Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

jueves, 30 de agosto de 2012

MACIZO DE LAS UBIÑAS. TRAVESIA DESDE TORREBARRIO

EL PRAU, PICOS DE FONTAN Y PEÑA UBIÑA (CRESTA ESTE)            

El año pasado cerramos nuestra estancia en de once días en las tierras de leonesas de Babia con una gran ruta circular. Primero subimos desde Torrebarrio los picos del Prau y Fontan. Después pasamos a Asturias para bajar al refugio de Meicín. La vuelta la hicimos pasando por el Alto de Terreros y el collado de Ronzón. Fue un recorrido magnífico pero algo deslucido por la niebla. Las nubes nos privaron de buena parte de las vistas y, sumadas a nuestro desconocimiento de la zona, nos impidieron recorrer la Senda de las Merinas. También nos quedamos con las ganas de cerrar el circuito subiendo al Peña Ubiña desde el Alto de Terreros. Pero aquí fueron las fuerzas y, sobre todo, un nada gratificante cordal pedregoso e inestable, las que nos echaron para atrás. Cuando después de 10.5 h de caminata y algo mas de 1700 m de desnivel, llegamos a Torrebarrio estábamos contentos y satisfechos. Pero teníamos la sensación de que la ruta que habíamos hecho, de por si excepcional, podía mejorarse notablemente sin incrementar en exceso el gasto físico. 

Trece meses mas tarde hemos vuelto a Babia. Con un tiempo estupendo hemos realizado la Travesía de las Ubiñas como nos habría gustado hacerla el año pasado. La ruta coincidie en la primera y última parte con nuestro recorrido anterior. Primero se sube a los picos del Prau y Fontan. Tras bajar el Canalón del Buey, se deja el camino del refugio de Meicín para ascender a la Pasada del Siete por una canal corta pero “entretenida”. La ruta continua por la sorprendente Senda de las Merinas, que se abandona al pasar por debajo de la cresta-espolón oriental de la Peña Ubiña. Por el mismo se alcanza la cima de la montaña, con una trepada larga y aérea. La bajada de la Ubiña al collado de Ronzón se hace por su cresta sur, siguiendo la senda balizada de la vía normal. Después, solo queda seguir un buen camino y un tramo de pista para volver a Torrebarrio. En total han sido 14 horas largas (yendo muy tranquilos), 1800 m desnivel, mas de 400 fotografías, dos días de agujetas y una satisfacción que durará semanas…       




Tipo Actividad
Ascensión de alta montaña estival
Fecha
Martes, 31 de Julio 2012
Asistentes
Encarna, Enric
Zona
Macizo de las Ubiñas. Babia. Cordillera Cantabrica. Entre León y Asturias
Inicio ruta
Torrebarrio A unos 3 Km de San Emiliano, por la ctra LE-481 que va al Puerto de la Ventana.
Final ruta
Recorrido
Torrebarrio- Pista hasta el Torrente de los Muriales-Camino-Lomba Verde- Collada y pico del Prau-Horcada N de Fontan- Cresta NO Fontan- Fontan N-Fontan S-Horcada S de Fontan-Canalón del Buey-Passada del Siete-Senda de las Merinas-Cresta E de la Peña Ubiña-Peña Ubiña- Cresta S de la Peña Ubiña (via normal)- Collado del Ronzón-Pista-Torrebarrio
Noche
No
Horario
Total
12 h 17 min
Efectivo
10 h 15 min aprox
Cota (m)
Mínima
1250 m (Torrebarrio)
Máxima
2422 m (Fontan S)
Climatología
Buen tiempo
Nieve-hielo
No
Desnivel Acum (m)
Ascenso
 1800
Descenso
 1800
Distancia (Km)
17.6
Dific.Física
Muy Alta. Longitud y desnivel acumulado importante (los últimos 350 m son de trepada PD)
Dific.Orientación
Media en la subida del Prau y en la senda de las Merinas (poco clara), que con niebla debe ser muy perdedora (dificultad orientación alta). La cresta E de la Peña Ubiña no da muchas opciones de itinerario y hay hitos, pero se han de buscar los mejores pasos
Baja para el resto de la excursión (pista, caminos o sendas bien marcados).
Dific.Psicológica
Alta en la cresta E de la Peña Ubiña y la canal de acceso a la Pasada del Siete.
Media, en la subida al Prau, la cresta de Fontan (un tramo aéreo), la bajada del Canalón del Buey (sencilla pero un poco agobiante por la inestabilidad del terreno), la senda de las Merinas (bajada de un escalón rococó intermedio) y el descenso (muy pendiente y algo aéreo) por la senda balizada de la cresta S de la Peña Ubiña.
Baja en el resto de la excursión
Dific.Técnica
Alta, por la subida de la canal de la Pasada del Siete (terreno húmedo con pasos de I/I+) y la cresta E del Peña Ubiña (PD, pasos de II/II+, 350 m). Resto de la ruta dificultad media-baja.
Material
Alta montaña estival. Casco y bastones aconsejables.Cuerda opcional
Cartografía
“Cordillera Cantábrica. Macizo de las Ubiñas”,1:25000,Ediciones Adrados, 2006
Bibliografía
Senda Merinas y cresta E Peña Ubiña: http://www.elmaquis.net/actividades/ubinastur.pdf
Descenso de Peña Ubiña a Torrebarrio: “Cordillera Cantábrica Central y Occidental”,Itin.24a y 25a, David Atela, Ed.Desnivel, 201
Valoración
Ruta excepcional pero muy exigente que permite conocer las distintas vertientes del macizo de las Ubiñas. Paisajes grandiosos. Absolutamente recomendable, si se esta preparado…
Comentarios
Al igual que el año pasado nos hospedamos en el Hostal Valle de San Emiliano, en el pueblo de San Emiliano. Las habitaciones y el servicio son mas que correctos, se come bien, el precio es razonable y está a sólo 5 Km de Torrebarrio (inicio y final de la ruta)
Teniendo en cuenta que la parte mas difícil y exigente (cresta E Peña Ubiña) esta al final (cuando llevamos 1400 m de desnivel) es muy importante no forzar y guardar fuerzas
No aconsejable con niebla (la ruta se hace difícil de seguir y se pierden las vistas). Tampoco si el terreno está mojado (hay tramos empinados de hierba que pueden ser peligrosos).
Llevar una buena provisión de agua (no se encuentra en todo el recorrido)
La ruta es abandonable en varios sitios:
-Desde el Prau o los Fontanes por donde se ha subido (con cuidado).
-De los Fontanes se puede bajar por la ruta normal hasta el refugio de Meicin y del mismo volver a Torrebarrio por el Alto de Terreros y el collado de Ronzón (sin dificultad pero largo).
-A medio recorrido de la seda de las Merinas puede subirse sin problemas a la Pasada de la Puerta del Arco y descender por el otro lado (I/I+,con cuidado) a la pista que viene de Torrebarrio
-Podemos evitar la cresta E del Peña Ubiña siguiendo la senda de las Merinas hasta su final en el Alto de Terreros y seguir al collado del Rozón y Torrebarrio.
Por último indicar que puede ascenderse a la Peña Ubiña por la cresta N (PD+, pasos de II/III) algo mas corta y discontinua que la cresta E, pero más técnica (y dicen que mas bonita). Se accede a la misma desde la senda de las Merinas, subiendo a la Pasada de la Puerta del Arco y el Prau Capón.
Con perros…
Absolutamente desaconsejable. No es un recorrido para ir con  nuestro amigo peludo.
A tener en cuenta:
El desnivel y la distancia se obtienen a partir del track con Garmin BaseCamp
La estimación de la dificultad se realiza considerando la actividad como excursión/ascensión y no como escalada.
Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica específicamente






















