Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

jueves, 19 de diciembre de 2013

TUC DEL PORT DE VIELLA. TRAVESIA N-S

SIMPLEMENTE BELLA...

Simplemente bella… Estas dos palabras describen la travesía N-S del Tuc del Port de Viella. En verano es una ruta relativamente sencilla (sigue el GR) y transitada. Con nieve se complica un poco pero continua siendo asequible e interesante para montañeros y esquiadores. La excursión que os presentamos la hicimos en Noviembre del 2009, una época en que las condiciones de la montaña, helada pero sin mucha nieve, acostumbran a ser bastante malas y es raro encontrar gente. 


























FICHA TECNICA 

Tipo Actividad
Ascensión pre- invernal de alta montaña
Fecha
Sábado 28 deNoviembre 2009
Asistentes
Rosa, Martí, Encarna, Enric
Zona
Inmediaciones del Túnel de Viella. Alta Ribagorça-Vall d’Aràn. Pirineo Central catalán.
Inicio ruta
Boca N del Túnel de Viella. Seguir la pista que sale de junto a la planta incineradora hasta que gira a la izquierda y cruza un torrente, aprox 800-900 m de pista desde la carretera (1445 m)
Final ruta
Hospital de Viella-Boca S Túnel de Viella (1650 m)
Recorrido
Pista (Boca N túnel)-GR 211.5-Cabaña de Pontet-Torrente de Hònt Herèda (Cruz metálica roja)-Canal del Port de Viella-Port de Viella- Tuc del Port de Viella-Port de Viella- Port Vell de Toro- Seguir el GR hasta el Hospital de Viella (Boca-S Túnel)
Noche
No
Horario
Total
6 h 5 min
Efectivo
4 h 50 min aprox
Cota (m)
Mínima
1445 (curva pista, punto inicio)
Máxima
2605 (Tuc del Port de Viella)
Climatología
Buen tiempo pero algo nublado. Viento y mucho frío
Nieve-hielo
Sí.En las parte altas nieve polvo y zonas heladas.
Desnivel Acum (m)
Ascenso
1167
Descenso
957
Distancia (Km)
10.2
Dificultad global
Media-Alta
Dific.Física
Alta
Dific.Orientación
Baja-Media. Salvo el tramo de ascenso a la cima, la ruta transcurre íntegramente por GR bien marcado que desaparece bajo la nieve (pero la línea de avance es evidente)
Dific.Psicológica
Media (rampas y flanqueos de nieve algo expuestos). La subida por la vertiente N transcurre en una ambiente de alta montaña de cierta severidad.
Dific.Técnica
Media (rampas y flanqueos de hasta 25-30º en nieve a menudo helada)
Material
El propio de alta montaña invernal.
Cartografía
“Val d’Aràn”, 1:40000, Ed.Alpina, 2012
Bibliografía
La ruta está descrita en numerosas guías de la zona y entradas de Internet..
Valoración
Travesía pre-invernal de alta montaña con gran ambiente. La cima, muy bien situada, tiene muy buenas vistas.
Comentarios
Se precisan 2 coches
Una ruta clásica e histórica
Sin nieve es una larga y agradable caminata.
Con perros…
Sin problemas, si están acostumbrados a la montaña invernal…
Track (en formato gpx):
El desnivel y la distancia se obtienen a partir del track con Garmin BaseCamp
La estimación de la dificultad se realiza considerando la actividad como excursión/ascensión y no como escalada.
Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica específicamente


CARTOGRAFIA












CRONICA

Viernes 27 de Noviembre 2009. Llegamos a Laspaules a la 21.20 h, justo detrás del Nissan Qashqai de nuestros amigos. Poco después los cuatro nos reunimos en nuestra casa. Estuvimos con Martí no hace mucho. Pero a Rosa hacía un montón que no la veíamos. Es la primera vez que nuestra amiga está en Laspaules y le sorprende nuestro pequeño refugio pirenaico. Tras los saludos y comentarios de rigor viene la cena. La tortilla, los quesos, los embutidos, etc, están de muerte y entran sin ningún esfuerzo. Por no hablar del vino, las galletas y el turrón de Martí… Esperemos que mañana podamos quemar todo este aporte extra de calorías. A todos nos apetece alargar la sobremesa tomando unos licores. Pero mañana hemos de madrugar. Así que emulando a la Cenicienta, antes de la media noche nos vamos a la cama.

