ENTRE GIGANTES DE PIEDRA

TRAVESIA DE MONTSERRAT       

Una de nuestras excursiones preferidas es la travesía de Montserrat. Larga pero sin llegar a agobiar. Dura pero sin llegar a destrozar. Hermosa, espectacular, sorprendente…  Este fantástico recorrido entre gigantes de piedra, atraviesa la Sierra de punta a punta pasando por muchos de sus lugares mas significativos.

El trazado de la excursión admite variantes que permiten ajustarlo a los gustos y posibilidades de cada uno. Esto se consigue encadenando caminos con pasos variados que, sin ser difíciles, ponen algo de salsa y emoción al trayecto. Si a todo esto añadimos un ritmo de marcha adecuado y una buena planificación de las paradas, la larga caminata será mas agradable y la excursión se convertirá en una fiesta inolvidable.

El domingo 30 de Septiembre repetimos esta travesía con unos buenos amigos. El sábado había llovido mucho y en algunos sectores la humedad complicó un poco el recorrido. Pero todo fue bien. Para minimizar problemas y cansancio, seguimos una ruta sencilla en la que ascendimos la cima del Montgròs. Cuando 8 horas después de partir de Can Maçana llegamos a Santa Cecilia, teníamos la mente saturada de rincones y paisajes tan variados como espectaculares. Una excursión magnífica que nos tiene enganchados y seguro que volveremos hacer…     

Tipo Actividad	Senderismo
Fecha	Domingo 30 de Septiembre 2012
Asistentes	Carme, Isabelle,Tere, Rosa, Martí, Encarna, Enric, Pot
Zona	Macizo de Montserrat. Barcelones. Catalunya
Inicio ruta	Can Maçana (aparcamiento)
Final ruta	Santa Cecilia (aparcamiento)
Recorrido	Can Maçana (aparcamiento)-Collet Guirló-La Portella-Refugio-Pas del Princep-Coll de Porc-Coll del Miracle-Baume Prueners-Coll de les Comes-Bassal dels Avellaners-Coll de Montgros-Montgros-Coll de Montgros-Canal de la Salamandra-Font de la Cadireta-Canal de Migdia-Peu Camell Sant Jeroni- Coll de les Pinasses-Cami Nou de Sant Jeroni-  Cami Vell de Sant Jeroni- Pla dels Ocells-Peu Panxa Bisbe-Sant Benet- Ermita Trinitat-Pla de la Trinitat-Cami de l’Arrel-Santa Cecilia (aparcamiento)
Noche	No
Horario	Total	9 h 4 min	Efectivo	7 h  aprox
Cota (m)	Mínima	685 (Santa Cecilia)	Máxima	1148 (Coll de les Pinasses)
Climatología	Inicio día buen tiempo. A media mañana se nubla. Temperatura agradable. No llueve.
Nieve-hielo	No
Desnivel Acum (m)	Ascenso	1060	Descenso	1060
Distancia (Km)	16.6
Dific.Física	Alta. Distancia y desnivel considerables. Muchas subidas y bajadas cortas y  fuertes (rompepiernas)
Dific.Orientación	Media. Aunque siempre se va por camino, es fácil despistarse y perder la ruta
Dific.Psicológica	Baja-Media. Algunos descensos por placas rocosas que pueden impresionar si no se esta habituado
Dific.Técnica	Baja. Caminar
Material	Senderismo.
Cartografía	“Montserrat”, Mapa serie E-25, 1:10000 y 1:5000, Ed.Alpina, 2009
Bibliografía	“Montserrat.Guía Itinerària”, J.Oliver, Colecc.Guíesdel CEC nº17, Public.AbadíaMontserrat, 2003
Valoración	Una excursión larga y  maravillosa que permite conocer buena parte de la sierra de Montserrat
Comentarios	Prever 2 coche o que nos vengan a buscar al final de la ruta Una de las rutas mas sencillas (si no la mas sencilla) para realizar la travesía de Montserrat. Podría acabarse en el Monasterio, pero es una lástima perderse el gran espectáculo de las paredes norte que se ven desde el Cami de l’Arrel. El recorrido pide concentración y tener el mapa a mano para no perder la ruta. En caso de perderse (algo muy normal, a nosotros nos pasa siempre) de debe recular hasta recuperar la ruta. Seguir adelante puede ponernos en dificultades. Con el terreno húmedo, mojado o helado, los caminos son muy resbaladizos. Algunos tramos del recorrido pasan a ser expuestos y delicados. Atención…
Con perros…	Sin problemas
Track (en formato gpx):
http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=3497410

