PICALBO, EN CIRCULAR DESDE CERLER

Los alrededores de Benasque permiten realizar multitud de excursiones a cimas modestas. Uno de estos recorridos asciende al Picalbo, una “tachuela” del cordal que baja al oeste desde la carena que une los picos de Royero y dels Pacs. La ruta es una sencilla circular con origen y final en Cerler, que permite disfrutar de unas vistas tan bellas como espectaculares de Benasque, el valle de Estós, el circo de Castanesa y, sobre todo, de un rosario de montañas entre las que destacan las Tucas de Ixeia, el Perdiguero y el Posets. Que sepamos este itinerario no aparece descrito en ninguna guía. Lo descubrimos en la primavera de 1995. Desde entonces lo hemos repetido media docena de veces. La última fue el pasado 22 de Diciembre.

Tras dos semanas de sol, frío y mucho viento, por debajo de los 2500 metros las vertientes soleadas de las montañas estaban heladas y casi sin nieve, mientras que en las umbrías el manto nival era espeso y poco consistente. Esto hizo que nuestra excursión tuviese dos facetas distintas.El ascenso con raquetas por nieve profunda, lento y agotador. El descenso por terreno helado y resbaladizo que, a pesar de la escasez de nieve,  nos obligó a calzarnos los crampones. 

En parte por las condiciones de la montaña, en parte porque acababa de salir de una fuerte bronquitis (aun estaba tomándome antibiótico y físicamente estaba débil), la salida se nos atragantó un poco al ser bastante mas larga y dura de lo esperado. Acabamos contentos pero machacados, y con una bonita colección de fotografías... 

FICHA TECNICA 

Tipo Actividad	Ascensión invernal con raquetas
Fecha	Domingo 22 de Diciembre 2013
Asistentes	Encarna, Enric, Pot
Zona	Valle de Benasque. Pirineo de Huesca
Inicio ruta	Cerler. Inicio pista del Pinar Negro (1600 m). Llegados a Cerler, en la primera rotonda (con un gran árbol) tomar la calle que sale de la misma y seguirla hasta su final, mas allá de la piscina y de las últimas casas. Al final de la calle sale a la izquierda la pista del Pinar Negro (en una roca hay pintado el nombre de “Velarta”)
Final ruta
Recorrido	Cerler (Inicio pista Piner Negro)- Seguir la pista hasta su final-Pinar de Velarta-Picalbo-Collado entre Picalbo y Burroyo-Canal/Barranco d’Altra- Collado en cordal  SO del Burroyo. Pista Pinar Negro (Antenas)-Cerler (inicio pista Pinar Negro)
Noche	No
Horario	Total	6 h 48 min	Efectivo	5 h 45 min aprox
Cota (m)	Mínima	1600 (Cerler, inicio pista)	Máxima	2278 (Picalbo)
Climatología	Buen tiempo. Frío
Nieve-hielo	Mucha nieve polvo acumulada en las caras ombrías. En las caras soleadas nieve escasa pero helada. La hierba y la tierra también heladas.
Desnivel Acum (m)	Ascenso	750	Descenso	750
Distancia (Km)	12.1
Dificultad global	Media
Dific.Física	Alta si se ha de abrir huella en nieve profunda ; si no Media
Dific.Orientación	Media-Alta. Con nieve la senda de Velarta desaparece pero pueden seguir las marcas amarillas que hay en los árboles. La bajada es sin camino y poco clara. Sin nieve la valoración es Media
Dific.Psicológica	Baja. Con nieve acumulada y profunda se ha de tirar de paciencia y moral…
Dific.Técnica	Media. Algún tramo de laderas de pendiente media-fuerte con raquetas. Como cualquier ascensión de montaña invernal los crampones pueden ser necesarios y saberlos llevar aun mas.
Material	El propio de una ascensión invernal con raquetas. Los crampones pueden ser necesarios.
Cartografía	“Aneto Maladeta, E-25”, 1:25000, Ed.Alpina, 2010 “Aneto-Maladeta, TOP25”, 1:25000. Ed.Prames, 2009
Bibliografía	No conocemos.
Valoración	Bonita, original y muy panorámica excursión invernal (normalmente de media jornada) cuya dificultad técnica y, sobre todo, fsica dependerá de las condiciones de la montaña y del excursionista.
Comentarios	Un excursión preciosa y muy recomendable cuya nivel de dificultad (sin nieve) es fácil. Con nieve la dificultad puede variar mucho en función de las condiciones de la montaña. La ruta de bajada es poco clara y algo aventurera (sin camino y largos tramos boscosos sin visibilidad ni puntos de referencia).  Un bajada alternativa algo mas larga pero mas clara es la que, desde las inmediaciones de la cima del Picalbo, tomar un camino-pista de reciente construcción que lleva a la cabaña de Ardonés, donde se coge el camino de Cerler. La excursión puede prolongarse ascendiendo a los picos dels Pacs, Royero y Estibafreda ( grandes vistas de Aneto-Maladetas) bajando a la cabaña de Ardonés por Cuello Gordo y el Sarrau Gordo.
Con perros…	Depende del perro y de lo que este acostumbrado a la montaña invernal. La nieve en polvo y  acumulada puede darle problemas de avance y de formación de hielo en las patas.
Track (en formato gpx):
http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=5912488