Sábado 28 de Noviembre 2009. La alarma del móvil me despierta a las 6.00 h. Curiosamente no me cuesta levantarme. Lo primero que hago es mirar que tiempo hace. El termómetro marca -3ºC en el exterior, la noche es estrellada, no hace viento... ¡Estupendo! En unos instantes el apartamento pasa de la quietud a la actividad. Gente que entra y sale del baño, mochilas que van y vienen, el zumbido continuo del microondas, el desayuno… A las 7.00 h tocadas salimos de casa. El viaje en coche es tranquilo. Es de día cuando llegamos la zona de aparcamiento que hay al lado del refugio del Hospital de Viella. Un banco de niebla pasa velozmente sobre un Mulleres que está mas nevado de lo que esperaba. Arriba hace viento y con este frío seguro que la nieve estará helada…

Rosa y Martí dejan su coche y suben al nuestro. Volvemos a la carretera. El nuevo sistema de control de velocidad del túnel de Viella, y la limitación a 80 Km/h, hacen que los 5 kilómetros y pico del mismo se nos hagan largos. Una vez fuera seguimos hasta encontrar a la derecha una salida que permite hacer legalmente un cambio de sentido. Volvemos hacia el túnel. Enseguida dejamos la carretera para tomar un ramal asfaltado que va a la planta incineradora (un edificio marrón oscuro situado pocos metros por encima de la carretera). En la entrada de la misma sale a la izquierda una pista estrecha y cementada. La seguimos. Tras unos metros en subida con algún bache tamaño XXL, la calzada gira a la izquierda, se hace de tierra y, sin subir, se dirige hacía el valle (SE). En algo menos de un kilómetro pasamos por encima de la boca norte del túnel y llegamos a una curva donde la pista cruza un torrente. Aparco en un pequeño ensanchamiento que hay a continuación. Nos calzamos las botas, acabamos de arreglar la mochila poniendo en la misma el piolet y los crampones… El ambiente es frío (-3ºC) pero los ánimos están calientes. Imperan las bromas y los comentarios desenfadados. Ninguno de nosotros conoce la ruta de ascenso. La curiosidad y las ganas de montaña forman una mezcla explosiva y la mecha está prendida… A las 8.15 h empezamos a caminar (8.15 h, 1445 m). Nos deflagramos del gusto….

Seguimos por la pista (totalmente horizontal) hacia el este durante medio kilómetro hasta encontrar el GR 211.5 (poste señalizado, 8.19 h, 1445 m). Salvo el tramo final de subida al Tuc del Port de Viella, nuestra ruta sigue íntegramente este camino. Teóricamente, no deberíamos tener ningún problema de orientación. Sin detenernos giramos a la derecha para seguir por el GR. El camino sube fuerte al sur por una ladera boscosa y empinada, atajando las lazadas de una pista estrecha y maltrecha. Pronto empieza a sobrar ropa, y se hace el silencio…

Tras superar un centenar de metros de desnivel el terreno se hace menos pendiente. El GR vuelve a encontrar la pista y continua por la misma hasta su final junto la cabaña del Pontet (8.40 h, 1590 m). La casa se encuentra al borde del bosque y al inicio de una extensa zona de pastos. Empieza a soplar un viento helado y racheado que nos acompañará durante todo lo que  resta de excursión. Tras un breve alto continuamos al sur por una amplia ladera herbosa poco inclinada que constituye la orilla derecha (orográfica) del valle del torrente de Hònt Herèda. Hay muchos rastros de camino. La mayoría de ellos confluyen en un puente por donde cruzamos el torrente, ahora muy escaso de agua (8.53 h, 1660 m). Al otro lado hay una cruz metálica de color rojo muy vistosa. La senda sube en lazadas al SO por campas de hierba, acercándonos a la base de un lomo-cordal herboso. Una fuerte pero breve diagonal ascendente nos lleva hasta el mismo, muy cerca de una gran hito de piedras muy característico (9.03 h, 1725 m).

