David Atela habla de los picos del Fontán como la montaña mas alta y bravía de la parte centro-occidental de la cordillera cantábrica. Con estas credenciales estaba claro que no podíamos irnos de Babia sin haberlos ascendido. El problema es que no sabíamos como ni por donde. Rechazamos el itinerario normal desde Asturias, por comportar un largo rodeo en coche. Queríamos hacerlo por su vertiente leonesa, partiendo de Torrebarrio. Habíamos leído que existía una ruta sencilla, pero no teníamos detalles de la misma. De este modo, subir los Fontán se convirtió en un doble reto de, primero, encontrar la ruta y, segundo, recorrerla. Fascinante…
Ya en Babia, intentamos documentarnos preguntando (nadie sabia nada), leyendo guías e Internet (documentación escasa y poco precisa) y, sobre todo, observando largamente la vertiente leonesa del macizo de las Ubiñas. Finalmente diseñamos una ruta circular que enlaza varios itinerarios, mas o menos conocidos. La mayor incógnita del recorrido estaba en la primera parte del mismo, cuando se asciende el pico del Prau por su vertiente O (de este tramo teníamos muy pocas referencias y prácticamente nos lo inventamos). Después se suben los Fontán por su cresta NO. La vuelta es por la vía normal asturiana, bajando hasta el refugio de Meicín. Ahí se cambia de dirección, volviendo a subir hasta el Alto de Terreros y el collado de Ronzón (terreno que ya conocíamos del día de las Ubiñas), de donde se baja a Torrebarrio.
La ruta es larga y con un desnivel importante. Para hacerla necesitábamos tres cosas. Que la subida al Prau fuera factible (no habernos equivocado al diseñarla), estar descansados y que hiciera buen tiempo. Tuvimos suerte. Se cumplieron las dos primeras. La tercera, digamos que en un 50% por culpa de la niebla, que nos impidió disfrutar de buena parte de las vistas. Con todo fue una estupenda jornada de montaña.
Esta ascensión fue la octava y última de nuestros once días en Babia. El día después, recogimos los bártulos y volvimos a casa. Ya no estamos en Babia, pero durante mucho tiempo seguiremos allí, recorriendo con la memoria sus montañas y valles, recordando su gente, saboreando su embutido, sintiendo la mirada triste de los pastores leoneses (pedazo perros), escuchando el crotorar de las cigüeñas… Volveremos
EL PRAU Y PICOS DE FONTAN
Fecha | PRINCIPIOS VERANO, Miércoles 8 de Julio 2011 | |||
Asistentes | Encarna,Enric | |||
Zona | León-Asturias. Cordillera Cantábrica. Macizo de Peña Ubiña. | |||
Inicio ruta | Torrebarrio. A unos 3 Km de San Emiliano, por la ctra LE-481 que va al Puerto de la Ventana | |||
Final ruta | ||||
Recorrido | Torrebarrio- Pista hasta el Torrente de los Muriales-Camino-Lomba Verde- Collada y pico del Prau-Horcada N de Fontan- Cresta NO Fontan- Fontan S-Fontan N-Horcada S de Fontan-Canalón del Buey-Portilla del Canalón Oscuro-Refugio Meicín-Alto Terreros-Collado de Ronzón-Pista-Torrebarrio | |||
Noche | No | |||
Horario | Total | 10 h 29 min | Efectivo | 8 h 30 min, aprox |
Cota (m) | Mínima | 1247 (Torrebarrio) | Máxima | 2414 (Fontan S) |
Climatología | Niebla y viento buena parte del día. Visibilidad nula o escasa. Al final sol. | |||
Nieve-hielo | No. Algún pequeño nevero esquivable bajando de los picos de Fontán | |||
Desnivel (m) (1)(2) | Ascenso | 1730 | Descenso | 1730 |
Distancia (Km)(1) | 18.2 | |||
Dific.Física | Muy alta (por el desnivel, distancia y el terreno) | |||
Dific.Orientación | Media en la subida del la vertiente SO del Prau y la cresta O del Fontan. Baja para el resto de la excursión (pista, caminos o sendas bien marcados) | |||
Dific.Psicológica | Media, en la subida al Prau, la cresta de Fontan (un tramo aéreo) y la bajada del Canalón del Buey, sencilla pero un poco agobiante por la inestabilidad del terreno. Baja en el resto de la excursión | |||
Dific.Técnica | Baja-Media. Algún paso aislado de trepada fácil en la subida al Prau y en la cresta O del Fontan | |||
Material | Alta montaña estival. | |||
