Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

jueves, 28 de julio de 2011

GOLPE DE SUERTE

Siguiendo una tradición estival que empieza a ser preocupante, Encarna ha vuelto a “averiarse”. Durante unas semanas (espero que pocas) los EniEn serán sólo En. Una vez mas, habré de buscarme la vida haciendo excursiones solitarias (algo que no me gusta demasiado) o reclutando amiguetes para ir a la monte, lo que no es fácil en época de vacaciones.

El pasado sábado “enredé” al bueno de Martí para hacer una circular en la zona del Ariege que hace tiempo tenía en la cabeza. La ruta es una pasada. Primero recorre el valle de Bessines. Después se mete en la Coma d’Or desde donde sube al Puig Pedrós de Lanós por su cresta NE. Un “cobarde” pero sufrido rodeo por el este (bajando a la parte alta del valle de Lanós) evita el tramo técnico de cresteo hasta la cumbre del Puig de la Coma d’Or, que se alcanza, tras una pesada subida, por la muy breve pero intensa arista de su vía normal. Sigue un largo descenso por la archiconocida ruta que parte del Col de Puymorens y pasa por la Coma d’en García. La preciosa bajada final por el GR, pone la guinda a una larga y variada excursión que Martí calificó como de 5 estrellas.

Desgraciadamente, la niebla nos acompañó durante buena parte del día impidiéndonos disfrutar de las vistas, que junto con la fácil pero delicada trepada de la cresta NE, es uno de los grandes alicientes del recorrido. La ausencia de visibilidad y el desconocimiento del terreno, complicaron mucho el acceso a la cresta NE del Puig Pedrós. Una vez mas nos dejamos guiar por la intuición, y salió bien... Fue un auténtico golpe de suerte…   
  
PUIG PEDROS DE LANOS (CRESTA N-E) Y  PUIG DE LA COMA D’OR

Fecha
Sábado, 23 de Julio del 2011
Asistentes
Martí, Enric
Zona
Pirineos Orientales.Macizo del Carlit. Ariège (Francia)
Inicio ruta
Ctra N22. Primera curva 180º a la izquierda después del desvío donde sale la N320.Cota 1535 m
Final ruta
Recorrido
Curva N22-Cruce con el GR107-Seguir GR107 (NE)-Valle,cabaña y lago de Bessines- Cruce senda de la Coma d’Or – Coma d’Or- Canal- Collado en cresta NE Puig Pedrós Lanós- Cima N- Cima S- Laguito bajo Portella Roja-Puig de la Coma d’Or-Portella Cortal Rosso- Portella Coma d’en García- Coma d’en García- Cruce con GR107- Seguir GR107 (N)- Cruce con camino inicio-Curva N22
Noche
No
Material
Alta montaña estival. La cuerda puede ser útil como “quitamiedos” en algún tramo de la cresta NE y en el paso aéreo del Coma d’Or.
Dificultad
Técnica
Excursión poco difícil. Cresta NE del Puig Pedrós 200 m trepada PD (II). Cresta Coma d’Or un paso aéreo (I+).
Física
Muy alta ( importante desnivel)
Cota (m)
Mínima
1535  (curva N22)
Máxima
2842 (Puig Pedrós, cima S)
Desnivel (m)
Ascenso
1740
Descenso
1740
Distancia
 23.5 Km
Horario
Total
10 h 54 min
Efectivo
 9 h 10 min aprox
Climatología
Siempre con niebla menos en la cresta y cima Puig Pedrós donde hay sol y visibilidad. Poco frío.
Cartografía
“Bourg-Madame”,Mapa IGN  2249 OT, 1:25000, (1999)
Bibliografía
“Massis del Carlit”, Itinerarios 0.2(Valle Bessines),12.2(Cresta NE), 11.2(Coma d’Or), 11.4(bajada por la Coma d’en García), Pako Sanchez, Ed.Cossetania, 2005
Valoración
Magnífica y completa ruta circular que además de ascender los dos picos mas singulares de la zona, el Puig de la Coma d’Or y el Puig Pedrós de Lanós (por la cresta NE, espectacular y poco conocida), pasa por los valles de Bessines, Coma d’Or, Llanós y Coma d’en García, para finalizar con el tramo del GR107 que va del Col de Puymorens a Hospitalet, que es una verdadera delicia. Se hace un poco de todo y las vistas son estupendas. El itinerario es largo, con gran desnivel y en la cresta NE algo técnico y delicado. Absolutamente recomendable.
Comentarios
Si con niebla nos encantó, con buen tiempo y buena visibilidad debe ser la hostia… Volveremos…
El descenso desde el Puig de Coma d’Or es una maravilla. El camino es fenomenal y, a pesar de ser largo, si se va sin prisas puede resultar hasta descansado.
Para matricula de honor: bajar del Puig Pedrós por su cresta S y subir el Coma d’Or por su cara N (en conjunto II-III, obliga a llevar cuerda y material de escalada)
Track (en formato gpx):



