Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

lunes, 19 de septiembre de 2011

EXORCISMO

El pico de la Mina es uno de los mas misteriosos y menos visitados del Valle de Benasque. Su mala fama (inducida por algunas guías) y la ausencia de datos fiables y animosos sobre su ruta de ascenso, nos mantuvo alejados del mismo durante años. Finalmente, en Octubre del 2009 se produjo el exorcismo. De forma algo imprevista, tuvimos la suerte de ascenderlo en travesía, subiendo por su cresta oriental (desde el Puerto de la Picada) y bajando por la occidental (la que mira al Salvaguardia). Fué una escalada agradable, espectacular y no muy difícil (PD) a una montaña preciosa. Eso sí, si os impresionan los recorridos colgados y aéreos mejor absteneros. Pero si no es así, que no os sepa mas dedicar media jornada a esta cima altiva y desconocida. Seguro que no os arrepentireis...

PICO DE LA MINA (VALLE BENASQUE).TRAVESIA ESTE-OESTE

Fecha
OTOÑO, Sábado 17 Octubre 2009
Asistentes
Encarna, Enric
Zona
Valle de Benasque. Pirineos Centrales. Huesca
Inicio ruta
Pista de la Besurta, unos 400 antes de su final. Inicio camino del Puerto de Benasque (cartel)
Final ruta
Recorrido
Pista Besurta-Camino Puerto Benasque-Balsa del Portillón-Refugio libre-Puerto Picada-Serrat de la Freche-Pic del Pessó-Cresta O Pico de la Mina-Pico de la Mina-Cresta E Pico de la Mina– Brecha-Canal hierba-Camino Puerto Benasque-Pista Besurta
Noche
No
Horario
Total
 6 h 10 min
Efectivo
5 h, aprox
Cota (m)
Mínima
1880 (Pista Besurta)
Máxima
2708 (Pico de la Mina)
Climatología
Tiempo bueno pero algo frío
Nieve-hielo
No. Algun resto pequeño y aislado de la helada de la noche
Desnivel (m) (1)(2)
Ascenso
900
Descenso
 900
Distancia (Km)(1)
4.7
Dific.Física
Media
Dific.Orientación
Baja. Tanto la ruta de aproximación y de bajada, como el recorrido de la cresta es evidente
Dific.Psicológica
Alta en la cresta (tramos aéreos y sin escapatorias). Resto inexistente
Dific.Técnica
Alta en la  cresta (escalada PD). Resto baja (caminar)
Material
Cuerda min  30 m y algunas cintas. Si se va suelto y muy seguro en crestas aéreas de II-III se puede hacer a pelo (reduce mucho el horario)
Cartografía
Aneto-Maladeta, 1 :25000, Ed.Alpina,  2006-2007
Bibliografía
Aneto-120 ascensiones,  Itin 4A y 4B,  David Atela, Ed.Sua, 2005
Valoración
Magnífico recorrido de cresta poco difícil pero muy aéreo y espectacular
Comentarios
Una de los mejores recorridos de cresta sin grandes complicaciones del Valle de Benasque, que permite visitar una montaña solitaria y desconocida.
Podría enlazarse con la subida al Salvaguardia por la vía normal o por su cresta oriental (PD). Desde la brecha donde empieza la subida de la cara O del Pico de la Mina, hay un sendero que permite alcanzar el Puerto de Benasque sin necesidad de bajar.
Track (en formato gpx):
De momento no disponible (pendiente de arreglo de Wikiloc)
(1) A partir del track con CompeGPS Land.  (2) Considerando variaciones mínimas de altura de 2 m


Sábado 17 de Octubre. Después de pasar la noche con fiebre, tos, mocos y mas mocos, me levanto como un zombi. El tiempo es magnífico. Desde la ventana de nuestra casa de Laspaules vemos el macizo del Turbón enmarcado en un cielo azul y sin una nube. Son mas de las nueve. Tengo décimas de fiebre. No me encuentro demasiado bien. Pero con un día así me parece un sacrilegio quedarme en casa. Intento olvidarme del trancazo…Desayunamos tranquilamente. Me tomo un sobre de Frenadol, un trago de Bisolvón y partimos hacia el valle de Benasque.