Domingo 31 de Julio 2012. Al igual que el año pasado, aparcamos en la plaza que hay al SE de Torrebarrio, junto al parque infantil y cerca de la fuente-abrevadero. Son las 6.30 h, es de noche, el cielo está sereno y hace frío (el termómetro de la farmacia de San Emiliano marcaba 7ºC). Enseguida empezamos a caminar (6.37 h, 1250 m).

Durante las próximas cinco horas y media (contando paradas) seguiremos la ruta que hicimos el año pasado (http://relatosenien.blogspot.com.es/2011/08/once-dias-en-babia-final.html). Conscientes de que el recorrido es largo, y de que la parte mas dura y complicada está al final, adoptamos un ritmo cómodo. Sin prisas remontamos la larga pista que se adentra en la vertiente occidental del macizo de las Ubiñas. Tardamos 40 min en llegar a la curva donde sale el camino del Collado del Ronzón (marcas blancas y amarillas, 7.18 h, 1540 m). Seguimos subiendo… Otros 40 min para situarnos bajo la cresta Fontan-Peña Ubiña y cruzar el torrente de los Muriales (7.57 h, 1750 m). Poco después tomamos un camino que sale a la derecha (7.59 h, 1758 m). Tras un breve tramo en subida (N) el terreno se allana y la senda se difumina. Pero la línea de avance es clara. Por lomas y canales de hierba vamos al norte y nos situamos bajo la ladera herbosa de la base de la vertiente SO del Prau (según el plano Lomba Verde, 8.15 h, 1830 m).

Subimos directamente (NE) por el borde derecho de la Lomba Verde, al límite de la enorme pedrera que, como un gran embudo invertido, baja desde una canal oblicua a la izquierda (NO) que hay bastantes metros mas arriba. La subida es dura pero se hace bien. Tras superar algo menos de 200 m de desnivel, llegamos al pie de una banda rocosa. La rodeamos por la derecha (huella de paso). Desestimamos una primera canal rocosa vertical que sale a la izquierda. Enseguida encontramos una segunda de hierba y roca mas ancha (hito, 8.48 h, 2031 m). Ascendemos por la misma (N-NO) y llegamos a un rellano. En vez de flanquear a la izquierda (NO), como hicimos el año pasado, subimos recto por la ladera rocosa de la derecha (NE), apoyando las manos de cuando en cuando. Mas arriba el terreno se abre, y pierde inclinación. Avanzamos por zonas de hierba, roca y pequeñas pedreras en las que se dibuja algún tímido sendero (hitos inconexos).  Subimos cerca del borde de un espolón que queda a nuestra derecha.  No tardamos en alcanzar una especie de collado-hombro en este espolón de tierra marrón claro, en el que hay un hito muy visible (9.18 h, 2177 m). Al otro lado se abre la importante canal oblicua que muere en lo alto de la gran de pedrera vecina de la Lomba Verde. Se ve muy derecha, sin  cortados y con una huella de paso. Se podría bajar sin problemas… También subir, pero sería una auténtica penitencia…

En adelante la ruta de ascensión coincide con la del año pasado. Remontamos (N-NE) una amplia y empinada ladera en llena de pequeñas pedreras. Lo hacemos poco a poco, intentando evitar aquellas zonas incómodas o descompuestas. Una última canal por debajo de los muros de la cresta rocosa que remata la vertiente nos deja a pocos metros de un estrecho collado en la cresta Prau-Fontan. Antes del mismo giramos a la izquierda y vamos en busca de la cresta SE del Prau. Por fin nos da el sol. Un pequeño sendero remonta la cresta y nos lleva a la cumbre (9.52 h, 2357 m). Sólo hay un pequeño hito. ¿Qué habrá sido del buzón del año pasado...?. 

Estamos contentos. Mas que por la cumbre (que hoy es un punto de paso) por haberla alcanzado sin grandes esfuerzos. También por que el día (algo frío y ventoso, pero espléndido) nos permite disfrutar y fotografiar las vistas que la otra vez no pudimos ver. Al NO el pico Colines, la Peña Ranchón, el Socellares..., todos viejos amigos. Al N la Peña Rueda, un monte que algún día tendremos que hacer.  Al SO el valle de Torrebarrio y la pista por donde vinimos… Al O mas picos conocidos (Peña Orniz,Morronegro, Montihuero) y no conocidos. Al SE los picos de Fontan, nuestro siguiente objetivo. Nos gustaría hacer una buena parada y disfrutar de esta cumbre solitaria. Pero la ruta es larga... Cinco minutos escasos después de llegar (9.56 h) volvemos por la cresta por donde hemos venido.

