Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

jueves, 7 de abril de 2011

UN PAYASO QUE NO HACE REIR

El Tossal del Paiasso (o pic de Filià) lleva camino de convertirse en nuestra “bestia negra”. Después de intentarlo tres veces por la Vall de Rus, decidimos cambiar de táctica y probar por la Vall de Manyanet. El mal tiempo y un pequeño susto con la nieve, hicieron que nos diésemos la vuelta aún lejos de la cima. Así y todo, la excursión valió la pena. Volveremos… 


INTENTO AL TOSSAL DE PAIASSO DESDE LA VALL DE MANYANET

Fecha
Sábado, 26 Marzo 2011
Asistentes
Concepció, Toni, Encarna, Enric
Zona
Catalunya.  Pallars Jussà. Inmediaciones de la Vall  Fosca
Inicio ruta
Manyanet- Acceso por carretera+pista (aprox 12Km) que sale de la N-260, antes de iniciar
el ascenso al Puerto Perves
Final ruta
Recorrido
Manyanet- Pista- Cadena (3Km)-L’Estretet-Ribons de Plans- Confluencia con el Barranc
Gros-Terraza sobre rellano bajo Port de Cabessades- Vuelta por el camino de verano hasta
algo mas arriba del Ribons de Plans- L’Estretet-Pista-Manyanet  
Noche
No
Material
Invernal, llevamos raquetas pero no piolet. No utilizamos los crampones
Dificultad
Física
 Media
Técnica
Baja
Cota (m)
Mínima
1470 (Manyanet)
Máxima
2390 (Vall de Manyanet)
Desnivel (m)
Ascenso
1000
Descenso
1000
Distancia
18.4 Km
Horario
Total
 7 h 50 min
Efectivo
 6h 45 min
Climatología
El día empieza bien. Después se complica con niebla,viento, nieve,etc. Nieve transformada
(dan riesgo aludes 1-2) pero con grandes placas que dan yuyu…
Cartografía
“Vall Fosca”, 1:25000, Ed.Alpina (2009-2010)
Valoración
Bonito y largo recorrido semi-invernal por un valle poco concurrido
Comentarios
Cuarta tentativa sin éxito al Tossal de Paiasso  o Pic de Filià.

RELATO      


Sábado 26 de Marzo. Después de un severo madrugón, llegamos a Castellolí poco antes de las seis de la mañana. Toni y Concepció nos esperán. Tras saludarnos sin demasiada efusividad, y aun con ojos de sueño, continuamos viaje en un solo coche. Los pueblos y los kilómetros pasan rápidamente. Artesa, Tremp, Pobla de Segur… Seguimos por la N-260 en dirección a Pont de Suert. Poco antes de que la calzada inicie el ascenso al Puerto de Perves, tomamos a la derecha un desvío que se interna en la Vall de Manyanet. La carretera, virada y angosta, pasa junto las casas de Benés y sigue subiendo en lazadas. Después se hace de tierra y, en un vertiginoso flanqueo mas o menos horizontal, atraviesa la empinada ladera oeste del valle. Los primeros trescientos metros son estrechos, embarrados y están suspendidos sobre una pendiente alta y pronunciada. Vamos, que acojonan… Echando mano de la tracción integral del 4x4, pasamos poco a poco y no demasiado tranquilos. Después el piso es algo mas pedregoso y se va bien. No tardamos en llegar a Manyanet. Una iglesia y unas pocas casas colgadas en una empinada ladera. Aun no son las 8.30 h y, tal como anunciaba la meteo, el día es espléndido.
   
Ni vemos ni oímos a nadie. Ningún coche. ¿Estamos solos? Sin prisas desayunamos en los “bancos y mesas” de la “plazoleta-mirador” que hay en la entrada del pueblo. Después preparamos las mochilas que, a pesar de dejar el piolet, ropa y otros trastos, siguen siendo pesadas. Y es que sólo las raquetas, crampones, pala y sonda hacen casi 4 Kg. Y hay mas cosas… Encarna no olvida las narices de payaso para la foto de la cima. También lleva un simpático morro postizo de cerdo, no se con que finalidad…La moral es alta. La excursión será larga y con un desnivel considerable. Pero con buen tiempo y todo el día por delante estamos seguros de que alcanzaremos la cumbre del Paiasso. Finalmente empezamos a caminar (8.50 h, 1472 m).
Ignorantes de que puede subirse directamente por las callejas del pueblo, seguimos la pista que, tras dar varias lazadas, nos deja a la altura de las últimas casas. Una pintada en la pared de roca de una curva dice que la calzada queda cortada 3 Km mas arriba. Nadie dice nada. Pero seguro que mas de uno/a piensa que podríamos habernos ahorrado ese trozo con el coche. En parte por haberlo planeado así, en parte por la mala experiencia del tramo estrecho y embarrado, hoy no he querido utilizar el 4x4.
Afrontamos la larga caminata como un trámite obligado. El paisaje es normalito. La profundidad del barranco y la imponente pirámide del Tossal de Llena, que se eleva en la otra vertiente del valle, son los únicos motivos destacables. Caminamos en absoluta soledad, a buen ritmo, sin apenas paradas. La pista se ve y se hace larga. Subidas. Alguna bajada. En bastante mal estado, pero apta para un todo terreno. A nuestra izquierda (O), laderas peladas y empinadas por donde  corren  los sarrios, se alzan en busca del cordal de la Pica de Cerví, una gran montaña.
Tras recorrer 1.5 Km desde  la pintada, poco antes de cruzar el barranco de Comallavel, una roca obstaculiza la pista. Hasta aquí podríamos haber llegado con el coche (9.31 h, 1634 m). Continuamos en dirección al estrechamiento del final del valle, cada vez mas cercano. Nos atrapa la sombra de Tossal de Llena. La temperatura baja unos cuantos grados y hiela el sudor. Alguna se abriga. Otros aprietan el paso para contrarrestar la sensación de frío. La pista se pone cuesta arriba y empeora. Poco después cruzamos el barranco del Confós. Encontramos una cadena y un poste señalizado (10.00h, 1794 m).
 
