Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

miércoles, 11 de diciembre de 2013

PUIG DEL PLA DE BERNAT

INFANTERIA Y CABALLERIA

Situado en la Catalunya Nord (Pirineo Oriental francés), el Capcir en una comarca de montañas, a menudo solitarias y poco conocidas, que ofrecen buenas y bonitas rutas invernales. Uno de estos montes es el Puig del Pla de Bernat. Su ascensión con raquetas o esquís desde el pueblo de Fontrabiouse es una excursión algo larga pero técnicamente sencilla, que puede realizarse en media jornada. Y tiene unas vistas…

Realizamos esta ruta en Diciembre del 2008 guiados por la mano experta de Manel Figuera. La mayor parte del grupo fue con raquetas, menos dos que nos atrevimos a hacerlo con esquís. Nuestro pobre dominio de las tablas, unido a una nieve cambiante, nos puso en algún apuro.Por suerte, la ruta es muy adecuada para iniciarse en el esquí de montaña y pudimos disfrutar de la misma. Fue una salida magnífica, en la que casi siempre la infantería (raqueteros) fue mejor que una caballería (esquiadores) algo torpe y limitada.  Pero estuvo muy bien...


























FICHA TECNICA 

Tipo Actividad
Ascensión invernal con raquetas y/o esquí de montaña
Fecha
Sábado 20 de Diciembre del 2008
Asistentes
Manel, Rosa, Lluís, Cristina, Jordi y Cristina (con raquetas) ;  Amalia y Enric (con esquís)
Zona
Capcir. Catalunya Nord. Pirineo Oriental Francés.
Inicio ruta
Fontrabiouse (1500 m). Desde Puigcerdà/Bourg Madame seguir la N116 hasta Mont-Louis. Ahí tomar la D118. Poco antes de Puivalador tomar a la izquierda la D32B que lleva a Fontrabiouse. Aparcar en la parte alta/oeste del pueblo,al inicio de una pista que va al O por donde empieza la ruta.
Final ruta
Recorrido
Fontrabiouse-Clot del Mig-Coll del Mig-Pla de Bernat- Puig del Pla de Bernat- retorno por el mismo itinerario
Noche
No
Horario
Total
6 h
Efectivo
4 h 30 min aprox
Cota (m)
Mínima
1530 (Fontrabiouse)
Máxima
2436 (Puig del Pla de Bernat)
Climatología
Buen tiempo (nubes y claros). Frío. Viento fuerte en cotas altas.
Nieve-hielo
Sí. Nieve cambiante. No es recorrido propenso a los aludes pero en las laderas que preceden al Clot del Mig  y al Coll del Mig pueden desencadenarse si hay acumulación de nieve o esta es inestable
Desnivel Acum (m)
Ascenso
906
Descenso
906
Distancia (Km)
13.7
Dific.Física
Media-Alta
Dific.Orientación
Media
Dific.Psicológica
Baja-Media (no hay tramos expuestos)
Dific.Técnica
Baja-Media , depende del tipo de nieve
Material
Alta montaña invernal. Raquetas o esquís.
Cartografía
“Font Romeu-Capcir”,1:25000, Carte de randonnée 2249 ET del IGN, (2003)
Bibliografía
“Pirineu Blanc”, pag 52-57, Oriol Guasch, Ed.La Butxaca de Muntanya,SCP, 2003 (#)
Valoración
Ascensión con raquetas o esquís algo larga pero técnicamente sencilla, que puede realizarse en media jornada. Grandes vistas…
Comentarios
(#)La ascensión también puede realizarse desde la estación de esquí de Puyvalador (mas corta).
Una ruta idónea para iniciarse en las ascensiones con raquetas o con esquís de montaña
Con perros…
Sin problemas (si están habituados a las marchas con nieve)
Track (en formato gpx):
El desnivel y la distancia se obtienen a partir del track con Garmin BaseCamp
La estimación de la dificultad se realiza considerando la actividad como excursión/ascensión y no como escalada.
Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica específicamente


CARTOGRAFIA

CRONICA 

Sábado 20 de Diciembre 2008. A las 7.30 h Encarna, Amalia y yo nos encontramos en Puigcerdà con Manel, Lluís y Rosa. Manel (una enciclopedia humana del Pirineo) nos va a llevar al Puig del Pla de Bernat, una montaña del Capcir que no conocemos. Justo cuando vamos a salir nos llaman Jordi y Cristina para decirnos que están de camino. Un rato mas tarde nos encontramos con ellos en Mont Louis. Proseguimos el viaje hasta el pueblo de Fontrabiouse (cerca de Puyvalador), donde empieza la excursión. Los restos de la nevada del fin de semana anterior se mantienen en el paisaje. Hace frío. El cielo es un collage de nubes y claros. En lo alto de las montañas el viento arrastra cortinas de nieve. El día no parece ser tan bueno como decía el parte meteorológico, pero aún es pronto y podría cambiar (esperemos que a mejor). Aparte del recorrido, la gran novedad es que Amalia y yo iremos con esquís de travesía. El resto con raquetas. Recordando un símil de un amigo que es un gran esquiador de montaña, hoy será una salida de caballería e infantería…

