PUNTA SENYALADA Y PIC DE BASERCA

RUTA CIRCULAR SUBIENDO POR EL VALLE DE BESIBERRI Y BAJANDO POR EL ESTANY ROI DE DALT Y EL VALLE DE FENERUI

Situada al SO del macizo de Besiberris, entre los valles de Besiberri y de Boí, la Punta Senyalada (también conocida como Pic de la Torreta o dels Soldats) es uno de esos “casitresmil” (2952 m) poco conocidos y menos visitados. Hacía tiempo que esta montaña estaba en nuestra lista de “pendientes”, siendo la última cumbre importante de la zona que nos faltaba por subir. El problema es que queríamos ascenderla haciendo una ruta circular y no teníamos claro como hacerla. Hasta que Paco Nudels nos dio la solución…

El itinerario que Paco describe en su blog es magnífico.  Partiendo del valle de la Noguera Ribagorzana se sube al valle de Besiberris. Desde el mismo se asciende a la cima por el agreste barranco de l’Obaga de Besiberri y el Coll Arenós. La vuelta, tan larga como espectacular, empieza con la ascensión del pico de Baserca (vecino de la Punta Senyalada). Un fuerte descenso por la cresta de Gemena lleva hasta el Estany Roi de Dalt. Después toca subir a la collada de Fenerui para, seguidamente, bajar por el valle homónimo (una delicia de lugar) hasta el embalse de Baserca Finalmente se sigue la pista que recorre su orilla oriental hasta alcanzar el punto de inicio de la excursión.

El pasado Agosto realizamos esta ruta. A pesar de las 12 horas, 20 km y 1700 metros de desnivel acumulado en subida, y otros tantos de bajada, disfrutamos de lo lindo y no acabamos demasiado cansados. Un ritmo mas que tranquilo, las cortas pero abundantes paradas y la suerte de encontrar bien el itinerario, tuvieron mucho que ver. La excursión nos sorprendió por el terreno salvaje y solitario por el que transcurre. La ruta es compleja pero no tiene pasos técnicos. En algunos tramos esta poco marcada y se tiene que buscar, sobre todo en la primera parte del Barranco de l’Obaga y en el descenso por la cresta de Gemena. Las cimas son absolutamente solitarias (como casi todo el recorrido), y con unas vistas… Absolutamente recomendable…

FICHA TECNICA

Tipo Actividad	Ascensión de alta montaña estival
Fecha	Lunes 5 de Agosto 2013
Asistentes	Encarna, Enric
Zona	Alta Ribagorça. Pirieno catalán. Inmediaciones de la boca S del túnel de Viella
Inicio ruta	N-230, Km 147.3, zona de aparcamiento de l’Hospitalet de Senet, a la derecha de la crta, junto a un puente y unos metros por encima del refugio de l’Hospitalet, al N del embalse de Senet (o Baserca)
Final ruta
Recorrido	Zona aparcamiento de l’Hospitalet-Estany de Besiberri-Pletiu de l’Obaga-Barranco de l´Obaga (subir por su vertiente oeste)-Estany de l’Obaga de Bessiberi-Lago sin nombre-Cercanias del Coll de Basderca- Coll Arenós-Punta Senyalada-Coll Arenós-Pic de Baserca-Cresta de Gemena (laderas situadas al O de la misma)-Estany Roi de Dalt-Collada de Fenerui-Valle de Fenerui-Cabaña de Fenerui-Pista de Baserca-Zona de aparcamiento de l’Hospitalet
Noche	No
Horario	Total	11 h 40 min	Efectivo	9 h 40 min, aprox
Cota (m)	Mínima	1460 (pista del embalse Baserca)	Máxima	2962 (Punta Senyalada)
Climatología	Buen tiempo. Algunas nubes.
Nieve-hielo	No
Desnivel Acum (m)	Ascenso	1730	Descenso	1730
Distancia (Km)	19.9
Dificultad global	Alta
Dific.Física	Muy Alta
Dific.Orientación	Alta de la Pletiu de l’Obaga a l’Estanyet de l’Obaga. Media en el resto del recorrido si hay visibilidad.
Dific.Psicológica	Media.
Dific.Técnica	Baja-Media. Algún paso de trepada fácil entre Pletiu de l’Obaga a l’Estanyet de l’Obaga, la última parte de la subida al Coll Arenós (terreno descompuesto) y en la bajada del Pic de Baserca al Estany Roi de Dalt (Cresta dels Gemena)
Material	Álta montaña estival. Casco aconsejable en la subida al Coll Arenós y en la bajada por la cresta del Gemena.
Cartografía	“Vall de Barravés.Ribagorça”, 1:25000, Ed.Alpina, 2009
Bibliografía	http://paconudels-nudels.blogspot.com.es/2010/08/punta-senyalada-2952-m-con-uno-de-los.html
Valoración	Gran recorrido circular de alta montaña, largo, duro y complejo. Poca dificultad técnica pero cierto compromiso (sin puntos de abandono). Se ascienden dos cumbres solitarias. Grandes vistas
Comentarios	Una excursión grandiosa, de las que se recuerdan y aconsejan En muchos tramos la ruta no sigue las sendas indicadas en el mapa de la Ed.Alpina En buena parte del recorrido se tiene la sensación (para nosotros agradable) de encontrarnos aislados del mundo. Sin vías de abandono fácil (salvo la propia de subida) hacia el valle de Besiberris o del Noguera Ribagorzana de donde venimos. Si que se puede descender sin problemas por la otra vertiente (lagos de Gemena) y alcanzar el valle de Boí. Con buen tiempo y buenas piernas, aconsejamos completar el circuito ascendiendo el Tossal d’ Escobedieso (otra gran cumbre). Supone un incremento de unas 1.5 h y 100 m de desnivel.
Con perros…	Realizable, pero no recomendable…En los tramos de pedreras de bloques, en la subida al Coll Arenos (empinado y  muy descompuesto) y en el descenso al Estany Roi de Dalt, nuestro amigo peludo puede ponerse y ponernos en complicaciones y/o riesgos.
Track (en formato gpx):
http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=5189418

