Seguimos la cresta (N), casi horizontal, durante una treintena de metros y alcanzamos la cima del pico Monoliet (13.00 h, 2727 m). El cuerpo se relaja y nos sentimos muy cansados. Urge parar y reponer fuerzas.

Veinte minutos mas tarde (13.19 h) estamos comidos, hidratados y listos para seguir. A nuestra derecha (O) se abre una amplia vertiente pedregoso que baja directa al valle de Riberola, por donde la guía de M.Figuera marca una ruta de descenso. “Muy jodida habría de estar la cosa para meternos por ahí”, le comento a Encarna.  Seguimos por una incómoda cresta-ladera de bloques, primero horizontal, después en breve bajada, hasta un collado (13.33 h, 2670 m). Sin detenernos iniciamos la subida por la cresta norte del Racó Petit. Tras una ladera pedregosa, tomamos la arista. Con una trepada fácil y divertida sobre los precipicios de la cara norte, nos deja en el hito que corona la cumbre (13.57 h, 2785 m). Me frusta no ser capaz de recordar nada de las otras dos veces que estuve aquí, hace mas de 35 años. ¡Que viejo que soy!

Las vistas son espléndidas y merecen una larga parada. Pero la hora algo tardía y la incógnita de una cresta que nos resulta desconocida y que de la que, pensando que la ruta estaría muy marcada (no lo está), no hemos ni mirado la reseña (absolutamente deplorable), nos hace tener prisa.  Diez minutos escasos después de haber llegado (14.06 h), abandonamos la cumbre y nos dirigimos al Racó Gros. El último pico del día.

La cresta que une los dos Racons esta muy bien descrita en las guías y en numerosos artículos de Internet. Por lo que gastaremos poca tinta. Hay pocos hitos y, en muchos tramos, el sendero se hace perdedor. Seguimos las línea de la cresta todo lo posible. Hay varios tramos aéreos y poco difíciles (I-II), que podrían esquivarse por las laderas de mas abajo (O). La travesía es larga, estética, con ambiente. Pero se camina mucho mas que se trepa y no hay pasos obligados. Está lejos de ser el clásico recorrido de arista. En este sentido tienen mucho mas carácter las crestas vecinas del Pic Rodó o del Pic del Boc. Tras dejar atrás el Coll de Racons (14.54 h, 2665 m), la subida al Raco Gros (que íntegramente hacemos por la arista) nos parece lo mejor. Nos llama la atención una pequeña pero muy bonita aguja rocosa que vemos a la derecha (O). Si no fuera por la hora y el cansancio, le daríamos un tiento (según Pako Crestas, la subida es de II).

A las 15.20 h alcanzamos la cima del Racó Gros (2779 m). Continuo sin recordar. ¡Vaya mierda! Al norte el Pic Redó de ve en “Casa Dios” ( a unos 4 Km en línea recta) y el cordal-cresta que hemos recorrido un verdadero “chorizo” . “Otra cosa no, pero moral si que tenemos”, comenta Encarna. “¿Sólo moral?”, contesto mientras sospeso la mochila… Hacemos una  buena parada. Comemos, bebemos, hacemos fotografías, disfrutamos de un paisaje sobradamente conocido. Las “batallitas” también tienen su espacio. Nos sentimos satisfechos, relajados, en paz…

Tras media hora de descanso iniciamos el descenso al sur por su vía normal . La primera parte esta poco marcada. Transcurre (o por lo menos nosotros vamos) por una cresta sencilla pero muy aérea. Mas abajo aparecen los hitos y una senda estrecha y mas marcada, que evita la arista con atrevidos flanqueos (de esos que esta prohibido caerse) por las empinadas laderas herbosas de la cara este. Finalmente dejamos atrás las zonas conflictivas y bajamos tranquilamente por una ladera hasta un estrecho collado donde hay un gran hito. Hemos llegado a lo alto del Pas del Porc (16.20 h, 2593 m).