El desnivel y la distancia se obtienen a partir del track con Garmin BaseCamp

La estimación de la dificultad se realiza considerando la actividad como excursión/ascensión y no como escalada.

Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica específicamente

Mi primera travesía a Montserrat la realicé en solitario con 16 años. Había quedado con un amigo para escalar en la zona del Monasterio, pero no se presentó. Me encontré un sábado por la mañana en la estación del tren sólo, con el billete comprado y una pesada mochila que en buena parte estaba llena de material de escalada. Alguien me había hablado de unos caminos que permitían atravesar el macizo de Montserrat de punta a punta. No llevaba mapa. Pero pensé que no serían difíciles de encontrar y que era un buen momento para intentarlo. Además, me seducía la idea de vivir una aventura en solitario. Y la viví…

No se como conseguí encontrar y encadenar las distintas sendas, ni como no me rompí la crisma en los muchos “atajos” que tomé. Pasé la noche bajo un desplome rocoso situado en medio de ninguna parte. Poco antes del mediodía del domingo llegué al refugio de Agulles, casi 28 horas después de dejar la estación del teleférico de Montserrat… Estaba maravillado por el recorrido. Y tenía claro que en Montserrat no valen los atajos…

Semanas mas tarde volví a hacer el itinerario, ahora acompañado, empezando por la región de Agulles. Esta vez fue en el día (poco mas de 7 horas), siempre por caminos y, a pesar de despistarme varias veces, apenas tuve problemas. Desde entonces he repetido la travesía de Montserrat una veintena de veces. Y en todas ellas siempre he perdido la ruta en algún momento, algo que me parece fantástico….

Domingo 29 de Septiembre. Una vez mas (y ya son unas cuantas) vamos a realizar la travesía de Montserrat. La actividad ha surgido de forma imprevista y alternativa a otro recorrido por el macizo que, después de las fuertes lluvias de ayer, debe de estar poco practicable. El día sale mejor de los esperado. Cielo azul, temperatura agradable, algunas nieblas… Sin contar a Pot (que se estrena en esta montaña) somos siete. Menos Tere, todos tenemos alguna experiencia en caminatas por Montserrat. Pero solo Encarna y yo hemos hecho la travesía del macizo. El recorrido previsto es un encadenamiento de caminos marcados y conocidos, bien explicados en muchas guías.

Tras haber dejado un coche en Santa Cecilia, empezamos a caminar desde el aparcamiento de Can Maçana (9.37 h, 715 m). Un camino ancho y concurrido (GR 172), nos lleva (E) hacia la imponente pared occidental de la región de Agulles. Sin prisas pero sin pausas, y sin parar de hablar (se nota que hay mayoría de féminas), llegamos hasta el Coll de Guirló (9.55 h, 797 m). Aquí dejamos el GR. Continuamos por la senda del refugio de Agulles, que la sale a la derecha (S-SE). Primero en horizontal, después en suave subida, atravesamos la ladera boscosa situada bajo las paredes y llegamos al pie de la Portella Superior (10.07 h, 864 m). El camino gira a la izquierda y remonta una canal estrecha y muy empinada, de una quincena de metros de alto. Cuando esta seco este paso es muy fácil. Pero hoy, húmedo y resbaladizo, es un poco delicado. Salvo Pot, que sube corriendo y a lo bruto, todos trepamos con cuidado. La canal finaliza en el angosto collado de la  Portella (10.10 h, 870 m). Descubrimos la maravillosa región de Agulles, la mas septentrional de Montserrat y la que presenta una mayor densidad de agujas rocosas.