El desnivel y la distancia se obtienen a partir del track con Garmin BaseCamp
La estimación de la dificultad se realiza considerando la actividad como excursión/ascensión y no como escalada.
Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica específicamente

CARTOGRAFIA

 CRONICA

Lunes 5 de Agosto 2013. Aun es de noche cuando llegamos a la zona de aparcamiento cercana al refugio forestal de l’’Hospitalet (junto la N-230 y mas arriba del extremo norte del embalse de Baserca). Bajo la luz de los frontales nos calzamos las botas y acabamos de montar las mochilas. El sueño nos vuelve torpes. Necesito tres intentos para calibrar el GPS… Finalmente, tras comprobar que no nos dejamos nada y que el coche esta cerrado, empezamos a caminar (6.05 h, 1470 m).

Cruzamos el puente de obra sobre el río Noguera Ribagorzana, que baja bastante crecido. En el otro lado giramos a la izquierda para seguir la pista por donde va el GR 11. Diez minutos mas tarde, cuando la calzada se va a la izquierda para vadear el río (6.14 h, 1489 m), la abandonamos para seguir el trazado del GR. Los restos de las crecidas de unas semanas atrás son mas que evidentes y en algunos tramos el camino ha desaparecido. Por suerte el puente sobre el torrente que baja por el barranco de Besiberri sigue en pie (6.23 h, 1501 m). Justo después del mismo, dejamos el GR (que continua por una pista en busca del refugio de Conangles) para subir a la derecha (O) paralelos al torrente. Tras un tramo herboso inicial entramos en el bosque. Multitud de pequeñas sendas guían nuestros pasos. Hasta que damos con la buena, muy marcada y señalizada con hitos. Chino chano (aun tenemos sueño) seguimos por el camino, cruzando varias veces una pista que se encarama en lazadas por la ladera boscosa. Hace rato que se hizo de día cuando llegamos al lugar donde el camino encuentra la pista por última vez (poste señalizador, 6.47 h, 1670 m). Breve alto…

Con la tranquilidad de seguir una senda que hemos hecho muchas veces, continuamos subiendo, siempre poco a poco. La ruta es muy larga, el desnivel importante y conviene ahorra fuerzas. El camino del valle de Besiberris es claro, sin complicaciones. Tras un primer tramo muy pendiente, un sector horizontal lleva hasta el torrente que se cruza por una pasarela de hormigón (7.12 h, 1800 m). Después el sendero remonta la abrupta vertiente de la derecha del barranco. Un sinfín de lazadas permite subir por la ladera boscosa y empinada. La ascensión finaliza bruscamente en un pequeño collado situado a la derecha del promontorio que remata el barranco (7.43 h, 2010 m). Al otro lado, unos metros por debajo, tenemos el idílico Estany de Besiberri y su valle homónimo. A la izquierda (N) nos saludan nuestros viejos amigos el Tuc de Contesa y, mas a la derecha, el de Estanyets y el Tossal de Molar Gran, tres montes ignorados y solitarios. Al fondo, la muralla norte del macizo de Besiberri cierra el horizonte.