El cielo esta limpio de nubes. Pero el sol aún tardará en llegar a este valle situado en plena vertiente norte. La combinación de frío, viento (cada vez mas fuerte) y sombra hacen que el ambiente sea gélido. La belleza y soledad del lugar y del entorno que nos rodea compensan todos estos inconvenientes. Sin detenernos seguimos subiendo a buen ritmo sin perder el ánimo ni el buen humor. Eso sí, bien tapados…

El GR remonta en cómodas lazadas la totalidad del lomo-cordal herboso. En la parte alta el terreno se yergue. Encontramos los primeros restos de nieve. Tal como pensábamos, es dura y resbaladiza. Atajamos algunas lazadas de la senda para esquivar las zonas nevadas del camino. Un flanqueo a la izquierda nos permite alcanzar un hombro-collado muy característico, donde podría decirse que finaliza el lomo-cordal (poste señalizado, 9.35 h, 1975 m). El viento sopla fuerte. La sensación térmica debe rondar los -10ºC. Nos encontramos elevados y a la derecha del eje del valle, que aquí punto gira al O-NO. Delante nuestro un paisaje duro pero de gran belleza trasmite una sensación fría e inhumana. Las  paredes norte de la Pala Sarrahera, del Tuc des Hemnes y de la Tuca Blanca, ofrecen un aspecto riguroso e invernal. Sólo de mirarlo congela el alma… En el eje del valle, unas decenas de metros por debajo nuestro, el pequeño lago de Hònt Herèda también esta helado. En medio de este collage de roca y nieve, el viento se encarga de poner la guinda. Todo tiene el mismo sabor frío, de invierno... 

La rasca nos obliga a abandonar el hombro-collado a toda prisa. Subimos unos metros haciendo equilibrios sobre la nieve. Después iniciamos una travesía a la izquierda que nos devuelve al valle que, según el mapa, ahora pasa a llamarse Canal del Port de Viella. Entramos en una zona de canales pedregosas donde los neveros son mas grandes y ya no pueden esquivarse. Alternando tramos de roca, nieve dura o hierba helada, remontamos un pasillo que canaliza el viento. El frío se intensifica. Quien mas quien menos tiene los pies, las manos o la cara medio helados. Hacemos un breve alto en un gran hito de piedras que ofrece una mínima protección y agotamos las prendas de abrigo que llevamos en la mochila (10.00 h. 2135 m).

Nos encontramos al inicio de la parte final de un valle que se dirige al O-NO. Al final del mismo la horcada en V abierta del Port de Viella aún se ve lejos y arriba. A la izquierda (S) paredes heladas y en sombra, y crestas batidas por la ventisca… A la derecha (N) laderas pedregosas con muros rocosos, y zonas de hierba bañados por el sol... En medio una lengua de nieve, que primero es casi horizontal, y después sube progresivamente y se pone mas tiesa. Por ahí habremos de ir. Me pregunto hasta donde podremos llegar sin crampones…

Tras 10 minutos de parada reanudamos la caminata. Rápidamente recorremos la parte horizontal del valle donde aún quedan zonas de hierba. Después el terreno empieza a subir y entramos de lleno en la nieve. Forzamos todo lo posible el avance sin crampones. Tras un flanqueo ligeramente inclinado, donde a cada paso tenemos la impresión de estar a punto de irnos al suelo, nos detenemos en unas rocas para ponernos los pinchos (10.24 h, 2250 m). Con el viento y el frío la maniobra resulta algo molesta. Para acabarlo de arreglar mis crampones me vienen algo grandes y he de ajustarlos a las botas. Alegrías de la vida…

¡Que diferentes se ven las cosas cuando los pies no patinan…! Un flanqueo ascendente nos lleva al pie de la pared cubierta de placas de nieve y hielo. ¡Menudo ambientazo! Giramos a la derecha para remontar una ladera mas inclinada (30º). La nieve esta durísima. Los crampones se clavan de maravilla pero casi no dejan huella. El ascenso es fuerte y se ha de hacer a ritmo sosegado. Para evitar sobrecargar las pantorrillas ascendemos en cortas lazadas. El viento sigue dando por saco, pero prácticamente no lo notamos. Nos concentramos en encadenar los pasos ayudándonos de los bastones que se mal-clavan en la superficie helada. Posiblemente iríamos mejor con el piolet, pero nos da pereza sacarlo de la mochila…

Disfrutamos de esta primera cramponada de la temporada. No esperábamos encontrar algo así. Sentimos una alegría un tanto salvaje e irracional, que nos hace ignorar el cansancio y desear que esta subida se prolongue mas y mas… Pero todo tiene un final. El terreno pierde inclinación. Volvemos a encontrar tramos herbosos. Por fin nos da el sol… ¡Algo de calor! Unos metros mas y llegamos a la estrecha horcada del Port de Viella (11.05 h, 2442 m). Cambiamos las sombras por las luces. Pero el puto viento helado sigue soplando con fuerza…