Mirando hacia abajo la cosa no parece clara. Una canal muy tiesa, con zonas de losas y otras de piedras sueltas que, una sesentena de metros mas abajo, muere en la pedrera de la Coma dels Racons. Ni por activa ni por pasiva recuerdo haber pasado nunca por aquí (la salida de hoy es un continuo descubrimiento), pero la ruta de bajada ha de ser evidente. A fin de cuentas no hay mucho donde escoger…Tras un tramo inicial de roca y hierba, que al ser mas ancho permite esquivar con una lazada el eje tarteroso e inestable de la canal, nos metemos en el eje de la misma. Varios destrepes (I) por placas lisas y con las presas justas, donde la principal dificultad es no tirar piedras, nos dejan en la parte baja de la canal. Poco después entramos en la pedrera. La cruzamos en bajada por su parte mas estrecha, en busca de una zona herbosa donde hay una construcción de vivac (16.50 h, 2490 m). Ahora si que se acabaron las dificultades. Pero aún nos queda una buena caminata por delante…

Nos encontramos en la cabecera de la Coma dels Racons, una zona con dos caras. La mas extensa y mineral está situada al norte, bajo los picos dels Racons. Se trata de una enorme pedrera donde uno no se ha de meter a no ser que sea por alguna penitencia. La otras, mas pequeña y amable, es de color verde. Una franja herbosa situada a la izquierda (S), bajo el escalón del Pla de Nou Fonts, que se dirige al oeste. Seguimos esta franja (hitos y restos de senda) hasta La Valleta, donde encontramos la senda que viene de Nuria y el Coll de Nou Fonts (17.06 h, 2403 m).

A partir de aquí la ruta es evidente, aunque en algunos tramos el camino no lo es tanto. Primero seguimos la Valleta (N), por debajo de la basta pared oriental del Pic Rodó. Los paisajes son preciosas y el entorno solitario. Conforme bajamos aumenta la presencia de árboles y disminuyen las pedreras. El entorno pierde dureza y se hace mas amable. Nos situamos a la altura de la vertiente norte del Pic Rodó. Poco después vemos a la izquierda del camino una cabaña (17.43 h, 2198 m). A partir de aquí el valle, hasta ahora con poco desnivel, pierde altura bruscamente. Entramos en un escalón alto, boscoso y con bloques rocosos cubiertos por rododendros. La senda se hace perdedora, pero gracias a los hitos no nos liamos. El descenso finaliza  en el valle de la Riberola, por un sendero bien trazado que nos lleva hasta la orilla del torrente del mismo nombre. Cruzamos el cauce sin miramientos. Al otro lado encontramos el camino muy marcado que baja del valle de l’Estanyet. Ultima parada del día (18.20-18.40 h, 1865 m).

Lo que resta de excursión tiene poco que contar. Seguimos el camino (N). En un cuarto de hora de tranquila caminata encontramos el GR10-36 que viene por la izquierda (18.55 h, 1830 m). Cruzamos el río por un puente de hormigón y continuamos hasta el cercano refugio de l’Orri, donde un grupo de jóvenes franceses nos miran embobados (19.00 h, 1810 m). Después el GR se transforma en una “autopista” a tramos herbosa, a tramos terrosa, que nos lleva hasta la curva donde reencontramos la pista y nuestros pasos de esta mañana. Un par de minutos mas y  llegamos al coche (19.30 h).

El GPS da casi 13 horas de marcha, 20 Km y 1650 m de desnivel acumulado... No es raro que estemos cansados. Y lo que es peor, sin ninguna gana de coger el coche y meternos en carretera. Pero no hay mas remedio. Que mañana toca currar… Nuestraa clásica poco clásica ya está en el bote y es historia. Ahora toca pensar en las dos semanas de vacaciones que empezamos dentro de cinco días. Tenemos el zurrón lleno de ideas e ilusiones. Este año iremos lejos. A ver que pasa…

La ruta en imágenes
(Para ver como presentación -mas calidad- pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa")



EniEn - Junio 2011

sábado, 18 de junio de 2011

LA INTEGRAL DE LA CRESTA DE ISABENA

Al norte de Laspaules se abre el alto valle de río Isábena. Es una zona solitaria y poco conocida, en  la que pueden realizarse buenas excursiones. En los trece años que hace que tenemos casa Laspaules, la hemos visitado muchas veces. De todos los posibles recorridos, el de la Integral del cordal de cimas que rodean el valle (incluyendo la cresta que une los picos de Basibé, Cibollés y Gallinero) con origen y final en Laspaúles, es  la mas llamativo y difícil, debido a su gran longitud y desnivel acumulado.