Tras unos preparativos algo largos nos ponemos en marcha (9.00 h, 1500 m). Fontrabiouse se encuentra en el extremo sur de la desembocadura del valle dels Escogots, que se eleva suavemente hacia el oeste. Desde el pueblo tomamos una pista estrecha que sube entre el bosque por la orilla sur del valle. Hay un buen grosor de nieve blanda. Las raquetas y los esquís nos permiten llevar un ritmo que a pie sería impensable. Sin que nadie sepa cuando se nos une un Border Collie. El perro se siente atraído por Manel y durante toda la excursión ira a su lado…

Tras media hora larga de camino llegamos a una pista mucho mas ancha que también viene de Fontrabiouse (9.35 h, 1705 m). Continuamos por ella, siempre con el incansable Manel abriendo traza, seguido de su inseparable amigo peludo. Cuando la pista gira a la derecha (N) la dejamos para subir entre los árboles. La marcha, hasta ahora rápida y fácil, se vuelve lenta e incómoda al afrontar un terreno  empinado y obligado. Los que vamos con esquís lo llevamos peor que los raqueteros. Y es que en parajes intrincados la infantería se mueve mucho mejor que la caballería…

Volvemos a encontrar la pista. Manel la cruza y sigue por una zona que parece mas complicada que la anterior. Amalia y yo dejamos a los raqueteros remontando recto bosque a través y seguimos por la pista. Esta traza una amplia lazada a derecha e izquierda. Subimos sin problemas. Después reencontramos a nuestros amigos. No tardamos en llegar a una curva pronunciada a la derecha (NE) donde se intuye una especie de senda que sale hacia el oeste. Lluís , Manel y el perro hace rato que nos esperan (10.16 h, 1915 m).

Tras un breve descanso dejamos definitivamente la pista y continuamos por la senda. Prácticamente horizontal, incluso con algún tramo en leve bajada, sigue un pequeño riego de agua que atraviesa una ladera boscosa nevada, densa e inclinada. Tras doblar un cordal, que un poco mas abajo forma un collado poco marcado, la senda gira a la derecha y entra en una zona donde el bosque esta mas esclarecido. La orografía del terreno se complica. No podemos seguir el rastro de la infantería. Así que abrimos nuestra propia traza, remontando en diagonal una ladera nevada bastante pendiente. Mas arriba giramos a la derecha, cruzamos un pequeño torrente (paso chungo con los esquís en los pies) y entramos en una zona de llanos con algunos árboles. Hemos llegado al Clot del Mig.  Nos detenemos para desayunar (10.51 h, 2030 m).

Tras veinte minutos de parada, amenizada por las constantes intentonas amorosas del perro hacia Manel (que no sabe como deshacerse del mismo sin recurrir a la violencia), reemprendemos el ascenso (11.10 h). Siempre hacia el oeste, remontamos un cordal que sube en escalones por un bosque cada vez mas esclarecido. Los raqueteros van por la izquierda del mismo. Los esquiadores nos vamos a la derecha, salvando rampas de nieve que ponen a prueba nuestra escasa técnica de giro en “vuelta maría”. El espesor de nieve es considerable. Su consistencia mas que dudosa (al subir en diagonal enseguida se desplaza hacia abajo). La situación de riesgo 3 que daban en Internet es real, pero la presencia de árboles y rocas hacen que nos sintamos seguros.

Mas arriba una barrera rocosa nos obliga a flanquear a la izquierda. Reencontramos las huellas de nuestros amigos que van por delante. De nuevo la caballería se ve superada por una brillante infantería. La subida sigue constante, pero con cierta suavidad, por parajes de gran belleza. El viento hace acto de presencia y nos lanza partículas de nieve helada. A nuestra izquierda, muy abajo, vemos la Valll de Galba y los picos de Mortiers, Portella y Perics bien cubiertos de un manto blanco. Llegados al Coll del Mig (11.45 h, 2211 m) doblamos el cordal que se desprende hacia el oeste desde el Serrat de la Llisa Cremada. Entonces nos dirigimos al norte. Atravesamos una amplia zona de llanos situada al pie de un gran lomo nevado. Al pie del mismo nos reagrupamos y hacemos un breve alto amenizado por el frío y la ventisca (12.00 h, 2285 m).