Se impone un alto para sosegar los músculos y la respiración. También para observar y disfrutar del paisaje de las cimas del valle de Mulleres y del macizo  Aneto-Maladetas. La niebla intercalándose entre valles en cumbres da un importante plus de espectacularidad a las vistas. La parada sólo dura 5 minutos. La cima del Tuc del Port de Viella nos espera al SE 160 metros mas arriba. A juego con el entorno esta medio helada, por lo que seguimos con los crampones…

Dejamos el Port de Viella para remontar al sur una pendiente de nieve. En lo alto de la misma giramos a la izquierda, en busca del cordal de bloques de granito. Algún hito señala la senda de verano, que ahora es impracticable. Remontamos entre las rocas, por estrechos pasillos de nieve dura. Enseguida alcanzamos una zona ancha y menos pendiente del cordal que precede la pirámide rocosa final. El camino de verano sigue la cresta, pero hay demasiado poca nieve para ir por ahí. Así que flanqueamos a la izquierda una pedrera medio helada (un poco coñazo y delicado) y entramos en una rampa nevada (25º-30º) que de forma elegante y distraída nos lleva de nuevo a la cresta. Seguimos fácilmente por la arista medio helada de roca y hierba. Poco después alcanzamos el poste geodésico y la cruz metálica (dedicada a Pepe) que coronan la cumbre del Tuc del Port de Viella (11.35 h, 2605 m).

El panorama es fantástico en 360º a la redonda. Pero no lo voy a describir. Sugiero mirar las fotografías que acompañan este relato. Veréis que hay motivos sobrados para que la cámara eche humo de tanto disparar… Desde que salimos no hemos hecho ninguna parada en condiciones. Queríamos detenernos en la cima y comer algo, pero por mas que buscamos no encontramos ningún lugar a cubierto del viento. Así que tras casi media hora en la cumbre dejamos el alto para después y nos vamos para abajo (12.02 h).

Tardamos 15 minutos en descender al Port de Viella (12.17 h). El tiempo cambia rápidamente. El cielo se cubre de nubes. Las nieblas ganan terreno. Parece que la borrasca se ha avanzado y va a empezar a llover o nevar de un momento a otro. Pero no será así… No nos detenemos en el collado. Seguimos por el GR que ahora baja hacia el Hospital de Viella.  La primera parte del descenso es una larga diagonal (E) que finaliza en el Port Vell de Toro. El camino atraviesa laderas y canales muy empinadas ocupadas por neveros. La nieve sigue estando dura, por lo que los crampones continúan siendo necesarios. Un tramo intermedio sin nieve nos obliga a quitarnos los pinchos. Mas tarde hemos de volver a ponérnoslos para cruzar nuevos campos de nieve. Finalmente, ya cerca del Port Vell de Toro, los crampones pasan definitivamente a  la mochila  y hacemos la parada deseada (12.32 h, 2390 m).

Tras veinte minutos de alto volvemos a la carga. Llegamos al Port Vell y cambiamos de dirección (SE). Las vistas del pico Feixant, y de la canal de nieve de su cara norte por donde sube su vía normal desde el valle de Mulleres, son impresionantes. Lo que queda de excursión nos resulta tan fácil como conocido. Al principio hay zonas de nieve dura poco pendientes que bajamos sin problemas. Después el camino pasa a estar seco y bajamos sin prisas pero sin pausas. El tiempo parece que aguanta. Incluso sale el sol… Sin nada especial que contar llegamos al Hospital de Viella a las  14.20 h (1650 m). “Game over”. Nuestra preciosa travesía ha finalizado…

Nos montamos en el coche de Rosa, pasamos el túnel de Viella y vamos en busca del nuestro. Después volvemos a atravesar el túnel, por tercera vez en lo que va de día, y nos dirigimos al Pont de Suert, donde celebramos la excursión en un bar a base de tapas y cervezas. Finalmente volvemos a Laspaules. La tarde pasa entre duchas, contar batallitas, leer relatos, comer pistachos y beber cerveza y Coca-Cola. Después una buena cena, y a dormir... Para mañana domingo se anuncia mal tiempo, por lo que tenemos previsto volver a casa después de desayunar. Por esta semana las excursiones han terminado…