Cartografía | “Cordillera Cantábrica. Macizo de las Ubiñas”,1:25000,Ediciones Adrados, 2006 | |||
Bibliografía | Para la bajada de losFontan al refugio y vuelta a Torrebarrio :“Cordillera Cantábrica Central y Occidental”,Itin.26a,24c y 24d. David Atela, Ed.Desnivel, 2010. Para la subida al Prau y los Fontan no conocemos bibliografía aceptable | |||
Valoración | Posiblemente una de las mejores rutas sin nieve a los picos de Prau y Fontan. La circular permite conocer las distintas vertientes de estas montañas. Muy recomendable | |||
Comentarios | La ruta se puede mejorar si,tras bajar del Canalón del Buey, se sube a la pasada del Siete para coger la senda balizada (marcas amarillas) que va al alto de Terreros. Nosotros no la hicimos por falta de visibilidad y no conocer el terreno. Esta variante (que ahorra la sifonada del refugio de Meicín) tiene la posibilidad de ascender la Peña Ubiña por su crestas N o E y bajar al collado de Ronzón por la cresta S (vía normal). La excursión resultante es muy dura pero alucinante. | |||
Track (en formato gpx): | ||||
(1) A partir del track con CompeGPS Land. (2) Considerando variaciones mínimas de altura de 2 m
Miércoles 8 de Julio. A las 6.45 h aparcamos en la plaza que hay al SE de Torrebarrio, junto al parque infantil y cerca de la fuente-abrevadero. El cielo esta azul, pero las nieblas que hay en las montañas tienen mala pinta. Una vez mas se cumple la ley de Murphy y el día de la ascensión mas comprometida es el que hace el tiempo peor. La contrariedad se palpa en el ambiente. En silencio nos ponemos las botas, calibro el GPS, ajustamos los bastones… Miro a Encarna y le digo “a ver que pasa”. Me responde con una mueca de resignación. Nos ponemos la mochila y empezamos a caminar (6.50 h, 1247 m).
Inicialmente nuestra ruta coincide con la del collado del Ronzón. Cogemos la calle que sale al SE de la plaza. Enseguida llegamos a un pequeño puente. Justo después del mismo, sale a la izquierda una pista (hito) que inexplicablemente no aparece en el mapa. Continuamos por la misma (primero NE, después E) subiendo de forma sostenida . Un viento racheado acentúa la sensación de frío, que al ir en sombra es desagradable. Cerca de la base del amplio espolón occidental de la Peña Ubiña la pista gira 90º a la izquierda (7.32 h, 1537 m). Dejamos la ruta del collado del Ronzón, que sigue por un camino que sale (E) en esta curva. Continuamos (N) por la pista, cruzando las laderas que bajan de los paredones de la montaña. La subida es constante pero queda suavizada por alguna lazada. Media hora mas tarde llegamos a un llano herboso donde la calzada de tierra hace un amplio giro a la derecha (NE). A la izquierda del mismo (O) se alza la pequeña Peña los Fontanales. Hacemos un breve alto al abrigo de sus muros (8.05 h, 1690 m). La niebla juega al escondite con la montaña. Ahora aparece, ahora desaparece… Para nuestra desgracia sus zonas predilectas son las vertientes O y SO del Prau, por donde habremos de subir. La ley de Murphy vuelve a cumplirse…
De vuelta a la pista reencontramos el viento, ahora menos violento. En mínimo descenso entramos en un amplio valle, en el que las laderas de hierba y arbustos se inclinan rápidamente haciéndose pedregosas. Por encima de las mismas se alzan los muros calizos, plagados de canales y contrafuertes, de la tortuosa cresta que une los picos de Fontan con la Peña Ubiña. Es la primera vez que vemos esta arista de cerca y se merece una parada. Distinguimos la punta de el Siete, los Castillines, el agujero por donde se escurre la ruta de la Pasada del Arco (un itinerario complejo que permite cruzar la cresta), la torre del Prau Capón…Mas a la izquierda están el Crestón del Pasu Malu (un nombre que asusta) y, algo mas abajo, el pico del Prau. ¡Menudo desfile! Nos habría gustado hacer alguna de estas puntas (todas comportan trepadas mas o menos difíciles) pero se nos acaban los días. Otra vez será… Fin del alto. Seguimos adelante.