Hoy tenemos dos objetivos. El primero recuperarme para mañana (queremos ir al valle de Boí a hacer algo bonito). El segundo es estudiar la ascensión del que posiblemente es el monte mas misterioso del Valle de Benasque. Estoy hablando del pico de la Mina, el ilustre vecino del Salbaguardia. Esta preciosa montaña tiene dos rutas de ascenso. La que las guías refieren como vía normal parte del Portillón de Benasque y sube por la vertiente OSO. A pesar de ser fácil (I+) me da yuyu ya que dicen que el terreno es  muy descompuesto y muy colgado. La segunda ruta empieza en el puerto de la Picada y recorre la cresta ESE. Es un recorrido largo, complejo y técnicamente mas difícil que el anterior (II). Pero parece que la roca es de mejor calidad. Este itinerario es el que hoy nos gustaría inspeccionar. La idea es subir desde el llano de la Besurta al Puerto de la Picada. Después recorrer el primer tramo de la cresta, que los planos denominan como Serrat de la Frèche, y ascender al pico de Pessó, que es su punto mas alto.

En el Valle de Benasque el ambiente es tranquilo, casi solitario. Una situación típica del periodo que va del Pilar a la Purisima, que hace que, junto con los meses de Mayo y Junio, sean las mejores épocas para visitar el Valle. A las 11.30 h llegamos a una Besurta insólitamente poco concurrida. Aparcamos a un lado de la carretera, unos metros por encima del cartel que indica el inicio del camino del Salbaguardia y de los puertos de Benasque y la Picada. El tiempo es espléndido pero algo frío, sobre todo cuando un viento del norte, racheado y desagradable, hace acto de presencia. Diez minutos mas tarde empezamos a caminar (11.40 h, 1880 m). Sin forzar el paso (hoy no tengo el cuerpo para hacer esfuerzos), en total soledad (algo poco común) y con algunas paradas fotográficas (las vistas del macizo Aneto-Maladetas son impresionantes) recorremos las amplias lazadas del camino. En 50 minutos superamos casi 350 metros de desnivel y llegamos a la bifurcación donde se separan las sendas del Portillón de Benasque y del Puerto de la Picada (12.30 h, 2234 m).

Continuamos por la senda del puerto de la Picada. Primero subiendo al norte, hacia la cara sur del Serrat de la Frèche. Después al este, paralelos a la cresta de esta última y en busca de la horcada del puerto. El camino esta menos pisado, pero las lazadas siguen siendo buenas. A media subida hacemos un alto para visitar una cabaña de madera recientemente construida, supongo que para uso de los pastores (12.50 h, 2375 m). Tiene dos habitaciones limpias y en buen estado. Pero lo que llama mas la atención son las vistas excepcionales que se tienen desde la misma, que van del Aneto y compañía  al Posets y sus compinches… Reanudamos la ascensión. En el último trecho el terreno se pone mas derecho, pero el camino no pierde su compostura. Con cortas y cómodas lazadas nos lleva hasta el Puerto de la Picada (13.12 h, 2477 m).

En el collado el viento sopla de forma continuada. “De esta me curo o me muero”, pienso mientras intento vaciar de mocos los pulmones y la nariz, tosiendo y sonándome como un poseido. Tras unos minutos de descanso, giramos a la izquierda (N) e iniciamos una dura subida por un empinadísimo costarrón de hierbas y piedras. En lo alto del mismo una breve y fácil trepada nos deja en la cresta de la Serra de la Frèche (13.35 h, 2585 m). Batidos por el viento seguimos hacia el oeste por una arista aérea, colgada y en algunos tramos estrecha, pero resulta muy fácil de pasar, siempre que no te impresionen los cortados… A las 13.48 h alcanzamos la cumbre del Pic del Pessó, que con sus 2627 m es el punto mas elevado de la Serra.