Enseguida llegamos al estrecho collado que hay al pie de la primera punta rocosa de la cresta Prau-Fontan. La otra vez la rodeamos bajando por la derecha. Hoy nos fiamos del hito que hay en lo alto de la elevación y probamos a ir por arriba. Es un acierto… Sin apenas apoyar las manos alcanzamos la cima de la punta. La cresta opuesta, básicamente herbosa, nos lleva hasta un nuevo collado rápidamente y sin problemas (Horcada N de Fontàn, 10.08 h, 2313 m). Ahora toca enfrentar el paso “clave” (que no difícil) de la cresta Prau-Fontan. Una repisa horizontal corta, estrecha y algo colgada, nos deja en una canal rocosa, bastante tiesa, angosta y protegida. Trepamos fácilmente, primero por el fondo de la misma. Después salimos por la derecha y enfrentamos unas placas cortadas por pequeñas repisas herbosas. El conjunto del paso no llega a los 15 m de altura y es sencillo (I/I+). 

Continuamos caminando por una cresta herbosa. Mas arriba se ensancha y forma el borde derecho de la amplia ladera colgada de hierba y piedras, que corona la vertiente NO de los picos de Fontan. Vamos en busca de un sendero que la cruza horizontalmente, por debajo del Fontan S, y alcanza el collado-brecha situado antes de la pirámide rocosa del Fontan N. Una trepada sencilla y divertida, nos lleva a la cima (10.34 h, 2412 m). Aquí el buzón continua en su sitio e igual de torcido que el año pasado.

La soledad, el ambiente, las vistas (inmensas, ver las fotografías) y las ganas de descansar, comer e hidratarnos, alargan la parada. A lo lejos, el Peña Ubiña muestra imponente tres de sus crestas, la oeste, la norte y la este, por donde tenemos pensado subirlo. Pero eso será bastante mas adelante. Antes tendremos que la canal de acceso a la Pasada del Siete (de aspecto algo siniestro) y recorrer la Senda de las Merinas, si logramos encontrarla…

Cuando pensábamos que no veríamos a nadie, aparecen dos montañeros. En un plis plas se plantan en el Fontan Sur. Después continúan hacia el Norte que alcanzan en unos minutos. Son Sandra y Miguel Angel, una joven pareja de Guadalajara que, con indumentaria de sky-runner, una mini-mochila y andar ligero, vienen del refugio de Meicín. Tras recomendarles que vayan al Prau (a su ritmo les supondrá poco tiempo) nos despedimos y continuamos nuestra ruta. Son las 11.18 h. Hemos permanecido casi tres cuartos de hora en la cima…

Sin prisas, que hay que guardar fuerzas (la frase del día), bajamos por la senda y subimos al Fontan Sur (11.25 h, 2415 m). La vista del Fontan Norte y su pared es impresionante. También acongoja el cresterío que, partiendo de la Horcada S de Fontan (que no vemos pero intuimos), finaliza en el Peña Ubiña. Un desfile de agudas puntas rocosas de nombres enigmáticos y sugerentes. Crestón del Pasu Malu, el Siete, los Castillines, el Prau Capon… El recorrido de esta cresta (Integral de las Ubiñas) es una larga escalada con dificultades de hasta IV+o V grado, que requiere ir rápido y seguro para poderlo hacer en el día. Una pasada…

Tras permanecer 5 minutos escasos en la cima, volvemos a la carga. Bajamos caminando por el cordal NO, como si volviéramos al Prau. Enseguida encontramos a la izquierda el embudo de una canal de hierba y roca que mas abajo se estrecha y queda colgada. A la izquierda del mismo (S) se encuentra la Horcada S de Fontán. Nuestra ruta pasa por este collado, que puede alcanzarse de dos maneras. Una es bajar directamente (muy tieso y descompuesto, desaconsejable). Pero preferimos la otra opción...Vamos unos metros a la derecha (hitos) y descendemos a la izquierda por hierba y roca hasta el borde derecho (NO) del embudo. Lo cruzamos (fácil, caminar, pero algo vertiginoso) primero en ligera bajada, después en una corta subida diagonal que finaliza en la Horcada S de Fontan (11.38 h, 2375 m). Nos encontramos en un collado que da a tres vertientes. La de los picos de Fontan (N, por donde hemos venido), la de Torrebarrio (O, vistas vertiginosas) y la de la canal del Canalón del Buey (E). Al SE se inicia la complicada cresta que finaliza en la Peña Ubiña. Breve alto para hacer fotografías y ponernos el casco (mas que aconsejable). Después iniciamos el descenso del Canalón del Buey.

La bajada del tramo superior del Canalón es ingrata. La fuerte pendiente (unos 40º), las piedras sueltas y la inestabilidad de las zonas sin pedrera (tierra endurecida que resbala muchísimo) nos complican la vida. Bajamos poco a poco por el borde izquierdo de la canal (huella de paso), donde la pared y algunas rocas nos dan apoyos fiables. Con todo, los desprendimientos (por suerte pequeños) son frecuentes. Tras perder un centenar de metros, la canal se abre, pierde inclinación y se hace algo mas "cómoda" y segura. Pasamos a su lado derecho donde un sendero facilita un poco el descenso. Nos lleva a una enorme tartera que ocupa la cabecera del valle de Cueva Palacios. A nuestra derecha tenemos los muros de las caras oriental del Crestón del Pasu Malu y de El Siete. Delante y mas abajo, la aguda cresta de los picos del Portillín sale perpendicular a esta pared (E) y cierra el valle. En el extremo derecho (O) de esta cresta, bajo el paredón de El Siete, hay una brecha muy marcada (Pasada de El Siete). De la misma baja un canalón de unos 70 m de altura, sombrío, estrecho, y empinado, cuya parte inferior esta ocupada por un estrecho nevero residual. Es la canal “siniestra”, por la que necesariamente habremos de subir. El problema es que no tenemos claro por donde…

Detrás nuestro, algo separados, aparecen Sanda y Miguel Angel. Finalmente no han ido al Prau y vienen a nuestro encuentro. Al igual que nosotros, quieren recorrer la Senda de las Merinas y tampoco conocen el itinerario. Juntos  descendemos la incómoda pedrera hasta una zona mas o menos llana situada al pie del canaló (12.11 h, 2170 m). Llego el momento de abandonar la ruta que seguimos el año pasado.

