EXCURSION DE RECONOCIMIENTO
Breve
salida de reconocimiento de la Serra de les Canals (cerca de Oliana). La
finalidad era descubrir el itinerario de acceso a la cresta de cara a un futuro
recorrido de la misma. Una excursión que hicimos “de paso”, cuya principal
característica fue el calor sofocante y el conocer uno de los muchos rincones
olvidados del Prepirineo catalán. La información técnica y detallada de la ruta la dejamos para cuando hagamos la cresta (esperemos que pronto y con un tiempo mas frío). Por si alguien la quiere hacer (creemos que vale la pena) adjuntamos algo de cartografía, la crónica y
las fotografías de la actividad, que consistió en acceder a la cresta (algo
complejo) y recorrer la primera cuarta parte de la misma. Sólo un consejo,
evitar en épocas calurosas…
Encontrareis una escueta, pero creemos que suficiente, descripción del recorrido del cresterio en el blog "Escalada per a Tontos": http://escaladaperatontos.blogspot.com.es/2011/04/integral-la-serra-de-les-canals.html
CARTOGRAFIA
La
Serra de les Canals es una de las muchas “perlas” olvidadas del Prepirineo
catalán. Situada al norte del pueblo de Oliana, forma una barrera de paredes a
la derecha (E) del estrecho en que empieza el pantano d’Oliana. Su punto mas
alto, el Roc de la Creu (854 m), se encuentra en el sector oriental de la
montaña y está coronado por una gran cruz que es visible desde lejos. Los
escaladores visitan de cuando las pocas vías de su pared sur. Para los
excursionistas es un monte prácticamente desconocido. La modestia de la cima y
el acceso complicado, con tramos de trepada por placas rocosas, seguro que
tienen mucho que ver.
Hacía
tiempo que nos mirábamos la Serra de les Canals. En Internet hay bastante
información sobre sus vías de escalada. Pero muy poca (sólo tres entradas) de itinerarios
“sencillos”. Dos describen la subida al Roc de la Creu desde el oeste,
siguiendo su “via normal”. La otra se refiere al recorrido este-oeste de la
cresta y es algo mas difícil. Esta travesía nos pareció interesante y adecuada
nuestro nivel. Y decidimos probarla… Sabedores de que, a menudo, estos
recorridos tienen un acceso lioso y complicado, decidimos hacer una salida previa
de reconocimiento. Así que, de camino a Laspaúles, el pasado sábado fuimos a
Oliana para ver el punto de inicio del recorrido y conocer la ruta de subida al
inicio de la cresta.
Dejamos
el coche en la ermita de Sant Andreu del Castell. Es un lugar bonito y
agradable, con bancos, fuentes y hasta un pequeño circuito turístico (Jardí del
Castell). Lo avanzado de la hora, el ambiente sofocante y cargado de humedad, y
los nubarrones amenazantes que tapizaban el cielo (la meteo daba tormentas a partir del mediodía) no invitaban
a hacer nada. Pero como que no pensábamos ir lejos nos animamos a salir. Nos
calzamos las botas, pusimos cuatro cosas en las mochilas y empezamos a caminar.
Primero
fuimos hasta la ermita para observar la montaña y decidir la ruta de acceso a
la cresta. Estaba claro que se había de remontar una amplia canal-ladera muy
tiesa y evidente, plagada de bandas rocosas separadas por repisas pedregosas y canales
llenas de vegetación. A la izquierda de ladera está el paredón del Roc de les
Hores, que es la punta mas occidental del cresterío. A la derecha del mismo un
pequeño collado, en el que hay una torre de alta tensión, marca el inicio del
recorrido de la cresta. El acceso al collado no puede hacerse directamente. Coincidimos
con la reseña en que la ruta aparentemente mas lógica y sencilla es alcanzar la
base de la ladera y trazar una gran Z en la misma. Así que fuimos a ver…
Desde
un colladito que hay poco antes de la ermita, un sendero nos llevó hasta una
canal situada a la derecha de la ladera. En este punto desaparecía el camino.
Tras varios intentos infructuosos de seguir canal arriba (N), en los que nos
peleamos con una vegetación salvaje que nos dejó hartos y arañados, decidimos
seguir flanqueando a la izquierda (O). Un huella de paso, discontinua y muy
sucia, nos condujo en ligero descenso por debajo de unos muros hasta otra
canal. Al otro lado de la misma el terreno, que seguía siendo “jabalí” pero estaba
algo mas claro, nos permitió subir a la derecha (N) con relativa facilidad.
Tras
unos minutos de ascenso salimos a una ladera empinada y despejada en la que el
avance, ahora por placas rocosas y zonas terrosas, era mucho mas cómodo. A
nuestra izquierda, bastante cercana, teníamos el paredón del Roc de les Hores.
