Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

jueves, 5 de julio de 2012

UNA GRAN MONTAÑA

TENDEÑERA


El pico Tendeñera es el techo de la sierra del mismo nombre que situada al sur del valle de Ara, agrupa la línea de cumbres que forman los picos de Sabocos,Forato,Ripera,Tendeñera y Otal. La estructura de todos ellos es similar. Terreno calcáreo, áspero, en el que abundan las formaciones kársticas como grietas, pliegues, terrazas, etc. Grandes desniveles, poca vegetación, soledad, sequedad… Montes impresionantes y sobrecogedores, a los que la proximidad de cumbres tresmileras (Infierno, Gabietos,Tallón, Vignemale) ha postergado a un anónimo y a la vez delicioso segundo plano.

En el verano del 2008 incluimos esta montaña en nuestro plan de vacaciones. La idea inicial era subir al Tendeñera desde el sur, por el valle del río Sía y acampando en la pradera del Yesero, al pie de la montaña. Pero el cierre de la pista (que salva mas de cinco kilómetros de distancia) y el haber de dejar el coche cargado en un lugar que nos pareció “poco adecuado”, nos hizo cambiar de opinión. Así que nos dirigirnos al valle de Ara y ascendimos el pico desde el camping de San Nicolás de Bujaruelo. La ruta apenas tiene dificultad técnica, pero es muy larga y con un importante desnivel. Salvo en la parte final de la bajada (ya en el valle de Otal) no vimos a nadie. El Tendeñera nos sorprendió por sus dimensiones, lejanía y aislamiento. Una ascensión en todo regla. Una gran montaña...         


Fecha
Viernes 2 de Agosto del 2008
Asistentes
Encarna, Enric
Zona
Valle Bujaruelo. Pirineo Central. Huesca
Inicio ruta
Camping de San Nicolás de Bujaruelo.Se llega por buena pista (aprox 7 Km) que sale de la carretera que va de Torla a Ordesa, justo después del Puente de los Navarros
Final ruta
Recorrido
Camping-Valle de Otal-Cabaña de Otal-Collado de Tendeñera-Paso de Tendeñera-Pico Tendeñera- Vuelta por el mismo itinerario con alguna variamnte
Noche
No
Horario
Total
10 h 13 min
Efectivo
8 h 30 min
Cota (m)
Mínima
1334 (Camping)
Máxima
2853 m (Pico Tendeñera)
Climatología
Nublado
Nieve-hielo
No (algún pequeño nevero residual)
Desnivel (m) (1)
Ascenso
1610
Descenso
 1610
Distancia (Km)(1)
26
Dific.Física
Muy Alta. Desnivel y distancia importantes
Dific.Orientación
Baja hasta el collado de Tendeñera (camino, GR11). Después media (terreno kárstico algo complejo) que pasa a ser alta si no hay visibilidad (niebla)
Dific.Psicológica
Media. Después del collado Tendeñera la subida puede impresionar. En la cresta  pasos estrechos y aéreos. La longitud y el desnivel del recorrido, y lo arriba que queda la cima pueden mellar la moral.
Dific.Técnica
Baja-Media. Pasos de trepada de I grado
Material
Alta montaña estival
Cartografía
Valle del Tena-Sierra de Tendeñera, 1:40000, Ed.Alpina
Bibliografía
100 cumbres del Pirineo Aragonés, Itin 38, David Atela, Ed.SUA,1997
El itinerario está descrito en muchas otras guías y sitios de Internet.
Valoración
Gran ascensión a una gran montaña. Ruta solitaria y sin apenas dificultad técnica, pero larga y con un desnivel importante. Vistas espléndidas
Comentarios
Con niebla mucha atención al tramo después del collado de Tendeñera, en especial en el paso de la zonas kárstica.
Con perros…
Sin problemas si el animal esta acostumbrado a la alta montaña y se mueve bien en trepada sencilla. En la zona kárstica mejor llevarlo bien controlado, o atado, por si acaso…
Track (en formato gpx):
(1) A partir del análisis del track con Base Camp

Jueves 1 de Agosto del 2008. Procedentes de Laspaules, y tras un viaje mas largo y accidentado de lo previsto, llegamos a Bujaruelo (1340 m) pasadas las 17.00 h. El camping es una enorme explanada sin ningún árbol. Los servicios son sencillos pero aceptables y hay un buen bar-restaurante-refugio. Nada que ver con la pequeña construcción de hace 25 años, donde en mas de una ocasión me había refugiado de la nieve o las inclemencias del tiempo. El precio es mas que razonable. Dos personas mas la tienda y el coche sale por 14.20 €/día.