Sábado 23 de Julio. Tras un madrugón indecente y un viaje tranquilo llegamos a Puigcerdà. Martí necesita un café. Yo dos Coca Colas. Nos detenemos en un bar del pueblo para saciar nuestras respectivas necesidades. Después volvemos a la carretera. En el Col de Puymorens se confirma el temor que teníamos desde que salimos del túnel del Cadí. Los valles de la cara norte del Pirineo francés están cubiertos por un mar de nubes del que sobresalen la parte mas alta de algunas montañas.La buena noticia es que mas arriba el cielo está limpio y luce el sol…
  
Poco después aparco en la “paella” de la N22. Niebla, humedad, frío… Parece que el encargado del tiempo no se ha enterado de que estamos en la segunda quincena de Julio. El tiempo ingrato hace que nos repensemos la excursión y renunciemos al tramo mas difícil, el cresteo entre el Puig Pedrós de Lanós y el Puig der la Coma d’Or, cuya dificultad es de II-III grado. Tal como está el patio, a duras penas podremos hacer la cresta NE del Puig Pedrós… Dejamos en el maletero buena parte del material de escalada y cargamos con una cuerda de 7.8 mm y 30 m, algunas cintas, empotradores y dos friends.Creemos que no serán necesarios, pero por si acaso… Nos ponemos las botas, calibramos el GPS y empezamos a caminar con la sospecha de que no tardaremos en estar de vuelta (8.14 h, 1535 m).

El camino del valle de Bessines sale de la parte exterior de la curva (cartel). Lo conozco desde Mayo del 2010, cuando vine con Encarna para hacer el pico d’Auriol (una espléndida montaña). El frío, la humedad y la ausencia de vistas (pocos altos para fotos) nos hacen ir deprisa. Enseguida dejamos a la izquierda el camino que baja al pueblo de l’Hospitalet pres l’Andorre. Poco después llegamos al GR 107 (8.23 h, 1584 m). Un cartel informa de que por la derecha (SO) se va al Col de Puymorens (por ahí deberíamos volver) y por la izquierda (NE) al valle y refugio de Bessines. Esta será nuestra ruta pero no llegaremos al refugio.

El GR es una gozada. Me sabe muy mal que la niebla nos impida disfrutar de las vistas, sobre todo por Martí, que nunca había estado aquí y se ha de conformar con mis burdas explicaciones. Tras un tramo mas o menos horizontal y otro de ascenso en lazadas por una empinada ladera boscosa alcanzamos un paso en un cordal-cresta, por el que se accede al valle de Bessines (8.55 h, 1797 m). Cambiamos de dirección (E). Sin ver nada descendemos en diagonal por una ladera tapizada de rododendros. Después cruzamos un río y remontamos unos metros por unos lomos herbosos antes de volver a entrar en el bosque. Nuevo y prolongado ascenso entre los árboles, por una senda plagada de enormes cagadas de vaca que con la humedad están “a punto de nieve”. Después de un tramo ondulado el GR alcanza una antigua  pista pedregosa que avanza en horizontal junto pedreras de bloques de granito. Unos minutos mas tarde llegamos a la cabaña de Bessines, donde hicimos noche el año pasado (9.48 h, 1971 m). Brevísimo alto para visitar el pequeño refugio (la estancia buena tiene 4 plazas, mesa y chimenea; muy sencillo pero digno) y seguimos adelante.