Después de un primer intento en el año 2000 (en el que el cansancio nos obligó a retirarnos en la cima del Basibé) hemos hecho el cordal por partes. Tras cada una de estas salidas la conclusión siempre ha sido la misma: la Integral requiere estar fuerte física y mentalmente y dos días con vivac intermedio. Lo de arrastrar una pesada mochila no acababa de gustarnos. Así que, poco a poco, la idea paso a un segundo plano y nos dedicamos a empresas mas asequibles.

La travesía de los tresmiles de Sierra Nevada (2009) y varias ascensiones de considerable distancia y desnivel que hicimos posteriormente, nos hicieron volver a pensar que la Integral del cordal en el día podría ser factible. De esta manera llegamos al pasado 11 de Junio, en que, tras un cambio de planes y prácticamente de sopetón, decidimos intentarlo. Y salió bien…

Salimos de casa a las 7.37 h. Volvimos a las 21.50 h, mas muertos que vivos, pero muy felices. Algo mas de 14 horas para recorrer mas de 31 Km, subir un desnivel acumulado de casi 2150 m y bajar otros tantos. La niebla nos acompañó durante buena parte del día y no pudimos disfrutar de las estupendas vistas del recorrido. Pero como ya las conocíamos, tampoco importó demasiado. Y lo mas importante, nos lo pasamos bien…

Para nosotros, montañeros del montón, la Integral de la cresta de Isábena (como hemos bautizado el itinerario) ha sido una actividad muy especial. Ahora queremos compartirla con vosotros. Esperemos que os guste, interese y, por que no, os animéis a repetirla. Es muy dura, pero vale la pena…  

BASIBÉ, CIBOLLES y GALLINERO, DESDE LASPAÚLES

Fecha
Sábado, 11 de Junio 2011
Asistentes
Encarna,  Enric
Zona
Pirineo Oscense. Ribagorza.Alto Valle de Isábena (al SE del valle de Benasque)
Inicio ruta
Laspaúles
Final ruta
Recorrido
Laspaúles-Suils-Coll Casos-Coll Llana Rota-Coll Llanaroya (refugio)-La Ralla-Pedra Santa-Tozal de la Pedreña-Cerca del Pic de la Muntanya de les Cases- Coll Castanesa-Basibé-Cibolles-Gallinero- Cerca de collada de la Corba-Pistas junto corral de la Corba (cabaña)-Collada de Espluga (refugios)-La Culivera-Coll de Fornas-El Plano-Villarué-Laspaúles
Noche
No
Material
Alta montaña estival. Ausencia de nieve.
Dificultad
Técnica
Sin nieve es fácil. Pasos de trepada fácil (I) y algo aéreos antes del pico Cibollés
Física
Muy alta (importante desnivel y distancia)
Cota (m)
Mínima
 1436 (Laspaúles)
Máxima
537 (Pico Cibollés)
Desnivel (m)
Ascenso
2140
Descenso
2140
Distancia
31.2 Km
Horario
Total
14 h 10 min
Efectivo
 12 h 30 min
Climatología
Buen tiempo con niebla. Temperatura algo fresca. Viento en las partes mas altas
Cartografía
1 :25000, Ed.Alpina, (2004-2005)
Bibliografía
No tenemos referencias
Valoración
Ruta inédita, sensacional, sorprendente. En ausencia de nieve sin complicaciones técnicas pero física y mentalmente muy exigente. Con buena visibilidad grandes vistas en 360º
Comentarios
Un recorrido cinco estrellas. Para nosotros el mejor que puede realizarse partiendo de Laspaúles.


Track de la excursión (en formato gpx):
http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=

Viernes 10 de Junio. La inestabilidad que predice la meteo hace que, a última hora desestimemos la salida prevista en la zona de Cauterets. Una vez mas nos quedamos sin planes. Y una vez mas aplicamos la solución de urgencia. Ir a Laspaúles y ver que cae…Cuando llegamos son cerca de las 23.00 h. La tensión acumulada durante la semana y las casi 3.5 horas de viaje, hacen que estemos cansados física y mentalmente. Cenamos y vemos un rato la tele. Después nos vamos a dormir sin preparar las mochilas ni hablar de mañana. Tiempo habrá…

