EN BUSCA DE LA SETA PERDIDA…
El
Mallo Brocoló es una enorme y llamativa torre rocosa que domina el pueblo de Pont
de Serradui (Ribagoza Oscense). Su único acceso fácil es por su cordal-cresta norte, que recorre un sendero que empieza en un collado por el que pasa el
GR 18 (que se dirige al norte en busca del cordal de la Sierra de Cis). Descubrimos esta montaña en Agosto de 1999,
durante una ruta de BTT. Tras un duro ascenso llegamos al Coll del Vent, donde
hicimos una larga parada. El collado se encuentra al pie del Mallo Brocoló que
pudimos observar largamente. Al reanudar
la pedalada ya teníamos está montaña en la cabeza…
Volvimos
unos días mas tarde (esta vez a pie) para intentar la ascensión. Todo fue bien.
La ruta escogida (ida y vuelta pasando por el Coll del Vent) fue correcta y sin
ningún problema alcanzamos la cima. Iniciamos el descenso dejando la senda para
ir por la ladera de su izquierda (N) en la que hay algunos pinos. La sorpresa
fue mayúscula el descubrir que, bajo los mismos, el suelo estaba tapizado de rovellones
(níscalos). No íbamos preparados para tal hallazgo. Cogimos una buena cantidad
de setas y las pusimos como pudimos en las mochilas. Pero cuando llegamos al
coche estaban destrozadas y, con gran pena, las tuvimos que tirar…
Catorce
años mas tarde hemos vuelto a subir el Mallo Brócolo. Hemos seguido un sencillo
recorrido circular que, con origen y final en las casas de Riguala, da la
vuelta a la montaña. Esta vez las fechas eran demasiado tempranas. Encontramos
algunas setas, pero ningún rovellón… Volvimos de vacío, pero con la alegría de
haber pasado una agradable y solitaria jornada excursionista.
FICHA TECNICA
Tipo Actividad
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Senderismo
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Fecha
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Jueves 8 de Agosto 2013
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Asistentes
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Encarna, Enric, Pot
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Zona
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Valle de Isabena. Ribagorza.
Prepirineo oscense
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Inicio ruta
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Casas de Riguala (975 m). Se llega por una
carretera estrecha que sale en el Km. 30.7 de la crta A-1605 que va de la Pobla de Roda a
Bonansa (unos 400 m después del Pont de Serradui).
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Final ruta
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Recorrido
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Riguala-Barranco de Arquero-Fuentes y
Piedra de Carraduno-Falso collado-Collado-Mallo Brocoló-Collado-Corrales
(cabaña pastores-Coll del Vent- PRHU 46- Pista- Riguala
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Noche
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No
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Horario
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Total
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5 h
57 min
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Efectivo
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4 h 45 min aprox (4 h 25 min si en la parte final se va por
la pista)
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Cota (m)
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Mínima
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935 (Inicio camino Bco. Arquero)
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Máxima
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1623 (Mallo Brocoló)
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Climatología
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Buen tiempo. Alguna nube. Temperatura muy agradable para
principios de Agosto
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Nieve-hielo
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No
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Desnivel Acum (m)
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Ascenso
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770
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Descenso
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770
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Distancia (Km)
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12.4
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Dificultad global
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Baja-Media
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Dific.Física
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Media-Baja
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Dific.Orientación
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Baja. Entre Riguala y el Barranco de
Arquero y en la subida final al Mallo Brocoló la senda se pierde o es esta
poco marcada, pero la ruta es clara. Resto del recorrido sin problemas
(camino o pista)
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Dific.Psicológica
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Baja. El ascenso final del Mallo Brocolo
transcurre cerca de cortados, pero no impresiona
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Dific.Técnica
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Baja. Sólo caminar.
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Material
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Senderismo. Llevar agua (terreno árido)
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Cartografía
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“Turbón y Sierra de Sis”,
1:40000, Ed.Prames,2006
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Bibliografía
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No conocemos
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Valoración
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Ruta circular de senderismo de media
montaña (ideal para una mañana) que
transcurre por parajes agrestes,áridos y solitarios. Se asciende sin
problemas a una montaña de aspecto inexpugnable.
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Comentarios
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Evitar en épocas calurosas. El terreno es
árido y con el sol se convierte en una “parrilla”.
Tras bajar por el PR del Coll del Vent a la
pista, lo mejor es seguir esta última hasta Riguala (el PR se pierde en
varios tramos entre la maleza, es de mal seguir y peor pasar; no vale la
pena)
En época se setas (finales de Agosto o
Septiembre) pueden encontrarse rovellones bajo los pinos de la vertiente NE
del Mallo Brocoló, relativamente cerca de la cima.