Enseguida llegamos al lago-presa de Bessines (9.52 h, 1973 m). Teníamos la esperanza de que la niebla se hiciera menos densa, pero no es así. Sólo vemos unos metros de orilla, el agua quieta y nada mas… Continuamos por el camino, rodeamndo el lago por la derecha (S) con breves subidas y bajadas. De repente se abre un claro en la niebla y podemos ver algo. Parte del lago, el islote donde dos pescadores parecen asqueados y muertos de frío, los prados de los llanos de la Jaça del Pla, que empieza mas allá del agua, donde pasta un rebaño de vacas… Nos detenemos en una fuente para coger agua. Seguimos con 2 Kg mas en la mochila. Dejamos atrás el lago. Por el fondo del valle (E), parece que el sol le gana la partida a las nubes. Se cuelan algunos rayos y hasta se ve algún trazo de cielo azul. La moral sube, sobre todo cuando somos capaces de distinguir, un centenar de metros mas arriba y entre los árboles de la loma que tenemos delante, la gran estructura de madera del refugio de Bessines. “La cosa mejora. Dentro de poco la niebla nos quedará por debajo”, comentamos jubilosos. Pero nos equivocamos…

Según la guía de Pako Crestas, tras cruzar el torrente que baja de la Coma d’Or (que esta arriba y a nuestra derecha) se pasan unas tablas de madera sobre una zona embarrada. Las pasamos, ¡muy bien!. La reseña continua “unos metros mas adelante, sale hacia atrás y a la derecha la senda de la Coma d’Or”. Y lo encontramos. Pero somos tan burros que no nos lo creemos (10.22 h, 1985 m). Hemos de continuar por el camino hasta casi el puente de madera que cruza el torrente, para convencernos de que es correcto. Con las orejas gachas volvemos sobre nuestros pasos hasta el cruce. Dejamos el GR e iniciamos la andadura por terreno desconocido (10.30 h).

La senda marcada dura una decena de metros. Después se pierde en la hierba de la ladera. ¡Pues si que estamos bien! No hay problema. De momento el rumbo que hemos de tomar está claro y viene marcado por las mejores zonas de paso. Poco a poco vamos subiendo por una ladera de pedreras y hierbas mojadas que a menudo ocultan agujeros. Se ha de ir con cuidado. Nos atrapa la niebla que es tan o mas densa que antes. Pronto estamos empapados de rodilla apara abajo y sentimos el agua que satura el interior de nuestras botas de goretex. Martí se fija en una piedra que hay sobre una roca. ¿Será un hito? Mas arriba vemos otra igual, y otra… Efectivamente son hitos minimalistas, pero hitos. Los seguimos. Al cabo de un rato encontramos una senda bastante marcada que sube en diagonal hacia la derecha. Suponemos que se debe atravesar la Coma d’Or para subir a la Portella del Cortal Rosso. Continuamos por este camino. Pronto llegamos a una zona mas llana y herbosa por donde corre el torrente de la Coma. La visibilidad es muy reducida, a lo mucho veinte metros. Los hitos pasan al otro lado del cauce, alejándose de la dirección que nos interesa.