FOTOGRAFIAS
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Fotografías de Enric García y Marti Serrano



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EniEn - Decembre 2013 

miércoles, 11 de diciembre de 2013

PUIG DEL PLA DE BERNAT

INFANTERIA Y CABALLERIA

Situado en la Catalunya Nord (Pirineo Oriental francés), el Capcir en una comarca de montañas, a menudo solitarias y poco conocidas, que ofrecen buenas y bonitas rutas invernales. Uno de estos montes es el Puig del Pla de Bernat. Su ascensión con raquetas o esquís desde el pueblo de Fontrabiouse es una excursión algo larga pero técnicamente sencilla, que puede realizarse en media jornada. Y tiene unas vistas…

Realizamos esta ruta en Diciembre del 2008 guiados por la mano experta de Manel Figuera. La mayor parte del grupo fue con raquetas, menos dos que nos atrevimos a hacerlo con esquís. Nuestro pobre dominio de las tablas, unido a una nieve cambiante, nos puso en algún apuro.Por suerte, la ruta es muy adecuada para iniciarse en el esquí de montaña y pudimos disfrutar de la misma. Fue una salida magnífica, en la que casi siempre la infantería (raqueteros) fue mejor que una caballería (esquiadores) algo torpe y limitada.  Pero estuvo muy bien...


























FICHA TECNICA 

Tipo Actividad
Ascensión invernal con raquetas y/o esquí de montaña
Fecha
Sábado 20 de Diciembre del 2008
Asistentes
Manel, Rosa, Lluís, Cristina, Jordi y Cristina (con raquetas) ;  Amalia y Enric (con esquís)
Zona
Capcir. Catalunya Nord. Pirineo Oriental Francés.
Inicio ruta
Fontrabiouse (1500 m). Desde Puigcerdà/Bourg Madame seguir la N116 hasta Mont-Louis. Ahí tomar la D118. Poco antes de Puivalador tomar a la izquierda la D32B que lleva a Fontrabiouse. Aparcar en la parte alta/oeste del pueblo,al inicio de una pista que va al O por donde empieza la ruta.
Final ruta
Recorrido
Fontrabiouse-Clot del Mig-Coll del Mig-Pla de Bernat- Puig del Pla de Bernat- retorno por el mismo itinerario
Noche
No
Horario
Total
6 h
Efectivo
4 h 30 min aprox
Cota (m)
Mínima
1530 (Fontrabiouse)
Máxima
2436 (Puig del Pla de Bernat)
Climatología
Buen tiempo (nubes y claros). Frío. Viento fuerte en cotas altas.
Nieve-hielo
Sí. Nieve cambiante. No es recorrido propenso a los aludes pero en las laderas que preceden al Clot del Mig  y al Coll del Mig pueden desencadenarse si hay acumulación de nieve o esta es inestable
Desnivel Acum (m)
Ascenso
906
Descenso
906
Distancia (Km)
13.7
Dific.Física
Media-Alta
Dific.Orientación
Media
Dific.Psicológica
Baja-Media (no hay tramos expuestos)
Dific.Técnica
Baja-Media , depende del tipo de nieve
Material
Alta montaña invernal. Raquetas o esquís.
Cartografía
“Font Romeu-Capcir”,1:25000, Carte de randonnée 2249 ET del IGN, (2003)
Bibliografía
“Pirineu Blanc”, pag 52-57, Oriol Guasch, Ed.La Butxaca de Muntanya,SCP, 2003 (#)
Valoración
Ascensión con raquetas o esquís algo larga pero técnicamente sencilla, que puede realizarse en media jornada. Grandes vistas…
Comentarios
(#)La ascensión también puede realizarse desde la estación de esquí de Puyvalador (mas corta).
Una ruta idónea para iniciarse en las ascensiones con raquetas o con esquís de montaña
Con perros…
Sin problemas (si están habituados a las marchas con nieve)
Track (en formato gpx):
El desnivel y la distancia se obtienen a partir del track con Garmin BaseCamp
La estimación de la dificultad se realiza considerando la actividad como excursión/ascensión y no como escalada.
Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica específicamente