Sábado 11 de Junio. La claridad que entra por la ventana me despierta antes de que suene la alarma del móvil. Pasan unos minutos de las seis. Medio dormido me levanto y miro como está el tiempo. Cielo azul. Algunas nieblas en el fondo del valle y en el Turbón. Temperatura de 6ºC. Mucho mejor de lo esperado... Despierto a Encarna y nos ponemos en marcha. Mientras desayunamos hablamos de lo que vamos a hacer. “¿Y si probamos la Integral?”, digo sin pensarlo demasiado. “Estaría bien”, responde mi mujer. Tema cerrado. Sin prisas nos tomamos la leche con galletas, preparamos las mochila, nos vestimos y calzamos de “faena”… El sol ilumina la cima del Turbón cuando salimos de casa. Tras un breve alto en la plaza del pueblo para calibrar el GPS y saludar a un simpático perro que sale a nuestro encuentro, empezamos a caminar (7.37 h, 1436 m).

Cruzamos la N260 y vamos hasta el camping para coger el camino (marcas rojas y blancas) que lo rodea por la izquierda y cruza el río Isábena por un bonito puente de piedra. Continuamos por el GR. Este sigue el cauce durante unas decenas de metros. Después gira a la izquierda y  nos lleva hasta Suils. Ahí dejamos el GR para seguir ascendiendo por la carretera que, tras curva pronunciada a la derecha, alcanza la parte alta del pueblo. La calzada, ahora de tierra, continua hacia arriba en lazadas, pasa junto la última casa y alcanza un collado (8.11 h, 1561 m).  A la izquierda (NO) vemos el pueblo de Villarué. Si todo va bien por ahí volveremos. Continuamos por la pista. Tras un corto descenso, sube al norte por la vertiente derecha (orográfica) del barranco de Rechordá. Las lluvias de los últimos días han dejado el suelo blando y embarrado. Baja agua por todas partes. El ambiente rezuma humedad y alimenta las nieblas que, lejos de desaparecer, van en aumento y ocultan buena parte de la primera parte del cordal donde nos dirigimos. En cambio, las cimas lejanas del Gallinero y Cibollés, se mantienen despejadas. Aparte de esto, el tiempo parece estable...

Tras dejar atrás y a la izquierda el pico de Suils, llegamos a una semi-llanura. Al final de la misma está la collada de Casos (8.36 h, 1599 m). La pista gira a la izquierda e inicia un largo rodeo, cruzando la ladera boscosa que ocupa la vertiente O-SO de la cota 1772 m. Es un tramo agradable, estético y levemente ascendente. Lo hacemos sin prisas, disfrutando del entorno. El encanto finaliza al llegar a la collada de Llana Rota (9.07 h, 1701 m). A la derecha (E) sale una pista que va al pueblo de Neril. Tomamos el otro ramal (N) .Dejamos atrás el caminar amable y relajado, la sombra y el olor a humedad, musgo y pinaza, para entrar en una ladera sosa y soleada, sin mas carácter que los arbustos pinchosos y algunas zonas de roca roja. Se acabó el recreo…

Remontamos la ladera en lazadas ganando altura con rapidez. La verdad es que, después de haber hecho este tramo en BTT, a pie nos parece hasta cómodo. Tras ir ligeramente a la izquierda (N-NO) la pista finaliza en la amplia y panorámica horcada herbosa de la collada de Llanaroya (9.39 h, 1885 m). A la izquierda (O) de la misma hay un abrevadero (no siempre con agua). En el centro un cabaña de obra de reciente construcción, que en verano ocupa el pastor. Hasta aquí el tramo evidente y “cómodo” de la excursión. En adelante no hay camino, senda ni nada que se le parezca. Tampoco hitos. La línea de ascensión viene marcada por un larguísimo cordal jalonado de puntas, casi siempre herbosas y sin apenas complicaciones.

Un breve alto en la cabaña y proseguimos la ascensión. Subimos recto (N) por hierba alta hasta el pie de la cercana banda rocosa de color rojizo, que remata la ladera de izquierda (O) a derecha (E). Una fisura oblicua nos permite superar este paso sin problemas. Después giramos a la derecha (E) para continuar cerca del borde del pequeño cortado. La niebla aparece por debajo. En pocos minutos nos alcanza, yendo y viniendo a su antojo. De ahora en adelante será la tónica de la ascensión. Cuando la pendiente disminuye vamos a la izquierda  (NE). Remontamos una pala herbosa rematada por un pequeño cinturón de roca que no representa ningún problema. Unos pocos metros mas y alcanzamos una primera punta (10.14 h, 2085 m). Un breve baja y sube nos deja en la cima poco individualizada del pico de Llanaroya (10.17 h, 2100 m). Hacemos un breve alto para templar las piernas y recordar nuestra ascensión de Enero del 2010, que finalizó en este lugar. Como cambia la montaña cuando hay nieve…