El desnivel y la distancia se obtienen a partir del track con Garmin BaseCamp

La estimación de la dificultad se realiza considerando la actividad como excursión/ascensión y no como escalada.

Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica específicamente

CARTOGRAFIA

CRONICA

Domingo 22 de Diciembre 2013. Tras dos semanas en la que he sufrido una fuerte bronquitis hemos venido a Laspaules con la intención de pasar un fin de semana tranquilo. La fiebre ha remitido y me siento bien, pero el antibiótico (que aún estoy tomando) me ha dejado machacado. El médico me ha recomendado descanso, evitar esfuerzos y el frío. O sea, que nada de excursiones… Ayer sábado estuvo nublado y no me costó quedarme en casa. Pero hoy el día es perfecto y me parece un sacrilegio no ir a dar una vuelta. Creyendo que, al haber poca nieve, la ruta circular del Picalbo será corta y requerirá poco esfuerzo, convenzo a Encarna para hacer la excursión...

           

El termómetro del coche marca -4ºC cuando aparcamos al final de una calle de la parte alta de Cerler (mas allá de la piscina), donde empieza la pista del Pinar Negro que recorrimos dos semanas atrás (http://relatosenien.blogspot.com.es/2013/12/la-pista-del-pinar-negro.html). Bien abrigados, nos ponemos las botas y acabamos de montar las mochilas. Ajeno al ambiente gélido, Pot corre por los alrededores revolcándose en las zonas de nieve helada. Poco después empezamos a caminar (9.32 h, 1600 m).

El nombre de “Velarta” pintado en una roca señala el inicio de la pista del Pinar Negro. Al igual que quince días atrás, habremos de recorrerla en su totalidad. Nos sorprende que, a pesar del buen tiempo, las zonas ombrías mantengan la misma cantidad y calidad de la nieve. A diferencia de la vez anterior (en que hicimos todo el recorrido de ida a pie), hoy nos ponemos las raquetas hacia la mitad de la pista, pasada la canal de Quebros en la que hay una barrera anti-aludes. Las vistas son igual de bonitas y espectaculares que hace dos semanas y, como entonces, generan una buena cantidad de fotografías.