No tardamos en llegar al centro del valle. La pista cruza un torrente por donde baja un hilo de agua (torrente de los Muriales, 8.18 h, 17450 m). Mas arriba y algo a la derecha del mismo, a la sombra del Prau Capón y de la Peña Ubiña, se intuyen una zonas herbosas mas llanas, que suponemos deben ser los Llanos de Fontán. La pista sigue ,casi horizontal, para finalizar, un kilómetro mas adelante, en un pequeño refugio de pastores. No llegaremos al mismo. Unos 150 metros después del torrente encontramos a la derecha un camino muy claro. No contábamos con él, pero como que parece ir en una buena dirección, dejamos la pista y lo seguimos (8.21 h, 1755 m). Se acabó la comodidad, empieza la aventura…
Tras una breve subida inicial el camino se allana. Poco después se transforma en un sendero desdibujado que se sigue gracias a algunos hitos. Pero no es problema, pues el terreno (lomas y canales de hierba y piedras) permite ir por cualquier sitio. Ponemos rumbo a cercana vertiente SO del Prau. El objetivo es la Lomba Verde, que es la ladera herbosa que hay en la base de la cara SO de la montaña. Nuestra ruta remonta esta ladera por la derecha (cerca de una gran pedrera) hasta una primera banda rocosa. Entonces va a la derecha para ascender por la tartera y bajo los muros, en busca de una canal de hierba y roca que sube a la izquierda, que creemos nos permitirá salvar el primer cinturón rocoso de la vertiente. Mas arriba el terreno parece menos obligado, por lo que decidiremos sobre la marcha por donde ir.
Casi veinte minutos después de dejar la pista llegamos al pie de la gran pedrera (8.40 h, 1830 m). La cruzamos subiendo en diagonal y alcanzamos la Lomba Verde, algo elevados sobre los llanos herbosos donde empieza. Mas atrás hay un rellano donde se encuentra el refugio en el que finaliza la pista. De acuerdo con el plan, iniciamos el ascenso directo de la Lomba Verde. Subimos por el límite pedrera-ladera, intentando aprovechar las trazas de un sendero discontinuo. Muy de cuando en cuando, un pequeño hito avala nuestra ruta y nos sube una moral que la niebla y el entorno (algo lúgubre y muy solitario) hacen que este regularcilla.
Conforme subimos la ladera se empina mas y mas. El avance se endurece y, sin llegar a ser difícil, se va complicando. En veinte minutos ganamos 200 metros de desnivel y nos plantamos bajo la primera barrera rocosa (9.10 h, 2024 m). Ahora hemos de ir a la derecha y sin subir. La inclinación y la inestabilidad del terreno (hierba, tierra dura, piedras sueltas..) hace que el flanqueo tenga su gracia. Por suerte es corto y sentimos alivio cuando entramos en la pedrera. La moral sube cuando encontramos una traza junto la base de la pared y algunos hitos. No hay duda de que por aquí va una ruta de ascensión…
Los ratos de observación con prismáticos empiezan a dar resultados. La senda rodea la base de la pared por la derecha, deja una primera canal que sale a la izquierda y, cuando alcanza una segunda (menos marcada que la anterior) sube por ella y por el espolón que hay a su izquierda. Exactamente por donde habíamos diseñado la ruta. La canal alterna tramos de hierba y de roca, y es muy tiesa. La senda desaparece siguen los hitos (no muchos). Este lugar impresiona. Subimos poco a poco, con recelo y mucho cuidado. La hierba esta húmeda y un resbalón sería bastante feo…
Llegamos a un pequeño rellano. Toca ir a la izquierda. Bajamos unos pocos metros y cruzamos una canal (la primera que encontramos subiendo por la pedrera) que mas abajo queda cortada. Nueva subida hasta otro rellano (9.27 h, 2094 m). Se acabó el flanqueo. El instinto y los hitos nos llevan hacia arriba, con cierta tendencia a la derecha, por un terreno inclinado donde se alternan tramos rocosos, de hierba o de pedrera. De cuando en cuando aparece la línea de una senda. Casi siempre vamos caminando, sin mas problemas que la niebla (que sigue yendo y viniendo), el ambiente tétrico del entorno (que seguro cambiará con los rayos de sol) y una opresiva sensación de soledad. Ocasionalmente algún pasaje rocoso invita a apoyar las manos.