Nos olvidamos de los hitos y continuamos por la orilla derecha (orográfica) del torrente. Al no ver nada no sabemos donde estamos. En algún momento deberíamos girar a la izquierda (E) e iniciar el ascenso en busca de la cresta. ¿Pero cuando? Hacerlo demasiado adelante nos llevaría a los muros de la cara oeste del Puig Pedrós. Si por el contrario, giramos antes de la cuenta, encontraríamos los contrafuertes rocosos que defienden el acceso a la parte inicial de la cresta. La guía dice que se ha de coger una canal de hierba y piedras que permite acceder a la arista. Pero sin visibilidad y sin conocer el terreno nos es imposible situarla. El único dato fiable de que disponemos es el altímetro del GPS, pero no es de gran ayuda. Así que de momento continuamos siguiendo el torrente con la esperanza de ver o intuir algo que nos haga tomar una decisión. A 2250 m llegamos a un lugar donde sale a la izquierda un lomo de hierba y pedreras. Sin saber bien por que seguimos por el mismo. La decisión se ha tomado. A ver que pasa…

El lomo tiene continuidad y puede remontarse sin grandes problemas. Alcanzamos la base de una ladera de pedreras. Seguimos subiendo buscando los mejores pasos. Llegamos a una gran roca en la que hay un pequeño vivac. La niebla es mas luminosa y nos hace pensar que podría abrirse. Nos detenemos para comer y esperar que el que maneja las nubes se apiade de nosotros y nos permita ver alguna cosa que nos ayude a decidir que hacer (11.30 h, 2352 m).

Media hora mas tarde todo sigue igual. No se ve nada. No sabemos si ir a la izquierda o recto arriba. Optamos por lo segundo. Recogemos los trastos y continuamos subiendo por la pedrera (12.00 h). Unos minutos mas tarde ocurre lo que tanto habíamos esperado. Durante unos instantes se abre el telón blanco. A la izquierda hay una serie de espolones verticales. Recto arriba y a la derecha están los contrafuertes y canales verticales que caracterizan la cara occidental del Puig Pedrós. Entre ambos, una canal ancha y empinada, que en la zona inferior es de hierba y en la superior de pedreras, sube hasta un collado de la cresta NE. Por ahí se ha de ir. Nos damos cuenta de que, sin saber por qué, hemos ido tomando decisiones correctas que nos han llevado por la ruta adecuada. Sin duda hemos tenido un verdadero golpe de suerte…

El ascenso al collado es largo y algo delicado. La hierba esta mojada y resbala. La pedrera es muy inestable. Muy poco a poco y con cuidado vamos subiendo. El mar de nubes va quedando por debajo dejando una estampa de gran belleza. De cuando en cuando miro atrás. Al ver la altura y la fuerte inclinación de la canal, ruego que no tengamos que darnos la vuelta. Bajar por aquí sería jugarse el tipo. Y me da un miedo… Finalmente alcanzamos el collado (12.42 h, 2595 m). La niebla queda por debajo. Por arriba cielo azul, sol y la cresta NE. Breve alto para relajarnos, guardar los bastones en la mochila y estudiar la continuación del itinerario.

La cresta tiene algo mas de 200 metros de altura. Mas que cresta es una vertiente ancha y empinada de rocas oscuras y quebradas. En una primera parte algunas zonas herbosas le dan un aire asequible. Mas arriba el terreno se ve rocoso, compacto y mas vertical. No hay hitos, huellas de paso ni nada que indique por donde ir. No hay una vía clara de ascenso, pero por lo menos en la primera parte, parece que puede subirse casi por cualquier sitio. Así que no le damos mas vueltas y nos metemos en el ajo (12.52 h).

La primera parte es sencilla pero delicada. Salvo algún paso aislado, el terreno no es vertical, aéreo o expuesto. Los tramos de caminar se alternan con los de trepada, que conforme ganamos metros se hacen mas numerosos y continuos. El principal problema es la calidad de la roca. No hay nada seguro, todo se mueve. A cada paso debemos comprobar la solidez de los apoyos. A veces no hay mas remedio que escoger aquellos agarres que nos parecen menos inseguros. En estas condiciones la trepada es lenta y estresante. Pero yendo con cuidado, y seleccionando el itinerario que nos parece mejor entre los varios posibles, no solo se hace bien, sino que hasta se disfruta...