La vista del pico de la Mina y de su cresta oriental es impresionante. Me recuerda a los dibujos que hacen los niños de montañas estrechas y afiladas. Noto que en mi cabeza se rompe alguna membrana y siento un deseo salvaje de continuar adelante. Pero el malestar general, el dolor en las piernas y en la espalda, el cansancio, la hora y el no haber venido preparados, hacen  que la idea se desvanezca tan rápidamente como se creó. Tomo algunas fotografías, observo la cresta con los prismáticos y llego a la curiosa conclusión de que debe ser mucho menos fiera de lo que aparenta. Así que me la apunto para una próxima ocasión que supongo ya será el verano que viene (para la semana entrante se anuncian nevadas) …

Un cuarto de hora después de nuestra llegada iniciamos el descenso por la misma ruta de subida. Hacemos un alto para en la cabaña, al abrigo del viento y bajo un sol caliente y agradable. Unos minutos antes de las 16.00 h llegamos al coche. Me siento algo mejor y eso me anima. Nos cambiamos de ropa y vamos a comer al frankfurt de Castejón de Sos. El resto del día lo pasamos en Laspaules, leyendo, viendo la televisión y preparando la salida de mañana al Valle de Boí. A las 21.00 h  hemos dejado las mochilas y casi todos los trastos en el coche. Así mañana no tendremos que hacer nada. Nos tomamos un vaso de leche con galletas y nos vamos a dormir. Me encuentro bastante bien. No tengo fiebre. Estoy seguro que la tanda de jarabe, pastillas y otras pócimas, mas las horas de descanso, acabarán de arreglarme el constipado. La cosa pinta bien…

Domingo 19 de Octubre. Tras dormir prácticamente de un tirón, a las 4 de la mañana me despiertan los ladridos de la alarma del móvil. Al momento me doy cuenta de que no estoy bien. Me duele mucho la garganta y estoy muy congestionado. Me levanto y miro por la ventana. Tal como se anunciaba la noche es fría (el termómetro exterior marca -3ºC) y estrellada. El día también será bueno… Me tomo la temperatura y casi me desespero al comprobar que tengo décimas de fiebre. No estoy en situación de enfrentar una ascensión de mas de diez horas y 1600 metros de desnivel. A tomar por saco nuestros planes… Triste y resignado me tomo una nueva serie de medicamentos, vuelvo a la cama y le digo a Encarna que siga durmiendo. Unos minutos mas tarde debo estar soñando que escalo el Pa de Sucre…

Cuando me despierto son mas de las nueve. Por la ventana veo el cielo azul y sin una nube. A diferencia de cinco horas antes, ahora me encuentro bastante bien. Me sigue doliendo un poco la garganta, pero no tengo fiebre. Sin salir de la cama Encarna me pregunta sobre lo que vamos a hacer durante este inesperado día de descanso. “¿Descanso?”, le contesto, mientras pienso a toda velocidad en algo que hacer. La idea surge como una mera cuestión de lógica y continuidad de la jornada de ayer. “¿Y sin fuéramos al pico de la Mina…?”, pregunto sin esperar respuesta. Treinta minutos mas tarde estamos en el coche camino del valle de Benasque…

La situación es una réplica de ayer sábado, pero una hora y media antes. Aparcamos en el mismo lugar y nos preparamos sin prisas. Vaciamos el contenido de las mochilas (preparado para una dura ascensión con escalada incluida) y lo simplificamos. Cambiamos la cuerda de 50 metros por otra de 30. Dejamos buena parte de los trastos de escalada. Además del casco y el arnés, sólo nos llevamos mi inseparable juego de empotradores, tres cintas exprés, 8 cintas de las grandes y algún mosquetón de seguridad. Todo esto mas algo de ropa, comida, bebida,etc, hace que las mochilas sean razonablemente pesadas. A las 10.20 h empezamos a caminar.

El día es idóneo. Frío (el termómetro del coche daba 1ºC), casi no sopla el viento y ni una nube. Encarna toma la delantera. Yo le sigo pegado a sus talones. Aparte del dolor de garganta no noto ninguna molestia y me siento mas fuerte que ayer. Mi mujer me lleva con un ritmo cómodo pero muy constante. Pronto pongo el piloto automático, me evado y pienso…

