Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

jueves, 14 de julio de 2011

ONCE DIAS EN BABIA. CON NIEBLA Y SIN PULPO

El día después al de las Ubiñas (martes) salió malo. Lluvia, niebla, frío, viento…Mientras buena parte de España se moría de calor nosotros no pasábamos de los 10 grados. Dedicamos la jornada a descansar, degustar la gastronomía y visitar pueblos. También hubo tiempo para consultar guías y mapas, y programar futuras excursiones a los montes y valles de la comarca que nos parecieron mas característicos  Uno de ellos, el Cornón de Peñarubia, no es de Babia, pero al ser un pico muy nombrado y no quedar lejos lo incluimos en la lista.

El miércoles el día se levantó extraño. Cielo azul, frío, niebla en las montañas. Las condiciones no eran idóneas para una travesía “de altura”. Así que optamos por un itinerario sencillo y  balizado que pudiera hacerse con poca visibilidad. De las rutas previstas sólo una reunía estos requisitos. La del Cornón. Así que allí nos fuimos…

Partimos del pueblo de Puerto de Somiedo, donde ese día se celebraba una feria rural anual en la que habían dos grandes “pulperías” ambulantes venidas de Galicia. La excursión fue un larga pero agradable caminata entre la niebla que, en algunos tramos, puso a prueba nuestras aptitudes de boy scout, teniendo que recurrir al mapa, la brújula y el altímetro. Una gozada… Llegando a la cima del Cornón tuvimos la suerte de dejar atrás las nubes y disfrutar del sol y las vistas. Después “amenizamos” la excursión con el pico del Asta, una ascensión que en su parte final exige escalar una bonita placa rocosa de II+.

La vuelta (por el camino de la ida) a Puerto de Somiedo también transcurrió bajo la niebla. Fué rápida, pero no lo suficiente como para llegar a tiempo de zamparnos una buena ración de  “pulpo a feria”. Este fracaso nos sumió en la tristeza. Ni tan solo el recuerdo de las dos cimas del día pudo elevarnos el ánimo. Tuvo que llegar la noche, cuando en el restaurante del hostal San Emiliano nos resarcimos con una estupenda tabla de cecina y chorizo de la tierra y un buen chuletón. Y es que como dice el  refrán, a las penas puñaladas…

CORNÓN DE PEÑARUBIA y EL ASTA

Fecha
Miércoles 29 de Junio del 2011
Asistentes
Encarna,Enric
Zona
León-Asturias. Cordillera Cantábrica. Parque Natural de Somiedo
Inicio/final ruta
El Puerto de Somiedo. Desde San Emiliano tomar LE-481 (S, unos 3Km) hasta  CL-623, que seguimos (O) hasta Piedrafita de Babia. Continuar por CL-633 al Puerto de Somiedo (total 32 Km)
Recorrido
El Puerto de Somiedo-Seguir sendero balizado (PR) que lleva hasta la misma cima del Cornón- Volver por al collado entre los picos del Cornon y del Asta- Ascenso sin senda al Pico del Asta (trepada final) - Volver al collado anterior- Seguir el PR hasta El Puerto de Somiedo
Noche
No
Material
Senderismo. Opcionalmente cuerda y cintas para la pared final del pico del Asta
Dificultad
Técnica
Ninguna en el Cornón. Trepada (II+) en Asta
Física
Media-Alta
Cota (m)
Mínima
1460 (puente sobre el río del Puerto)
Máxima
2188 (Pico del Cornon)
Desnivel (m)
Ascenso
1050
Descenso
1050
Distancia
 17.4 Km
Horario
Total
6 h 25 min
Efectivo
 5 h 40 min
Climatología
Niebla y ambiente frío. En la cima sol y tiempo despejado
Cartografía
“Cordillera Cantábrica. Parque Natural de Somiedo”,1:60000,Ediciones Adrados, 1999
Bibliografía
“Cordillera Cantábrica Central y Occidental”,Itin.40a, David Atela, Ed.Desnivel, 2010
“Montañas de Castilla y León’’.Cap.3, I.Saez y E.Santin,Ed.Desnivel, 2010
Para el pico del Asta no conocemos bibliografía
Valoración
Agradable caminata por sendero marcado y balizado. Se complementa con la subida al pico del Asta, que le da un carácter mas montañero
Comentarios
Si hay niebla, en algunos tramos donde se pierde la senda la orientación es algo delicada. Atención a la escalada y desescalada del tramo de pared del pico del Asta (no es difícil pero tiene su intríngulis)
Track de la excursión (en formato .gpx) :