Nos encontramos en el inicio de una zona estrecha (l’Estretet) que la pista salva con una lazada fuerte y pronunciada. Después la calzada gira ligeramente a la izquierda y perdemos de vista la parte baja del valle de donde venimos, que se ve muy, muy lejana. El entorno se abre. Vuelve el sol. El paisaje se transforma y gana grandeza. La pista desaparece bajo un manto blanco (10.18 h, 1915 m). La nieve no está muy blanda y permite ir sin raquetas. Avanzamos por el valle, ahora amplio y cordial, sin salvar grandes desniveles, pero sin dejar de subir. A nuestra derecha (E) amplias y derechas canales nevadas se elevan hacia la cresta del Tossal de Llena. A medida que lo vamos descubriendo este monte nos cautiva mas y mas, hasta el punto de convertirse en un objetivo preferente para los próximos meses.
 
Sabiendo que tenemos mucha ruta por delante caminamos sin forzar el paso, guardando fuerzas para lo que queda por venir. No importa el tiempo. Tenemos horas de luz y, por si acaso, todos llevamos frontales con pilas de recambio. Pero ocurre algo inesperado. Por detrás del Tossal de Llena aparecen unas nubes blancas y densas. Inicialmente su aspecto es inofensivo. Confiamos en la meteo y no de damos importancia. Empezamos a preocuparnos cuando crecen rápidamente y empiezan a juntarse con otras que asoman por los distintos cordales que nos rodean. Mala cosa…
 
En los llanos del Ribot de Plans el valle se ensancha y gira al N-E. Por la derecha unas amplias laderas suben hasta el Port de Filia. Al fondo del valle, aun lejana, surge  la gran mole del Tossal de Paiassos. Seguimos casi sin subir, siempre por el fondo del valle. Las nubes se extienden y apoderan del cielo. La duda se ha instalado en el coco cuando llegamos a la confluencia con el Barranc Gros (poste señalizado, 11.12 h, 2084 h). Este sale a la izquierda (N-O) y presenta en su cabecera el Tossal de les Raspes Roies, techo de la estación de Boí-Taull . En su cordal sur vemos las pilonas del telesilla.
 
La ruta de verano sube un centenar de metros por el Barranc Gros y después gira a la derecha (N-O), para continuar por unas terrazas. Nosotros preferimos continuar por la orilla derecha (orográfica) del valle, mas o menos cerca del fondo del mismo. Cuando este se estrecha subimos unos metros y nos detenemos en unas rocas para comer algo (11.30 h, 2150 m).
 
Media hora mas tarde (12.00 h) reemprendemos la caminata. El cielo esta totalmente tapado. Se ha levantado un viento frío y desagradable. Las partes altas de las montañas, incluido nuestro objetivo, están ocultas por la niebla. La nieve también ha cambiado. Ahora es blanda. Cada dos por tres nos hundimos hasta la rodilla. Aun nos queda un buen trozo hasta el Port de Cabessades, donde finaliza el valle. Desde ahí habremos de girar a la derecha (S-O) y, por la cresta o por una pala de nieve situada a su derecha, atacar la cima del Paiassos, que se encuentra a mas de 600 metros por encima de nuestra posición actual. Tal como esta el tiempo, las perspectivas no son buenas. Pero seguimos subiendo atentos a como evoluciona la situación.
Ascendemos en diagonal por una ladera de nieve finaliza en el torrente del valle, que corre encajonado unas decenas de metros por debajo. Sin ser excesivamente pendiente, no es buen terreno para ir con raquetas. Así vamos sin ellas, turnándonos en la lenta y pesada tarea de abrir huella en una nieve cambiante, que igual esta dura que te hundes hasta medio muslo. Casi sin darnos cuenta la niebla nos atrapa.
  