Tras superar unos 150 metros de desnivel llegamos a un pequeño collado terroso situado al pie de la pirámide final (13.30 h, 2750 m). La buena noticia es que la calidad de la roca mejora. La mala es que el terreno se yergue, formando una pared mas compacta de granito oscurecido por el liquen. Iniciamos la escalada con dudas y cierto temor. Un minuto mas tarde disfrutamos como zánganos trepando por repisas, fisuras y canales. Los pasos son mas técnicos (II), aéreos y sostenidos, pero también mas divertidos. Nos sentimos bien, con confianza. Además el itinerario no es obligado, siendo posibles distintas vías de dificultad similar. Escalada fácil, espectacular y al gusto… Durante varias decenas de metros suenan cánticos y exclamaciones de satisfacción. Con la moral a tope salimos del muro. Una cresta horizontal, estrecha y algo recortada nos lleva hasta el hito que señala la cima sur del Puig Pedrós de Lanós (14.00 h, 2824 m). Somos felices…

Tras unos minutos de parada partimos hacia la cumbre sur, la mas elevada. Bajamos unos metros por la izquierda (E) y flanqueamos al sur para esquivar dos pequeñas puntas. Una breve subida nos deja en la cima principal de la montaña (14.15 h, 2842 m). El mar de nubes que se extiende al norte y al oeste forma una imagen espectacular, pero con pocas vistas. Hacia el este, donde no hay nieblas, vemos parte del lago de Lanós, el Carlit, la sierra de Xemeneies, los picos de Collroig y otros ilustres vecinos. Al sur la mole agreste del Puig de Coma d’Or se alza desafiante. Los cerca de 1400 metros de desnivel que llevamos en las piernas empiezan a pasar factura. Necesitamos comer y relajarnos. Pero no será aquí, sino abajo, junto al laguito situado en los llanos que hay bajo la Portella Roja. A las 14.45 h iniciamos el descenso por la empinada ladera oriental del Puig Pedrós. La niebla pasa sobre las crestas y empieza a invadir la zona donde nos dirigimos. Está claro que hoy no podremos librarnos de las nubes…

La bajada del Puig Pedrós transcurre sin mas problemas que procurar no dar con los huesos en el suelo de piedras inestables y hierba resbaladiza. A las 15.10 h llegamos al laguito (2590 m). Nos detenemos para comer. Martí se saca las botas con la esperanza de que se le sequen los calcetines que aún están empapados. Yo prefiero seguir con los pies mojados. Gandul que es uno…

Veinte minutos mas tarde (15.30 h) reemprendemos la marcha. Nos enfrentamos al tramo mas ingrato de la excursión. Se trata de remontar una empinada ladera herbosa que baja al este desde la punta sur del Puig de la Coma d’Or. Los mas de 200 m de subida sostenida requieren calma y paciencia. Poco a poco, en silencio, subimos trazando lazadas en medio de la niebla que nos vuelve a engullir. Con visibilidad escasa alcanzamos la antecima del Coma d’Or. La cima esta cerca, casi a la misma altura y a una treintena de metros al norte. Una arista rocosa, con un paso inicial estrecho, aéreo y bastante tonto (I+, recuerda el Paso de Mahoma) defiende el acceso a la cumbre. Dejamos las mochilas e iniciamos la travesía. Poco después estamos junto el hito de la cima (16.15 h, 2826 m). No se ve nada. Menuda mierda… Cinco minutos de parada, unas cuantas fotografías y volvemos por donde hemos venido. De nuevo en la antecima cogemos los petates e iniciamos el largo descenso por la ruta que viene del Col de Puymorens (16.31 h).

El camino es magnífico. Sin rampas pronunciadas, buen piso, bien marcado… Teníamos la esperanza de que la niebla se abriera en algún momento y pudiera mostrarle a Martí la espectacular estampa de las caras oeste de las dos montañas que hemos subido. Pero no tenemos esa suerte y mi amigo se queda con las ganas. Con la promesa de enviarle fotografías seguimos descendiendo, siempre en dirección SO. Con visibilidad nula alcanzamos la amplia escotadura de la Portella del Cortal Rosso (17.00 h, 2501 m). Una subida corta, que a estas alturas de la excursión se nos hace larga, nos lleva hasta la Portella de la Coma d’en García (17.06 h, 2534 m). Después viene una larga bajada, siempre con niebla, por los escalones herbosos de la cabecera de la Coma d’en García, plagada de marmotas que vemos y oímos a cada dos por tres.