Conocer bien el recorrido nos da tranquilidad. También nos permite dosificar las fuerzas en función de las características del terreno. Así, sabemos que en la siguiente punta cima de la cresta hay una  fuerte rampa-canal herbosa.  Nos lo tomamos con calma. Un ascenso ondulado por un ancho cordal nos deja al pie de la canal de marras. Subimos por la misma chino-chano, trazando un montón de cortas diagonales y parando brevemente de cuando en cuando. Alcanzamos las rocas de la parte superior, que salvamos por la derecha. Unos pocos metros mas y nos situamos en una zona llana y estrecha del cordal (10.43 h, 2249 m).

La ruta ahora presenta una pequeña cresta rocosa. Puede esquivarse fácilmente por las laderas herbosas de la izquierda. Pero además de ser aburrido, comporta no pasar por la cima de la Ralla, que es la primera punta de la arista. Así que nos metemos en el ajo. Lo mas complicado (por decirlo de algún modo) es subir a lo alto de la cresta. Lo hacemos con una sencilla medio-trepada por una canal situada a la izquierda (directamente por el filo hay un paso chungo). Enseguida llegamos a la cima de la Ralla (10.48 h, 2285 m) que, como casi todas las del cordal, no está señalizada. Y que siga así…Continuamos. A pesar de ser estrecha y con cortados a la derecha (E) la cresta se pasa prácticamente caminando. Enseguida dejamos atrás las rocas y reencontramos la hierba. Una breve subida nos deja en una nueva cima, el Pedra Santa, donde nos detenemos para beber y comer alguna cosa (11.05-11.23 h, 2323 m).

Delante (N) la niebla oculta la pirámide del Tozal de la Pedreña, nuestro próximo objetivo. Bajamos unos metros hasta un collado, rodeamos un escalón rocoso por la izquierda y atacamos un cordal de hierba bastante tieso, con dos pequeños tramos rocoso-pedregosos. Tras ganar cerca de 150 metros de desnivel, la divisoria gira a la izquierda (N-NO) y nos lleva hasta la cima estrecha y picuda del Tozal que, a diferencia del resto, esta señalizada por un pequeño hito de piedras (12.02 h,2502 m). La primera vez que alcanzamos esta cumbre había un nutrido grupo de buitres que tomaban el sol con las alas desplegadas. Ante nuestra presencia echaron a volar dándonos un buen susto. Desde entonces rebautizamos esta cima (una de las mas vistosas y características de la Integral) como el pico de los Buitres.

Tras cinco minutos de parada reemprendemos la ascensión. Bajamos por un cordal estrecho y pedregoso (NO) a un collado muy marcado. A la derecha (NE) se abre una ladera rocosa e inclinada, a la que la niebla da un aire fantasmagórico. A la izquierda una empinada pendiente herbosa se precipita hacia el valle de Isábena. El fondo del mismo, que se ve muy abajo, aparece y desaparece entre las nubes. Siguiendo la cresta superamos una primera punta. Sigue una segunda mas rocosa y escarpada (12.20 h, 2522 m). Continua una sección pedregosa mas o menos horizontal, que finaliza bajo una falla rocallosa de una veintena de metros de altura. De lejos y con la niebla parece inexpugnable. Pero una pequeña canal de roca muy rota permite superarla fácilmente (12.30 h, 2513 m). Continuamos bajando entre la niebla al NO, por un cordal pedregoso que se inclina progresivamente. Poco después giramos ligeramente a la derecha para seguir (NO-N) por una ladera incómoda y descompuesta, que finaliza en un amplio collado que corta la línea del cordal (12.35 h, 2435 m). No se ve nada. Breve alto para decidir por donde ir. Seguimos adelante.