¿Por qué hasta ahora nunca habíamos intentado subir el pico de la Mina? ¿Y por qué hoy lo estamos haciendo?. Buena parte de la culpa se debe a la fama de descompuesta, aérea y peligrosa que da la bibliografía a la vía “normal” (la que sube por la vertiente SO). Sólo conozco una persona que haya subido esta montaña  y, segun me dijo, le dejo un intenso recuerdo. Es mas, nunca he visto a nadie ascendiéndola. Con los años la imagen de monte misterioso y prohibido se acentuó, resultándome cada vez mas pavoroso e intrigante. Hace un par de años leí que la cresta ESE, aunque mas larga y difícil que la vía normal, tiene una roca aceptable, y empecé a pensar que podría intentarse. La idea se reforzó el año pasado, observando esta arista desde el pico de Paderna, y acabó de concretarse hace tres semanas, durante la ascensión al Salbaguardia. Estaba claro que veía la montaña de otro modo. Después vino el reconocimiento de ayer. El resto ya lo he explicado… 

Ahora, mientras camino en silencio tras los pasos de Encarna, noto una sensación curiosa en la que se mezclan inquietud y curiosidad. También alegría… Como si después de muchos años, me hubiera decidido a resolver algo que tenía pendiente. Para mí la de hoy es algo mas que una simple ascensión. Es la posibilidad de expulsar de mi cabeza el demonio que lógica o ilógicamente siempre asocié con esta montaña. En cierta manera será como un pequeño exorcismo. Esperemos que acabe mejor que aquella famosa película de título similar, que hizo furor en los años setenta…

Casi sin darme cuenta, la “locomotora diesel” de Encarna me conduce hasta el puerto de la Picada. Son las 11.43 h. Me siento cada vez mejor y estoy mas animado. A partir de ahora no hay camino, por lo que paso delante (mi mujer no lleva bien lo de orientarse). Dos horas y casi 750 metros de desnivel después de dejar el coche (12.20 h) llegamos a lo alto del Serrat de la Frèche (pico de Pessó, 2627 m). Hacemos un breve alto para relajarnos y estudiar lo que tenemos por delante.

La ruta presenta tres partes. Primero una cresta mas o menos estrecha y de aspecto fácil, baja hasta una brecha intermedia accesible desde el sur por un empinado corredor de hierba y rocas. Después viene un tramo rocoso y poco inclinado que tampoco parece complicado. La última parte, que es la que distinguimos peor, parece la mas difícil e inquietante. Se trata de una arista de roca estrecha. Con una sucesión de puntas y escalones, sube hacia lo mas alto del triángulo estilizado del pico de la Mina, cuyo aspecto siniestro se acentúa por las dos increíbles agujas rocosas situadas en la arista norte de la montaña. 

Observando la ruta tenemos la primera sorpresa del día. Tres figuras minúsculas se acercan al inicio de la última parte de la cresta. Es increíble. Mas de veinte años sin ver a nadie en el pico de la Mina, y el día que por fin decido intentarlo he de compartir la ruta con otra cordada. Aunque lo compartir es un decir, pues con la ventaja que nos llevan difícilmente nos encontraremos. Lo bueno de la situación es que podremos tener una idea de la dificultad del último tramo de la cresta según lo  rápidos que vayan los franceses (no se por que, pero estoy seguro de que son franceses…).

A las 12.30 h nos metemos en faena. Primero bajamos por lo alto de la cresta haciendo fáciles equilibrios sobre las piedras. A nuestra derecha (N) el cortado es importante. A la izquierda (S) un pequeño cinturón rocoso lleva hasta una ladera herbosa y empinada que mas abajo se aboca sobre el precipicio. Después de un par de escalones la arista se hace estrecha e intrincada. Seguir por el filo no es rentable, ya que es complicado, expuesto y muy lento. Entonces bajamos 2-3 metros por la izquierda y avanzamos por placas rocosas o por lo alto de la ladera de hierba. Un último y empinado descenso por una rampa herbosa y colgada nos deja en la brecha intermedio que separa el Serrat de la Frèche del pico de la Mina (12.52 h, 2560 m).