Una huella de paso remonta la pedrera en busca de la entrada del canalón. Su aspecto, que de lejos era poco tranquilizador, no mejora al acercarnos. Miguel Angel tiene dudas, pero sube tras el paso rápido y decidido de Sandra. Llegamos al inicio de la canal. Nuestros acompañantes la atacan por el fondo, trepando entre la roca y el angosto nevero residual. Sandra, una mujer decidida, supera el paso sin problemas. Miguel suda la gota gorda… Como no nos convence lo que vemos buscamos otra vía de ascenso…

Salvamos un corto tramo de la pared de la izquierda (pisado) y salimos a una fuerte pendiente herbosa. Aprovechando minúsculas terrazas de tierra mojada, subimos por la hierba. Técnicamente es fácil, pero el terreno empinado, resbaladizo y expuesto, aumenta la producción de adrenalina. Una veintena de metros y varios pequeños resbalones mas arriba, nuestra capacidad de sufrimiento toca techo. Hay que salir de aquí. A la derecha la pared forma una comba rocosa que finaliza en el fondo de la canal, justo en el lugar donde acaba la nieve. El paso es corto, las presas de mano no son buenas pero hay apoyos para los pies. El problema es que las botas están embarradas. Un bonito marrón…Poco a poco salvamos este tramo rocoso. Cuando alcanzamos el fondo de la canal  respiramos aliviados.

Los 50 metros que restan son sombríos,tiesos y guarros (roca, hierba húmeda y tierra mojada). Pero sin prisas y con cuidado se hacen sin excesivos problemas. Algún corto tramo de trepada anima la subida. Finalmente salimos a la estrecha brecha de la Pasada del Siete (12.37 h, 2265 m). Al otro lado nos recibe el sol y un basto paisaje de laderas pedregosas , paredones de caliza y agujas imposibles, que nos parece mucho mas humano que el canalón . “Curioso sendero”, le digo a Encarna, refiriéndome al mismo. Y añado, “esperemos que lo que venga no sea así”. Ella calla, pero su cara lo dice todo…

Sandra y Miguel Angel nos esperan para continuar la travesía. Hacemos un breve alto que aprovechamos para sacarnos los cascos. Hemos de encontrar el inicio de la Senda de las Merinas. Miguel saca un mapa de la edad de piedra,  que nos da una idea de lo que tenemos que hacer. Siguiendo una huella de paso bajamos (E) una cincuentena de metros de desnivel. Pero no nos gusta. Hemos de ir a la derecha, en horizontal, no hacia abajo. Parada para estudiar el terreno y volver a consultar el mapa de los Picapiedra. Un poco mas arriba vemos un hito. Vamos en su busca. ¡Premio!. Un sendero razonablemente marcado va en la buena dirección. Lo seguimos. La senda, balizada con hitos, se confirma. Enseguida encontramos otra línea de hitos que sube por el paredón de la derecha. Es el “camino” de El Siete. En el mismo, unas decenas de metros mas arriba, descubrimos otra pareja de montañeros que trepan penosamente por la pared. Menuda ruta…

Continuamos relajados por nuestro sendero. Con tramos horizontales alternados con breves subidas y bajadas, recorre en ligero descenso una faja colgada y pedregosa. Bastante mas abajo, a nuestra izquierda, vemos los prados donde se encuentra el refugio de Meicín. Avanzamos rápidamente. Cruzamos varias canales de tartera y llegamos a un hombro situado en un espolón rocoso que baja de los Castillines. Al otro lado la senda se difumina en una la ladera muy inclinado. No vemos si tiene continuidad, ni donde va. Ningún hito. Con muchas dudas empezamos a bajar por este un escalón empinado, pedregoso y aéreo. El paso, bastante largo, es fácil y a la vez delicado por la inestabilidad del terreno. Sandra, a la que todo le parece sencillo, abre la marcha bajando en diagonal a la derecha. Los demás, mucho mas lentos, la seguimos apretando los dientes. El descenso apenas tiene problemas pero pide atención. Una última sección rocosa, que salvamos sin complejos arrastrando el culo, nos deja en una nueva y amplía pedrera. Se acabaron las secciones “curiosas”…

El sendero continua cruzando una nueva y amplia tartera a media ladera. Arriba, a la derecha, intuimos una brecha de la que baja una senda en diagonal. Es la Pasada de la Puerta del Arco. Por la misma podríamos pasar al otro lado de la montaña y bajar a la pista que viene de Torrebarrio (posible escapatoria). Delante, bastante cercana, tenemos la mole del Peña Ubiña, con su  pared N enmarcada por las crestas norte y este. Sigue un largo tramo en el que la senda es algo confusa. Primero en bajada, después horizontal y finalmente en ligera subida, los hitos nos llevan por bloques calcáreos y tramos herbosos, hasta la amplia horcada que separa el paredón del Peña Ubiña y la punta rocosa del Cuetu las Cabras (13.43 h, 2065 m). En una roca, una pintada amarilla dice “Fin y comienzo Senda Merinas”. Nos damos cuenta de que el sendero que hemos recorrido desde la Pasada del Siete no es mas que la ruta para enlazar con la Senda. Hacemos un breve alto.