Tras un breve alto continuamos la marcha. Un camino algo sinuoso, que primero baja, después llanea y finalmente sube, cruza varias canales, bordea unos cuantos salientes rocosos y nos lleva hasta el refugio Vicens Barbé (10.23 h, 890 m). Cinco minutos de parada y seguimos adelante. Pasamos bajo el gran desplome de la roca de la Partió y cruzamos una primera canal. Enseguida llegamos a una segunda mucho mas marcada (canal Ampla) donde el camino se bifurca (10.31 h, 906 m). Continuamos por el ramal de la derecha, que va al Coll de Porc. La senda, cómoda y casi siempre rodeada de una espesa vegetación, sube suave hasta un collado por el que traspasa una carena. Después baja y cruza el torrente del Lloro (10.43 h, 894 m). Ahora toca subir fuerte en lazadas. Un tramo mas suave nos deja en el Pas del Princep, al pie de la impresionante aguja del mismo nombre (10.53 h, 971 m). Seguimos al NE, casi en horizontal. Antes de llegar al Coll de Porc paramos a desayunar en un pequeño saliente-balcón con buenas vistas (10.56-11.22 h, 978 m).

De nuevo en ruta, en algo menos de 5 minutos alcanzamos el Coll de Porc (11.26 h, 974 m), también llamado Coll de Port (nunca he sabido el por que de esta doble toponimia). Este collado es una encrucijada de caminos y uno de los lugares mas característicos del recorrido, pero apenas vistas tiene vistas. Nuevo alto en el que se cuentan algunas “batallitas” de otras excursiones. Continuamos por un camino horizontal muy cómodo y marcado. En escasos 5 minutos llegamos al Coll del Miracle. Tal como nos temíamos el tiempo se complica. El cielo empieza a cubrirse de nubes  y la niebla se apodera de las partes altas de la montaña…

Nuestro próximo objetivo es el Coll de les Comes. Seguimos (E) un camino estupendo que atraviesa una densa zona boscosa. No tardamos en llegar a la Balma de les Pruneres, un amplio refugio natural situado bajo un desplome (11.44 h, 984 m). Antes era muy empleado por excursionistas y escaladores. Hoy está prácticamente en desuso. A partir de aquí la senda se estrecha y es menos evidente.

Bordeamos un cordal y entramos en el valle del Torrent de la Coma Alta, cuya vertiente izquierda (O) atravesamos horizontalmente. Llegando al eje del torrente, el camino empieza a subir fuertemente.  Me relajo. Sin poner mucha atención al camino, voy tras un grupo que tenemos delante. Este sigue un sendero que va a la derecha (SE), deja atrás el Coll de les Comes y cruza por debajo de la pared NO de la aguja del Cilindre. Me doy cuenta de que algo no funciona cuando la senda se difumina y hemos de remontar una fuerte ladera (que la tierra mojada hace que sea de mal subir). El tramo, corto pero intenso, finaliza en un collado situado al sur del Cilindre (12.09 h, 1038 m). Nos hemos salido de la ruta. Una vez mas, se cumple la tradición de perder el camino. La pregunta es si volverá a pasar…

La caras de la gente muestran sorpresa y resignación, cuando les digo que la hemos cagado y hemos de bajar la ladera por la que penosamente hemos subido. Salvo Encarna y yo (y evidentemente Pot) todo el mundo calza zapatillas de sky-runing (y Tere botas de calle) cuya suela poco grabada no favorece el agarre. Por suerte la vegetación, generosa y abundante, proporciona donde cogerse. Apretando los dientes, pero con menos problemas de lo esperado, bajamos la ladera y reculamos por la senda (ciertamente muy marcada). Tras recorrer algo mas de cien metros llegamos al lugar donde perdimos el camino de les Comes (una curva cerrada a la izquierda señalizada por un pequeño hito, 12.15 h, 1019 m). El despiste no ha sido nada grave (sólo durado unos 10 minutos). En contra de lo que se podría pensar, me deja un buen sabor de boca. En mi opinión, que un recorrido sea tan fácil de perder (incluso cuando se ha hecho un montón de veces) dice mucho a favor del mismo. Me viene a la cabeza una frase de Jordi Oliver (que fue un gran conocedor de la montaña), “en Montserrat, de verdaderos caminos hay bien pocos, y aunque se use el nombre genérico de camino, en muchos casos no deja de ser una senda enrevesada”. Que siga así por muchos años…