Con un ambiente gélido (la vertiente aún está en sombra) y con poco cansancio, recorremos los 4.2 Km de pista y llegamos al final de la misma (10.56 h, 1783 m). Hay mucha mas nieve de la esperada. Pero nuestro buen ritmo de marcha (hemos tardado casi el mismo tiempo que en verano) y el sentirnos bien, nos hacen pensar que gracias a las raquetas y al conocimiento de la ruta (que hemos hecho varias veces) podremos superar los 500 metros de desnivel que tenemos por delante rápidamente y sin grandes complicaciones. No será así…

Los problemas empiezan así que dejamos la pista. Desde el final de la misma giramos a la derecha y, tras una corta rampa, entramos en una ladera poco pendiente cubierta por un bosque, primero esclarecido,después mas denso (Pinar de Velarta). La capa de nieve es blanda y profunda. A pesar de las raquetas nos hundimos entre 20 y 30 cm. A veces mas… La marcha se convierte en un ejercicio lento y paciente en el que nos repartimos el abrir traza. El que peor lo lleva es Pot. Aunque sigue nuestra traza, se hunde hasta la barriga y ha de avanzar dando saltos. La parte buena (que la hay) es la belleza del entorno y que que sabemos por donde se ha de ir. La senda ha desaparecido, pero adivinamos su trazado en la superficie de nieve. Si hay alguna duda, las viejas marcas de pintura amarilla que, de tanto en tanto hay en algunos árboles, nos sirven de referencia.

Poco a poco vamos haciendo. El terreno alterna zonas de laderas suaves con otras mas pendientes que, con la nieve blanda, resultan especialmente penosas. En una de ellas, la mas empinada, nos hundimos hasta medio muslo. Necesitamos un cuarto de hora para recorrer un centenar de metros de distancia. En este tramo Pot lo pasa mal. Al problema de hundirse se une la formación de bolas de hielo entre los dedos que le impiden caminar. Hemos de detenernos para limpiarle las patas. Tranquilidad y paciencia, mucha paciencia…

Tras una hora larga de solitaria marcha raquetera (primero al SE hasta unos 1910 m y después al S) por una vertiente boscosa, fría, umbría y sin visibilidad, pero de gran belleza, llegamos a un cordal (12.08 h, 2041 m). Por fin nos da el sol y podemos ver algo de paisaje. Al otro lado (SO) tenemos la cabecera del barranco de Velarta (ocupada por el denso Pinar Negro) y el cordal NO del pico de Burroyo, que también es boscoso. Este se prolonga a la izquierda hasta quedar pelado de árboles y cerrar por el S el horizonte con una carena pedregosa de color marrón oscuro que gira a la izquierda (E) y, tras un sector mas o menos horizontal, se encarama en busca del alto cordal que une los picos de Royero y dels Pacs. En medio del sector horizontal sobresale un pequeña punta. Es la cima del Picalbo, nuestro objetivo…

Tras un breve alto, en el que tomamos algo de alimento y acabamos de limpiar el hielo las patas de Pot, seguimos adelante. La ruta es evidente y muy bonita. Seguir al SE, primero por el cordal , después por un especie de canal que atraviesa una zona ondulada. Llegamos al pie de una ladera boscosa y empinada que sube al S y finaliza en el cordal  que une el Burroyo con el Picalbó. Esta ladera (La Solaneta) se atraganta un poco, pero se deja hacer. La progresiva disminución del espesor de la nieve y el espaciamiento de los árboles, nos anuncia la llegada al cordal. Una vez en el mismo (13.29 h, 1290 m) las raquetas pasan a la mochila y proseguimos el ascenso a pie (SE).

El cordal es amplio, despejado y con unas panorámicas bestiales. Hay poca nieve, pero el terreno esta helado y resbaladizo. La línea de avance es evidente, simplemente subir al SE por una pendiente suave pero continua, hacia una primera elevación que parece no tener fin. Después sólo hemos de atravesar un semi-rellano pedregoso e ir algo a la izquierda (NE) para evitar el pequeño casquete rocoso que por la derecha defiende el acceso a la cima. Una brisa helada y molesta nos acompaña durante los últimos metros del ascenso. Finalmente alcanzamos la cumbre del Picalbo, modesta y sin carácter, pero con unas vistas…(13.54 h, 2276 m).