Al cabo de un rato alcanzamos un espolón terroso de color claro donde hay un hito muy visible (8.41 h, 2170 m). Al otro lado se abre una importante canal que mas abajo muere en la gran de pedrera vecina de la Lomba Verde. Continuamos subiendo (N-NE) por una amplia ladera casi enteramente de pedrera. No hay ningún problema. Simplemente caminar intentando no dar pasos de mas, ni bajar mas que subir. El avance se hace regular y reiterado. Ya muy arriba alcanzamos las terrazas y canales pedregosas que hay bajo las paredes de la cresta rocosa que remata la vertiente. La niebla hace rato que no aparece, pero acecha... Seguimos a la izquierda, por debajo de los muros. Salvamos una última canal, corta e inestable, y salimos a un estrecho collado en la cresta Prau-Fontan (10.07 h, 2324 m). Por fin nos da el sol. Miro a Encarna y en tono de complicidad le digo “lo tenemos en el bote”
Una traza de paso remonta la cresta SE del Prau. El ascenso es corto, sin problemas. En unos minutos alcanzamos la cumbre del Prau (10.15 h, 2357 m). Está señalizada por un montón de piedras que sostiene una barra metálica con un buzón. Nos invade una mezcla de alegría y satisfacción. Estar aquí significa que el trabajo preparatorio ha salido bien. Asimismo comporta el final de todas las incertidumbres, o mejor dicho, de casi todas. Y es que aún nos queda por descubrir la cresta NO de los Fontán, de la que hemos leído cosas contradictoras. Lo que vemos de esta cresta desde el Prau asusta mas que convence. Pero no hacemos caso a estas impresiones (visto de frente todo parece mas difícil) y nos concentramos en el paisaje. La cima es un estupendo mirador que ,en gran parte, está rodeado de precipicios. Desgraciadamente las nieblas, muy abundantes hacia Asturias, nos impiden disfrutar de muchas panorámicas.
Al N hay una magnífica vista aérea del pico Colines, de la Peña del Ranchón y del resto de montes de este cordal, que recorrimos hace unos días, que ahora nos parece larguísimo…
Al SE un profundo barranco, medio tapado por la niebla, nos separa de los dos picos de Fontán. Estos coronan los dos extremos de una ladera herbosa-pedregosa,colgada y con aspecto bonachón, y están separados por una cresta que desde aquí parece casi horizontal y sin relieves. A la izquierda de la misma esta la escarpada cima N. A la derecha la cima S, algo mas alta pero con menos carácter. A la derecha de esta última sale un lomo herboso y empinado, que mas abajo se convierte en la cresta NO que habremos de recorrer.
Al sur y al oeste es donde hay menos niebla y se ven mas cosas. Torrebarrio y su valle, el Puerto de la Ventana, el Morronegro y sus vecinos, la Peña Orniz, el Montihuero… Que diferencia de nuestra primera ascensión en Babia, cuando desde el Peña Ubiña éramos incapaces de identificar las montañas de la zona. Ahora no solo las conocemos, sino que hemos visitado algunas de ellas.
La niebla asalta la cresta entre los dos Fontán. Por encima de las nubes el cielo azul indica que, de momento, el tiempo es estable y sin riesgo de lluvia. Esto hace que la idea de completar la circular prevista prevalezca sobre la posibilidad de volver por donde hemos subido. La duda es si sabremos encontrar el camino sin no hay visibilidad. En esto, aparecen a la derecha de la cresta cimera de los Fontan uno, dos, tres…hasta nueve figuras minúsculas, que se dirigen a las cima sur. Sin duda vienen del refugio de Meicín, por lo que habrán subido por donde nosotros queremos bajar. Si pudiéramos alcanzarlos y volver con ellos se resolverían todos nuestros problemas. No hay tiempo que perder. Acabamos de comernos una barrita, bebemos un trago de agua y partimos en busca de la intrigante cresta NO (10.34 h).