La recepción está cerrada. Un cartel dice  te acomodes donde te parezca y después pases a inscribirte. Así lo hacemos. El tiempo es bueno. Alguna nube (nada importante) y una temperatura agradable. Una vez instalados damos una vuelta por los alrededores y nos inscribimos. Después preparamos las mochilas para mañana, cenamos y hacemos una sobremesa amenizada por los gritos, cánticos y estertores de un numeroso grupo de jóvenes valencianos que están acampados en la otra punta de la explanada. Cerca de nuestra tienda hay gente que prepara material de escalada y de excursión. No somos lo únicos que mañana queremos ir al monte... A las once de la noche nos vamos a dormir. En el cielo las estrellas han desaparecido y corre una brisa caliente y húmeda que no presagia nada bueno…

Viernes 2 de Agosto 2008. La noche es tranquila y calurosa. A las 2.00 h de la mañana voy al baño y veo gente que sale con la mochila. Por lo que dicen deduzco que van a hacer el Vignemale por el la canal Moskowa. Ese durísimo itinerario hace tiempo que me tiene robado el corazón y vuelvo al saco con un sentimiento de envidia sana...   Casi cuatro horas mas tarde (6.00 h) suena la alarma del reloj. Tras unos minutos de ganduleo salimos del saco, nos vestimos y desayunamos. A las 6.40 h estamos listos. Vamos a empezar a caminar cuando, de repente, el cielo se ilumina por el fogonazo de un relámpago seguido de un fuerte trueno. Después rompe a llover con fuerza. Confusión, cabreo, sorpresa… Adiós al Tendeñera. A toda prisa dejamos los petates en el coche y volvemos a la tienda. Sin decir nada nos sacamos las botas, la ropa y volvemos a los sacos. Aun queda algo de sueño y nos cuesta poco volver a dormir. Fuera se desata la tormenta…

Tener el sueño ligero tiene sus desventajas. Sin que deje de dormir algo en mí detecta que ha parado de llover y me despierto. Por curiosidad saco la cabeza fuera de la tienda y contemplo el panorama. Nubes, nieblas, charcos… Todo esta mojado pero no cae agua. Vuelvo a meterme en el saco con la intención de seguir durmiendo. Pero no puedo. Se me ocurre mirar el reloj. Sorpresa mayúscula, solo son las 7.20 h. La tormenta ha durado nada y mi sueño menos… Aun estamos a tiempo. Despierto a Encarna y volvemos a prepararnos. Diez minutos mas tarde estamos listos y con las mochilas en la espalda. El cielo esta feísimo. Ahora no llueve pero parece que de un momento a otro volverá a hacerlo. Así y todo lo vamos a intentar. A las 7.36 h empezamos a caminar. Salimos del camping y enfilamos la pista del valle de Ara.

Al cabo de unos minutos encontramos a la izquierda un camino ancho y pedregoso (7.51 h, 1350 m). Lo tomamos y empieza a lloviznar. Convencidos de que no llegaremos muy lejos, remontamos la senda. La subida, sostenida y algo incómoda, pasa por pastos y zonas de árboles, cruzando varias veces la pista que sube en lazadas al valle de Otal. La lluvia parece empeñada en probar nuestra moral. Arrecia y cesa de forma aleatoria, mientras que las nubes ocultan el panorama unos cientos de metros por encima de nosotros.

Tras un buen rato de subida la pendiente se suaviza y entramos en los prados del valle de Otal. Volvemos a la pista y encontramos  marcas de GR. Pasamos una puerta metálica y cruzamos el río por un puente de cemento. Sigue una larga marcha (O-NO) en línea recta, que sin ganar un metro de altura finaliza en el refugio de Otal (8.52 h, 1640 m). A nuestra izquierda (S) y al otro lado del valle, una pirámide oscura y con una pared imponente se alza sobre terrazas y cortados de hierba y roca. El mapa nos dice que es la peña de Otal, una montaña que se agrega a nuestra larguísima lista de futuros proyectos.