Tras remontar unas decenas de metros de desnivel iniciamos una diagonal
ascendente a la derecha. Intentando esquivar las zonas de arbustos pinchosos, y
las terrazas pedregosas e inestables, fuimos enlazando placas rocosas por
debajo de una zona de paredes, hasta situarnos a la derecha de la ladera. Ahí
giramos a la izquierda para iniciar un ascenso en diagonal por placas
inclinadas y algo colgadas. Este tramo no fue difícil, pero si algo delicado.
La subida por adherencia pedía buen pie y asegurar cada paso que dábamos. Mal
lugar para caer… Pero el problema no era el terreno (en general bastante
franco) sino la fortísima sensación de bochorno que nos ahogaba y nos hacía
sudar copiosamente. Varias veces estuvimos a punto de darnos la vuelta. A fin
de cuentas la ruta de acceso estaba clara. Además, continuar alargaba un
descenso un tanto delicado en el que preferíamos no pensar. Pero la curiosidad
nos empujaba hacia arriba… Así que, poco a poco, seguimos subiendo y, sin
grandes problemas técnicos, llegamos al collado (696 m). Seguidamente trepamos
por la corta pared de la derecha (E) y alcanzamos los alto de una punta rocosa
y panorámica, en la que nos tumbamos a descansar.
El
objetivo de la salida se había cumplido sobradamente. La lógica decía que se
había acabado la subida. Pero Encarna, que esta vez estaba guerrera, quería
mas. Insistió varias veces en seguir un poco mas, hasta la primera punta de la
cresta que no parecía demasiado lejana. El calor me tenía bastante harto.
Ansiaba volver al coche, sacarme la ropa llena de molestos restos de vegetación
y empapada de sudor, y meterle mano a la nevera para zamparme una bebida
fresca. Pero me dejé convencer por mi mujer. Así que, tras unos minutos de
descanso, proseguimos la ascensión.
La
subida por la cresta mantenía el carácter de los tramos rocosos que habíamos
hecho mas abajo, pero era mucho mas bonita y espectacular. Placas inclinadas en
las que se avanzaba por adherencia con un buen patio a la derecha (S) y una empinada
ladera de rocas y arbustos a la izquierda (N). Lo mejor era ir por el mismo
filo de la arista que, conforme ganábamos altura, ganaba inclinación y se hacia
mas estrecha. Sin prisas ni problemas alcanzamos la punta donde habíamos
decidido darnos la vuelta (785 m). Y pasó lo que tenía que pasar. Seguimos
adelante…
La
cresta ahora horizontal (pequeñas subidas y bajadas) pasó a ser estrecha y
obligada. Fácil pero aérea. Bonita y espectacular... A la derecha la pared caía
en vertical. Veíamos el coche y la ermita a vista de pájaro. Según la reseña
habíamos de encontrar un escalón vertical donde se ha de hacer un pequeño rápel
que, al no ir equipados, forzosamente debería de marcar el final de nuestra
andadura. En pocos minutos llegamos al paso. Un pírrico anillo de cuerda pasado
alrededor de la base de una pequeño arbusto constituía la instalación por la
que habría de pasarse la cuerda. El rapel se veía corto (unos 5 m) pero algo
extraño. Tanto que baje un poco para ver si se podía evitar. Negativo… Pero tal
vez podría destreparse con seguro estático o, aun mejor, ayudarse de una cuerda
fijada en la instalación que, evidentemente, habría que renovar. En cualquier
caso eso sería otro día…
Permanecimos
unos minutos en este punto observando la continuación de la arista. Lo que veíamos
parecía estrecho y aéreo, pero sencillo, con alguna punta mas tiesa que debería
exigir algún paso de trepada (según la reseña la dificultad es de II grado).
Mas adelante, fuera de nuestro campo de visión, y poco antes de la cima del Roc
de la Creu, hay un tramo vertical que se salva con la ayuda de una cuerda fija,
que vete a saber como estará. Se tendrá que ir preparado…
Satisfechos
por nuestro reconocimiento, que gracias a Encarna había sido mucho mejor de lo previsto,
iniciamos el descenso. Sorprendentemente, fue bastante mas fácil de los esperado,
aunque el calor hizo que disfrutáramos bien poco. Salvo en el tramo inferior de
la ladera (en que probamos otro itinerario que resulto ser mejor que el que
hicimos de subida) volvimos por donde vinimos. Una vez en el coche nos lavamos
y refrescamos en la fuente, y nos cambiamos de ropa y de calzado. Una bebida bien
fría puso el colofón a unos minutos de intenso placer. Sin duda fueron los
momentos mas agradables de la excursión…
Recompuestos
y relajados, nos subimos al coche para proseguir el viaje a Laspaúles. La
salida de reconocimiento, aunque dura por el calor, había sido todo un éxito.
Ahora solo habríamos de esperar a tiempos mas fríos para volver y finalizar el
recorrido de la cresta de la Serra de les Canals. Seguiremos informando…
FOTOGRAFIAS
Recomendamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa"
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EniEn - Septembre 2014
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