Miércoles 29 de Junio. Después de un martes de lluvia y nubes, el miércoles sale bueno en los valles y chungo en las montañas. Por este motivo decidimos ir al Parque Natural de Somiedo para subir al Cornón de Peñarubia, una ascensión sin problemas que en su totalidad va por un sendero balizado (PR). Nos levantamos a una hora razonable y desayunamos tranquilamente en el bar del hostal. Después partimos rumbo al pueblo de Puerto de Somiedo, punto de inicio de la excursión. Como su nombre indica, esta población se encuentra en lo alto del puerto homónimo, ya en Asturias. Durante el viaje vemos que la meteo no iba errada. A medida que subimos las nubes se apoderan del cielo y la niebla de los valles y montañas por encima de los 1600 m.

Al llegar a Puerto de Somiedo nos llevamos una sorpresa. En vez de un lugar tranquilo y solitario, encontramos gente, coches y bullicio por todas partes. Y es que hoy se celebra una de las dos ferias ganaderas anuales. Aparcamos en un campo habilitado como parking. El propietario, un jubilado que trabajó toda la vida en Gavà, nos cobra 5€. Al ver la cara que ponemos nos dice que podemos dejar el coche todo el día, por lo que es un buen precio. No hay duda que este asturiano tiene mucho de catalán… Como que no tenemos prisa, damos una vuelta por la feria. Los animales y los puestos de comida, souvenirs y utensilios varios, nos dejan indiferentes. No ocurre lo mismo con los chiringuitos gallegos, donde además de embutidos, bocadillos y platos típicos, sirven “pulpo a feria” a 8€ la ración. Pero el pulpo se está hirviendo en unas grandes ollas y tardará en estar listo. Y tampoco tenemos hambre. Así que aplazamos la comilona para la vuelta de la excursión. Finalizada la visita volvemos al coche, cogemos las mochilas y empezamos a caminar (10.27 h, 1495 m).

Desde el “parking” bajamos por la carretera hasta cerca de la entrada del pueblo. A la derecha (O) hay un cartel informativo de la ruta del Cornón. Además de un croquis del itinerario (PR AS-10), dice que entre ida y vuelta tiene un longitud de 14.2 Km y una duración de 7 h. No habla del desnivel, pero el acumulado ronda los 900 m. No está nada mal para una caminata sin grandes pretensiones… Yendo ligeros las 7 h podrían ser 6, tal vez menos, y llegaríamos a tiempo de zamparnos una buena ración de pulpo. Con esta idea continuamos por las calles del pueblo, siguiendo las marcas amarillas y blancas.

Dejamos atrás las casas y seguimos por pistas que se adentran (O) en el amplio valle del río del Puerto, cuya cabecera está tomada por la niebla. Un breve descenso nos lleva hasta el río, que cruzamos por un puente (10.39 h, 1467 m). La pista, ahora medio camino, continua por el otro lado (O) elevándose en suave subida por laderas de hierba y matorrales, fragmentadas por márgenes de piedras. De momento todo es muy fácil. Simplemente seguir el camino y las marcas del PR. El ascenso nos aleja del valle principal y nos dirige a la entrada de otro que sale a la izquierda. Llegamos al mismo por un amplio collado donde hay un indicador metálico (11.05 h, 1562 m). Este señala una fuente cercana (derecha, N) y la continuación de la ruta del Cornón (recto-derecha,NO) para la que da un tiempo de 3h 40 min que nos parece exagerado.

La senda desaparece en la hierba y  no vemos mas marcas. Seguimos por una pista que sale al oeste y se adentra en el valle. Pronto nos damos cuenta de que no vamos bien. Tras mirar el mapa y la guía, dejamos la pista  y subimos (NE) por una ladera de matorrales en busca del PR. Lo encontramos 50 metros mas arriba. Esta claro que, al no conocer la zona ni disponer de referencias orográficas, habremos de ir muy atentos en los tramos sin senda ni balizas. 