Tras unos minutos de descanso dejamos el refugio de pastores- Subimos al oeste por campos de hierba hasta reencontrar el GR. A partir de ahora habremos de seguir este camino hasta el collado de Tendeñera. El itinerario es sencillo, largo,sinuoso… El GR remonta las laderas de la vertiente norte del valle realizando numerosas lazadas (alguna de gran longitud) que lo alejan del río y le permiten superar de forma magistral una fuerte pendiente. Nos tomamos la subida con tranquilidad. Las nubes van y vienen sin dejar de formar una capa uniforme. De cuando en cuando se abre una grieta entre las mismas por donde entra tímidamente el sol. Después vuelve el ambiente nublado y amenazador.

A media subida paramos a coger agua en un riachuelo. Desde unos metros mas arriba, varias vacas nos miran con expresión burlesca. La prudencia aconseja echar mano de las pastillas potabilizadoras que hemos comprado para la travesía de Sierra Nevada, que utilizamos por primera vez. Dos horas mas tarde (el tiempo que tardan en actuar de forma completa) descubrimos que, en contra de lo que pensábamos, casi no dejan gusto en el agua. Una buena noticia…

El tiempo mejora poco a poco. Las nubes se abren. Las nieblas abandonan la parte alta de las montañas. Pero no acaba de salir el sol… Disfrutamos con las vistas del cordal de la sierra de Tendeñera, en cuyo extremo oriental se encuentra la Peña de Otal. También del macizo Gabietous-Tallón, situado a nuestras espaldas. Varios centenares de metros por debajo nuestro, la llanura del valle de Otal parece un tapiz verde.

Tras casi dos horas de subida y 550 metros de desnivel, dejamos atrás la zona de lazadas y entramos en una valle suspendido (10.48 h, 2200 m). A la derecha (NO) un tenue sendero se dirige al collado de Ordiso. Al SO vemos un cordal defendido por muros y grandes pedreras de color ocre  marrón, que esta rematado por una cima algo aguda. Detrás de la misma se adivina mas que se ve otra punta mas abrupta. No me hace falta mirar el plano para saber que se trata de la cumbre del pico Tendeñera. Que lejos está la condenada…

Una larga marcha mas o menos horizontal, adornada por un periodo de sol mas largo de lo acostumbrado, nos lleva al inicio de una coma herbosa por donde corre un torrente que mas abajo forma una cascada. El collado parece cercano. Atravesamos la coma hacia el oeste y afrontamos un ascenso corto pero cabreante, que el GR resuelve con algunos  zig-zags hasta alcanzar, por fin, el collado de Tendeñera (11.36 h, 2327 m).

Al otro lado del collado (O) una ancha canal-valle se dirige a Panticosa. A  la izquierda de la misma (S) el cordal de la sierra de Tendeñera, con los picos de la Ripera y del Forató, se ve imponente. A nuestra derecha (N) una ladera pedregosa y una pared-espolón de roca defienden el acceso al cordal del puerto de Ordiso. A nuestra izquierda (S) un terreno rocoso, calcáreo y torturado, sube formando escalones en dirección al cordal de la Sierra de Tendeñera, cuya cima se encuentra 500 metros por encima nuestro.

Después de 4 horas, 12 Km de recorrido y casi 1000 metros de desnivel hay hambre y apetece un descanso. Con cara de pocos amigos Encarna reclama parar. También me reprocha el haberla llevado a un ritmo de galgo y prácticamente sin parar. A mi no me parece tanto, pero no se me ocurre ninguna excusa para justificarme. El problema es que aquí sopla un viento frío y no es buen lugar para detenernos. Con un hilillo de voz propongo subir un poco mas y detenernos en cuanto encontremos una zona abrigada del viento y si es posible con vistas. Para mi sorpresa mi mujer esta de acuerdo (no debe de estar tan cansada como dice). Sin apenas plantearlo acabamos de decidir iniciar el ataque a la cumbre.

Dejamos el collado de Tendeñera para seguir al sur una línea de hitos. Tras subir una pequeña elevación rodeamos una punta rocosa remontando en diagonal una pedrera de bloques situada a su derecha (O). Llegamos a un collado. Seguidamente subimos brevemente por un cordal y alcanzamos un tramo cárstico que sorteamos por la derecha. Un breve descenso nos lleva a un recodo situado al lado de una zona de grandes grietas pétreas, al pie de una gran ladera pedregosa. Aquí no sopla el viento, así que paramos a comer (11.58 h, 2400 m).