De nuevo en el buen camino, enfrentamos un tramo de subida duro y exigente. El ritmo de marcha se ralentiza al máximo. Tramos boscosos, otros de matorrales, placas de roca, zonas de tierra y piedra. La humedad hace que el ascenso, de por si bastante obligado, sea algo delicado. Alguna corta lazadas permite relajar momentáneamente las piernas. Nadie habla. En mayor o menor medida, todos resoplamos. Cada cual va s su bola…

Tras superar unos 70 metros de desnivel el camino gira a la derecha y se suaviza. Poco después llegamos al pie de una banda rocosa al pie de una pared. La salvamos con una lazada, primero a la izquierda por su base, después a la derecha por su parte superior. Continuamos ascendiendo en diagonal bajo el muro. No tardamos en llegar al collado de les Comes (12.27 h , 1067 m).Hacemos un breve alto para recuperarnos del esfuerzo y disfrutar de las vistas. Al sur, pocos metros mas allá del collado, la aguja del Cilindre se yergue atrevida e insolente.

Las leyes de la física son duras e inflexibles. Las de la geografía también. Estas últimas nos dicen que hemos de bajar al fondo de un nuevo torrente para volver a subir a otro collado. El descenso se realiza por el lado contrario al que subimos. Es una bajada directa, de unos 60 metros de desnivel, que, por placas rocosas y zonas pedregosas en parte mojadas, nos conduce al fondo del Torrent de la Coma dels Naps. El camino (señalizado por marcas de pintura) no sigue un trazado concreto. Hemos de buscar los mejores pasos, mantener el equilibrio y, sobre todo, no resbalar. El descenso es algo incómodo. Cada uno lo hace como mejor le va. Aunque sea poco elegante, nadie duda en apoyar el culo si lo ve necesario. Un último tramo casi horizontal nos lleva al fondo del torrente (12.38 h, 1010 m). Pot, que además de pastor debe tener algún gen de perro de agua, no desperdicia la oportunidad de darse un baño en la pequeña poza del Bassal dels Avellaners que tenemos al lado.

Después de bajar toca subir. El collado que precede al Montgròs se ve muy arriba, demasiado… Pero no nos desanimamos. El terreno enseguida se empina. La senda remonta una ladera boscosa cuyo piso de tierra y piedras es bastante resbaladizo. Una vez mas, las ramas y las raíces son de gran ayuda. En unos pocos minutos, menos de los que nos parece, llegamos a un desvío con un cartel indicador (12.43 h, 1030 m). El ramal izquierdo va los Ecos. A la derecha nuestro camino se dirige al Montgròs. Seguimos subiendo por el bosque en diagonal a la derecha. Pasamos bajo la pared de la Roca Plana dels Llamps. Poco después alcanzamos un collado sin nombre pero muy característico (12.59 h, 1119 m). Breve alto.

El que sigue es posiblemente el paso mas “complicado” de la excursión. Se trata de bajar una canal rocosa y algo vertical que queda un poco colgada. Un boj estratégicamente situado y una vieja cuerda ayuda a superarlo. Pot lo no ve claro y se busca una vía alternativa. El muy bestia nos deja sin respiración al bajar corriendo por la placa de roca vertical y expuesta al vacío que hay a la derecha. Para matarlo… Una vez mas, la humedad nos complica la vida. Con calma y cuidado uno tras otro salvamos el paso sin problemas. Dejamos a la izquierda una cruz metálica situada pocos metros bajo el collado. Seguimos por una estrecha una cornisa horizontal, teniendo a la izquierda una pared rocosa y la derecha un bosque colgado. Enseguida llegamos a una canal. El camino sube por la misma y nos deja en el collado del Montgròs (1120 m). Giramos a la derecha (S) y remontamos el cordal rocoso del Montgròs. Enseguida alcanzamos la cima ancha y alargada (13.18 h, 1134 m). Un lugar idóneo para hacer una larga parada…