Continuamos por la senda que recorre el valle y pasa del refugio libre de Besiberri, que adivinamos mas que vemos bastante mas arriba y algo a la izquierda. El camino recorre la orilla derecha (S) del Estany de Besiberri donde encontramos dos pescadores mañaneros. El sol ya ilumina la parte alta del pic Feixant (otro entrañable conocido) que se refleja en la superficie del agua, aun en sombra. Dejamos atrás el lago y entramos en un precioso rellano herboso salpicado de algunos pinos (Pletiu de l’Obaga, 7.54 h, 1990 m). A pocos metros, un grupo de sarrios corre sobre los meandros del río. Nos alcanza una pareja de montañeros que camina a un ritmo endiablado. Nos cuentan que van al Besiberri Sur y al Comaloformo. Cuando les decimos que nuestro objetivo es la Punta Senyalada ponen cara de no saber. No nos extraña... Es normal que los picos célebres (sobre todo si son tresmiles) mantengan en el anonimato otras cimas vecinas de menor altitud, que son tan o mas bonitas e interesantes. La pareja de “galgos” se aleja rápidamente valle arriba cuando llegamos a la base del enorme cono de hierba, pedreras y roquedos que baja del barranco de l’Obaga de Besiberri. Nuestro estado, hasta ahora semiletárgico, pasa bruscamente al  de máxima alerta. Ralentizamos aun mas la marcha mientras inspeccionamos el terreno de nuestra derecha en busca de algo que nos indique el inicio de la ruta de ascenso…

En el mapa de Alpina la senda del barranco de l’Obaga de Besiberri empieza pasado el torrente y se mantiene en esa vertiente (E, derecha orográfica) todo el rato. Pero tanto el estudio de las fotografías que hicimos desde el Tuc de Contesa, como las indicaciones de Paco Nudels (que siguió el trazado del mapa) dicen que es mejor ir por la otra vertiente (O, izquierda orográfica). Así que cuando, una cincuentena de metros antes del torrente de l’Obaga, vemos a la derecha algo que podría ser un hito, no nos los pensamos (8.03 h, 2003 m). Abandonamos el camino e iniciamos el tramo mas incierto de la excursión. Como veremos, no lo será tanto…

Subimos por la derecha del cono que forma la base del barranco de l’Obaga, cerca del inicio de las bandas rocosas. El torrente queda a unos 50-30 m a la izquierda (según el lugar), al otro lado de un pequeño lomo de la ladera que no llegamos a alcanzar. No hay senda, solo algún hito inconexo que ayuda poco o nada. El terreno, mezcla de hierba, pinos, rododendros, bloques y pequeñas bandas rocosas, gana rápidamente inclinación. El ascenso es sencillo, pero se han de buscar los mejores pasos esquivando muretes de granito. Tras salvar un centenar de metros de altura, un pared rocosa impide el avance directo. Continuamos a la derecha derecha, ascendiendo en diagonal por una especie de canal-repisa inclinada que se adentra en la pared y pronto queda colgada sobre el valle. Algo que podría ser una huella de paso estrecha y discontinua facilita la progresión. La senda se confirma cuando encontramos un hito (8.40 h, 2187 m). ¡Bravo!

Contentos y animados por haber encontrado la ruta sin problemas (la verdad es que esperábamos pasarlas mas magras) continuamos recto arriba (S), esquivando o superando bandas rocosas, a veces cargadas de vegetación, donde a veces hemos de apoyar las manos o pelearnos con la flora. Los hitos se prodigan y el sendero, mas o menos continuo, se sigue bastante bien. Mas arriba el terreno pierde inclinación, haciéndose mas amplio y menos obligado. Nos da el sol… Alternado zonas de hierba con otras rocosas (casi siempre evitables, pero que al requerir trepadas pequeñas y divertidas preferimos a caminar) vamos ganando metros. Dejamos atrás la parte baja y abrupta del barranco y entramos en otra mas extensa y amable (9.02 h, 2302 m).