Siempre me ha gustado este lugar. Es una atalaya desde la que se ven muchos de los tresmiles y no-tresmiles situados al oeste del valle de Benasque. También el circo de Castanesa, los montes de Cerler , los situados a ambos lados del valle de Estos, de la Sierra de Chía… Tras la obligada sesión de fotos nos sentamos en las rocas de la cima y nos damos un merecido descanso mientras comemos y bebemos. Encarna está bastante bien. Yo me siento mas muerto que vivo…

Pasados 20 minutos de descanso iniciamos el descenso (14.19 h). Del collado situado al SO de la cima sale un camino-pista de reciente construcción que, tras cruzar los barrancos de la Mascarada y del Clotet (situados al sur del Picalbo), conduce a la cabaña de Ardonés. Desde la misma un buen sendero conecta con el camino que baja a Cerler. Este recorrido es una buena ruta de vuelta, pero algo larga. Así que optamos por un  itinerario mas directo, difícil y menos claro, que conocemos de ascensiones anteriores.

Desde la cima bajamos al oeste, en busca del collado que separa el Picalbo del Burroyo. El suelo helado propicia los resbalones y hemos de con cuidado. Poco antes del collado (14.31 h, 2175 m)

giramos a la izquierda para encarar la fuerte pendiente de nieve que ocupa la parte alta de la canal que se abre al SO (Barranco del Altro). La nieve esta blanda por arriba y helada por debajo. Mejor ponerse los crampones. Con los pinchos en los pies este tramo es mucho mas fácil y seguro. En pocos minutos dejamos atrás la parte mas inclinada y seguimos por la orilla derecha de la canal, por un terreno bastante derecho de hierba helada y algo de nieve. Lejos de molestar los crampones nos hacen ir mas rápidos y tranquilos. Así que seguimos con ellos…

Mas abajo el terreno se suaviza y aparecen los matorrales, las rocas y algunos árboles. Vamos  paralelos y a un centenar de metros del eje de la canal que nos queda a la izquierda. El terreno se hace mas boscoso y confuso. Tras descender algo mas de 200 m de desnivel (aprox 1950 m) giramos a la derecha e iniciamos una descenso en diagonal a la derecha (O) por el bosque que ocupa la canal a media altura. La última vez que vinimos, un rastro de senda con alguna marca de pintura amarilla nos facilitó esta travesía. Hoy no sabemos encontrarlo y el cruce del bosque resulta ser mas penoso… El flanqueo finaliza en un collado herboso muy visible y evidente, situado en el cordal SO del Burroyo (15.19 h, 1917 m).

Lo que queda de excursión también es sin camino. Desde el collado bajamos por el bosque en diagonal a la derecha (NO), ni muy arriba ni muy abajo, buscando las zonas mas despejadas y conectando las pequeñas sendas, surcos y huellas de paso que vamos encontrando. No hay un sendero continuo, ni hitos. Tenemos claro la dirección que debemos tomar, pero no por donde hemos de pasar. Un ejercicio de instinto y orientación, excitante y divertido, donde uno se permite la licencia de sentirse un poco descubridor.

El descenso “salvaje” por el bosque se prolonga durante algo menos de 40 minutos. En algún momento me lío mas de la cuenta y hemos de hacer una corta subida o atravesar alguna zona de vegetación intrincada. Consciente de haber metido la pata, callo y me aplico en buscar el mejor paso en medio de esta ladera sin visibilidad ni referencias. Encarna no dice nada. Pot se lo pasa bomba…...

Finalmente salimos a la pista del Pinar Negro, justo delante de la estación de antenas (15.57 h, 1695 m). Sólo nos resta seguirla de bajada hasta su inicio, donde hace unas cuantas horas empezamos a caminar. A las 16.20 h llegamos al coche… Diez minutos mas tarde partimos hacia Laspaúles, donde comemos y descansamos. El día se completa con los cerca de 300 Km del viaje de vuelta a Begues, donde llegamos sin mas problemas que un gran cansancio. Y yo sin síntomas de recaída de mi bronquitis... Menos mal…

FOTOGRAFIAS

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