El Montgròs es la aguja mas grande de Montserrat. Situada en mitad del macizo, alcanzar su cima siempre me ha parecido espectacular y emocionante. Desde aquí se disfruta de un panorama amplio y dilatado, tanto de la sierra como de las regiones vecinas. Al sur emergen las agujas y montículos de la sierra, que se recortan contra un telón de fondo formado por los campos de viñas y oliveras del Bruc y Collbató. Al oeste, de donde venimos, vemos una multitud de agujas rocosas y apiñadas. Al norte tenemos la Roca Plana del Llamps y su desplomada pared este. Mas arriba, las cimas gemelas de los Ecos. Algo a la derecha la aguja de la Salamandra, cuya pared este cae sobre la inmensa canal del Migdia, que vemos muy abajo. Al NE,  limitando la parte alta de la orilla derecha (E) de esta canal, está la mole de Sant Jeroni, el techo del macizo, en la que distinguimos el mirador de su cima. Mas a la derecha, al otro lado de la gran canal y un poco por debajo nuestro, vemos las dos gibas de la aguja del Camell, nuestro próximo objetivo.

Tras 40 minutos de parada remprendemos la marcha (13.59 h). Volvemos por el cordal rocoso hasta el collado del Montgròs e iniciamos el descenso a la canal del Migdia. El camino se desliza por una empinada canal boscosa. Después gira a la izquierda (NE),pasa bajo la aguja de la Salamandra y toma un estrecha repisa rocosa con algunos árboles y arbustos. La repisa primero baja y después sube, llegando a un pequeño balcón horizontal abierto al vacío. El camino parece quedar barrado por altos y vertiginosos paredones. Este balcón queda colgado sobre la canal del Migdia y ofrece una vista aérea y espectacular de la zona, en especial, de las agujas de las Talaies y de Sant Jeroni.

Siempre que vengo por aquí me quedo el último y dejo que los otros descubran la ruta. Hoy también lo hago, pero tenemos problemas con Pot. Nuestro amigo, que esta acostumbrado a ir delante y campar a sus anchas, no lleva nada bien lo de ir en la cola del grupo e intenta liberarse de la cuerda con la que le llevamos atado. Menuda guerra…

La continuación del camino es alucinante. Desde el balcón nos deslizamos por una grieta que se hunde a nuestros pies, entre la laja y la pared. Enseguida se transforma en una angosta, oscura e inclinada canal rocosa. Bajamos por la misma incómodamente pero sin problemas, hasta un bosque colgado. Continuamos descendiendo en diagonal a la izquierda (NE) por terreno inestable. De nuevo las ramas y los matorrales nos permiten mantener el equilibrio. Arrastrando el culo, salvamos un último tramo rocoso y empinado, cubierto de tierra húmeda y resbaladiza. Después llegamos al fondo de la canal de Migdia (14.30 h, 956 m).

El lecho de la canal esta ocupado por profundos surcos, restos de árboles atravesados y una espesa vegetación típicamente montserratina. El lugar, húmedo y sombrío, recuerda a una selva. Remontamos el fondo de la canal. (N). No hay un camino claro. Por todos los sitios se pasa igual de mal o bien, según se mire. Tas recorrer unos 100 metros, encontramos un sendero marcado por un hito, que se encarama por la vertiente derecha (E, 14.37 h, 990 m) . De nuevo toca subir duro. Las lluvias han hecho de las suyas. Se han llevado porciones del camino que, además de ser muy pendiente, presenta un piso deslizante y con cortados de tierra. Para subir es necesario ir despacio y echar mano a las raíces y ramas de los árboles. La gravedad vuelve a notarse. Los músculos de las piernas tirar y protestan, una vez mas… Cerca de la base de la aguja de la Talaia, la senda gira a la derecha y sigue horizontal (14.42 h, 1025 m). Menos mal…