Pasamos a la vertiente norte. Subimos en diagonal por una ladera de bloques muy descompuestos (tramo poco agradable) que nos permite esquivar una zona abrupta y vertical que hay sobre la brecha. Recuperamos la cresta, que ahora forma por la izquierda (S) una rampa de hierba y losas rocosas, que se interrumpe bruscamente en el filo para desplomarse sobre la vertiente norte. Subimos por adherencia por las placas, siempre cerca del cortado. Un último tramo mas empinado nos lleva hasta lo alto de una primera elevación que marca el principio de la última parte de la cresta (13.15 h, 2615 m). Se acabó el recreo…

Desde el pico de Pessó llevamos recorrido algo mas de medio kilómetro de cresta. Tal como preveíamos no hemos encontrado grandes dificultades, a lo sumo algún breve tramo de I o I+.  Esto nos ha permitido avanzar con bastante rapidez, tranquilidad y la vez mucho cuidado, ya que aunque el terreno ha sido fácil, no permite ningún error. Pero ahora la situación cambia radicalmente. La cresta se encrespa, estrecha y presenta importantes abismos por los dos lados que calculo pueden tener de 200 a 300 metros de altura. El filo es tan agosto e irregular que debe irse por los lados. Esta tónica se mantiene a lo largo varios resaltes que se suben hacia la cima, en la que vemos a los tres supuestos franceses con un tamaño mas pequeño del que nos gustaría. Aun nos queda un buen tramo, y por lo que vemos se presenta bastante complicado…

Encarna calla pero su cara lo dice todo. No esperaba este final y la pobre está asustada. Yo tampoco lo veo muy claro, pero decido probar antes que decidir. Le digo a mi mujer que espere y empiezo a recorrer un primer tramo de arista, que es bastante horizontal. Bajo un par de metros por el norte hasta una cómoda repisa. Después dos pasos verticales en diagonal pero con grandes apoyos me llevan de nuevo al filo. Realmente el terreno no es difícil (I-II) pero hay tanto aire por debajo que uno se lo mira y piensa varias veces. Poco a poco avanzo subiendo y bajando durante 30 metros hasta alcanzar el borde de una brecha pequeña pero bastante impresionante. Mientras tanto en la cima los "franceses" gesticulan y parece que quieren decirnos algo. Pero no les oigo bien. Les devuelvo el saludo y me concentro en mi problema. Mas allá de la brecha la cresta sigue casi vertical, pero no me parece tan complicada. Vuelvo para atrás, me reúno con Encarna y le explico de que va la cosa. Ella lo tiene claro. Sin cuerda no sigue adelante. Le contesto que yo tampoco…

Con cuidado bajamos a la repisa que hay al norte. Allí nos sacamos las mochilas, ponemos el casco y el arnés, encordamos y montamos una reunión. Bebemos un trago de agua y parto de inmediato por terreno de momento conocido (13.35 h). Enseguida llego al borde de la brecha. Un descenso algo delicado (II) me lleva hasta la misma, donde monto una buena reunión. Le grito a Encarna que venga (no la veo desde aquí). Poco después se pone en marcha. El efecto psicológico de la cuerda siempre me ha parecido fascinante. Encarna pasa a buen ritmo y sin problemas por un lugar donde sin asegurar no hubiera dado un solo paso, y en pocos minutos se reúne conmigo. Pero mientras tanto ocurre algo curioso…

Estoy asegurando a mi mujer cuando oigo que alguien me dice “Bons jour Monsieur. Tout va bien? Ont-ils besoin d´aide?(1). Sorprendido me giro y miro hacia arriba. La voz viene de unos cincuenta metros por encima, donde una cabeza pelirroja cubierta por un pañuelo sobresale tras una roca. Mi primer pensamiento es “lo sabía, eran franceses…” El segundo “¿pero que coño quiere este?” El tercero “el muy capullo se ha pensado que estábamos en dificultades y ha bajado desde la cima para auxiliarnos…” Y el cuarto “realmente es una actitud de agradecer, se amable y no lo mandes a la mierda…” Así que en mal francés y en tono agradable le contesto,  Tout va bien. Nous n'avons aucun problème. Nous lui remercions qu'il soit venu mais n'avons besoin d'aucune aide (2)El hombre saca un poco mas la cabeza, ve que vamos bien equipados y grita hacia los que se han quedado en la cima , “Ils montent avec corde et n'ont pas de problèmes. Mais je reste pour les accompagner…(3)Me quedo helado y pienso “Es la hostia… Ahora resulta que este aprendiz de rescatador va estar dándonos la vara hasta la cima…” Ante esta situación hago un último intento para que se vaya, pero como no me sale en francés se lo digo lentamente, en castellano y vocalizando… “Le agradezco la intención, pero no hace falta que se quede. Podemos continuar sin problemas. Además el terreno no es difícil…” Ante mi sorpresa me contesta en castellano “Para mi ningún problema. Aun llegan zonas difíciles y llevo una cuerda para ayudar…” Voy a contestarle cuando el hombre continua hablando, pero ahora no se dirige a mi, si no a Encarna que tiene un alguna dificultad para descender los últimos dos metros que hay hasta la brecha. “Carmeeeen, debes confiar en los pies… ” Esta claro que este Gastón Rebufat no va a dejarnos, por lo que me mentalizo y resigno a continuar la escalada con monitor… Así que intentando no parecer grosero solo le digo “Se llama En-car-na, no Carmeeen…” Al contrario de mi, mi mujer no parece molesta con la presencia del gavacho, le da las gracias y me dice “que señor mas amable…”