De nuevo toca remontar una pendiente larga y empinada. Esta lleva al cordal cimero del Pic de  la Muntanya de les Cases (2573 m), cuya cumbre queda ligeramente a la izquierda. Por este motivo, tras una subida inicial al NO, giramos a la derecha (NE) y seguimos algunas sendas de animales que se dirigen a un paso en el cordal oriental del monte. La subida no es nada del otro mundo. Pero empezamos a notar las 5 horas largas de marcha y los mas de 11Km y 1100 m de desnivel que llevamos en las piernas. Nos coge una buena pájara y llegamos fundidos al cordal (12.51 h, 2537 m). Necesitamos comer, beber y relajar los músculos. Así que vamos al NO, casi sin bajar, por una ladera poco inclinada. Nos detenemos en unas piedras (12.54-13.07 h, 2530 m).

La parada es corta pero efectiva. Renacen las fuerzas y la moral. Hasta hacemos fotos de las florecillas azules y rosas que salpican el terreno. También concretamos por donde sigue la ruta (la pobre visibilidad y la orografía de esta zona hacen que sea algo perdedora). Si no hubiese niebla veríamos delante nuestro (NO) y engañosamente cercana el pico Basibé. Pero nos hemos de contentar con ver la parte baja de este monte y saber que esta ahí, mas o menos a una hora y media de camino. Una vez mas, el conocimiento de la ruta nos da una buena ventaja…

Reanudamos la marcha yendo al NE, en busca del cordal del que nos habíamos apartado unas decenas de metros. Enseguida llegamos a un amplio collado situado al pie del Tossal de l’Home (2559 m). Temerosos de cargar las piernas demasiado pronto, en vez de atacar directamente la divisora, ascendemos en diagonal por la vertiente oeste de este pico, saliendo al cordal un poco mas allá de la cima (13.17 h, 2545 m). Después bajada hasta un collado (13.23 h, 2489 m), esquivar una nueva punta herbosa (Punta de Tous, 2524 m)  por la derecha (E) y volver a bajar hasta la amplia collada de Tous o de Castanesa (13.31 h, 2471 m). Aquí encontramos el camino que comunica el alto valle de Isabena con el de Castanesa que, de ser necesario, es una buena vía de escape.

La niebla se abre. Podemos ver la mole de Basibé, cuya cima se alza 250 metros por encima nuestro. Tras un corto descanso e iniciamos la ascensión. La vía es bastante clara. Primero subimos en diagonal (NO) una ladera de pedreras hasta el collado entre el Basibé y la Punta de la Pleta Vella (13.55 h, 2564 m). Después remontamos el amplio lomo que baja del cinturón rocoso de lo alto de la montaña. Llegados al pie del mismo, seguimos su base a la izquierda, hasta una brecha. Tras la misma hay una dura pendiente herbosa por donde subimos cerca de las rocas. El ascenso nos lleva directos al hito de piedras de la cima (14.26 h, 2471 m).

Intentamos contar las veces que hemos estado aquí arriba, con y sin nieve, a pie o con esquís. Pero la memoria falla y no salen los números. En cambio, tenemos claro que hemos hecho dos veces la cresta que une el Basibé con el Gallinero (la siguiente parte de la Integral). El buen conocimiento de esta cumbre y de sus dilatadas panorámicas deja sin importancia que hoy no se vea nada. Este hecho, junto al viento frío que hiela el sudor, hace que permanezcamos poco tiempo aquí arriba. Cinco minutos después de llegar, iniciamos el descenso de la cresta-ladera occidental, muy empinada pero sin problemas. Bajamos sin ninguna prisa. En 20 minutos dejamos atrás la cresta y llegamos al extremo de la amplia horcada, donde finaliza la empinadísima ladera pedregosa que sube (N) del lago de Basibé (14.52 h, 2572 m). Se está bien y no sopla el viento. Paramos a comer.

Durante la parada echamos cuentas. Dos horas hasta el Cibollés y una mas al Gallinero, o lo que es lo mismo, acabar de subir entre las 18.00 y las 18.30 h. Después una larguísima bajada, de la que aún no tenemos claro el itinerario. En cualquier caso no menos de 3.5 horas. Lo que significa que, yendo bien, llegaremos a Laspaules alrededor de las diez de la noche. Menos mal que esta vez hemos cogido las linternas…De momento nos sentimos razonablemente cansados, es decir, bien. Si nos dosificamos creemos que poder aguantar sin grandes problemas. Respecto el tiempo, se mantiene feo pero estable, sin riesgo de lluvia. Resumiendo, que  aparte del chorizo que tenemos por delante, todo OK. Aclarada nuestra situación nos relajamos. Sin prisa llenamos el estómago mientras observamos un paisaje medio capado, en el que los gigantes del macizo Posets-Maladeta aparecen sólo de cintura para abajo.