La Senda de las Merinas es un camino bueno y balizado con marcas amarillas. Sandra y Miguel Angel, que deben estar hartos de ir a nuestro paso de tortuga, se despiden y parten corriendo. Ha sido agradable compartir con ellos este precioso tramo de la ruta. Mientras que nuestros amigos se alejan rápidamente, remprendemos la marcha a ritmo tranquilo. Ellos llegarán al Alto de Terreros desde el que, en media hora, tal vez menos, se plantarán en el refugio de Meicín. A nosotros aún nos queda un buen trecho, en el que habremos de subir el Peña Ubiña por su arista este. Después vendrá el largo descenso por la cresta sur al collado de Ronzón, y de ahí a Torrebarrio... Siendo optimistas, unas 5 horas de ruta. Sin prisas, hay que guardar fuerzas…

Con un trazado cómodo y mas o menos horizontal, la Senda de las Merinas atraviesa las laderas de pedrera situadas bajo la imponente pared norte del Peña Ubiña. Continuamente miramos hacia lo alto de la misma, intentando infructuosamente descubrir algo de la arista este de la que sólo sabemos que es poco difícil. Una sección de ladera de hierba y bloques, que el camino salva por arriba (algo confuso, atención a no perder las marcas amarillas), nos lleva a un amplio lomo de hierba donde empieza la cresta (14.03 h, 2045 m). A partir de aquí la senda empieza a bajar en busca del Alto de Terreros. Cerca del mismo descubrimos las figuras de nuestros amigos.

Esperábamos encontrar un hito o huella de paso que indicara el comienzo de la ruta de la arista. Pero no vemos nada. Sólo un lomo de hierba y piedras que se inclina progresivamente y alcanza, unas decenas de metros mas arriba, la base de una banda rocosa. “¿Seguro que es por aquí..?”, pregunta Encarna. Sólo hay una forma de saberlo. Dejamos la Senda de las Merinas e iniciamos el ascenso de la ladera…

El primer hito es pequeño y se hace esperar. Pero tiene un efecto milagroso. Nuestras caras se transforman y la moral sube de golpe. Nos convertimos en sabuesos que escudriñan el terreno buscando la ruta. Un par de mojones mas nos dejan al pie del primer escalón rocoso. Trepamos por donde nos dice la lógica y el instinto. La roca, un calcáreo firme y adherente, se deja hacer. Fácil, disfrutón, bastante aéreo. Sabedores de que la cresta es larga (350 metros de altura) nos esforzamos en ir poco a poco, pensando en voz alta si vamos por esta o aquella fisura, placa, o repisa. Recibimos el descubrimiento de nuevos hitos con expresiones de júbilo. Esto va bien… Dejamos atrás el primer tramo rocoso y entramos en una nueva zona de hierba y matorrales. Seguimos subiendo sin prisas pero sin pausas…

Sería muy difícil y forzosamente inexacto describir en detalle nuestra ruta de ascenso. La cresta, casi siempre ancha, puede subirse por distintos lugares. Los tramos de trepada, numerosos y sin gran dificultad (I-II), se alternan con secciones herbosas mas o menos empinadas. Nos esforzamos en seguir los hitos (no hay demasiados y se han de buscar). El resultado es un recorrido sinuoso y algo rebuscado, pero muy bonito y espectacular. Una tras otro vamos superando sucesivos escalones rocosos. Todo va bien hasta que, a media altura de la cresta, llegamos a una sección estrecha y muy aérea. Y como mandan los cánones, por arte de magia los hitos desaparecen…

El instinto (y algo que leímos en Internet) nos dice que la ruta baja a una canal pedregosa y empinada que tenemos a la izquierda. Pero, ¿por donde?. Una pared vertical de una veintena de metros nos separa de esta canal de aspecto feo e inestable, pero que debe permitir esquivar sin problemas el único sector afilado de la arista. Miramos y miramos, pero no vemos por donde bajar. Desestimamos el rapel por que la cuerda de 30 metros que llevamos en la mochila quedaría corta. No hay mas narices que afrontar la cresta…

El sector es muy aéreo y mas espectacular que difícil. Salvamos un primer tramo horizontal de la arista sin problemas. Una breve canal nos deja en una estrecha brecha al pie de un frontón rocoso alto y vertical. No hay que pensar mucho para ver la continuación de la ruta. Una fisura-chimenea vertical de unos 8 m de alto que, gracias a la existencia de buenas presas y de la extraordinaria adherencia de la roca, salvamos sin cuerda y disfrutando de lo lindo (II+). En lo alto de este paso, una pequeña repisa nos da un respiro y nos permite descubrir que hay mucho aire por debajo. La escalada, ahora mas fácil, continua salvando pequeños muros (I+). Bonito, muy bonito… Un último paso nos deja en una nueva pendiente herbosa donde descubrimos un hito. ¡Bravo!

La intensidad del tramo que acabamos de salvar ha hecho que nos olvidemos de hacer fotografías. Es una lástima, ya que la imágenes habrían sido sensacionales. Barajamos la posibilidad de bajar hasta la repisa para tomar alguna instantánea. Pero como que nos da pereza, nos justificamos diciendo que así tenemos un buen motivo para volver. Mentira cochina… Después de ver lo magnifica que esta ruta, nuestra próxima ascensión al Peña Ubiña seguro que será por la cresta norte. Dicen que es un poco mas difícil y mas bonita.

La cresta continua con nuevas puntas menos fieras y esquivables por la izquierda. El terreno vuelve a ser sencillo y discontinuo, con muchos tramos caminando. Por diversión seguimos el filo de la arista con una trepada fácil y a veces aérea. La roca no es tan firme, pero sigue siendo buena. Salvamos un par de puntas. Después la cresta se convierte en un lomo pedregoso y vemos la cima relativamente cerca. Se acabaron los problemas. 

El cansancio aparece de repente. La mochila pesa mas que antes y cuesta mover las piernas. Poco a poco salvamos este último tramo caminando. Llegamos al lugar donde se juntan las crestas norte y este. El cordal gira a la izquierda y se dirige a la cumbre del Peña Ubiña. La alcanzamos enseguida (15.48 h, 2411 m). La hora y tres cuartos que hemos tardado en recorrer la cresta se nos ha pasado volando. Nos abrazamos. Estamos muy contentos, pero el cansancio hace que apenas se note la alegría en nuestras caras.