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Con perros…
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Sin problemas. Llevar buena provisión de agua
(terreno árido)
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Track (en formato gpx):
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El desnivel y la distancia se obtienen
a partir del track con Garmin BaseCamp
La estimación de la dificultad se
realiza considerando la actividad como excursión/ascensión y no como escalada.
Si la actividad comporta escalda u
otra disciplina técnica, se indica específicamente
CARTOGRAFIA
CRONICA
Jueves
8 de Agosto del 2013.
Tras las lluvias de ayer, el día nace fresco y soleado. La alta montaña debe
rezumar humedad por todas partes. Así que decidimos dedicarnos a montes de
secano. Se nos ocurre ir al Mallo Brocoló (en el extremo SO de la Sierra de
Cis) para hacer un itinerario circular que pensamos hace tiempo. La otra vez
que ascendimos este monte (en Agosto de 1999) tuvimos la sorpresa de encontrar
un montón de rovellones muy cerca de la cima. En aquel año la temporada de las
setas fue temprana. En este lleva un calendario normal y difícilmente se repetirá
el hallazgo. Pero es igual. Nuestro interés no son los rovellones, sino pasar
el día caminando relajadamente por parajes solitarios. Y si por casualidad
encontramos alguna seta perdida mejor que mejor…
Tardamos
unos 40 minutos en ir desde Laspaúles al Pont de Serradui. Unos 400 m antes del
pueblo (en el Km. 30.7 de la crta A-1605,
yendo de Bonansa a la Pobla de Roda), tomamos a la izquierda una estrecha
carretera asfaltada que, tras cruzar el río Isábena y pasar por el desvío de La
Bileta, nos lleva con un trazado sinuoso hasta Riguala (975 m). Dejamos el
coche en un rellano que hay entre la casa (diríamos que solo hay una) y una
nave-corral. Un grupo de perros ladra ruidosamente al descubrir la presencia de
Pot . En dirección este, encima nuestro, se alza la mole rocosa del Mallo Brocoló, con
la torre del Tozal dels Moros enganchada a su derecha. Unos minutos mas tarde
empezamos a caminar (11.03).
Hoy
queremos hacer es un ruta circular que da la vuelta al Mallo Brocoló. Subiremos
por un antiguo camino que remonta el Barranco de Arquero (al norte de la
montaña) hasta el collado por el que pasa el GR 18. Desde ahí alcanzaremos la
cima por el sendero que va por su cordal-cresta norte. Con una pequeña variante
(para ver si hay setas) volveremos al collado, para continuar por el GR18 en dirección sur por la vertiente opuesta a
la de la subida. Tras pasar bajo la imponente pared oriental del Mallo Brocoló y del
Tozal de los Moros, alcanzaremos el Coll del Vent. Seguiremos brevemente la
pista de Cajigar hasta la salida del PR HU-45 (o GR 18.1), por el que
volveremos a Riguala. El circuito no es muy largo (unos 10 Km) ni tiene un gran
desnivel (unos 700 m). Esperamos estar de vuelta a media tarde.
Reculamos
unos metros por la carretera hasta que gira a la derecha. A la izquierda sale
la pista (PR HU 46) que va a Cajigar pasando por el Coll del Vent. Tomamos un camino que baja a la derecha. Enseguida pasa tras una casa y se pierde al rodear por la
izquierda un prado situados bajo Riguala. Continuamos (NE) por una zona
boscosa. Tras cruzar un barranco encontramos un camino ancho y horizontal que,
entre los árboles. A nuestras espaldas (S) la mole
trapezoidal del Mallo Codoñeras (otras ascensión interesante) ocupa el
horizonte. La senda vuelve a perderse en una nueva pradera. La cruzamos,
siempre al norte. Después bajamos brevemente a la izquierda (tramo empinado y
algo incómodo) en busca de un camino ancho bien marcado que pasa junto un campo
de matas de maíz (11.28 h, 939 m). Hasta aquí la ruta ha presentado pequeñas
dificultades de orientación al ir en parte campo a través. En adelante siempre
iremos por camino y todo será mas sencillo.