Manel intenta animar a la gente diciendo que la cima está a tocar de mano, al final del lomo que tenemos por delante. La verdad es que nadie se siente demasiado cansado, ni lo está pasando mal. Muy al contrario, disfrutamos con este precioso y solitario recorrido, cuyos parajes y vistas nos están sorprendiendo a todos. Las únicas dudas las tenemos Amalia y yo, al pensar en como se nos dará la bajada con esta nieve tan blanda. Y es que  nuestro nivel de esquí es justito y somos poco lanzados.

Como dice Manel, la cumbre esta cerca, pero no al lado. La subida es mas pendiente y larga de lo esperado. Pero no presenta ningún problema. El viento, que ahora sopla con insistencia, ha endurecido la nieve. Esta forma una costra helada de consistencia suficiente como para no romperse bajo el peso de las raquetas o de los esquís. El grupo vuelve a estirarse. Yo voy haciendo paradas fotográficas y me quedo de los últimos. Manel, Amalia, Lluís y el chucho toman ventaja por delante. Tras superar el tramo mas pendiente, el lomo pierde progresivamente inclinación y se transforma en una rampa ancha y casi horizontal, en la que afloran pequeños árboles forrados de una capa helada. La rampa finaliza en una bonita cornisa helada. A la izquierda de la misma hay una pequeña elevación rocosa donde se encuentra la cima. Los que van delante ya han llegado. Los otros no tardamos en hacerlo.

A las 12.32 h el grupo se reúne en los 2436 m de la cumbre del Puig del Pla de Bernat. Por la vertiente por donde hemos subido, la montaña se muestra como una cima discreta, casi imperceptible. Pero sus vistas son sublimes. Al oeste destaca sobre todo el Roc Blanc. A su izquierda los picos de La Tribune y Baixoullade. Al O-NO vemos los Perics, las Portellas, el Mortiers... Mas alejados asoman el Pic de la Serrera y el Mont Valier. Al este se encuentra el magnífico y poco conocido macizo de Madres.  Y al sur el amplio e inacabable desfile de cimas de la Cerdanya…

Nos gustaría sentarnos y disfrutar largo rato de esta magnífica atalaya. Pero la ventisca y el frío aconsejan irnos para abajo. Nos desplazamos unos metros al NE, hasta unas rocas. Aparte de ofrecer un lugar donde apoyar el culo, el ambiente es tan desapacible como en la cima. Hacemos unas fotos del grupo. Después los raqueteros empiezan a bajar. Amalia y yo sacamos las pieles, ponemos las fijaciones y las botas en posición de descenso. Llega el momento esperado y temido a la vez. Nos damos un impulso con los bastones y empezamos a deslizarnos por la nieve. Son las 13.00 h. La caballería entra en acción…

Los primeros movimientos son cautos. Los esquís enseguida se aceleran. No nos fiamos de la nieve costra y giramos despacio, con cuidado. Poco a poco vemos que se pueden hacer cosas y cogemos confianza. Llegando a la de los raqueteros me dejo llevar. Encadeno uno, dos, tres giros. Al cuarto se me hunde la cola del esquí izquierdo y me voy al suelo. Es la primera caída, por suerte sin consecuencias. Me recuerda que nuestro dominio es pobre y que hemos de ir con mucho tiento. Como dice Amalia, poco a poco, haciendo paradas para descansar. La bajada del lomo cimero es una gozada. Sin correr e intentando “leer” el estado de la nieve, nos deslizamos sin problemas sobre el manto blanco. Pronto nos reunimos con la vanguardia de la infantería, que espera en los llanos donde nos detuvimos antes de iniciar el ascenso final.

Una vez reagrupados volvemos a la carga. Los raqueteros lo tienen fácil, sólo han de seguir las huellas de subida. Nosotros no tanto. Una larga diagonal por terreno casi llano nos lleva hasta el Coll del Mig, con la única novedad de una nueva caída por mi parte. Ahora la nieve alterna tramos duros con otros muy blandos. Los esquís se hunden y cuesta dominarlos. Nos encontramos al inicio del tramo con fuertes pendientes. La cosa se pone interesante… Empezamos a bajar lentamente. Nos detenemos continuamente para decidir por donde y como realizaremos los próximos movimientos. Vamos haciendo giros bastante decentes, perdiendo altura poco a poco. Cuando la cosa se pone complicada una maniobra de vuelta maría cara a la pendiente soluciona el problema. Así, con una velocidad impropia de la caballería, descendemos la ladera sin grandes problemas. La moral sube y nos atrevemos a mas. Tanto, que en algún momento hasta encadenamos giros… No es un problema de técnica, sino de falta de decisión y, sobre todo, de práctica debido a la pérdida del hábito de hacer esquí de montaña que hace mucho que no practicamos.