No estamos solos. Una pareja de vascos que han subido desde Tuiza nos saludan efusivamente. Cuando les decimos de donde venimos, se sorprenden, nos felicitan y nos pasan una botella de buen vino. Tal como estamos no es la bebida mas adecuada, pero aceptamos la invitación y damos un buen trago. Después nos sacamos las mochilas y nos dejamos caer en la base de cemento del poste geodésico. Cerramos los ojos y nos relajamos. Ha sido tan bonito…

Comemos. Bebemos agua, una bebida energética y algún que otro trago de vino que nuestros vecino se empeñan en ofrecernos. Intentamos recuperar fuerzas, disfrutar del momento y de las estupendas vistas (ver las fotografías). Nuestros acompañantes se despiden e inician el descenso. Nos quedamos solos. Evocamos la vez anterior que estuvimos aquí (http://relatosenien.blogspot.com.es/2011/07/once-dias-en-babia-las-ubinas.html). Entonces subimos por desde Torrebarrio, por el collado de Ronzón y la senda de la cresta sur. Fue la primera ascensión que hicimos en la zona y tuvimos la gran suerte de compartir esta cumbre con un zorro (un habitual de este lugar) que llegó a comer de nuestra mano, algo que nos dejo sorprendidos y maravillados…

Tras permanecer cuarenta minutos en la cima iniciamos el descenso (16.29 h). Lo hacemos por la cresta sur, siguiendo el camino marcado y balizado (hitos y marcas amarillas) que, en un entorno severo y bravío, baja al collado del Ronzón (vía normal). El descenso es tranquilo, relajado, con muchos altos fotográficos. El día sigue siendo bueno, hay tiempo de sobras y no tenemos ninguna prisa. Llegados al collado superior de Ronzón (17.35 h, 1978 m) hacemos un breve alto para contemplar el Peña Ubiña Pequeña y recorrer con la vista la ruta de la cresta NO, que hicimos el año pasado. Después giramos a la derecha (SO) y vamos en busca del camino que baja a la pista que viene de Torrebarrio. En contra de lo esperado, lejos de agotarnos el descenso nos recupera físicamente y nos sentimos mejor.

A las 18.25 h llegamos a la curva de la pista por la que subimos hace once horas. Ahí encontramos un grupo de cuatro abueletes que han venido en un 4x4. Van vestidos de calle y parecen sacados de una película de Berlanga. Nos preguntan todo tipo de detalles sobre la ruta de la Peña Ubiña. Deducimos que querían subirla esta misma tarde, pero al oír nuestras explicaciones parece que deciden aplazar la excursión para otro día.. Tras varios intentos, logramos que finalicen el interrogatorio y proseguimos nuestra marcha pista abajo con una sonrisa en los labios.

Como acostumbra a pasar, el último tramo de nuestro periplo es corto pero se nos hace largo. El sol cae a plomo, no corre el aire, el calor es sofocante. Finalmente llegamos a Torrebarrio (18.54 h). Nuestra travesía de la Ubiñas ha terminado. Ahora solo nos queda volver a San Emiliano, darnos una ducha, y celebrar esta magnífica excursión con unas cervezas y una buena cena. Un digno final para una jornada memorable…


La ruta en imágenes 
(Recomendamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa") 


EniEn - Agosto 2012

lunes, 6 de agosto de 2012

XARRUPS 04


VACACIONES…

Pues si. Después de meses de espera, llegan Agosto y las anheladas las vacaciones. Pero aparte del curro (que ya es mucho), ¿de que mas hacemos vacaciones…? En nuestro caso la respuesta es clara, “de bien poco…”  Aprovechamos estos días para ir a la montaña, si es posible, en zonas alejadas y/o que no conocemos. Este año hemos preparado un programa tan amplio como variado. Cordillera Cantábrica, Alpes y, como no, Pirineos. Pero seamos realistas… Seguro que el mal tiempo, el cansancio, las lesiones, las enfermedades o, simplemente, las ganas de quedarse en la cama (o en el saco) nos harán cambiar de planes… Y haremos mas vacaciones de las previstas…

Las verdaderas vacaciones son aquellas en que se rompe con lo habitual. El trabajo, la rutina del día a día, la televisión, las labores domésticas, los hobbies, los amigos, el perro, y si me aprietas, hasta la familia… Unas pocas semanas, o unos días, en que tenemos la oportunidad de reinventarnos haciendo y/o viviendo cosas nuevas o, simplemente, no haciendo nada... Pero esto es algo que muy pocos/as saben, pueden, quieren o se atreven a hacer. Nosotros tampoco… Así que haremos mas o menos lo de siempre. Y seguro que nos lo pasaremos bien, que a fin de cuentas es lo que importa…




TRAVESIA DEL TUC DE DE BARLOGUERA (Intento) – Junio 2012

El Tuc de Barlonguera es una bonita montaña de 2802 m de altura situada en las inmediaciones del refugio de Montgarri. El ascenso por su vía normal es fácil pero no trivial. Casi siempre sin camino.Primero un montón de metros de desnivel por una interminable ladera de piedras y matorrales. Después una empinada canal pedregosa, de esas que subes un metro y bajas dos… Por último la corta pero derecha, y a tramos vertiginosa, ladera-cresta que lleva a la arista cimera… En total unos 1200 m de desnivel y 3-4 horas de subida. Realizamos esta ascensión en Agosto del 2007. Quedamos sorprendidos, agotados, y con ganas de volver para hacer la travesía O-E de esta montaña, subiendo por la cresta que parte del collado del Trauc de Lèsca, de la que no sabíamos nada. Casi 5 años mas tarde seguíamos sin saber nada, e intentamos esta travesía. Fue el pasado sábado 16 de Junio, en compañía de Roberto, Jordi y Agustí, tres amigos del Club de Montaña Turbón-Laspaules.

La subida desde el refugio de Montgarri (1648 m) al collado del Trauc de Lèsca (2352 m) fue preciosa, solitaria, espectacular...Tras una parada para desayunar atacamos la cresta O del Barlonguera. Muy tiesa, aérea, herbosa, con tramos rocosos y descompuestos…Técnicamente sencilla pero algo delicada…No la esperábamos así. Nos cogió en frío, desprevenidos. Un poco a contra corazón, fuimos subiendo lentamente y con cuidado. Tras salvar algunos escalones llegamos a una punta rocosa (2640 m). Después de la misma la cresta se afila y hace difícil, requiriendo el uso de la cuerda. Sabíamos de la existencia de este tramo complicado y no nos cogió desprevenidos.