CARTOGRAFIA

CRONICA 

Sábado 20 de Diciembre 2008. A las 7.30 h Encarna, Amalia y yo nos encontramos en Puigcerdà con Manel, Lluís y Rosa. Manel (una enciclopedia humana del Pirineo) nos va a llevar al Puig del Pla de Bernat, una montaña del Capcir que no conocemos. Justo cuando vamos a salir nos llaman Jordi y Cristina para decirnos que están de camino. Un rato mas tarde nos encontramos con ellos en Mont Louis. Proseguimos el viaje hasta el pueblo de Fontrabiouse (cerca de Puyvalador), donde empieza la excursión. Los restos de la nevada del fin de semana anterior se mantienen en el paisaje. Hace frío. El cielo es un collage de nubes y claros. En lo alto de las montañas el viento arrastra cortinas de nieve. El día no parece ser tan bueno como decía el parte meteorológico, pero aún es pronto y podría cambiar (esperemos que a mejor). Aparte del recorrido, la gran novedad es que Amalia y yo iremos con esquís de travesía. El resto con raquetas. Recordando un símil de un amigo que es un gran esquiador de montaña, hoy será una salida de caballería e infantería…

Tras unos preparativos algo largos nos ponemos en marcha (9.00 h, 1500 m). Fontrabiouse se encuentra en el extremo sur de la desembocadura del valle dels Escogots, que se eleva suavemente hacia el oeste. Desde el pueblo tomamos una pista estrecha que sube entre el bosque por la orilla sur del valle. Hay un buen grosor de nieve blanda. Las raquetas y los esquís nos permiten llevar un ritmo que a pie sería impensable. Sin que nadie sepa cuando se nos une un Border Collie. El perro se siente atraído por Manel y durante toda la excursión ira a su lado…

Tras media hora larga de camino llegamos a una pista mucho mas ancha que también viene de Fontrabiouse (9.35 h, 1705 m). Continuamos por ella, siempre con el incansable Manel abriendo traza, seguido de su inseparable amigo peludo. Cuando la pista gira a la derecha (N) la dejamos para subir entre los árboles. La marcha, hasta ahora rápida y fácil, se vuelve lenta e incómoda al afrontar un terreno  empinado y obligado. Los que vamos con esquís lo llevamos peor que los raqueteros. Y es que en parajes intrincados la infantería se mueve mucho mejor que la caballería…

Volvemos a encontrar la pista. Manel la cruza y sigue por una zona que parece mas complicada que la anterior. Amalia y yo dejamos a los raqueteros remontando recto bosque a través y seguimos por la pista. Esta traza una amplia lazada a derecha e izquierda. Subimos sin problemas. Después reencontramos a nuestros amigos. No tardamos en llegar a una curva pronunciada a la derecha (NE) donde se intuye una especie de senda que sale hacia el oeste. Lluís , Manel y el perro hace rato que nos esperan (10.16 h, 1915 m).

Tras un breve descanso dejamos definitivamente la pista y continuamos por la senda. Prácticamente horizontal, incluso con algún tramo en leve bajada, sigue un pequeño riego de agua que atraviesa una ladera boscosa nevada, densa e inclinada. Tras doblar un cordal, que un poco mas abajo forma un collado poco marcado, la senda gira a la derecha y entra en una zona donde el bosque esta mas esclarecido. La orografía del terreno se complica. No podemos seguir el rastro de la infantería. Así que abrimos nuestra propia traza, remontando en diagonal una ladera nevada bastante pendiente. Mas arriba giramos a la derecha, cruzamos un pequeño torrente (paso chungo con los esquís en los pies) y entramos en una zona de llanos con algunos árboles. Hemos llegado al Clot del Mig.  Nos detenemos para desayunar (10.51 h, 2030 m).

Tras veinte minutos de parada, amenizada por las constantes intentonas amorosas del perro hacia Manel (que no sabe como deshacerse del mismo sin recurrir a la violencia), reemprendemos el ascenso (11.10 h). Siempre hacia el oeste, remontamos un cordal que sube en escalones por un bosque cada vez mas esclarecido. Los raqueteros van por la izquierda del mismo. Los esquiadores nos vamos a la derecha, salvando rampas de nieve que ponen a prueba nuestra escasa técnica de giro en “vuelta maría”. El espesor de nieve es considerable. Su consistencia mas que dudosa (al subir en diagonal enseguida se desplaza hacia abajo). La situación de riesgo 3 que daban en Internet es real, pero la presencia de árboles y rocas hacen que nos sintamos seguros.