El tiempo ha vuelto a empeorar. El cielo vuelve a cubrirse. Nos faltan 450 metros de desnivel para alcanzar una cima aun lejana. Una vez mas estamos solos y con tiempo chungo en una montaña que no conocemos. Las guías hablan de que con niebla esta zona es peligrosa debido a las grietas y a que es difícil orientarse. Pero de momento las nubes están muy arriba, la senda es clara y está jalonada con hitos. Y si la cosa se complica siempre podemos recurrir al GPS… La comida nos refuerza física y anímicamente. Sin hablarlo decidimos “subir un poco mas y ver como está la cosa”, una frase que en el pasado nos ha dado muchas cimas. También algunos problemas…

La senda zigzaguea por la ladera pedregosa. Mas arriba entramos en un rellano que forma una cubeta con neveros delimitada por la cresta de la sierra y la cresta norte de una punta de la misma. Tras descartar una línea de hitos que se dirige a esta última por una ladera empinada, pedregosa e inestable, decidimos cruzar el llano por su izquierda en busca de unos escarpes situados bajo la cresta. Una vez allí trepamos directamente por una pared de rocas descompuestas (pasos de I), a la que sigue una ladera de hierba y piedras. Como no hay hitos, jalonamos este tramo con algunos (algo que nunca hacemos) para poder encontrar la ruta de descenso en caso de niebla. Y es que el tiempo esta empeorando por momentos…

Cuando llegamos a la cresta (12.55 h, 2650 h) la situación es de todo menos clara. La cima es un cono rocoso que vemos al oeste y esta mucho mas alejada de lo que nos pensábamos. Para llegar hasta la misma primero hemos de recorrer una cresta estrecha pero de apariencia fácil y después remontar el cono final hasta llegar a la antecima. Después se ha de pasar por un corto tramo de cresta muy estrecho y aéreo, del que hablan todas las guías.  

La prudencia y la lógica dicen que deberíamos darnos la vuelta. Pero después del esfuerzo y el empeño que suponen un 4.5 horas y 1300 metros de desnivel, y sin que la tormenta o la lluvia hayan dado muestras de presencia, nos parece algo impensable. Para nosotros es casi normal subir montañas con el tiempo raro. Así que,tras un breve alto, reanudamos el ascenso. Tal como pensábamos, el primer tramo de cresta, aunque estrecho, no tiene problemas. Si te complicas la vida, como mucho, se han de apoyar las manos. Necesitamos algo menos de diez minutos para recorrerlo y alcanzar una primera punta. Después descendemos por una suave y corta ladera de hierba y piedras hasta un collado muy marcado al pie del cono cimero (Paso de Tendeñera, 13.08 h, 2705 m).

Un nevero nos obliga a iniciar el ascenso de la parte final siguiendo las huellas de paso que van a la derecha. Después volvemos a la izquierda en busca de la cresta. El terreno, pedregoso e inestable, se empina mas y mas, pero subimos rápidamente y sin problemas. Ya muy arriba llegamos a una brecha. La cresta esta siendo mas abrupta y aérea de lo que pensábamos. Esta claro que en algún momento habremos de emplear las manos. Para ir mas cómodos dejamos los bastones y  seguimos hacia arriba. Los metros que nos quedan hasta la antecima son de trepada fácil y disfrutona. Y no paramos de decir..¡menuda montaña!  

A las 13.26 h alcanzamos la antecima (2830 m). Por fin podemos ver la cresta final y su famoso paso estrecho. La verdad es que seco y sin nieve es fácil pero algo impresionante. Me recuerda un tramo de arista horizontal que hay entre los picos de Posets y Espadas. Desde la antecima bajamos unos pocos metros. La cresta se estrecha y durante unos 6-8 metros forma un paso de medio metro de ancho que está ligeramente inclinado. No hace falta decir que a ambos lados los cortados son considerables. La mejor manera de pasar es de pie. De cuatro patas, aparte de poco elegante, es un mal rollo… Yo supero el tramo enseguida. Encarna se lo mira mas pero también pasa sin problemas. Entonces me pregunta por donde volveremos… Cuando le digo que por el mismo sitio pone cara de contrariada. Sin darle tiempo a replicar, le pido que acelere. Lo poco que falta hasta la cima no tiene ninguna dificultad y los hacemos rápidamente. A las 13.30 h alcanzamos el hito de piedras que señala la cumbre del pico Tendeñera (2853 m).