El terreno que tenemos delante esta formado por sucesivas canales y laderas de hierba, piedra y roquedos que, en oblicuo, confluyen en el eje del barranco (situada mas a la izquierda y en la que hay grandes placas de granito). Este parece estrecharse mas arriba, formando una serie de pequeños escalones tras los que pensamos debe encontrarse el Estany de l’Obaga de Besiberri. La senda es poco clara o inexistente. Los hitos inconexos. Pero se puede ir por cualquier sitio. Optamos por continuar subiendo, primero recto (S), después con tendencia a la izquierda (S-SE), con un trazado que, cruzando pendientes, pedreras, canales y pequeños contrafuertes rocosos, nos dirige a los escalones de la parte alta del barranco. 

Alcanzamos y cruzamos el torrente muy arriba, bajo un pequeño repecho rocoso. En lo alto del mismo nos encontramos de sopetón en el extremo norte del Estany de l’Obaga, justo al lado de su salida de aguas (9.32 h, 2447 m). El lago es pequeño y esta algo encajonada entre laderas. El lugar es bonito, tranquilo, solitario. También salvaje. Un grupo de sarrios nos observa con curiosidad. Estamos sorprendido por lo bien que hemos llegado hasta aquí.

Tras un breve alto proseguimos la ascensión por un senda que remonta, primero horizontal, después en diagonal, la ladera de la derecha del lago. Nos lleva a una zona de llanos herbosos donde se encuentra otro lago (sin nombre en el mapa) algo mas pequeño pero mas abierto que el anterior. El día es espléndido. El lugar una delicia. Nos detenemos para almorzar (9.44 h, 2485 m). A la derecha (O), en la orilla opuesta, una pendiente de hierba y pedreras asciende al cordal NE del Tossal d’Escobedieso, otra gran cumbre. Su cima esta unos 300 m mas arriba y nos planteamos ascenderlo. Pero el temor de que alargue la ruta en exceso nos hace dejarlo para otro día. Tras media hora de descanso reprendemos la caminata.

Tras bordear el lago por la izquierda (un breve paso rocoso) subimos por el centro del valle, primero al SO, después S-SE (algún hito). El terreno, cómodo y poco pendiente, alterna tramos pedregosos con otros de hierba. No tardamos en alcanzar un rellano situado a pocos metros de collado de Baserca (10.39 h, 2600 m). Sin llegar al mismo, giramos a la izquierda y nos situamos al pie de la fuerte ladera pedregosa y descompuesta, de algo mas de 200 m de altura, que defiende el acceso  al Coll Arenós.

El mapa de la Alpina dice que la senda va por la izquierda de la ladera. Pero nos parece mejor y mas cómodo hacerlo por la derecha. La subida se empina gradualmente. Esquivando las zonas de pedrera vamos ganando metros. No tardamos en situamos un centenar de metros por debajo y algo a la derecha del collado. A partir de aquí el costarrón se presenta bastante tieso y con mucha piedra inestables. Sin prisas buscamos los mejores pasos, intentando esquivar las zonas mas descompuestas. La subida es muy sencilla (algún breve paso de trepada) pero pide cuidado y atención. Cincuenta metros mas arriba el terreno se hace mas franco y avanzamos mas rápidamente. Un suave ascenso final en diagonal a la izquierda nos deja en el Coll Arenós (11.28 h, 2827 m). 

Al otro lado (S) del collado, descubrimos laderas de líneas suaves, que contrastan con el carácter abrupto de la vertiente por la que hemos subido. A la derecha (SO), una cresta de bloques breve y empinada, alcanza el Pic de Baserca (donde iremos  después). Giramos a la izquierda y seguimos un dulce cordal pedregoso que, sin ninguna dificultad y trazando una comba ((primero NE, después E), nos lleva a la cumbre de la Punta Senyalada (11.58 h, 2962 m).

Un poste geodésico medio derruido es el único mobiliario de la cima. Nos ha costado 6 horas llegar hasta aquí. Pero curiosamente no nos sentimos cansados. El ritmo tranquilo, las abundantes micro-paradas y, sobre todo, el no haber tenido errores con el itinerario, tienen mucho que ver. Sin ser trivial, la subida ha sido mucho mas sencilla de lo que esperábamos. El entorno siempre ha sido bonito, espectacular, muy solitario. Una perla de ascensión…

A pesar de algunas nubes, y del aire cargado de humedad que merma la visibilidad, disfrutamos de un paisaje soberbio. Al norte  una cresta recortada alcanza la pirámide rocosa del pico d’Abellers (otro amiguete). Tras el mismo aparecen las crestas de macizo de los Besiberris (cuantos recuerdos) donde nos extraña no ver ni oír a nadie. Al NO una ladera pendiente y escabrosa, sembrada de muros, canales y pedreras, se desploma hacia el valle de Besiberri que vemos muy abajo. Al oeste el pico de Escobedieso (una monte que nos proponemos visitar) queda netamente mas bajo. La visión se amplia en 360º con muchas otras montañas (Maladetas, Aneto, Ballibierna, Turbón, etc). Nos fijamos especialmente en el SO, por donde continua nuestra ruta. El pico de Baserca se muestra sencillo y pedregoso. Tampoco parece complicada la cresta de Gemena (que vemos de frente), tras la que asoma el Estany Roi. De la collada de Fenerui nos sorprende los tonos marrón rojizo del terreno y, sobre todo, lo lejos que esta. Aun nos queda mucha tela por delante...