Mas arriba una barrera rocosa nos obliga a flanquear a la izquierda. Reencontramos las huellas de nuestros amigos que van por delante. De nuevo la caballería se ve superada por una brillante infantería. La subida sigue constante, pero con cierta suavidad, por parajes de gran belleza. El viento hace acto de presencia y nos lanza partículas de nieve helada. A nuestra izquierda, muy abajo, vemos la Valll de Galba y los picos de Mortiers, Portella y Perics bien cubiertos de un manto blanco. Llegados al Coll del Mig (11.45 h, 2211 m) doblamos el cordal que se desprende hacia el oeste desde el Serrat de la Llisa Cremada. Entonces nos dirigimos al norte. Atravesamos una amplia zona de llanos situada al pie de un gran lomo nevado. Al pie del mismo nos reagrupamos y hacemos un breve alto amenizado por el frío y la ventisca (12.00 h, 2285 m).

Manel intenta animar a la gente diciendo que la cima está a tocar de mano, al final del lomo que tenemos por delante. La verdad es que nadie se siente demasiado cansado, ni lo está pasando mal. Muy al contrario, disfrutamos con este precioso y solitario recorrido, cuyos parajes y vistas nos están sorprendiendo a todos. Las únicas dudas las tenemos Amalia y yo, al pensar en como se nos dará la bajada con esta nieve tan blanda. Y es que  nuestro nivel de esquí es justito y somos poco lanzados.

Como dice Manel, la cumbre esta cerca, pero no al lado. La subida es mas pendiente y larga de lo esperado. Pero no presenta ningún problema. El viento, que ahora sopla con insistencia, ha endurecido la nieve. Esta forma una costra helada de consistencia suficiente como para no romperse bajo el peso de las raquetas o de los esquís. El grupo vuelve a estirarse. Yo voy haciendo paradas fotográficas y me quedo de los últimos. Manel, Amalia, Lluís y el chucho toman ventaja por delante. Tras superar el tramo mas pendiente, el lomo pierde progresivamente inclinación y se transforma en una rampa ancha y casi horizontal, en la que afloran pequeños árboles forrados de una capa helada. La rampa finaliza en una bonita cornisa helada. A la izquierda de la misma hay una pequeña elevación rocosa donde se encuentra la cima. Los que van delante ya han llegado. Los otros no tardamos en hacerlo.

A las 12.32 h el grupo se reúne en los 2436 m de la cumbre del Puig del Pla de Bernat. Por la vertiente por donde hemos subido, la montaña se muestra como una cima discreta, casi imperceptible. Pero sus vistas son sublimes. Al oeste destaca sobre todo el Roc Blanc. A su izquierda los picos de La Tribune y Baixoullade. Al O-NO vemos los Perics, las Portellas, el Mortiers... Mas alejados asoman el Pic de la Serrera y el Mont Valier. Al este se encuentra el magnífico y poco conocido macizo de Madres.  Y al sur el amplio e inacabable desfile de cimas de la Cerdanya…

Nos gustaría sentarnos y disfrutar largo rato de esta magnífica atalaya. Pero la ventisca y el frío aconsejan irnos para abajo. Nos desplazamos unos metros al NE, hasta unas rocas. Aparte de ofrecer un lugar donde apoyar el culo, el ambiente es tan desapacible como en la cima. Hacemos unas fotos del grupo. Después los raqueteros empiezan a bajar. Amalia y yo sacamos las pieles, ponemos las fijaciones y las botas en posición de descenso. Llega el momento esperado y temido a la vez. Nos damos un impulso con los bastones y empezamos a deslizarnos por la nieve. Son las 13.00 h. La caballería entra en acción…

Los primeros movimientos son cautos. Los esquís enseguida se aceleran. No nos fiamos de la nieve costra y giramos despacio, con cuidado. Poco a poco vemos que se pueden hacer cosas y cogemos confianza. Llegando a la de los raqueteros me dejo llevar. Encadeno uno, dos, tres giros. Al cuarto se me hunde la cola del esquí izquierdo y me voy al suelo. Es la primera caída, por suerte sin consecuencias. Me recuerda que nuestro dominio es pobre y que hemos de ir con mucho tiento. Como dice Amalia, poco a poco, haciendo paradas para descansar. La bajada del lomo cimero es una gozada. Sin correr e intentando “leer” el estado de la nieve, nos deslizamos sin problemas sobre el manto blanco. Pronto nos reunimos con la vanguardia de la infantería, que espera en los llanos donde nos detuvimos antes de iniciar el ascenso final.