Desde que dejamos el refugio e Otal, estos son los momentos en que el cielo esta mas amenazador. El viento ha cesado de golpe. Nos envuelve un silencio opresivo, que sólo rompe el volar de una chova. Sentimos que de un momento a otro de desatará la tormenta, con el mal rollo que representa. No hay tiempo que perder. A toda prisa echamos una mirada al paisaje (bastante limitado por las nubes y la mala visibilidad) y hacemos las fotos de rigor…

Hacia el oeste la continuación de la sierra con los picos de la Ripera, Forató y Sobocos se ve imponente. Mas al sur identificamos, muy abajo, el prado del Yesero desde donde deberíamos haber subido de acuerdo con nuestro plan inicial. Sin duda habría sido una excursión bastante mas corta, pero también menos bonita y espectacular. Al este la cresta que finaliza en la peña de Otal (el gran descubrimiento de esta excursión), el valle homónimo y los montes de Ordesa (Gabietous, Tallón, Cordal de la Cascada, Monte Perdido,etc) acaparan nuestra atención. Y al norte, medio oculto por las nubes, su majestad el Vignemale, del que se ve bastante bien la enorme marmolera del circo de Labaza. También vemos el Midi d´Ossau, el macizo de los picos del Infierno, la Gran Facha…

Tras permanecer cinco minutos largos en la cima iniciamos la bajada (13.36 h). De vuelta el paso estrecho aún me parece mas fácil. Tanto es asaí, que me detengo a mitad del mismo para que Encarna me fotografíe haciendo poses. Pasamos sin detenernos por la antecima e iniciamos un descenso que hacemos rápidamente pero sin llegar a correr. Para acortar descendemos todo el rato por la cresta. Llegados al Paso de Tendeñera recuperamos el itinerario de ida por donde seguimos bajando.

Finalmente no llueve. Poco a poco el tiempo empieza a mejorar. El descenso de la cresta, de la pared que hay por debajo de la misma, de las laderas pedregosas y de la zona cárstica transcurre sin nada que contar. A las 14.52 h volvemos a encontrarnos en el collado de Tendeñera. Seguimos hacia abajo por el GR hasta unas rocas situadas en el extremo de la coma herbosa que hay debajo del mismo. En este punto hay agua, estamos al abrigo del viento y luce el sol. Nos detenemos para comer (15.05 h, 2215 m). Tres cuartos de hora mas tarde (15.51 h) remprendemos el descenso (aunque ahora la ruta no baja) siempre sin dejar el GR, con un ritmo mucho mas tranquilo y disfrutando de unas vistas excepcionales de la Peña y del valle de Otal.

Cuando llegamos al punto situado mas al este del tramo de lazadas, abandonamos el GR para bajar en diagonal por las empinadas laderas herbosas. Nuestra idea es evitar la larga y aburrida zona de zig-zags del camino, y descender directamente hacia la zona intermedia de la llanura del valle de Otal. La decisión es acertada. Encadenando caminos de vacas, canales y alguna que otra ladera herbosa tan empinada como cabreante, logramos alcanzar la pista de Otal a un kilómetro del refugio. El ahorro en tiempo y distancia ha sido considerable.

Lo que queda hasta Bujaruelo es un agradable paseo. Sin prisas recorremos la pista y después el camino. Nos cruzamos con algunos grupos de turistas (son las primeras personas que vemos en lo que va de día).Disfrutamos de las vistas que nos ocultó la mañana nublada y lluviosa. Conforme nos acercamos al final de la excursión notamos el cuerpo mas y mas cansad. También nos sentimos mas y mas contentos por la excursión realizada.  Finalmente, a las 17.49 h llegamos al camping.

Mas tarde, tumbados en la hierba junto la tienda y disfrutando de un agradable sol de tarde, comentamos y tomamos notas de la ascensión. Nos felicitamos por no haber sucumbido al desánimo y haber continuado hasta el final. El Tendeñera nos ha impresionado gratamente por sus dimensiones, lejanía y aislamiento. Una gran montaña...  

La ruta en imágenes 
(Recomendamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa")  



EniEn - Julio 2012

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