Volvemos por donde hemos venido hasta el lugar donde de subida llegamos al pie de las paredes de la cresta. Entonces dejamos a la derecha nuestras huellas de ascenso y seguimos (SE) bajo los muros por terrazas, hasta que las bandas rocosas giran a la derecha (SO). Llegó el momento de encaramarse a la cresta por una canal (hitos, pasos de trepada fácil). Alcanzamos la arista en un collado muy marcado (Horcada N de Fontán, 10.47 h, 2313 m) desde el que vemos perfectamente el paso clave de la arista. Se trata de bajar unos metros por la vertiente de la izquierda (NE) en busca de una estrecha repisa que atraviesa la parte alta de la canal que separa el Prau de los Fontán. La repisa es corta (5-6 metros) y sin dificultad, pero muy aérea. Conduce a una canal muy estrecha y bastante tiesa, pero protegida, que se sube con una sencilla trepada (I/I+). La canal lleva a una cresta herbosa, que mas arriba se ensancha y transforma en una empinada pero amplia ladera de hierba y pedreras, por donde se sube sin problemas. Primero Encarna, después yo, salvamos la repisa y la canal sin problemas y disfrutando. En unos minutos alcanzamos el principio de la cresta-lomo (10.57 h, 2330 m). Ahora sí, fin de la incertidumbre. Lo que falta es todo por ruta bien descrita en la bibliografía. Sin detenernos continuamos remontando la cresta-lomo por alguna de las huellas de paso de la misma.
El tiempo vuela. El grupo que subió desde Meicín va rápido y apenas de detienen en las cimas. Con impotencia vemos como sus últimos integrantes desaparecen por la derecha cincuenta metros por delante nuestro. Apretamos el paso. Conseguimos verlos, y que nos vean, antes de desaparecer tras un collado que hay un poco mas abajo y a la derecha (Horcada S de Fontán) . Medio a gritos les preguntamos por el camino que baja al refugio. “Ningún problema, marcado, sin nieve, se sigue bien aunque haya niebla…”, nos contestan. Les damos las gracias. Seguimos a lo nuestro. Dejamos a la izquierda un camino que va al collado entre los dos Fontán y subimos hasta el borde de la cresta (importantes cortados al otro lado -vertiente sur-). Continuamos por la misma a la izquierda (NE) y enseguida llegamos a la cima del Fontán Sur (11.12 h, 2415 m).
De acuerdo con el mapa (y también con las mediciones de nuestro GPS) estamos en el punto mas alto del macizo de las Ubiñas. Pero a tenor del pobre o nulo “amueblado” de la cima (sólo hay un pequeño hito) nadie lo diría. Aún mas, no sabemos si debido a la niebla, la distancia, o a su estructura rocosa y abrupta, la cima norte parece claramente mas alta que la sur. Aparte de este comentario, decir que el paisaje se reduce a niebla y mas niebla, salvo hacia el Prau y la cresta NO que ofrecen una apariencia bastante fiera.
El viento frío, la ausencia de vistas y el carácter soso de la cumbre, hacen que estemos en ella el tiempo de hacer un par de fotografías, que dudamos salgan bien. Tres minutos después de nuestra llegada (10.15 h), partimos hacia el Fontán Norte (11.15 h). La punta rocosa de esta cumbre le da un aire de misterio y dificultad, que se acentúa con la niebla. Sin ningún problema bajamos caminando hasta el collado entre la dos cimas (11.19 h, 1382). Después, en parte por senderos, en parte trepando (opcional), ascendemos fácilmente por la ladera izquierda (NO) hasta la cumbre norte (11.29 h, 2412 m). La cima, mucho mas abrupta y alpina que la sur, esta señalizada con un barra metálica con un buzón. Respecto al paisaje nada de nada. Nos ha atrapado la niebla…
Con la esperanza de que las nubes se abran y nos dejen ver alguna cosa, nos detenemos y comemos alguna cosa. El tiempo pasa, el cuerpo se enfría (aun persiste el vientecillo de esta mañana), la visibilidad sigue siendo nula. Tras 25 minutos de espera sin ver nada llegamos a la conclusión de que la situación no mejorará. Así que nos vamos para abajo. Esta vez seguimos los senderos y alcanzamos el collado entre los dos Fontanes sin tener que utilizar las manos. Después seguimos la senda que cruza la ladera por debajo del Fontan Sur y nos lleva directamente a la parte alta de la cresta NO. Delante nuestro (SO) se abre el embudo de una enigmática canal de roca y hierba, que mas abajo se estrecha y parece quedar colgada. A la izquierda de este embudo (S) se encuentra la Horcada S de Fontán, que es donde estaban los del grupo del refugio cuando hablamos con ellos. La ruta de bajada pasa por este collado, que puede alcanzarse de dos maneras. Una es bajar directamente por una canal muy tiesa de roca rota (desaconsejable). La otra va unos metros a la derecha y desciende por una ladera de hierba hasta el borde derecho (NO) del embudo, que seguidamente se cruza en ligera bajada (fácil pero algo vertiginoso, es lo que hacemos nosotros).