La segunda tirada empieza con un paso fácil pero espectacular. Se ha de atravesar la brecha por una roca estrecha apoyada a ambos lados de la misma. A ambos lados el vacío es sobrecogedor. Después se toma la pared. Cuatro metros verticales, algo escasos de presas (II) y con muchísimo aire por debajo, un paso a la derecha, y alcanzo una zona mas fácil llena de pequeñas repisas y grietas que supero rápidamente (I/I+). Encarna me avisa que se acaba la cuerda. En un rellano y monto la segunda reunión pasando un par de cintas por unos bloques. El francés, que esta al otro lado de una brecha y unos veinte metros mas arriba, dice “Así, así, muy bien…” No le contesto y me concentro en asegurar a Encarna que enseguida se reune conmigo.

La tercera tirada es muy corta (apenas 10 metros) y me sirve para montar la reunión en la nueva brecha. Antes de empezar el cuarto largo nuestro mentor nos avisa que es la parte mas difícil (por eso se ha parado mas arriba). Supongo que por respeto no me dice por donde se ha de pasar. La cosa empieza muy tiesa y colgada. Supero un murete de unos 4 metros hasta que un pequeño extraplomo me obliga a ir a la izquierda. Es un paso raro, que esta obstaculizado por una roca que parece estar suelta. Las presas de mano no son ninguna maravilla, pero me fío de ellas. No me lo pienso y extiendo mucho la pierna izquierda hasta que logro apoyar el pie en un saliente. Después un impulso lateral y paso a terreno fácil (II+). El francés tenía razón. Es el paso mas difícil. Subo un par de metros y pongo un seguro intermedio para prevenir un posible péndulo a Encarna. Después continuo por terreno fácil (I/I+) y agoto los 30 metros de cuerda antes de montar reunión al lado del gavacho, al que saludo y le doy las gracias. Mientras aseguro a Encarna me explica que lo que queda es sencillo y sin problemas. También me dice que creían que éramos simples excursionistas, y que como que él hace años se retiró al principio de la parte final de la cresta y lo paso mal, decidió bajar para ayudarnos con la cuerda. De haber sabido que íbamos bien equipados y que sabíamos que hacer no habría venido. Sus palabras tienen cierto tono de disculpa. Supongo que se da cuenta de que un poco nos esta aguando la fiesta. A fin de cuentas el también es montañero. 

A partir de este momento los largos de cuerda se suceden sin grandes dificultades. El terreno sigue siendo aéreo y derecho, pero mucho menos obligado. Los tramos de I/I+ se alternan con otros en los que se va prácticamente caminando. “Nuestro guía” abre la marcha unos metros por delante, parándose y avanzando a la vez que nosotros y sin parar de hablar. Su presencia resulta estresante, pues no ayuda para nada y nos obliga a ir mas deprisa de lo que nos gustaría. Apenas puedo hacer fotografías, ni pararme para comentar con Encarna tal o cual cosa. Mi mujer hace tiempo que tiene ganas de orinar, pero con el moscón vigilante no hay manera que pueda hacerlo. Menudo castigo…

Ya cerca de la cima encontramos dos tramos donde vuelve a haber algo de dificultad (II). El primero es una corta chimenea rematada por un saliente. El segundo es un bonito tramo de placas inclinadas de color claro por donde se sube en adherencia. Finalmente una última canal herbosa nos lleva hasta la cresta cimera. El terreno se aplana. Recorremos un cordal rocoso de unos treinta metros de largo antes de llegar al montón de piedras que señalan el punto mas alto del pico de la Mina (14.20 h, 2708 m). 