Tras veinte minutos largos de descanso (15.16 h) volvemos a la carga. Iniciamos la parte de la Integral con mayor interés montañero, remontando el cordal-cresta hasta el Cap de la Pala del Estany (15.27 h, 2643 m). Delante tenemos la torre de aspecto monolítico del Tozal del Portet, cuyas paredes asustan solo de mirarlas. Descendemos al oeste por la cresta, ahora estrecha y algo aérea, pero sin problemas, hasta el último colladito antes de los muros (15.43 h, 2632 m). Entonces iniciamos un flanqueo prácticamente horizontal por la vertiente S-SO del Tozal (ladera inclinada de hierba y pedreras). Situados mas o menos en la vertical de la cima, empezamos a subir en diagonal, justo por debajo de los primeros muros. El terreno se torna pedregoso, inestable y cada vez mas aéreo. El avance es fácil, pero también incómodo y cauteloso. Una caída sería tan tonta como fea. Poco después las paredes nos barran el paso. Podríamos bajar y esquivarlas por debajo sin tener que trepar. Pero preferimos salvarlas por una canal corta pero vertical. La piedra, algo podrida, nos obliga a comprobar cada asidero. El paso, mas impresionante que difícil (I), enseguida queda atrás. Salimos a una ladera pedregosa que se tumba conforme nos acercamos al amplio cordal oeste del Tozal. No tardamos en alcanzar el punto mas bajo del mismo (Paset de l’Ixodrigal,15.43 h, 2689 m).

Seguimos subiendo suavemente por el ancho cordal, primero al oeste, después al SO. Dejamos atrás una caseta de la estación de esquí de Cerler y alcanzamos lo alto de una punta estrecha y alargada con precipicios a ambos lados (16.27 h, 2734 m). Al SO, a unos 300 metros en línea recta, vemos el poste geodésico de la cumbre del pico Cibollés. Nos separa del mismo una cresta abrupta y aérea, que es el tramo mas complicado de la Integral.

De nuevo la experiencia de las veces anteriores evita problemas. La arista no es difícil. Los pasos de trepada y destrepada (I/I+) se concentran en la primera parte, que básicamente es de bajada. Después el terreno se hace horizontal, es menos colgado y obligado, y prácticamente se va caminando. En general, se deben seguir unas horribles mangueras de color negro que restan mucho encanto al recorrido. Pasamos sin prisas, recordando la primera vez, cuando vinimos con Ton. A diferencia de ahora, este tramo fue una prueba de moral, fuerza y riesgo. El animal cogió miedo, negándose a ir por según que sitios. Sin cuerda y llevándolo del collar, tuve que arrastrarlo literalmente por la cresta ante la mirada angustiada de Encarna, que pensaba que amo y perro iban a despeñarse por los cortados que se abren a ambos lados. Tuvimos suerte y todo fue bien…

La cresta finaliza a unas decenas de metros de la cima del Cibollés, que alcanzamos sin problemas (16.56 h, 2747 m). La puñetera niebla no acaba de dejarnos. Sigue yendo y viniendo empujada por un vientecillo cabrón. Las vistas como siempre, escasas, aunque ahora se renuevan con la vertiente de l’Ampriu de la estación de esquí y parte del valle de Benasque. El tiempo vuela. Hasta el Gallinero hay un buen trozo y queremos cumplir el horario previsto. Así que, tras permanecer cinco minutos escasos en la cima, salimos pitando..