Sin nada especial que contar llegamos a la Horcada S de Fontán (11.58 h, 2375 m). Nos encontramos en un collado que da a tres vertientes. La de los picos de Fontan (N), por donde hemos venido), la de Torrebarrio (O, vistas vertiginosas) y la de la canal del Canalón del Buey (E, llena de niebla), por donde habremos de bajar. Al SE se inicia la complicada cresta que finaliza en la Peña Ubiña. La primera cima de la misma es la punta del Creston del Pasu Malu (un nombre muy bien buscado). Permanecemos 10 minutos cámara en mano esperando que se abra la niebla y podamos ver y fotografiar la ruta de bajada y, en especial, la Portilla del Canalón Oscuro, desde donde el camino baja al refugio de Meicín. Una vez mas nada de nada. Paciencia… Guardamos la cámara e iniciamos el descenso del Canalón del Buey.
La bajada del tramo superior del Canalón es la parte mas ingrata de la excursión. La fuerte pendiente (unos 40º), las piedras sueltas que bajan a la mínima y la inestabilidad de las zonas sin pedrera (ocupadas por tierra endurecida que resbala muchísimo), nos complican la vida. En todo momento buscamos los laterales, donde la pared y algunas rocas nos dan apoyos fiables. Así y todo, los desprendimientos mas o menos masivos son frecuentes y peligrosos. Nos alegramos de estar solos y nos arrepentimos de no haber traído el casco. Para minimizar el riesgo, y a pesar de ser lento, bajamos de uno en uno. Poco a poco vamos perdiendo metros por la izquierda de la canal.
Tras haber descendido un centenar de metros, la canal se abre, pierde inclinación y se hace mas cómoda y segura. Pasamos al lado derecho donde un sendero facilita el descenso. La niebla se abre. Por fin podemos ver donde estamos y a donde vamos. Nos encontramos en una enorme tartera que ocupa la cabecera del valle de Cueva Palacios. A nuestra derecha tenemos los muros de las caras oriental del Crestón del Pasu Malu y de el Siete. Delante y mas abajo el agudo cordal de los picos del Portillín sale perpendicular a esta pared (E). El extremo derecho (O) del mismo se une a la pared de El Siete en una brecha muy marcada (Pasada de El Siete) de la que baja una canal estrecha y muy empinada, en buena parte esta ocupada por un nevero residual. En el extremo izquierdo (E-NE) del cordal del Portillín está la Portilla del Canalón Oscuro. Mas allá de la misma, el pico del mismo nombre. A la Portilla llega un camino bien marcado que, con una larga diagonal descendente, recorre a media ladera la vertiente derecha del valle. Este camino parece ser la continuación de la senda en por donde vamos. Conclusión, todo va bien…
El terreno pedregoso e inestable, el camino mas largo y menos marcado de lo que parecía y el haber de abrir huella a patadas para cruzar tres neveros cortos pero resbaladizos, hacen que alcancemos la Portilla del Canalón Oscuro mas tarde de lo esperado (13.04 h, 2060 m). Hacemos un breve alto para relajar las piernas que empiezan a estar tocadas. Una última mirada al valle que dejamos atrás y al lugar donde la niebla oculta los picos de Fontan (no hemos conseguido verlos desde este lado). Después iniciamos un fuerte descenso (SE) de 500 metros de desnivel, por un camino muy estrecho pero bien trazado. La senda traza cortas e innumerables lazadas en una canal herbosa de considerable inclinación y nos lleva, mucho mas abajo, a la preciosa pradera llana del fondo del valle, donde se encuentra el refugio de Meicín (13.56 h, 1549 m).