Permanecemos tres cuartos de hora en la cima. Comemos, bebemos, bromeamos, comentamos la ascensión, hacemos planes para los próximos días... Teníamos muchas ganas de visitar este pico y nos sentimos felices. También pensamos en Pot, que hemos dejado en Laspaules. Para él esta jornada será larga y aburrida. Para nosotros un estupendo divertimento. Tras enviar un mensaje con el Spot (nadie sabe estamos que estamos aquí), recogemos los bártulos y, con cierta pena, abandonamos esta montaña bonita y olvidada (12.42 h).

Un cuarto de hora mas tarde volvemos a estar en el Coll Arenós (13.00 h). Sin detenernos iniciamos el ascenso del Pic de Baserca. Una huella de paso nos lleva algo a la izquierda. Después sube directa por bloques de piedra y alcanza la cresta, muy cerca de la cima que alcanzamos en seguida (13.09 h, 2875 m). A diferencia de la Punta Senyalada, es estrecha y con importantes cortados a la derecha (O). Continuamos, primero horizontalmente, después en bajada, por una sencilla cresta de bloques donde hemos de apoyar las manos. Pasamos por un collado. Un breve ascenso nos lleva hasta una punta aérea donde hay un hito (13,16 h, 2869 m). Desde la misma podemos ver la continuación de la ruta. Albergábamos la esperanza de evitarnos el tener que bajar al Estany Roi de Dalt, siguiendo la cresta que sale al SO que, tras pasar por la Sierra y el Pic de les Capceres de l’Estany Roi, alcanza el collado de Fenerui. Pero esta arista, abrupta y complicada, esta por encima de nuestro nivel. Así que seguiremos la ruta prevista, bajando al SE por la cresta de Gemena.

La primera parte del descenso transcurre por una empinada ladera de bloques y pequeños muros de granito. Sin senda, ni apenas hitos, buscamos los mejores pasos. El avance es fácil, sinuoso y necesariamente lento. Mas abajo el terreno va perdiendo inclinación y es de mejor bajar. Sin grandes problemas alcanzamos un rellano- collado donde empieza la cresta de Gemena (13.38 h, 2738 m). Esta separa el valle de los lagos de Gemena (a la izquierda, E) del de los Estany Roi (a la derecha, O). No esperábamos que fuera tan estrecha y abrupta. Pero el mapa marca un itinerario que va por lo alto de la misma. Así que la seguimos sin demasiado entusiasmo.

Salvamos una primera punta rocosa y bajamos a un pequeño collado. Después parece que la arista se complica. Como no lo vemos claro, optamos por decidimos bajar en diagonal por las laderas de la derecha, empinadas y colgadas, para esquivar la zona mas abrupta de la cresta. Nunca nos gustaron los descensos herbosos, tiesos y aéreos como este. Pero la existencia de abundantes paseras de tierra y de algunas “pseudo-sendas”, nos hacen pensar que, poco a poco y con tiento, podremos pasar sin apuros.

No se como debe ser la ruta de la arista (días después volvimos a mirarnos el blog de Paco Nudels y el mail que nos envió, y vimos que él bajo sin problemas por la cresta). Lo que podemos decir es que nuestro itinerario es acertado, siempre que el terreno este seco…. Los descensos y travesías por las canales y laderas herbosas son algo colgados y expuestos (una caída podría llevarnos hasta un horrible canchal de grandes bloques que ocupa el fondo del valle). Pero no tienen mas problema que no dejarse impresionar, ir con cuidado y mirar donde se ponen los pies (hay sitios de sobra). En cambio, los flanqueos por las pedreras que encontramos mas adelante nos machacan bastante mas. Las había de todo tipo. De piedra pequeña y escurridiza, que obliga a pasar corriendo ya que si te paras el terreno no aguanta y te vas de lado. De piedra mediana, de esa que a menudo no aguanta el peso y te hace caer cuando menos los esperas. También de enormes bloques que has de saltar, subir y bajar, cansándote como un burro mientras te juegas el tipo. Y es que uno ya tiene una edad y no esta para según que cosas…