Tras
un breve tramo horizontal el camino empieza a subir, gira a la derecha y entra
en la vertiente izquierda (orográfica) del Barranco de Arquero. Poco después
llegamos a un depósito de agua semi-enterrado (11.37 h, 989 m). A partir de
aquí la senda, mas estrecha pero siempre clara y con muchos tramos empedrados,
gana altura suavemente y en diagonal (E), en busca de una ladera situada mas
adelante. A la izquierda y arriba de la misma hay una roca muy grande y característica
(Piedra de Carraduno). El terreno es árido y pedregoso, con matorrales y algún
árbol. Tenemos suerte de que el ambiente sea fresco y húmedo. En las
condiciones normales para la época, nos freiríamos de calor…
Llegados
a la ladera el camino sube mas fuerte en lazadas, pasa por una zona en la que
bajan pequeños cursos de agua (fuente de Carraduno) y alcanza el collado
situado a la derecha de la Piedra de Carraduno (12.23 h, 1237 m). Arriba y a la derecha,
tenemos los muros de la cara norte del
Malló Brocoló. A la izquierda, la otra vertiente del barranco de Arquero muestra una bella estampa de paredes rocosas. Al frente (E) el
barranco continua para finalizar en un cordal rocoso que intuimos pero no vemos. Parece que este cercano, pero hasta el mismo aun nos quedan 250 m de desnivel por sueprar. El
camino continua subiendo, siempre al este, por un entorno algo mas boscoso. En
su último tramo, ya bajo el cordal, asciende en cómodas lazadas, que nos llevan
hasta un falso collado del mismo por donde pasa el GR 18 (13.01 h, 1498 m).
Hacemos un alto…
El
GR sigue al norte en busca del cordal de la Sierra de Cis y
de su punto mas alto (pico de l’Amurriador) que se encuentra unos 300 m mas
arriba. Nosotros seguimos el camino en la dirección opuesta. Rodeamos una roca
por la derecha y alcanzamos el collado situado al pie del cordal-cresta N del Mallo Brocoló (13.18 h, 1507 m). Seguimos un tenue sendero que asciende por
su divisoria. A la izquierda están las importantes paredes de la vertiente
oriental (que se intuyen pero apenas se ven). A la derecha tenemos una ladera inclinada
y cubierta de matorrales que, mas abajo, forma unos contrafuertes en los que
hay pequeñas zonas de árboles. La subida es rápida y distraída. En un cuarto de
hora alcanzamos una sección horizontal de la cresta en la que pasamos por dos
puntas redondeadas. Después el
cordal gira a la derecha (O) y, en leve descenso por una zona de matorrales donde la senda se pierde, nos deja en un collado-rellano
situado al pie de la amplia punta cimera (13.43 h, 1590 m). Solo nos queda
remontar una última y breve ladera para alcanzar la cumbre alargada de la
montaña, señalizada por un pequeño montón de piedras (13.49 h, 1623 m).
El
panorama es amplio y aéreo, pero al oeste queda algo limitado por la
propia cresta cimera. Así que seguimos por la misma durante unos 150 m (algo
aéreo, ancho pero con cortados a ambos lados), bajando levemente hasta una
punta desde la que tenemos una vista en vertical del valle y las casas de
Riguala (13.56 h, 1606 m). Tras unos minutos de
parada y un montón de fotografías, volvemos a la cumbre principal. Nos
detenemos algo mas adelante, en lugar donde finaliza el tramo de subida. Ahí el
suelo es rocoso y hay mejores
vistas (14.05 h, 1618 m).
La
parada se alarga algo mas de 25 minutos. No nos sentimos cansados y empleamos
el alto para comer, beber, disfrutar de las vistas y hacer fotografías.
Especialmente nos impresiona el aspecto inexpugnable de lo torre del Tozal de
los Moros que tenemos delante (E). Le cuento a Encarna una bonita historia que leí en Internet (http://iberiasegunmascaray.es/brocolo-215)…
La
leyenda se sitúa en la época en que los moros eran los señores de estas
tierras. Llegaron a reunir un gran tesoro en monedas, joyas y objetos de oro, que fundieron para formar un enorme novillo del preciado metal, que escondieron
en la profundidad de una de las muchas cuevas del Brocoló. Pero los buenos tiempos se acabaron…
Llegaron los cristianos y los moros tuvieron que huir precipitadamente, sin
tiempo para llevarse el novillo de oro... Desde entonces muchos intentaron encontrarlo, siempre sin éxito.
Dicen que una vez un hombre provisto se internó en una profunda
gruta. No se volvió a saber de él y sólo se encontraron el pico y la pala... Por tanto, el novillo de oro sigue en la montaña esperando que alguien lo
encuentre...
A
las 14.31 h iniciamos el descenso. Al
igual que hace 14 años, cuando llegamos al collado que hay bajo la punta
cimera, dejamos la senda del cordal para bajar, algo en diagonal (NE), por las
laderas de un canal muy abierta que hay a la izquierda. Aunque todo parece
indicar que no, albergamos la esperanza de encontrar algún rovellón perdido
bajo los pinos que hay mas abajo. Fracaso absoluto…Una seta enorme que no
conocemos. Otras pocas arrugadas y feísimas. Nada mas...