El camino finaliza en la pista que recorre la parte baja del valle (17.30 h, 2234 m). Tras atajar un par de lazadas, seguimos la calzada de tierra dejando a la izquierda la esclusa de una presa inexistente. La niebla sube de ligeramente de cota y nos permite ver alguna cosa. Un descenso al SO, suave, regular y casi en línea recta, nos lleva a la entrada del valle. Cuando la pista gira a la izquierda, con la intención de pasar a la otra vertiente y dirigirse al Col de Puymorens, sale a la derecha otra pista en ascenso por donde el GR107 se dirige a l’Hospitalet (poste señalizado, 17.58 h, 1971 m). Las piernas piden descanso. Sentados en un pequeño talud de tierra que hay en el cruce, intentamos relajar las calandracas mientras consultamos en el mapa la continuación del recorrido. Nos alegra ver que estamos mas cerca del final de lo que pensábamos. Una hora, no mucho mas…

Tras diez minutos largos de descanso reemprendemos la marcha por la nueva pista (18.10 h). La última parte de la excursión empieza con una subida no muy larga pero sostenida, de esas que se atragantan. Las prisas nos traiciona, caminamos demasiado rápidos, y pronto las piernas están peor que antes del alto que acabamos de hacer. Tras pasar junto una antena encontramos un desvío con un nuevo cartel que dice que hemos seguir por el ramal que baja. ¡Menos mal! Desde la parada han pasado 10 minutos (18.20 h) y hemos remontado 70 metros (2037 m). Si el mapa no miente todo lo que queda es de bajada (500 metros de desnivel), lo que es una buena noticia. La mala es que de nuevo nos atrapa nuestra amiga la niebla, lo que no es ninguna novedad…

Podría extenderme explicando la bajada hasta el coche. Pero no lo haré. Simplemente diré que el camino, siempre claro y bien marcado, es una maravilla en cuanto el trazado (sin rampas pronunciadas), piso (en buena parte de hierba) y, sobre todo, el entorno (una ladera boscosa que parece sacada de un cuento de hadas). A pesar de la falta de visibilidad, disfrutamos con este tramo, que posiblemente sea el mas bonito de toda la excursión. Tanto es así, que Martí dice que vendrá a hacerlo relajadamente y con buen tiempo. Me parece una idea excelente…

Tras 50 minutos de agradabilísima, e incluso descansada, caminata alcanzamos el lugar donde el GR encuentra el camino que viene de la curva de la N22 (19.10 h). Se cierra el círculo. Poco después llegamos al coche (19.08 h). De esta manera finalizamos este recorrido, tan largo como variado, en el que la niebla y la humedad han sido las grandes protagonistas. Estamos hechos polvo, pero nos sentimos muy contentos y satisfechos por haber podido completar esta magnífica ruta. También agradecidos por el golpe de suerte de dar con la ruta de acceso a la cresta NE cuando íbamos a ciegas. Sin duda ha sido la clave de la excursión. A quien sea, gracias…


La ruta en imágenes
(Recomendamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa")

EniEn - Julio 2011

2 comentarios:

  1. holaaa

    es una zona que tinc pendent de fa molt de temps, a veure si cap al setembre...

    v'sss

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  2. Hola guapos,

    Encarana em sap greu que t'hagis lesionat, Una abraçada d'ànims i petonets, també de part de la Bego.

    Enric molt guapa aquesta ruta. L'apunto a la llista de pendents amb ganes. Ei, si passes propostes de sortida igual et podem acompanyar a alguna, que nosaltres més que manca de temps de sortir el que tenim és manca de temps per planificar sortides. Fins a tal punt que ara ens hem inscrit a fer la Cavalls del Vent.
    Per cert, si algú s'hi vol afegir la farem dels 22 al 25.
    Apa, anar-hi anant,

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