Iniciamos un largo flanqueo boscoso hacia el sur. Con subidas y bajadas de distinta inclinación y longitud, y algún tramo horizontal, nos llevará hasta el Camell. Este tramo no es muy duro. En algunos puntos pasa por trozos despejados con una vistas espectaculares de las agujas y paredes de la canal del Migdia. Nos sorprenden el Montgròs y el increíble trazado del camino que tomamos en su descenso. También nos cautivan la altura y verticalidad de las paredes de las agujas de la zona (Plecs de Llibre, Montgròs,Ecos,Talaies, Salamandra…). Sin nada especial que contar llegamos a la roca del Camell de Sant Jeroni (15.08 h, 1042 m). El camino deja atrás la ladera de la Canal del Migdia y traspasa el cordal que se desprende de la arista sur de la aguja. Después gira a la izquierda y pasa por debajo de su bonachona pared este. Nuevo y breve alto.

Las horas de caminata, los continuos sube y baja, la tensión que añaden los tramos húmedos (o mojados) y delicados…, todo empieza a pasar factura. Las piernas cada vez pesan mas. La perspectiva de tener que afrontar un nuevo y prolongado ascenso mina un poco la moral. Intento animar al personal informándoles de que será la penúltima subida de la ruta. Animosos pero resignados volvemos a la carga….

La senda va al NE  y alcanza el eje de la canal situada a la derecha (E) del Camell. Ahí encontramos el Cami dels Francesos, que sube desde el sur y es mas ancho y marcado. Continuamos sin prisas por el mismo, por terreno boscoso con pendiente moderada. Tras un cuarto de hora de subida, mucho mas llevadera de lo que pensábamos, llegamos a un collado muy marcado (Coll de la Pinassa, 15.28 h, 1148 m).El cuerpo pide urgentemente descanso. Así que nos detenemos…

Si hasta ahora la excursión no ha sido nada solitaria (hemos encontrado bastantes excursionistas) la situación que vivimos en el collado de la Pinassa se acerca a tumultuosa. Continuamente  hay gente que viene y va. También grupos que, como nosotros, hacen un alto en este lugar. Aprovechamos la parada para alimentarnos, hidratarnos y relajar la musculatura. Aún nos queda un buen tramo por recorrer… El collado esta muy próximo a l’Albarda Castellana y Sant Jeroni, dos de las mas importantes cumbres de la sierra. Hasta ahora siempre que hicimos la travesía de Montserrat ascendimos una o incluso los dos picos.  Pero tenemos la sensación de que hoy nuestros amigos no estarán por la labor. Así y todo hago la propuesta. Por unanimidad queda rechazada…

Tras media hora de parada (que no relax) remprendemos la caminata (16.07 h). Desde el collado seguimos una senda que baja al norte. Con unas pocas lazadas, enseguida nos deja en la “autopista” que une Sant Jeroni con la estación superior del funicular de Sant Joan (16.09 h, 1130 m). Seguimos de bajada (E-SE) este concurrido camino, que en muchos tramos está cementado. Diez minutos mas tarde encontramos a la izquierda la salida del Camí Vell de Sant Jeroni (16.19 h, 1063 m). La noticia del abandono de la “autopista” provoca primero sorpresa, después lástima y, por último, resignación… La vida es dura y el excursionismo es vida…

Un fuerte pero breve descenso (lazadas) nos deja en el fondo del barranco del torrente de Santa María (16.20 h, 1049 m). El camino, siempre bueno y, en algún punto, con escalones y cementado, sigue el barranco (SE), unas veces por el fondo, otras por la orilla derecha. La vegetación es densa, el ambiente umbrío, con olor a musgo y humedad. El entorno, la ausencia de grandes desniveles y la relativa soledad, hace que caminar sea agradable y relajado. Un regalo para las piernas y también el espíritu… Durante cerca de media hora nos zambullimos en este ambiente casi místico. Y llegamos al rellano del Pla dels Ocells (16.47 h, 939 m).