Como se preveía la pequeña cesta de mimbre no saldrá de la mochila. Enlazando
sendas de animales que atraviesan la vertiente mas o menos en horizontal (NE), volvemos
al collado por el que pasa el GR 18 (14.57 h). A partir de aquí cambiamos de
vertiente y seguimos la misma ruta que en nuestra visita anterior.
El
recorrido no tiene pérdida. Simplemente se ha de seguir el camino, ancho, claro
y balizado con marcas rojas y blancas. La senda empieza descendiendo (E) por
unas placas rocosas (ojo si están mojadas). Sigue un tramo de cortas lazadas y
piso pedregoso e incómodo. Tras perder una cincuentena de metros de desnivel el
camino gira a la derecha. Con un trazado horizontal, con algunas breves subidas
y bajadas, va primero al SE y después al SO justo por debajo de los enormes
paredones de la toda la cara oriental del Mallo Brocoló y del Tozal de los
Moros. Tras este tramo espectacular, en el que es normal acabar dolor de nuca
de tanto mirar hacia arriba, dejamos atrás los cortados y descendemos (E) por
terreno suave y despejado, siguiendo una amplia lazada del camino que pasa bajo
una línea de alta tensión. No tardamos en llegar a unos llanos en los que hay
una cabaña y unos corrales. En este punto un poste señalizado marca un camino
que sale a la izquierda (PR HU 247) y se dirige a Sopeirum (NE, 15.39 h, 1315 m).
Continuamos
por una pista (SO). Tras pasar junto dos balsas (en las que Pot se da un
chapuzón) y dejar a la izquierda un desvío, alcanzamos la amplia escotadura del
Coll del Vent (15.50 h, 1267 m). La vista del Brocoló y del Tozal de los Moros
es espectacular. Por la derecha (N) llega la pista que viene de Riguala. La última
parte de la misma traza una fortísimas lazadas, que nos dejaron exhaustos la
primera (y de momento última) vez que alcanzamos este collado empujando (que no
subidos) nuestras viejas BTT.
Seguimos
por la pista en dirección Cajigar. Medio kilómetro mas adelante, tras haber
rodeado por la izquierda una pequeña elevación del cordal, llegamos a un nuevo
collado. Un poste señalizador indica el camino (PR HU 46) por donde hemos de
continuar. El cordal continua (NO) en dirección al Mallo Codoñeras (la otra
gran cima de la zona). Su ascensión requiere de superar un brevísimo tramo de
trepada vertical para salvar el cinturón rocoso que rodea su extenso altiplano
cimero (una excursión que hicimos hace años y que también merece la pena).
Tras
un breve alto iniciamos el descenso por el PR. Tras un corto tramo al oeste, el
camino gira 180 grados y baja en diagonal hasta el fondo de la parte alta del
barranco de Codoñeras (16.15 h, 1113 m). Ya en la otra orilla, una breve marcha
casi horizontal nos deja en la pista que viene de Riguala (16.17 h, 1113 m).
Continuamos por la pista, atentos a su lado derecho en el que debe salir la
continuación del PR. Localizamos el lugar (hay una marca muy poco evidente) unos 400 m mas
adelante (16.23 h, 1076 m). Abandonamos la pista para seguir el camino. Será un
gran error…
Debe
hacer mucho tiempo que nadie va por el PR. Continuamente el camino se pierde
bajo una vegetación espesa y lacerante que obliga a hacer rodeos, a menudo inciertos
y complicados, que hacen que la marcha sea lenta y desagradable. Por este
motivo no vamos a describir este último tramo de la ruta, que consideramos feo
y nada gratificante. Solo diremos que acabamos hartos, llenos de cortes y arañazos, y que agotamos nuestro surtido repertorio de maldiciones y exabruptos. Así que
lo decimos en voz alta y con mayúsculas… A no ser que tengáis pendiente alguna
promesa o penitencia, o disfrutéis con las prácticas masoquistas, NO OS METAIS…
Simplemente continuar chino chano por la pista. El recorrido es algo mas largo
(no mucho) pero se hace en mucho menos tiempo y, cómodamente y sin problemas,
lleva a Riguala.
Finalmente,
tras media hora larga de sufrimientos y complicaciones (de haber ido por la
pista no habríamos tardado mas de un cuarto) a las 16.58 h llegamos al coche. A
pesar de este desgraciado sector final, estamos contentos. La actividad ha sido
bonita y agradable. Durante 6 horas, hemos caminado tranquilamente por parajes
áridos y agrestes, en los que los buitres han sido nuestra única compañía. Una
excursión muy distinta a las que podemos realizar por las montañas situadas mas
al norte. Pero que tiene su encanto.
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EniEn - Agost 2013
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