Continuamos por el camino que ahora atraviesa un ginestar denso y mojado del que salimos empapados. Poco después llegamos a un collado donde nos atrapa la niebla (11.29 h, 1700 m). La excursión cambia de carácter. Con visibilidad escasa o nula avanzamos al oeste por un terreno ondulado difícil de describir. Por suerte el camino es claro y las marcas de pintura se siguen bien. Tras dejar atrás una especie de valle-canal donde hay una cueva, realizar un flanqueo a media ladera y atravesar una amplia canal con llanos herbosos, la senda sube a un collado  donde no se ve nada (Alto Prefustes, 11.59 h, 1794 m). Hemos recorrido algo menos de 2/3 de la ruta.

El camino desciende  por un valle herboso, cruza una canal y se hace confuso... Las visibilidad es muy reducida. Nos movemos guiados por el plano, la brújula y el altímetro. Hacía tiempo que no nos encontrábamos en una situación de este tipo. Es excitante y divertido jugar a encontrar el camino. De cuando en cuando un hito, una marca amarilla y blanca, un resto de sendero o un poste señalizado, indica que no nos hemos perdido. Todo va bastante bien. Pero en mas de una ocasión nos sentimos perdidos y hemos de detenemos, resituarnos sobre el mapa y decidir por donde continuar. De este modo, vamos navegando sin ver por las laderas herbosas situadas en las inmediaciones de la pirámide casi perfecta del Cornón.

Tras dejar atrás una zona de lomos y pequeñas canales de hierba y matorrales, llegamos a una torrentera (12.40 h, 1908 h). Mas allá de la misma el terreno se hace rocoso y el sendero claro y marcado con hitos. La cosa se anima. Remontamos varios escalones pedregosos. Cruzamos alguna tartera. Pasamos cerca de unas bandas rocosas. Suponemos que son parte de los farallones de la vertiente norte del pico del Asta, una punta abrupta y afilada vecina del Cornón. La travesía por esta zona caótica y mineral finaliza bruscamente tras un tramo horizontal, al pie de una ladera de fuerte inclinación que la senda remonta en lazadas (13.05 h, 2065 m). Por altura y posición debemos de estar bajo la pirámide final del Cornón. Debido a la puñetera niebla no vemos la cumbre, pero seguro que está casi a tocar de mano.

Con buen ánimo iniciamos el que creemos es el último ascenso. El costarrón es durísimo. Pero el camino esta bien trazado y se gana altura con relativa comodidad. A medida que subimos la niebla se hace menos densa y el ambiente se ilumina. Hasta nos da una semi-sol.  De repente, en pocos metros, todo cambia. Salimos de las nubes y entramos en un escenario dominado por el sol y la temperatura agradable. Por debajo y al norte se abre un mar de nubes. ¡Que bonito! Una cincuentena de metros mas arriba, vemos el poste geodésico de la cumbre del Cornon, que alcanzamos poco después (13.21 h, 2187 m). Con paradas (que no ha habido tantas) hemos tardado 2h 54min desde el Puerto de Somiedo (la guía da 2h 50min). Todo va “on time”, o lo que es lo mismo, se mantiene viva la esperanza de volver a tiempo de poder zamparnos la anhelada ración de pulpo.

¡Que bien se esta en la cumbre del Cornon! Temperatura agradable, sol, sin viento, buenas vistas al sur, al norte una inmensa alfombra de algodón... Comemos, bebemos, descansamos, hacemos fotografías, video… Hasta firmamos en el libro de registro (algo que nunca hacemos) que se encuentra en el interior de un curioso buzón de metal con forma de chimenea. Estaríamos un buen rato aquí, sentados o tumbados a la bartola. Pero el recuerdo del pulpo nos incomoda. Además queremos darle un tiento al agudo pico del Asta, que al bajar la niebla de cota ha quedado medio al descubierto. Así que, tras permanecer cerca de 40 minutos en la cima, nos vamos para abajo (13.58 h).