Una vez mas, la infantería nos mete caña y llega mucho antes que nosotros al Clot del Mig, donde nos detenemos para comer (13.35 h). Para evitar el acoso del perro, que sigue enganchándose a su pierna en cuanto tiene oportunidad de hacerlo, Manel lo ata a un árbol. Por fin puede comer y descansar tranquilo. Media hora mas tarde recogemos las cosas y volvemos a la carga (14.05 h).

El tramo que sigue tiene una orografía complicada. Se han de atravesar laderas empinadas y obligadas, llenas de árboles y piedras, antes de coger la senda que lleva hasta la pista. Dejamos que los raqueteros se adelanten y nos dedicamos a bajar como podemos. Deslizamientos, derrapages laterales, bajada en escaleta, giros cortos y apurados, muchas diagonales enlazadas con vueltas maría… Todo vale con tal de no sacarse los esquís. Nos olvidamos del reloj y de los que van por delante, concentrándonos en salir de este atolladero lo mejor posible. Cuando alcanzamos la senda respiramos tranquilos. Sólo nos queda “remar” por el bosque siguiendo las trazas de las raquetas e intentando no coger mucha velocidad en los tramos de descenso. Finalmente alcanzamos la pista donde nos esperan nuestros amigos (14.25 h, 1915 m).

Hasta ahora el papel de la caballería ha sido mas que discreto (por no decir penoso). Pero ahora la cosa cambiará. Mientras que los raqueteros siguen tranquilamente sus huellas de subida, los esquiadores nos deslizamos por la pista. La nieve blanda hace que no cojamos excesiva velocidad y vayamos relajados. A medio descenso nos paramos a esperar a nuestros amigos en el lugar donde su ruta vuelve a ir por la pista. Después seguimos en rápido descenso hasta el punto donde se ha se tomar la pista estrecha. Nos despistamos y seguimos por la pista ancha, que ahora va de subida, durante cerca de 1 Km. Con los brazos y las piernas agotadas por el esfuerzo (vamos sin pieles y con la fijación y las botas en posición de descenso) al cabo de un buen rato nos damos cuenta de nuestro error (de haber continuado también habríamos llegado a Fontrabiouse pero dando un gran rodeo). Damos media vuelta y volvemos al lugar donde dejamos nuestro itinerario de subida.

La bajada de la pista estrecha es rápida. La prudencia aconseja no embalarse. Pero hay poco espacio para maniobrar y hemos de ir frenando haciendo cuña. Esto carga rápidamente las piernas y tenemos que detenernos cada dos por tres para recuperarnos. Recorremos este tramo en pocos minutos y llegamos a Fontrabiouse, donde la infantería hace rato que nos espera junto a los coches (15.35 h). Curiosamente nadie se ha inquietado por nuestro retraso, aunque la verdad es que tampoco ha sido demasiado largo.

Así finaliza esta bonita y solitaria excursión de nieve por la región del Capcir. Ahora que conozco el recorrido me gustaría repetirla, también con esquís y con mas práctica. Seguro de que iría mucho mejor que hoy (que tampoco ha sido tan horrendo). Haría mas justicia a la noble caballería…


FOTOGRAFIAS
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Fotografías de Enric García y Jordi Cazaña


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EniEn - Decembre 2013

5 comentarios:

  1. Hola,
    Recomendariais llevar ARVA ? I grampones y piolet ? Por la dificultad que le dan, en muchos sitios dice que no hace falta nada de esto.
    Gracias y felicidades por el blog

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  2. No es una montaña difícil, pero si la nieve esta dura los crampones pueden ser imprescindibles. Respecto el piolet es útil mas por seguiridad (parar una posible caida) que como progresión.
    El ARVA+pala+sonda siempre debería acompañarnos en toda ascensión invernal, aunque en este caso no es una montaña que presente grandes riesgos de avalanchas.
    Saludos
    EniEn

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  3. Hola,
    Queremos ir el próximo fin de semana con raquetas. Creeis que es necesario llevar grampones y piolet ? I ARVA pala y sonda ?
    Gracias y felicidades por el bloq

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  4. Perdon, ahora he visto la respuesta. Muchas gracias

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  5. Vosotros lo llevasteis ? No me ha parecido ver piolets ni palas en las fotos ?

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