El refugio esta guardado y abierto, pero no hay nadie. Sólo un turista enteramente dedicado a fotografiar las vacas y caballos que en considerable número pastan por los alrededores. No hace frío, ni viento, y da el sol. Vamos, que se está de narices… Nos sentamos en uno de los bancos de obra de la terraza del refugio y nos regalamos un merecido descanso. Comemos, bebemos, también fotografiamos las vacas que se acercan a pedir algo de comida (como está el mundo…). El entorno que nos rodea es precioso, con un marcado carácter de alta montaña. Por desgracia, la puñetera niebla nos deja ver poca cosa.
Lo que si vemos, y bastante bien, es el escalón herboso que domina el valle desde el sur. En lo alto del mismo se encuentra el Alto de Terreros, por donde pasa nuestra ruta de vuelta, camino del collado del Ronzón. A estas alturas de excursión, después de mas de 7 horas, 1250 metros subiendo, 1000 bajando y 13 Km de recorrido, en buena parte por terreno rompe-piernas, no nos hace mucha ilusión afrontar una subida sostenida de 430 metros. Pero es lo que toca. De momento nos relajamos e intentamos recuperar fuerzas. Después ya veremos…
La parada se prolonga casi tres cuartos de hora. A las 14.43 h reemprendemos la caminata. Dejamos el refugio e iniciamos el ascenso al Alto de Terreros por alguna de las sendas que hay a la derecha (orográfica) del valle. Adoptamos un ritmo lento y regular, que sólo rompemos para hacer fotografías. En contra de lo esperado la subida es agradable y no muy cansada. El cielo se abre y el sol ilumina la cercana Peña Ubiña. Sin problemas salvamos los distintos resaltes herbosos que forman el escalón y alcanzamos el Alto de Terreros (15.34 h, 1886 m).
Lo que nos queda es por terreno conocido. Una diagonal ascendente al SO nos lleva hasta el collado superior de Ronzón (el que está al norte de la punta de la Carba,16.05 h, 1978 m). A la derecha (N) y algo mas arriba, varias personas finalizan el descenso de la cresta sur de la Peña Ubiña. Cuando se acercan vemos que es el grupo que encontramos en los picos de Fontán. Han hecho una ruta preciosa. Después de bajar el Canalón del Buey, subieron a la Pasada del Siete y de ahí siguieron la ruta balizada al Alto de Terreros. Tras cruzar la vertiente NE de la Peña Ubiña, giraron a la derecha para remontar la cresta oriental de esta montaña, bajándola por la vía normal de la cresta sur. De esta manera han enlazado en el día las dos cimas mas importantes del macizo de las Ubiñas, con un itinerario magnífico y técnicamente no muy difícil, pero que requiere tener un buen conocimiento de la zona.
Con los dientes rayando el suelo, de tan largos que se nos han puesto, iniciamos la última ,y también la mas fácil y tranquila, parte de la excursión. Bajar a Torrebarrio. Dejamos a la izquierda el collado de Ronzón (donde disfrutamos con la estampa de un perro pastor leonés que, completamente solo y sin el pastor, controla sin titubeos un enorme rebaño de ovejas) y bajamos por un prado hasta encontrar el camino que viene de Torrebarrio. Fin de las dificultades. Ponemos el piloto automático y descendemos sin prisas por esta senda que, después de lo que hemos hecho, nos parece una autopista.
A ritmo tranquilo tardamos algo menos de 50 minutos en recorrer la larga diagonal descendente bajo las canales y contrafuertes de la vertiente SO del Peña Ubiña. A las 16.53 h llegamos a la pista por donde subimos hace unas horas. La seguimos en bajada. Nos sorprende que sea tan larga. Sin mas problema que el calor y las ganas de sacarnos las botas, llegamos a Torrebarrio donde tenemos el coche (17.29 h). Final de la excursión y también de nuestras correrías en Babia, por este año…
La ruta en imágenes
(Recomendamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa")
EniEn - Julio 2011
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