Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

martes, 31 de mayo de 2011

CIRCULAR EN EL CARO

La ascensión a la Mola del Moro del domingo 15 de Mayo, nos dejó con ganas de volver para conocer la parte alta de las vertientes S y SE del Mont Caro. Consultando el mapa e Internet, ideamos una ruta circular que, partiendo del norte y siempre por camino, enlaza las tres cumbres mas características de la zona, el Mont Caro, la Mola (o Moleta) Castellona y la Mola del Moro. La idea era hacer la excursión el próximo otoño. Pero la oportunidad se avanzó y fuimos al sábado siguiente.

La excursión fue una agradable sorpresa. Caminar sin prisas y en completa soledad, por parajes salvajes y de gran belleza. Dos pequeñas trepadas y algunos tramos colgados pusieron un punto de sal a un recorrido técnicamente sencillo que, casi en su totalidad,  transcurre por sendas bastante decentes, que a veces de han de saber encontrar. La ruta es larga y dura. Con continuos sube-baja que, poco a poco, van minando las fuerzas. Acabamos bastante cansados, pero también contentos, satisfechos y con ganas de volver para conocer otros rincones de este magnífico macizo. Absolutamente recomendable…

MONT CARO- MOLA CASTELLONA-MOLA DEL MORO

Fecha
Sábado 21 de Mayo 2011
Asistentes
Encarna, Enric
Zona
Catalunya. Baix  Ebre. Macizodel Port. Mont Caro.
Inicio ruta
Rellano entre los árboles situado junto a la pista que va a Fredes, unos metros después del Coll de la Carrasqueta. Ver descripción de la aproximación en el relato adjunto.
Final ruta
Recorrido
Rellano junto pista-GR7-Coll de Pallers-Mont Caro-Coll del Vicari-Barranc de la Geganta-L’Escaleta-Collado herboso-Mola Castellona-Barranc de la Geganta-Mola del Moro-Bassis de Caro-Roca de Lo Comptador-GR7-Coll de Pallers-GR7-Rellano junto pista
Noche
No
Material
Senderismo
Dificultad
Técnica
Media (por el seguimiento de la ruta). Los pasos de trepada son cortos, I y II grado.
Física
Alta
Cota (m)
Mínima
1074 (punto inicio)
Máxima
1442 (Mont Caro)
Desnivel (m)
Ascenso
 1435
Descenso
1435
Distancia
 20 Km
Horario
Total
10h 12min
Efectivo
 8h 30min
Climatología
Algunas nubes por la mañana. Después sol y calor
Cartografía
“El Port “ Mapa Sud. 1:30000, Ed.Piolet, 2002
Bibliografía
Valoración
Estupenda ruta circular por la vertiente sur del Mont Caro
Comentarios
Muy importante no perder la ruta. Atención a la longitud y desnivel acumulado que, poco a poco, van minando las fuerzas. Puede evitarse subir a la Mola Castellona y a la Mola del Moro, pero es una lástima no hacerlo (además de que es divertido)

 

Track (en Wikiloc, formato gpx):
http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=search#

Sábado 21 de Mayo. Al igual que hace seis días, nos levantamos a las 4.00 h para partir, una hora mas tarde, con rumbo sur. El viaje es rápido y sin problemas. Tarragona, Salou, Tortosa…En Roquetes tomamos la T342 y después la carretera del Massis de Port. Un montón de lazadas nos hacen ganar altura rápidamente. Dejamos a la izquierda el ramal que sube a la estación de antenas de la cumbre del Caro y entramos en el amplio altiplano situado en la vertiente NO de la montaña. Durante el ascenso hemos visto cabras montesas por todas partes. En las laderas, sobre las rocas, en la misma carretera, incluso en el jardín de una de las torres de la urbanización de l’Esquirol. Pasamos por delante del refugio de la UEC y de un restaurante. Poco después, justo antes de una curva cerrada a la derecha, tomamos una pista de tierra que sale a la izquierda(SO, señal de prohibido circular a quads) que va al pueblo de Fredes. En ligero ascenso nos lleva en unos 200 m al Coll de la Carrasqueta. Pocos metros mas adelante, a la izquierda, hay un rellano entre los árboles que es ideal para dejar el coche. En la entrada del mismo vemos un poste señalizado con una estrella azul (marca de la ruta dels Estels del Sud). Y en el poste de un cartel de no hacer fuego hay  marca de GR. El viaje ha terminado. Aparcamos. Calzarnos las botas,  ajustar la mochila, calibrar el GPS, un par de fotos que seguro que saldrán mal…Empezamos a caminar (7.45 h, 1074 m).