Dejamos la cresta para descender una cincuentena de metros por una empinada canal pedregosa que hay a la derecha, poco antes de la punta. El terreno era fácil. También peligroso e inestable. Se desprendió una roca del tamaño de un frigorífico que, milagrosamente, sólo pasó sobre la bota de Jordi y despeinó ligeramente a Agustí. Este percance aumentó la sensación de incomodidad. La canal nos dejo en una empinada ladera de hierba y pedrera que se ha de cruzar horizontalmente para situarse debajo de un espolón herboso muy empinado que permite alcanzar de nuevo la cresta, poco antes de la punta rocosa del Tuc de Cornava (2766 m), antecima del Barlonguera. La última parte de esta travesía horizontal estaba ocupada por un empinado nevero que no esperábamos encontrar. La nieve estaba resbaladiza y veníamos “de verano”. Sólo el animoso Agustí veía factible cruzar el nevero. Pero, por distintos motivos, el resto del grupo no vió nada claro continuar. Fue la gota que colmó un vaso de una ruta incómoda. La cima no estaba lejos, pero decidimos abandonar…

El descenso, todo tieso ladera abajo, no tuvo mas problema que ir con cuidado de no resbalar o dar un traspiés en una pendientes de hierba y/o pedreras de fuerte inclinación. Unos rápidamente, otros mas lentos, descendimos los 300 m de altura del costarrón herboso. Nos reagrupamos en una llanura del valle por el que habíamos subido, un centenar de metros por debajo del Trauc de Lèsca. Después de una parada para templar las piernas, iniciamos el descenso a Montgarri por la ruta de subida. Transcurrió tranquilamente, son buen ambiente y sin mas problemas que el fuerte calor. Llegados al Santuario, reajustamos la temperatura corporal con unas jarras de cerveza bien fría. Después emprendimos el viaje de vuelta a Laspaules…

Hay días en que, sin saber bien por que, uno no se siente a gusto en la montaña. El pasado 16 de Junio fue uno de ellos. Primero le dimos la culpa a la cresta del Barlonguera (algo guarrindonga). Después reconocimos que la montaña, como siempre, no tuvo ninguna culpa. Fuimos nosotros que ese día no andamos finos. La travesía del Barlonguera queda pendiente. No se cuando, pero volveremos a intentarla. Esperemos que no hayan de volver a pasar 5 años…     



La ruta en imágenes 
(Recomendamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa") 


SPOT (Localizador Vía Satélite)

El pasado mes de Julio fueron el aniversario de Encarna y mi santo. Para celebrarlo nos regalamos algo que esperamos nos sea absolutamente inútil. Un localizador vía satélite, alias “SPOT”.

A menudo vamos al monte solos y sin decir nada a nadie (una mala costumbre). Nos gustan los recorridos poco habituales, y por tanto solitarios, en los que inexplicablemente (teniendo en cuenta que estamos en la “tecnológica” Europa Occidental del 2012) no hay cobertura telefónica. Bromeando nos decimos que si nos pasa algo esperemos que, por lo menos,encuentren los cadáveres. Y es que, en según que sitios, lo de pedir ayuda esta bastante mal…

El servicio del 112, que actúa independientemente de la compañía telefónica, no sirve de nada si no llega la señal. Además, en caso de percance grave y/o inesperado, llamar y hablar por teléfono puede ser muy difícil o imposible, y trasmitir correctamente la posición otro tanto. Algo que pudimos comprobar hace dos años en el Moncayo, cuando nos vimos implicados en un accidente de montaña (próximamente colgaremos la crónica en el blog).

Por todos estos motivos, después de pensarlo detenidamente decidimos aflojar la pasta y nos compramos un “SPOT”.

1.- ¿Qués es un SPOT?

No vamos a entrar en tecnicismos que no dominamos para explicar como funciona el localizado vía satélite SPOT.
Si os interesa el tema y queréis saber mas (y si no también) os aconsejamos visitéis la web de SPOT .

La idea básica es sencilla. Un cacharro, ligero (unos 150 g), autónomo (no depende del teléfono móvil como pasa con otro modelo de SPOT) y fácil de utilizar.
Sólo pulsando una tecla, el chisme envía vía satélite (muchísima mas cobertura que un teléfono normal) una señal que incluye 1 mensaje corto y las coordenadas de posición.

Hay 4 tipos de modos o señales distintas que se emplean en función de la gravedad de lo que se quiera comunicar. Asimismo, los destinatarios de cada señal también pueden ser distintos.
El texto de los mensajes y los destinatarios (excepto la de SOS) los ha de configurar el usuario previamente por Internet, entrando e la web de SPOT.
Por tanto se ha de pensar bien el texto (que debe ser breve, hay limitación de caracteres) y los destinatarios (a los que se les deberá “instruir” previamente)

Todo esto puede parecer algo lioso, pero os aseguramos que no lo es. Vamos a intentar explicarlo…

    
2.- Modos “OK-Confirmación” y “Mensaje personalizado” (teclas independientes):

-En general no son para situaciones de emergencia. Mas bien informan…
-Van dirigidas  a aquellos destinatarios (hasta 10) que queramos, que reciban nuestro mensaje en forma de SMS y/o de email.
-El texto y los destinatarios de estas señales se han de configurar previamente entrando en la web de SPOT, y se pueden cambiar cuando uno quiera.
-En el email o el SMS se envía también un link que permite visualizar nuestra posición de Google Maps.
-Durante 20 minutos SPOT envía la señal 3 veces (por seguridad), aunque los contactos sólo recibirán el SMS y/o el email una vez.
-Si durante los 15 minutos después de pulsar la tecla no hay señal GPS, no se envía la señal

En nuestro caso los mensajes que hemos configurado para estas dos señales son:

2.1.- OK-Confirmación:
-Nuestro texto concreto (configurable): Todo OK. Abrazos desde la montaña. Mensaje email+SMS con posición actual”.
-Queremos notificar que todo va bien y decir donde estamos.
-Lo enviamos al empezar o durante la excursión. No comporta ningún mensaje posterior

2.2.- Mensaje Personalizado:
-Nuestro texto concreto (configurable): ¨Todo OK. Empezamos zona difícil. Nuevo contacto mas tarde. Mensaje email+SMS con posición actual”
-Queremos notificar que todo va bien y que iniciamos un sector de la ruta que tiene complicaciones y decir donde estamos.
-Lo enviamos antes de iniciar un sector que pensamos puede darnos problemas y en el que hay un mayor riesgo de percance. Evidentemente, comporta un mensaje posterior de “OK-Confirmación” para notificar que todo ha ido bien.