Una cresta pedregosa y sin problemas nos lleva en unos 25 minutos hasta el collado que separa los picos Cibollés y Gallinero (17.25 h, 2570 m). Hacemos un breve alto junto a una nueva caseta. Después iniciamos el ascenso del cordal  oriental del Gallinero, un empinado costarrón de piedra suelta de 150 metros de altura. Como era de esperar, esta última subida se nos hace eterna. Después de dos mil metros de desnivel, las piernas no están para virguerías. Los músculos se tensan y protestan en forma de dolor. Bajamos mucho el ritmo para prevenir posibles calambres. Hacemos paradas. Nos lo tomamos con mucha paciencia. Tranquilos. Todo llegará. Y llega…A las 17.53 h alcanzamos el hito de piedras de la cumbre del pico Gallinero (2728 m), la última de nuestra Integral. Un abrazo y un beso sellan un momento que tiene algo de mágico. Al oeste, el perfil de los picos del macizo del Cotiella se recortan contra un cielo teñido de amarillo…

Hacemos una “buena” parada en la cima. Comemos, bebemos, descansamos… Por debajo, en la vertiente que da a Castejón de Sos, tres parapentes hacen cabriolas. Por encima nuestro una manada de cuervos vuela desordenadamente una y otra vez. El viento se hace mas frío e intenso  y nos obliga a abrigarnos. Soledad, silencio, paz, mucha paz... A las 18.12 h abandonamos esta cumbre que hemos subido tantas veces. Empieza la temida bajada.

La primera parte no tiene ningún secreto. Descendemos por el amplio y empinado cordal sur en dirección a la collada de la Corba. Antes de llegar a la misma giramos a la izquierda (E) para seguir las plácidas laderas herbosas del valle, dejando a nuestra derecha (S) la Tuca de Urmella (que a pesar de que no la hemos subido, podría considerarse, junto la Tuqueta de Arca Morús, como las últimas cumbres de la Integral). No tardamos en alcanzar una curva pronunciada de la pista (al lado del corral de la Corba) que, procedente de Arasán y tras pasar por la zona de Piedras Blancas (área de  despegue parapentes), se dirige al refugio pastoril de Turmo (18.47 h, 2263 m). Breve alto para consultar el mapa.

Continuamos por la pista al SE. Con una subida suave pero prolongada nos lleva hasta el collado situado al NO de la Tuqueta de la Montaña de Rins (19.07 h, 2308 m). Por una fuerte ladera herbosa, atajamos una gran lazada de la pista, que después seguimos en suave bajada hasta la collada de Espluga (19.23 h, 2166 m). Nuestra idea inicial era cruzar el collado y bajar en diagonal (SO) por la empinada vertiente occidental de la Tuqueta de Arca Morús, hasta las rocas de Peñaladona (1795 m). Después una marcha al SE por terreno algo confuso habría de llevarnos al Coll de Fornás y de ahí al Plano o, mas directamente, al pueblo de Villarué. Este itinerario es complejo y transcurre casi en su totalidad campo a través. Por este motivo nos interesamos por un camino que baja al este desde la collado, ya que además de ser muy marcado, esta profusamente balizado con cintas naranjas, para una carrera de ultatrail-BTT que se realizará mañana. No conocemos esta senda y nos pica la curiosidad. Consultamos el plano y vemos que se dirige al Coll de Fornas.¡Fantástico! Ya tenemos ruta para la vuelta…

La decisión es un acierto. El camino, largo y embarrado pero cómodo, rodea en descenso (y algún corto ascenso) la Tuqueta de Arca Morús por su vertientes NE, E y S, llevándonos no sólo al Coll de Fornàs (20.27 h, 1762 m), sino hasta la mismísimo valle de Isábena, en la zona de El Plano (20.56 h, 1553 m). Ahí tomamos la pista que, primero horizontal o en ligero descenso, y después en ascenso nos lleva al pueblo de Villarrué (21.29 h, 1535 m). Después sólo nos queda atajar la gran lazada final de la carretera y seguir el asfalto durante algo mas de un kilómetro hasta Laspaúles, donde llegamos a las 21.49 h con las últimas luces del día. Un minuto mas tarde entrámos en casa con una extraña sensación en la que se mezclan cansancio, sorpresa, satisfacción y alegría por haber realizado, y sobre todo, finalizado esta fantástica ruta circular.

Durante el largo descenso habíamos hablado de celebrar la Integral de la Creta de Isábena, yendo a cenar al restaurante del camping del pueblo. Pero el agotamiento y la pereza nos impiden salir de casa. Así que festejamos el éxito con un parco ágape a base de ensalada y algo de embutido, ideal para conservar la línea. Después aún aguantamos un rato delante del televisor antes de ir a la cama y caer en un profundo sueño. Para mañana anuncian buen tiempo, pero seguro que no haremos nada. Y no nos parecerá mal...


La ruta en imágenes
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EniEn - Junio 2011