El día pinta bien. Cielo azul y algunas nubes de aspecto inocente. Ambiente fresco pero agradable Nada de viento...Seguimos el GR 7. Alternando tramos llanos con otros de subida, nos lleva hacia el sur, por laderas boscosas. Un último tramo mas pendiente nos deja en el cordal. Unos metros mas a la izquierda (E) hay un mojón con una pintada que pone “Coll de Pallers( 8.09 h, 1200 m). “Esto va rápìdo. A las nueve estamos en lo alto del Caro”, le digo a Encarna. Como siempre me equivoco…

El cordal oeste del Mont Caro es mas largo y complejo de lo que pensamos. Del collado parte un sendero que, tras rodear una primera punta rocosa (La Gronsa), asciende entre las rocas a una zona llana. Después, una nueva subida nos lleva a la cima chata de la Moleta Rodona (8.45h, 1349 m). El paisaje es magnífico. Continuamente nos detenemos para observar tal o cual cosa y hacer fotografías. Caminamos sin prisas, disfrutando de la soledad y la paz del lugar. A lo lejos vemos las antenas que coronan la cima del Mont Caro.El camino, poco definido y con abundantes hitos, nos hasta un collado muy marcado (8.58 h, 1322 m). El cordal se transforma en una sucesión de puntas rocosas (cuya travesía tiene pinta de difícil) que finaliza cerca de en la cumbre. El camino, a tramos algo perdedor, esquiva esta sección complicada por la izquierda (NO), siguiendo una faja boscosa colgada sobre cortados Finalmente, una subida directa que aprovecha los mejores pasos en la ladera rocosa, nos deja en las inmediaciones de la estación repetidora. Poco después alcanzamos el monolito rodeado de antenas que señala la cumbre del Mont Caro (9.30 h, 1442 m).

Nos encontramos a tres excursionistas y un perro que han venido por el camino directo que viene del Esquirol. Serán las únicas personas que veremos en toda la excursión.La fealdad de la cima contrasta con la belleza de la montaña y el estupendo paisaje que se disfruta desde un mirador situado a unos metros de la cumbre. Unos minutos de descanso y proseguimos la caminata (9.35 h).

La sección que sigue nos ha de llevar hasta el Coll del Vicari y es la parte mas poco agraciada de la excursión. Por suerte es bastante corta. Seguimos por la carretera. Esta baja al NE con varias lazadas que atajamos campo a través. Nos detenemos brevemente para observar la Cova de la Carretera. Después nueva bajada sin camino. Un último tramo de asfalto de unos 300 m de longitud nos lleva al collado (10.00 h, 1287 m).Nuestro camino sale a la derecha(SE). A su lado, un cartel ilustrado habla del recorrido de la fuente dels Bassis de Caro, que seguiremos durante un rato. Iniciamos un tramo precioso de la excursión que durará varias horas…

Ancho, bien marcado, buen piso…Se nota que el camino es un itinerario “patrocinado” por el Parc Natural dels Ports. Con alguna lazada, descendemos un centenar de metros (SE) por una agradable ladera de pinos. En poco mas de diez minutos doblamos un contrafuerte de la montaña y encontramos a la derecha un desvío por el que continua la ruta de Els Bassis de Caro (10.12 h, 1189 m). Seguimos recto por una senda balizada con marcas rosas. En ligera bajada, cruza en diagonal las distintas laderas de la montaña. Dejamos atrás un primer barranco, pasamos por el Collet del Mig y entramos en la cabecera del Barranc de la Geganta. Tras cruzar el lecho seco de su torrente (10.40 h, 1072 m) subimos en diagonal por debajo de unas paredes donde hay un curioso agujero. Poco después llegamos a un cordal que baja al SE hacia la Mola (o Moleta) Castellana. Su cima plana y rodeada de muros, cuya forma recuerda un pastel, se ve mas abajo y relativamente cercana. No tenemos ni idea de cómo y por donde se sube. Pero queremos intentarlo…