A la derecha sale un camino que pasa por el Pas del Trencabarrals y sube a la estación superior del funicular de Sant Joan. Nosotros cambiamos de orilla (izq) y remontamos unos metros pasando bajo la imponente pared de las Panxa del Bisbe. Un poco mas adelante tomamos una senda que sale a la izquierda que va a la ermita de Sant Benet (hito, 16.51 h, 949 m). El sendero empieza atravesando en diagonal una zona de lajas rocosas. Las vistas de las agujas del grupo de las Magdalenas (Gorra Frigia, Magdalenas Superior e Inferior, Gorra Marinera) es impresionante. Continuamos subiendo suavemente. Pasamos bajo las paredes de la Roca d’en Barbera y la Prenyada, y llegamos a la ermita, actualmente convertida en refugio guardado (17.00 h, 977 m). Hacemos un alto. La tentación en forma de bebida bien fresca es demasiado fuerte, y la carne es débil... Poco después disfrutamos del doble placer de compartir una lata de cerveza mientras contemplamos los gigantes de piedra de la zona (la Momia, la Momieta, la Trompa de l’Elefant, la Trumfa,etc). Tras un cuarto de hora de descanso proseguimos las marcha (17.14 h).

Un camino (PR C-19) muy cómodo (prácticamente horizontal) nos lleva por debajo los desplomes de la Trumfa hasta la diminuta ermita de la Trinitat (17.24 h, 977 m). Tras un breve alto continuamos por la misma senda (E). Pasamos por unos llanos herbosos, descendemos por un ancho cordal y llegamos al Pla de la Trinitat. Ahí encontramos un camino transversal muy marcado (Camí de l’Arrel, GR 4 y GR 172, 17.29 h, 950 m). Nos encontramos en el extremo oriental de nuestra travesía. Ahora deberemos recular al NO por el Camí d l’Arrel. Pasando por debajo de las mayores tapias de la sierra, nos llevará hasta el monasterio de Santa Cecilia, final de la ruta.

El camino traza una larguísima diagonal descendente que recorre todos los valles y torrentes que se desprenden de la pared norte. El recorrido, muy bello y espectacular, ofrece unas vistas únicas de las paredes mas altas y verticales del macizo desde muy cerca de su base. A nuestra derecha, disfrutamos de una bonita imagen aérea de Monistrol de Montserrat. Salvo en un corto tramo en que se ha de cruzar una placa rocosa mojada, resbaladiza y algo expuesta (queda colgada sobre un cortado y no estaría mal que se equipara con un cable), el descenso es cómodo y tranquilo. Hacemos continuas paradas para contemplar y fotografiar la extraordinaria orografía de muros y agujas. Lástima que la luz y el día nublado no acompañen… Nos deleitamos con el desfile de puntas dels Flautats, la mole del Serrat de Patriarques, los desplomes la la pared del Diables y, como no, la esbeltez del Cavall Bernat (la aguja mas carismática de Montserrrat) en cuya impresionante vertiente norte distinguimos, cerca de la cima, las figuras diminutas de una cordada de escaladores. En la parte final del camino, la altura y verticalidad de la impresionante pared de la Pared del Aeri (por donde no hace muchos años subía un teleférico) pone la guinda a un recorrido magnífico, que nos ha deleitado durante una hora larga.

Llegados a la vertical de Santa Cecilia (18.33 h, 700 m), dejamos el GR (que en unas 3 horas mas lleva hasta Can Maçana, recorriendo la totalidad de la vertiente norte del macizo). Por una senda terrosa bajamos rápidamente a la carretera. Unos pocos metros de asfalto y llegamos al aparcamiento del monasterio (18.37 h, 686 m). Final…

Nuestra travesía de Montserrat ha terminado. Martí y yo vamos a Can Maçana en busca del otro coche. Después nos dirigimos a la cafetería del Hotel de Bruc, donde celebramos nuestro éxito con unas cervezas. Tanto por el recorrido, el horario, el ritmo de marcha y, sobre todo, la gente y el buen ambiente, la excursión ha sido una delicia. El tiempo podría haber sido algo mejor, pero tampoco ha estado mal. Hasta la próxima Montserrat…

La rta en imágenes 

(Recomendamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa") 

EniEn - Septiembre 2012