En 10 minutos nos plantamos al pie de la pirámide cimera. Continuamos por el camino que en horizontal recorre el collado-cordal que separa el Cornón del Asta. Cuando el PR empieza a bajar, lo abandonamos para dirigirnos (E) al Asta (14.09 h, 2060 m), cuyo aspecto inaccesible contrasta con las formas redondeadas y bonachonas de su vecino el Cornón. No tenemos ni idea de por donde va la vía de ascensión. Así que vamos por donde nos parece. Esquivamos por la izquierda (N) una primera sección abrupta de la cresta y nos situamos en el collado-brecha que precede la mole rocosa central del pico. En lo alto de la misma hay algo que podría ser un buzón que suponemos señala la cima. El acceso directo desde la brecha a la arista cimera comporta superar una pared vertical de aspecto nada fácil. Así que bajamos por la canal de la vertiente sur y flanqueamos por debajo de los muros de esta cara hasta una nueva canal herbosa. Subimos por la misma y alcanzamos un collado situado al este de la cima. Teníamos la esperanza de encontrar un ascenso fácil al punto mas alto. Pero no es así. Una placa rocosa cubierta de liquen negro y resbaladizo, de unos 60º de inclinación y una quincena de metros de altura defiende el acceso a la cumbre. ¡Putada!

Esta dificultad inesperada hace que Encarna pase de la cima. Yo dudo. No llevamos cuerda y las suela de las botas casi no tiene relieve. Decido probar. Me saco la mochila y encaro la pared. Cogiéndome con las manos al borde izquierdo de la placa y con los pies en adherencia sobre la misma (hay pocos apoyos y con el liquen no son de fíar) progreso poco a poco en babaresa. La escalada no es difícil (II/II+) pero si expuesta y sostenida. Con la adrenalina a flor de piel alcanzo la cima del Asta y me yergo junto la especie buzón abierto y oxidado de la misma (14.36 h, 2078 m). Unos instantes de descanso, un par de fotografías y vuelvo por donde y como he venido. De bajada los movimientos son menos naturales y me siento menos seguro. Pero todo va bien. En un par de minutos vuelvo a estar en el collado desde donde Encarna ha seguido y fotografiado mi “machada”. Yo me siento feliz y muy satisfecho.

Siguiendo nuestros pasos de subida, volvemos al collado Cornón-Asta (14.54 h). Subir al Asta nos ha costado tres cuartos de hora. ¡Hay el pulpo…! Tras un breve alto emprendemos el retorno por el PR. Sigue habiendo niebla, pero menos, y podemos ver parte del entorno por pasa el camino. Caminamos a buen ritmo y casi sin parar. A las 15.26 h llegamos al Alto Prefustes. A las 16.05 pasamos por el collado donde esta mañana nos cogió la niebla. A las 16.19 h estamos en el cartel de la fuente. Finalmente, a las 16.45 h llegamos a el Puerto de Somiedo. La feria hace rato que acabó. Ya no hay coches, ni paradas, ni gente. De las pulperías solo queda parte del entoldado que están desmontando. Por el suelo hay cajas que los perros se disputan. Adiós a nuestra ración de pulpo…

Con pena y resignados vamos hasta el coche, nos cambiamos de calzado y partimos hacia San Emiliano. En el bar del hostal intentamos aliviar nuestra tristeza con unas cervezas y algunas tapas. Después vamos a la habitación, nos duchamos y pasamos la tarde leyendo, pasando fotos al ordenador y viendo la televisión. A eso de las 21.30 h bajamos al restaurante con ánimo de resarcir nuestra desgracia. De primero un buen plato de chorizo, cecina y queso curado de la tierra. De segundo un estupendo chuletón. Todo  acompañado con pan y buen vino de la tierra. Quedamos tan llenos que nos olvidamos de los postres y pasamos directamente al café. ¡Joder como nos hemos puesto! Casi no nos acordamos del pulpo. Eso sí, mañana pesaremos un par de kilos mas. Pero no pasa nada. La meteo da buen tiempo y seguro que los eliminaremos con una buena excursión…Y es que como dice el refrán, “ a las penas puñaladas”…


La ruta en imágenes
(Aconsejamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa")


EniEn - Julio 2011

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