El cielo nos sorprende al cubrirse de nubes. Esperemos que no pase de ahí… Encontramos un roca plana que, colgada sobre el valle, es un estupendo mirador. Paramos a desayunar (10.50 h, 1060 m). Mientras comemos observamos el paisaje. Mas amable que  el de la vertiente SE de la Mola del Moro, mantiene el mismo tono de soledad y misterio. Paredes, agujas y bandas rocosas de formas diversas. Laderas colgadas. Pequeños valles cubiertos de bosques, matorrales, matas de boj y alguna zona herbosa. Barrancos, cortados… Vegetal sobre mineral. Verde sobre gris…

Tras 25 minutos de descanso volvemos a la carga (11.16 h). La senda nos lleva hasta una banda rocosa de una decena de metros de altura que obstruye el cordal. Se supera por la izquierda, trepando por una canal-fisura de roca algo pulida conocida como el Pas de L’Escaleta. El paso es sencillo y enseguida queda atrás. Ya arriba hay una bifurcación (11.21 h, 980 m). Por la izquierda (E) un buen camino baja por los barrancos de la Gralla y de la Caramella. Nosotros tomamos la otra senda, menos marcada, que sigue por el cordal (S). En un cuarto de hora nos plantamos en el collado herboso que hay antes de la Mola Castellona (11.36 h, 967 m).

El camino sigue por la derecha (S) de la Mola, cruzando unas bonitas  laderas de hierba salpicadas de pinos. Cuando empieza a bajar, remontamos en diagonal campo a través. Salimos del verde y entramos en terreno árido y pendiente. A nuestras espaldas se abren los cortados de la parte baja del barranco de la Geganta y el enorme cilindro pétreo de la Mola del Moro. Tras dar algunas vueltas conseguimos salvar un primer cinturón rocoso trepando por unos escalones que forma la roca. Mas arriba hay una segunda muralla. Buscando un punto débil vamos a la derecha (E), hasta dar con una pequeña canal cuya parte alta queda cerrada por una piedra. El paso, corto pero algo desplomado, repele un primer intento. El segundo lo hago sin la mochila y consigo pasar. Encarna no tiene ganas de aventuras. Me desea suerte y se queda esperando...

Continuo hacia arriba convencido de encontrar un nuevo obstáculo que me hará volver atrás. Pero no es así. Lo que queda no sólo es sencillo, sino que hasta hay un caminillo que sube por el lado opuesto al que hemos venido… En un par de minutos alcanzo la cumbre de la Mola Castellona (12.02 h, 1025 m). Hago un par de fotografías y vuelvo en busca de mi mujer. No consigo convencerla de que suba por el desplome, sobre todo cuando le explico que al otro lado hay una buena senda… Unos minutos mas tarde alcanzamos la cima tras dar la vuelta a la montaña y seguir el caminillo (12.12 h). Las vistas son tremendas…

De bajada seguimos el caminillo durante un par de minutos. Después lo dejamos para ir en busca de nuestras huellas de subida y volver al camino principal (12.28 h, 956 m). Ya en el mismo, vamos al SE descendiendo en diagonal. El mapa indica una senda que sale a la derecha que  es vital para la continuación de la excursión. La concentración es máxima… Un hito y unas marcas rojas señalan la bifurcación. Alivio general y bajada de adrenalina…

El tiempo mejora. Se impone el sol y empieza a hacer calor. El nuevo camino esta poco marcado (12.33 h, 922 m). Nos lleva al oeste, por una ladera rocosa casi horizontal. Después  bajamos en oblicuo por unas fajas de hierba, piedras y algún que otro árbol, colgadas sobre cortados. Las vistas de la Mola del Moro son impresionantes. Entramos en el bosque. A tramos la senda es poco evidente y hemos de afinar los sentidos para no perderla. Finalmente llegamos al lecho de la parte intermedia del Barranc de la Geganta, que cruzamos por segunda y última vez (12.52 h, 859 m).

Tras un breve alto iniciamos la siguiente sección de la ruta, que ha de llevarnos hasta la Mola del Moro. El camino sigue siendo poco claro. Pero aplicando la lógica y, sobre todo, cuidando de no perder las marcas rojas, se hace sin grandes problemas. Un ascenso en diagonal (S) por unas fajas colgadas sobre una línea de cortados, nos deja en una pequeña brecha (13.12 h, 920 m).Un fuerte descenso seguido de un flanqueo  por una ladera muy inclinada, nos lleva al collado situado antes de la antecima de la Mola del Moro. Reencontramos el pequeño indicador metálico en forma de cruz clavado en la piedra y los recuerdos de la dura excursión del domingo pasado (13.21 h, 900 m).