Llevamos un rato ascendiendo en diagonal cuando, al ir a cruzar una pequeña canal, vemos mas abajo un corte en la nieve que revela sus estratos. Nos damos cuenta de que nos estamos moviendo sobre una enorme placa de medio metro de espesor que debe ser estable, ya que de lo contrario se habría ido abajo. ¡Que miedo! Inmediatamente cambiamos el rumbo para subir recto (N-O) y a toda leche. Poco después salimos de la ladera y llegamos a una ancha repisa donde encontramos un poste señalizad. Respiramos aliviados (12.56 h, 2375 m).
 
El indicador dice que al Port de Cabessades hay 20 minutos, y 50 al Pic Filià (Paiassos). Evidentemente son horarios de verano, y bastante ligeros. Ahora debemos contar el doble de tiempo. No se ve un pijo, el viento arrecia, empiezan a caer copos de nieve seca... La cosa se pone chunga. Las dudas son mas que lógicas. Pero no nos decidimos a tirar la toalla. Paramos para abrigarnos y calzarnos las raquetas. Diez minutos mas tarde seguimos adelante. No iremos lejos… 
Avanzamos al N-O con muy poca visibilidad. Nos dirigimos al inicio de una breve bajada. Esta lleva a  un rellano del fondo del valle, que precede a la subida que lleva al Port de Cabessades. Con las raquetas vamos rápidos y bien. De repente oímos un ruido seco y muy fuerte, como un tiro. No percibimos vibración. Sin duda se debe al asentamiento espontáneo de una placa de nieve de grandes dimensiones. Nos entra el miedo. Me detengo en seco y digo que se acabó la excursión. Ni tengo ganas de aventuras, ni quiero continuar con una permanente sensación de acojono. Además, con este tiempo tampoco tiene mucho sentido ir en busca de la cima. Todos están de acuerdo. Así que nos damos la vuelta. Son las 13.16 h y el altímetros del GPS marca 2387 m. Habremos de esperar a una mejor ocasión para ponernos las narices postizas…
 
Para evitar la ladera donde vimos la placa de nieve, volvemos por el trazado del camino de verano. La niebla y el desconocimiento del lugar ponen a prueba la intuición y la interpretación del mapa. De cuando en cuando, la presencia de un poste señalizado nos dice que vamos bien.  Una larga marcha por rellanos y pasillos de nieve blanda, primero al sur, después al oeste, nos llevan con algunas subidas y bajadas hasta el Barranc Gros, que cruzamos en la Pleta de la Roca (13.58 h, 2240 m). La niebla queda atrás. Un descenso mas empinado al S-O, nos deja en el fondo del valle. Poco después encontramos nuestras huellas de subida (14.40 h, 2028 m).
 
 
 
Continuamos valle a bajo. El cielo se aclara ligeramente y cesa de nevar. Parece que las nubes vayan a romperse para dejar paso al cielo azul. En algún momento hasta nos da el sol. Pero sólo es un momento. La situación vuelve a liarse. El cielo, mas negro que nunca, parece anunciar la tormenta del fin del mundo. A las 14.58 h alcanzamos el lugar donde reaparece la pista (1969 m). Las raquetas pasan a la mochila. Tenemos hambre, pero no es un buen sitio para deternerse. Seguimos bajando, ahora por la pista. Poco después de entrar en l’Estretet  paramos bajo una pared que creemos nos protegerá del viento. Algo resguarda, pero no mucho (15.10 h, 1910 m).
 
La lluvia aparece y hace que el alto sea mas corto de lo esperado. A las 15.30 h reemprendemos la caminata vestidos con las chupas de gore. Al fondo del valle, mas o menos donde esta Manyanet, caen varias cortinas de agua. Suerte que tenía que hacer buen tiempo, por que si no…
 
El descenso de la pista se nos hace menos largo de lo esperado. Ya cerca de Manyanet cesa la lluvia y hasta sale el sol. Sobre el valle aparece un arcoíris. A las 16.28 h llegamos a la pintada de los 3 Km. Aun hacemos una de las dos grandes lazadas iniciales de la pista, antes de darnos cuenta de que podemos bajar directamente entre las casas del pueblo. Por cierto, que ya no estamos solos. Vemos tres coches y salr humo de una chimenea…
 

A las 16.40 h llegamos al coche. El ambiente es tranquilo y luce un sol la mar de agradable. Pero las montañas siguen tapadas por negros nubarrones. Veinte minutos mas tarde partimos hacia Laspaules donde pasaremos la noche. Poco después nos detenemos para contemplar Manyanet iluminado por el sol de tarde. Una bonita estampa. Tal como dice Toni, hoy el Payaso no nos ha hecho reír. Pero sigue gustándonos el circo…

EniEn - Marzo 2011

3 comentarios:

  1. Cuenta que no hay quinto malo, así que a la próxima podreis pisar la cima del payaso.

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  2. La foto amb el morro de porc no té preu. Em demano una copia ampliada ;-D
    I tranquil que de la cinquena segur que no passa ;)

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