Sin prisas, y con una buena dosis de paciencia, vamos bajando, siempre en diagonal (S-SO).  Ya bastante abajo, el terreno presenta tramos de hierba poco inclinados de buen hacer. Finalmente alcanzamos la orilla izquierda (E) del Estany Roi de Dalt. Un sendero que rodea el lago nos conduce hasta la salida de aguas (14.45 h, 2390 m). Necesitamos parar, comer algo y relajar las piernas que notamos cargadas.  La hora y media de “bajadita” desde el Pic de Baserca, que vemos cercano pero muy arriba (hay unos 500 metros de desnivel), no ha sido nada difícil, pero ha tenido su “miga”…

El cuarto de hora de descanso nos recompone física y mentalmente. Ahora toca volver a subir un centenar de metros en busca de la Collada de Fenerui. Rodeamos el lago por la izquierda y alcanzamos su extremo occidental. Desde este punto unos prados (O) nos llevan al pie de una canal bastante abierta que remosntamos por el centro. Unos 40 metros mas arriba giramos algo a la izquierda para seguir en diagonal (SO) y alcanzanzar lo alto de un contrafuerte rocoso. Mas allá del mismo una empinada ladera de pedrera nos separa del collado. La cruzamos casi sin subir, encadenando los relieves de distintas huellas de paso de animales que permiten caminar sin sobresaltos. Un último y breve ascenso en diagonal por una pendiente herbosa nos lleva a la Collada de Feneruí (15.37 h, 2507 m, poste indicador). Se acabaron las subidas y los tramos “curiosos”. Pero aún nos queda una buena caminata, que casi siempre será en bajada…

El descenso del valle de Fenerui empieza con una empinada y prolongada ladera, en buena parte herbosa, de unos 200 metros de altura donde se puede ir por cualquier sitio. El mapa marca una sendero que va algo a la izquierda (donde hay una pedrera). Pero como que estamos hartos de pedregales, preferimos empezar bajando en lazadas por la ladera herbosa de la derecha. Tras dejar atrás un primer escalón, vamos en busca del centro de una canal abierta que seguimos durante un rato. Después la dejamos para seguir bajando a la izquierda, en dirección a un rellano herboso de lo alto del valle de Fenerui, en el que pace un rebaño de vacas. Poco antes del mismo giramos a la derecha para seguir (NO) una amplia canal de hierba que baja suavemente.

La belleza y verdor del entorno y la dulzura del terreno en que nos movemos, nos relaja, tal vez demasiado. Esta agradable situación cambia mas abajo, cuando entramos en las laderas boscosas de la vertiente derecha (N) del valle. Una vez mas nos movemos por un terreno empinado y algo liado, en el que hemos de buscarnos la vida. Pero como que la dirección de avance es evidente no nos supone un gran problema. Hay un sendero, pero no lo encontramos hasta que estamos bastante abajo, cerca de la cabaña de Fenerui (mas arriba hay otra cabaña con el mismo nombre que no vemos) que alcanzamos poco después (16.45 h, 1943 m). Ahora si que podemos decir que se acabaron los “problemas”…

Por un camino que conocemos bien por haberlo recorrido con raquetas el invierno pasado (http://relatosenien.blogspot.com.es/2013/03/cabana-de-fenerui.html) descendemos hasta la pista que recorre la orilla sur del embalse de Bserca (17.29 h, 1484 m). Después solo nos queda recorrerla hacia el norte durante 1.5 Km (posiblemente el tramo mas pesado del día) para llegar al lugar donde, hace casi 12 horas, iniciamos esta magnífica ruta circular (17.54 h).

Sin perder un minuto, nos cambiamos de calzado y partimos hacia Laspaules donde Pot nos recibe con mucha alegría. El animal ha estado 14 horas solo sin salir a hacer sus necesidades. No podemos evitar sentirnos un poco culpables. Sin cambiarnos de ropa llevamos al peludo a dar una larga vuelta por los alrededores del pueblo. Nos sorprende no sentirnos cansados. Veremos que pasa cuando se nos pase la euforia y enfríe la musculatura. En todo caso mañana tenemos previsto descansar. Pero conociéndonos esto es algo de lo tampoco estamos seguros. Dicen que la cabra siempre tira al monte. Y nosotros también…

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EniEn - Agost 2013