Insistimos en que el texto y contenido de estos das dos señales son configurables por el usuario entrando en la web de SPOT, y puede definirlos a su gusto con la limitación del nº de caracteres.
Por ejemplo, el Mensaje Personalizado podría servir para indicar que nos vengan a buscar en coche a un punto previamente determinado.


3.-  Modos “Ayuda” y “SOS” (teclas independientes)

Son para situaciones de emergencia poco o muy chungas.

3.1.- Ayuda:
-Sirve para comunicar a aquellos destinatarios (hasta 10) que queramos, que ha ocurrido un percance o situación que no amenaza nuestra seguridad personal (por tanto no es grave) que puede requerir que nos ayuden o no (dependerá del texto del mensaje).
-Esta comunicación puede extenderse (contratando la subscripción) al Servicio de Coordinación de Asistencia (GEOS) de SPOT, que contactará con los organismos nacionales de emergencias para situaciones potencialmente No Peligrosas (nos vendrían ayudar, pero con cierta “calma”…)
-En el email o el SMS se envía también un link que permite visualizar nuestra posición de Google Maps
-Durante 1 hora SPOT envía la señal cada 5 minutos (por seguridad), aunque los contactos sólo recibirán el SMS y/o el email una vez.
-Si no se consigue señal GPS, se enviar mensaje aunque sin la posición

En nuestro caso, el mensaje que hemos configurado para esta señal es:

-Nuestro texto concreto (configurable): “Percance no grave que podemos solucionar. Nuevo contacto mas tarde. Mensaje email+SMS con posición actual”
-Queremos notificar que hemos tenido un problema que no afecta nuestra seguridad y que creemos podemos solucionar. Por lo que no necesitamos ayuda. Comporta un mensaje posterior de “OK-Confirmación” para notificar que hemos solucionado el problema.

Como que este texto es configurable por el usuario (entrando en la web de SPOT) podríamos definir otros en los que requiriéramos o no ayuda.

3.2.- SOS 
-Para situaciones de emergencia graves (que amenazan la seguridad personal)
-Directamente, el Servicio de Coordinación de Asistencia (GEOS) de SPOT alerta y da nuestra posición e información personal a los organismos de emergencias (como el 112), que deben iniciar el protocolo de búsqueda y rescate
-SPOT envía la señal cada 5 minutos hasta que se agoten las baterías
-Si no se consigue señal GPS, se envía un mensaje aunque sin la posición
-En este caso no hemos de configurar ningún mensaje.

4.- Función seguimiento (progreso de rastreo)

-Además de las cuatro señales (cuatro teclas) descritas (y de la On/Off), hay una tecla mas para la función de seguimiento.
-Sirve para hacer un rastreo de nuestra posición (algo similar a un track)
-Al activar esta función (pulsar la tecla) SPOT envía a los contactos que designemos un mensaje con nuestra posición cada 10 minutos durante 24 horas.
-De esta manera nuestros contactos pueden seguir nuestro track en Google Maps (en el mail o el SMS se envía un link)
-Esta función de seguimiento requiere una subscripción adicional

5.- Cuanto cuesta…

-El aparato (SPOT Localizador Vía Satélite): entre 175-190 € ;el nuestro incorporaba 200 SMS’s
-Subscripción 1 año servicio básico asistencia SPOT : 99 €
-Subscripción 1 año progreso de rastreo (función seguimiento) : 39 €
-Además debe contarse la renovación el cupo de SMS’s

6.- Inconvenientes

Además del coste de compra, del mantenimiento de la subscripción anual del servicio básico (sin la que el aparato no tiene sentido) y de los SMS, el principal problema son las limitaciones propias de la señal GPS que hace que el localizador no sea fiable en lugares cerrados, en cuevas o bosques muy densos.

Otro inconveniente es que el dispositivo debe mantenerse alejado un mínimo de 40 cm de otros dispositivos GPS. Por nosotros dos repartimos los dos aparatos, uno lleva el SPOT y el otro el GPS-Garmin.

El SPOT requiere un mínimo entrenamiento en el funcionamiento del aparato y las bases del sistema por parte de los usuarios (mucho menos que otros sistemas de seguridad, como el ARVA).
También se ha de informar y formar mínimamente a los contactos escogidos.

No se aconseja emplear pilas recargables.Pero esto no es ningún problema, ya que funciona con pilas de Lítio AAA y, según el fabricante, con un uso “normal” duran unos 3 meses.

En conclusión

Tenemos muy poca experiencia con el SPOT, pero hasta ahora nos parece un sistema mas que interesante para excursionistas o montañeros solitarios, o en grupos reducidos, que realizan su actividad en zonas poco concurridas.

Hasta ahora las pruebas y no pruebas de envío y recepción (en los modos OK-Confirmación y Mensaje Personalizado) que hemos hecho han sido satisfactorias; en lugares sin cobertura telefónica los contactos han recibido el mensaje con las coordenadas de la posición en pocos minutos. Por tanto parece que el invento funciona…

Esperamos no tener que utilizar nunca el SPOT en los modos Ayuda y mucho menos en el de SOS. Pero si ocurre estamos seguros de que será mucho mejor que no llevar nada.
De momento llevarlo encima nos da tranquilidad y también seguridad.
Pero lo mas importante es que el SPOT no nos ha cambiado.
Seguimos siendo igual de prudentes, miedosos y pacientes que antes, tres actitudes que, a nuestro entender, son los mejores antídotos contra los percances y accidentes en montaña.
Siempre es mejor prevenir que curar…

EniEn – Agosto 2012