A pesar de la proximidad de la Mola del Moro, Encarna no está por volverla a subir. Me acompaña hasta el pie del único paso que permite salvar la barrera rocosa que defiende la cima. Se tiende en el suelo para descansar y yo continuo hacia arriba. Rápidamente supero la pared. Poco después estoy en la cima (13.38 h, 936 m). Un breve alto, unas cuantas fotografías y vuelvo por donde he venido. De nuevo con Encarna, vamos hasta el collado del indicador. Ahí nos detenemos unos minutos para beber, picar alguna cosa y, sobre todo, estudiar en el mapa la continuación de la ruta. El siguiente hito del recorrido es la fuente de Els Bassis de Caro. Un lugar idóneo para comer. Si no nos perdemos, pensamos que en una hora podemos estar allí. Seguimos adelante…

En adelante la consigna de la excursión será seguir las marcas de pintura que balizan la ruta. Con está idea dejamos el collado para remontar  al oeste por el cordal en dirección a unas paredes. Antes de llegar a las mismas el camino se va a la izquierda, casi horizontal, pasa un colladito y entra en una canal donde perdemos las marcas.¡Vaya por Dios! Dudamos entre seguir flanqueando o ir canal arriba. Optamos por esto último y, ¡Premio!, recuperamos las marcas. Una subida fuerte y sostenida, con ligera tendencia a la derecha nos lleva sobre unos cortados. Buena vista de la Mola del Moro. Giramos a la izquierda (O) y seguimos la base de la pared en busca de la senda (y las marcas) que habíamos dejado, esta vez intencionadamente. Pasamos bajo unos desplomes donde, a tenor de la cantidad de cagadas, habitualmente deben descansar las cabras (14.15 h, 958 m).

El camino gira un contrafuerte y se dirige al NO. Con un trazado bello y espectacular, lleno de cortas subidas y bajadas, recorre a media altura laderas y paredes, resiguiendo la orografía de la montaña. El terreno es variado. Canales, repisas colgadas, fajas de hierba y piedras, pequeños bosque.., Aunque tenemos hambre vamos sin prisas, disfrutando de las vistas, a menudo aéreas, sobre laderas, espolones y barranqueras de aspecto indómito, que se desploman al sur en busca del barranco de Les Anglesoles. Alguna cabra nos observa desde algún saliente. Un grupo de buitres vuelan en círculo sobre nosotros, como si esperaran que ocurriera algo. Cantan las cigarras…

Poco antes de llegar a la parte alta del barranco de la Conca de les Anglesoles, encontramos una bifurcación (14.43 h, 949 m). Un nuevo indicador metálico clavado en la roca informa de que a la izquierda sale el Camí de Desferracavalls (por el que se puede bajar al barranco de Covalta). Seguimos recto (N-NO) remontando la orilla izquierda (orográfica) del barranco. La senda se estrecha y culebrea entre una espesa vegetación. El sonido del agua nos anuncia la proximidad de nuestro destino. Tardamos unos pocos minutos (que se nos hacen eternos) antes de cruzar el barranco y llegar a un desplome rodeado de árboles, que alberga un abrevadero de troncos vaciados, que se alimenta de un potente caño de agua fresca que brota de la pared. Estamos en Els Bassis de Caro (14.53 h, 970 m).

Nos hartamos de beber y de comer. Llenamos las botellas de agua. Descansamos, nos relajamos... También estudiamos el mapa y vemos que aun nos queda un buen trecho para llegar al Coll de Pallers. Pero el tiempo es bueno, vamos bien de horario, físicamente no estamos mal… En estas condiciones no nos preocupa demasiado seguir caminando por estas preciosas montañas. Tras cerca de meda hora de parada, recogemos los bártulos y proseguimos la excursión (15.20 h).