Una vez reagrupados volvemos a la carga. Los raqueteros lo tienen fácil, sólo han de seguir las huellas de subida. Nosotros no tanto. Una larga diagonal por terreno casi llano nos lleva hasta el Coll del Mig, con la única novedad de una nueva caída por mi parte. Ahora la nieve alterna tramos duros con otros muy blandos. Los esquís se hunden y cuesta dominarlos. Nos encontramos al inicio del tramo con fuertes pendientes. La cosa se pone interesante… Empezamos a bajar lentamente. Nos detenemos continuamente para decidir por donde y como realizaremos los próximos movimientos. Vamos haciendo giros bastante decentes, perdiendo altura poco a poco. Cuando la cosa se pone complicada una maniobra de vuelta maría cara a la pendiente soluciona el problema. Así, con una velocidad impropia de la caballería, descendemos la ladera sin grandes problemas. La moral sube y nos atrevemos a mas. Tanto, que en algún momento hasta encadenamos giros… No es un problema de técnica, sino de falta de decisión y, sobre todo, de práctica debido a la pérdida del hábito de hacer esquí de montaña que hace mucho que no practicamos.

Una vez mas, la infantería nos mete caña y llega mucho antes que nosotros al Clot del Mig, donde nos detenemos para comer (13.35 h). Para evitar el acoso del perro, que sigue enganchándose a su pierna en cuanto tiene oportunidad de hacerlo, Manel lo ata a un árbol. Por fin puede comer y descansar tranquilo. Media hora mas tarde recogemos las cosas y volvemos a la carga (14.05 h).

El tramo que sigue tiene una orografía complicada. Se han de atravesar laderas empinadas y obligadas, llenas de árboles y piedras, antes de coger la senda que lleva hasta la pista. Dejamos que los raqueteros se adelanten y nos dedicamos a bajar como podemos. Deslizamientos, derrapages laterales, bajada en escaleta, giros cortos y apurados, muchas diagonales enlazadas con vueltas maría… Todo vale con tal de no sacarse los esquís. Nos olvidamos del reloj y de los que van por delante, concentrándonos en salir de este atolladero lo mejor posible. Cuando alcanzamos la senda respiramos tranquilos. Sólo nos queda “remar” por el bosque siguiendo las trazas de las raquetas e intentando no coger mucha velocidad en los tramos de descenso. Finalmente alcanzamos la pista donde nos esperan nuestros amigos (14.25 h, 1915 m).

Hasta ahora el papel de la caballería ha sido mas que discreto (por no decir penoso). Pero ahora la cosa cambiará. Mientras que los raqueteros siguen tranquilamente sus huellas de subida, los esquiadores nos deslizamos por la pista. La nieve blanda hace que no cojamos excesiva velocidad y vayamos relajados. A medio descenso nos paramos a esperar a nuestros amigos en el lugar donde su ruta vuelve a ir por la pista. Después seguimos en rápido descenso hasta el punto donde se ha se tomar la pista estrecha. Nos despistamos y seguimos por la pista ancha, que ahora va de subida, durante cerca de 1 Km. Con los brazos y las piernas agotadas por el esfuerzo (vamos sin pieles y con la fijación y las botas en posición de descenso) al cabo de un buen rato nos damos cuenta de nuestro error (de haber continuado también habríamos llegado a Fontrabiouse pero dando un gran rodeo). Damos media vuelta y volvemos al lugar donde dejamos nuestro itinerario de subida.

La bajada de la pista estrecha es rápida. La prudencia aconseja no embalarse. Pero hay poco espacio para maniobrar y hemos de ir frenando haciendo cuña. Esto carga rápidamente las piernas y tenemos que detenernos cada dos por tres para recuperarnos. Recorremos este tramo en pocos minutos y llegamos a Fontrabiouse, donde la infantería hace rato que nos espera junto a los coches (15.35 h). Curiosamente nadie se ha inquietado por nuestro retraso, aunque la verdad es que tampoco ha sido demasiado largo.

Así finaliza esta bonita y solitaria excursión de nieve por la región del Capcir. Ahora que conozco el recorrido me gustaría repetirla, también con esquís y con mas práctica. Seguro de que iría mucho mejor que hoy (que tampoco ha sido tan horrendo). Haría mas justicia a la noble caballería…


FOTOGRAFIAS
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Fotografías de Enric García y Jordi Cazaña


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EniEn - Decembre 2013