Vienen a saludarnos dos señores de cierta edad que forman el resto del grupo francés. Por nuestra “culpa” han estado un buen rato en la cima. Al verlos se me ocurre la posibilidad de que el que bajó a buscarnos sea un guía. Pero no pregunto… Con una sonrisa nos dicen que han estado a punto de llamar al 112… ¡Para morirse! Volvemos a dar las gracias por enésima vez sin acabar de entender por que… Poco después los gabachos se despiden y emprenden el descenso por la vía normal, que según nos dicen es muy fácil y no presenta ningún problema. 

Por fin nos quedamos solos. ¡Que descanso y que paz! Empezamos a tomar conciencia de que hemos subido el pico de la Mina, la bestia negra del valle de Benasque… Estamos contentos, pero no tranquilos. Aún nos queda descender, y a pesar de lo que nos han dicho los franceses, no disfrutaremos hasta que estemos abajo. Que como dice el refrán, hasta el rabo todo es toro… Hacemos algunas fotografías y observamos un paisaje magnífico que nos es de sobras conocido.  Sólo la imagen del Salbaguardia y la vista aérea del circo de los lagos de Boms de Port nos resultan novedosas. Se esta bien en la cima. Pero la inquietud y la curiosidad por conocer la tan demonizada vía normal pueden mas que las ganas de descansar. Tras permanecer un cuarto de hora en la cumbre nos vamos para abajo (14.35 h). 

Los franceses tenían razón. La vía normal del pico de la Mina, aunque muy pendiente, aérea y decompuesta, no presenta ningún problema en especial. Bien señalizada por hitos, y a tramos con rastros de sendero, baja en lazadas por la cara SO de la montaña. Primero por un espolón rocoso donde en algún momento se han de apoyar las manos. Después por una canal de hierba y pedrera. El descenso es corto. A pesar de ir poco a poco y hacer alguna corta parada, sólo tardamos 25 minutos en alcanzar una brecha situada al pie de la vertiente oeste (15.00 h, 2523 m). Después los hitos nos llevan casi sin bajar por la cara norte hasta otra brecha situada mas al oeste (15.03 h, 2510 m). Una canal herbosa y empinada (35-40º) desciende al sur hasta las pedreras. Bajamos por la misma con mucho cuidado. Después se acaban las incógnitas y los miedos. Continuamos hasta los llanos situados al pie del pico de la Mina. El cuerpo se relaja. Aparecen el hambre y la sed. Llegó la hora de regalarnos un buen descanso (15.15 h, 2373 m). 

Cuarenta minutos mas tarde (15.45 h) reemprendemos el descenso. Enseguida alcanzamos el camino del puerto de Benasque. Seguimos por el mismo hacia la Besurta, llegando el coche a las 16.30 h. Nos sentimos felices, orgullosos, satisfechos… Finalmente el ogro no ha resultado ser tal. El pico de la Mina es una montaña bellísima, con una fama injusta e inmerecida. La cresta es una pasada, fácil pero muy impresionante. De las que gusta recordar. Lo hemos pasado muy bien con esta travesía tan estupenda como espectacular. El exorcismo ha sido un éxito, entre otras cosas porque no había ningún demonio…
(1) Buenos días Señor. ¿Todo va bien? ¿Necesitan ayuda?
(2) Todo va bien. No tenemos ningún problema. Le agradecemos que haya venido pero necesitamos ninguna ayuda…
(3) Suben con cuerda y no tienen problemas. Pero me quedo para acompañarlos…


La ruta en imágenes 
(Recomendamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa")



EniEn - Octubre 2009

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Espectacular!!! bonita narración y excelenta actividad a mí también siempre me llamó la atención el Pico de la Mina con la diferencia que yo aún no lo he subido,jeje, vaya hospitalidad y gentiliza la de estos franceses, ja,ja,ja.
    Todo un triunfo y un pedazo reportaje me lo guardo.
    1saludo,

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  2. La verdad es que la actitud de los franceses fue de elogiar y agradecer, pero también un tanto exagerada, sobre todo cuando, viendo que no estábamos en ningún apuro, decidieron acompañarnos.

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