Los siguientes veinte y pico minutos, posiblemente son los mas duros de toda la excursión (o por lo menos eso nos parece). Se ha de seguir el camino que remonta el barranco (N). La senda, bien trazada (es el itinerario del Parc que seguimos durante un rato desde el Coll de Vicari) sube en lazadas por una ladera inclinada. Con la barriga llena cuesta coger el ritmo. El sol, que en algunas zonas cae a plomo, machaca sin piedad. Paciencia… Chino chano vamos haciendo, parándonos bajo algunos pinos monumentales, dignos de observar y fotografiar. Finalmente llegamos a un poste señalizado. Un par de metros mas arriba hay un desvío. El típico indicador metálica clavado en una piedra que dice que el ramal de la izquierda (SO) va al Coll de Pallers (15.43 h, 1133 m). Breve alto para relajar las piernas y seguimos adelante…

Lo que sigue es un larguísimo flanqueo en el que se salvan una interminable sucesión de barrancos de la vertiente SE del Caro. Las antenas son una referencia de nuestro nivel de avance. Al principio las veremos por delante. Después, poco a poco, las iremos dejando atrás. La senda está poco marcada. Las marcas de pintura son viejas y escasean. Pero hay bastantes hitos… El recorrido pide olfato montañero, no precipitarse y estudiar continuamente las posibles opciones de continuación de la ruta. Con todo, no nos libramos de perderla en un par de ocasiones, habiendo de volver atrás. Gajes del oficio…Lo pasamos bien haciendo de “sabuesos excursionistas”. Sin prisas pero sin detenernos, reseguimos la compleja orografía de la montaña que, al igual que en las secciones anteriores, es variada y comporta zonas horizontales, subidas y bajadas por terrenos de distintos  tipos y morfologías. Las vistas como siempre, espectaculares…

A un tercio de la travesía la imponente aguja del Comptador acapara la atención durante un buen rato. La ruta nos lleva por la estrecha brecha situada al norte del monolito (16.10 h, 1119 m). Después se cruza un barranco amplio y desolado antes de entrar en el bosque. La vegetación se incrementa a medida que nos acercamos al cordal-cresta occidental del Mont Caro, que ya vemos “a tiro”. Pero aún quedan barrancos... En la parte final el bosque es denso. Los matorrales obstaculizan nuestro avance que, en algún momento, es bastante “jabalí” y esconde con celo el camino. Un último tramo de subida entre rocas y una vegetación muy espesa nos deja en GR 7 (17.22 h, 1141 m). Los kilómetros, el desnivel y las horas empiezan a notarse. Cuesta mover las piernas y la mente va mas lenta. Hacemos un breve alto y volvemos al tajo.

Después de tanto sendero escuálido y poco marcado, el GR nos parece una autopista de cuatro carriles. Seguimos por el mismo hacia el norte. Unos pocos minutos de ascenso en diagonal y alcanzamos el Coll de Pallers (17.36 h). Nueva microparada. Se cierra el círculo…

Lo que nos queda es por camino conocido. Los 1.5 Km de GR de este tramo “inocuo” se nos hacen mucho mas largos de lo esperado. El cansancio aflora. Los movimientos empiezan a ser torpes e imprecisos, provocando algún traspiés sin consecuencia. Finalmente llegamos al coche (17.57 h).

Aparte del machaque físico, y del dedo meñique de mi mano izquierda (me lo torcí a lo bruto en una estúpida caída bajando de la Mola Castellona) que esta hinchado, dolorido y con la movilidad muy reducida (la lesión durará varios días y nos impedirá ir mañana domingo con los amigos del CEM a la Serra de Montsant), estamos bien. Algo jodidos pero muy contentos y satisfechos... Nos cambiamos de ropa y de calzado (menudo placer). Recogemos los trastos e iniciamos el viaje de vuelta a Begues, donde llegamos pasadas las ocho de la tarde.

La excursión de hoy ha sido una vuelta magnífica y gratificante, que ha compensado con creces los sinsabores de la salida del pasado fin de semana a la Mola del Moro desde el barranco de Covalta. Los distintos ambientes que ofrece este fantástico macizo, que a pesar de estar a mano no es demasiado conocido, son un buen motivo para volver y hacer otros recorridos (hay un montón). Pero eso será pasado el verano. Que en la época del calor aquí se deben asar hasta los pájaros…



La ruta en imágenes
(Para ver como presentación -mas calidad- pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa")

EniEn - Mayo 2011

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